El filete de Santiago
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ATENCIÓN: Esta es una ruta diferente
Esta ruta fue diseñada para quien tiene solo un día para recorrer la ciudad. En especial, extranjeros de paso. Es lo que no te puedes perder si quieres conocer Santiago. Por ese motivo, a diferencia de las otras rutas de Wikiexplora, no hay reseña a la historia ni características generales del barrio: este trayecto no recorre un barrio, sino un compilado, un the very best. Las reseñas históricas las puedes encontrar en las rutas regulares.
IMPORTANTE: Sobre la prioridad de las estaciones y el ingreso a los museos
Se ha descrito todos los hitos dignos de mención por los que pasa el trayecto. Sin embargo, no todos son prioritarios. Muchos fueron incluidos en esta compilación solo porque están en el camino entre otros más importantes, de manera de dar la opción de saber algo más cuando se pasa por el frente. Dado que esta ruta fue pensada para ser recorrida en un solo e intenso día, no habrá tiempo de leer todas las reseñas aquí contenidas. Ese es el motivo por el cual cada estación ha sido categorizada entre prioridad alta, media y baja. No dejes de leer los textos de prioridad alta. Los de prioridad media, solo dependiendo de cómo vayas de tiempo. Los de prioridad baja están ahí para quienes experimentan alguna curiosidad particular.
Por lo mismo, quien pretenda recorrer esta ruta completa debe tener claro que no habrá tiempo de ingresar a los museos. La excepción es La Chascona, la casa de Pablo Neruda en el Barrio Bellavista, cuya visita es mucho más breve que un museo tradicional. Si al acercarse a este punto no hay tiempo para ingresar, es mejor obviarla del todo, pues por el exterior poco hay para ver.
Época/horario adecuados
Dado que esta ruta fue diseñada para alguien de paso que cuenta con solo un día para sacarle el jugo a Santiago, no es relevante qué época es mejor: se hará cuando se esté en la ciudad. Dicho, si se puede elegir de entre varios cuál será el día escogido para dedicar al turismo, se aconseja día de semana, de martes a viernes. Se deben evitar los lunes, que es cuando los museos cierran y no se puede ingresar ni siquiera al hall de acceso. Sábado y domingo es desde luego posible, pero el centro fundacional estará mucho menos vivo que durante la semana. El Barrio Lastarria, el Parque Forestal, Bellavista y el Cerro San Cristóbal, por otro lado, cobran más vida en fines de semana.
Acceso
En vehículo propio
Es del todo desaconsejable acceder en vehículo propio. Habrá que pagar caro por estacionar y se termina muy lejos de ese punto. Un taxi será no solo más cómodo, sino considerablemente más barato que pagar estacionamiento y luego pagar otro taxi para ir a recoger el auto.
En transporte público
Lo más fácil acceder en Metro. La estación Santa Lucía de la línea 1 (línea roja) deja en el inicio mismo de la ruta en la Biblioteca Nacional.
Hay además una enormidad de buses de RED que dejan en la Biblioteca Nacional.
Descripción de la ruta
Estación 1: Biblioteca Nacional. PRIORIDAD MEDIA
La Biblioteca Nacional es una de las primeras instituciones republicanas del país y existe como tal desde 1813. El edificio que la alberga actualmente se ubica en los antiguos terrenos de las Monjas Clarisas, adquiridos por el gobierno de Ramón Barros Luco en enero de 1913.
La primera piedra del nuevo edificio se puso en agosto del mismo 1913, y se terminó de construir en 1925. Este "Palacio de los Libros", de estilo neoclásico, es una obra monumental que se desarrolló en conjunto con otros edificios públicos, tales como el Museo de Bellas Artes y la Estación Central, a comienzos del siglo XX.
Fue uno de los primeros en Chile en ser construido en hormigón armado. Esto explica, en parte, su buen estado de conservación a pesar de haber soportado múltiples terremotos.
La Biblioteca Nacional actualmente cuenta con más de 3,5 millones de piezas bibliográficas, lo que la vuelve una de las bibliotecas más completas de América Latina. Más de 10 mil de esos volúmenes fueron parte del saqueo de Lima durante la Guerra del Pacífico, arribados a Valparaíso en 103 grandes cajones y 80 bultos. Venían además colecciones mineralógicas, esqueletos, animales disecados, instrumentos de química y farmacia, astronomía y física, preparaciones anatómicas, etcétera. Entre las rarezas, un esqueleto de un niño y una caja con dos ejemplares de labios leporinos.
Su acceso es libre para todas las personas que quieran hacer uso de ella. Su interior está decorado con pinturas de renombrados artistas chilenos, tales como Alfredo Helsby y Arturo Gordon, que decoran el segundo piso del sector Alameda.
Dentro de sus múltiples salas y salones, destacan por su belleza la Sala José Toribio Medina y el monumental Salón de Lectura Gabriela Mistral, ambos ubicados en el segundo piso. También es de gran interés revisar la Sala Fray Camilo Henríquez, donde se encuentra la sección de Periódicos y Microformatos. Aquí se encuentran la mayoría de los diarios del país, desde los más antiguos hasta los del día de hoy. Por último, destacamos la Sala América, auditorio donde suelen realizarse de forma gratuita exposiciones de películas, presentaciones artísticas y musicales, charlas, etc.
Siempre hay exposiciones, generalmente en la sala América y el salón Marta Cruz-Coke, ambos en la planta baja y a escasos metros del acceso por la Alameda. Para más información ver la Cartelera de la Biblioteca.
Estación 2: Iglesia San Francisco. PRIORIDAD ALTA
¿Sabías que? : En esta Iglesia descansan los restos de múltiples personajes destacados. Uno de ellos es el arquitecto italiano Joaquín Toesca, artífice de varios edificios públicos de nuestra ciudad, siendo el más conocido el Palacio de La Moneda. Una placa en el costado derecho del acceso conmemora este hecho. |
A pasos del metro Santa Lucia, y a un lado del ingreso al Barrio París Londres se encuentra en plena Alameda el edificio más antiguo del país, la Iglesia San Francisco. Su construcción data de la época colonial, origen casi simultáneo al establecimiento de la ciudad de Santiago. Funcionando en un principio como ermita para la Virgen Nuestra Señora del Socorro, esta fue mandada a construir por Pedro de Valdivia en el año 1543, solo dos años después de la fundación de la ciudad. Se emplazaba entonces al costado sur de la Cañada, y su función era tanto generar un lugar para la oración como salvaguardar la imagen de la Virgen. Esta imagen, hoy ubicada en el altar de esta, fue traída por el propio Valdivia en su montura y lo acompañó durante toda su expedición en América. Data del circa 1500, mide 29 centímetros y está confeccionada en madera policromada. Pese a su zamarreada travesía, se encuentra en excelente estado de conservación.
El 20 de agosto de 1553 comienza la historia de la Orden Franciscana en nuestro país y con ello la conformación de una de las órdenes más influyentes en Chile. Un año más tarde, en 1544, la congregación solicitó al Cabildo de Santiago la cesión de la Ermita de la Virgen del Socorro y otros solares aledaños, con el compromiso de construir un templo para resguardar la figura de la Virgen. El lugar de emplazamiento decidido por el cabildo recae sobre una ocupación indigena prehispánica, esto se puede intuir debido a los artefactos encontrados en el subsuelo de la actual iglesia.
¿Sabías que? : Por varios años la Iglesia San Francisco fue el edificio más alto de Santiago, convirtiéndose en punto de referencia, un hito en plena Alameda de las Delicias. |
Recién en 1572 se dio inicio a la construcción de la iglesia, a cargo de Fray Antonio, arquitecto de la época. Se construyó un templo sencillo, de adobe, el cual fue destruido por un terremoto en 1583, por lo tanto, recurrieron en busca de recursos a los feligreses y al rey Felipe II para comenzar una nueva construcción. Esta finalizó por fin en 1618 gracias a la mano de obra indígena, casi medio siglo después de iniciada. Debido a las condiciones sísmicas esta construcción se llevo a cabo en bloques de piedras, los cuales aún son visibles y palpables en la actualidad. Sus pilares y vigas son de madera, al igual que la techumbre artesonada de la nave central de estilo mudéjar, realizada por Mateo de Lepe, agrimensor chileno.
La Iglesia de San Francisco es conocida por haber resistido múltiples fatalidades como incendios, terremotos y saqueos. El 13 de mayo de 1647 sufrió las consecuencias del catastrófico terremoto que dio origen a la tradición del Cristo de Mayo), pero logró resistir casi en su totalidad. ¿Cómo ha logrado mantenerse en pie y resistir ese cataclismo, y en total más de 15 sismos sobre magnitud 7? Las investigadoras Natalia Jorquera (arquitecta) y Catalina Soto (arqueóloga) se adentraron en el subsuelo de la iglesia y postulan que sus fundaciones, construidas en 1586, son una de las primeras estructuras sismorresistentes en Chile en base a la calidad de los materiales empleados, la mano de obra, las características del suelo y el tipo de cimientos encontrados en la excavación. Ver la extraordinaria publicación.
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Dado que el resto de Santiago quedó en el suelo tras ese gigantesco embate telúrico, la Iglesia de San Francisco es la única estructura del siglo XVI de importancia que aún se conserva en Chile.
Se decidió intervenir y ampliar la iglesia en 1684 construyendo capillas laterales a ambos lados de la nave central, cuando ambos costados operaban como cementerio. Con esta intervención se perdió la planta de cruz latina y adoptó la fisonomía que conserva hoy en día, es decir, una nave central y dos laterales. Llegando a fines de siglo (1698), se reconstruyó la torre y el segundo piso del claustro que se habían visto afectados por el terremoto de mayo de 1647.
Casi cien años después, en 1751, la Iglesia de San Francisco volvió a sufrir otro terremoto. Esta vez “se inclinó peligrosamente la torre del templo, sufriendo daño notable el tabernáculo de la Virgen del Socorro y el antiguo retablo.” La torre resultó gravemente dañada. Dado que representaba un peligro para los transeúntes fue derribada para construir por tercera vez una nueva.
La torre que conocemos actualmente existe desde 1854, año que se derribó la tercera torre y el arquitecto Fermín Vivaceta comenzó la construcción de la cuarta y actual torre. Construida bajo un estilo Neoclásico, en ella se integra el reloj de cuatro esferas, su construcción terminó dos años más tarde con la instalación del órgano que musicaliza actualmente el templo. En 1881 se agregó, sobre el presbiterio, una linterna que aporta luz a la nave.
Con la llegada del siglo XX la orden Franciscana se vió bajo problemas económicos, por lo que, junto a la expansión de la urbe, deben vender sus obras de arte y algunos terrenos, entre estos se encuentran algunos de los claustros interiores del convento, demolidos en 1913 y reutilizados para la construcción del barrio París y Londres.
El conjunto fue declarado monumento nacional en la categoría de Monumento Histórico por el 6 de julio de 1951 y su adecuada conservación quedó en manos del esfuerzo de la Orden Franciscana y al aporte de privados, iniciando en 1968 un programa de restauración de la iglesia. Entre sus objetivos se encontró la habilitación del Museo Colonial en el primer piso del claustro, la consolidación de la torre, reparaciones de su cubierta, y se dejó a la vista la piedra en el interior de la iglesia. Esta restauración finaliza con la recuperación del frontis de acuerdo a su estructura original a mediados del siglo XVIII, ya que, había este se había perdido en una remodelación a mediados del siglo XIX.
En cuanto a su arquitectura, el conjunto, es esencialmente colonial, pero debido a la recepción de aportes arquitectónicos desde que empezó su construcción hasta el siglo XIX, puede definirse en una obra hispánica en su concepción y ejecutada de forma mestiza casi ecléctica, este estilo caracteriza las construcciones de la época, erigidas gracias a los aportes recibidos a través de su historia. En este caso se puede apreciar el aporte musulmán que está excepcionalmente testimoniado en el artesonado, y el indígena en las obras de arte que alojaron los inmuebles y el neoclasicismo republicano está corporizado en su sobria torre. Llegando a la conclusión que la Iglesia y el Convento de San Francisco de Santiago es un testimonio excepcional de la síntesis cultural que se dio en América a partir de la conquista española.
Horario:
- Lunes a Domingo 9:00 a 13:00 – 16:00 a 20:00
Horario Museo Colonial de San Francisco:
- Martes a Sábado 10:00 a 13:00 – 15:00 a 18:00
- Domingo 10:00 a 14:00
En qué fijarse :
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Iglesia de San Francisco 1925 o 1928 - Archivo Enterreno.
Estación 3: Universidad de Chile. PRIORIDAD BAJA
Casa Central Universidad de Chile
Luego de caminar unos cuantos metros por la Alameda, nos encontramos con el edificio de la Casa Central de la Universidad de Chile, el cual fue declarado Monumento Histórico en 1974. Su interés radica principalmente en su exterior. Es una construcción de estilo neoclásico, diseñada en 1863 por el arquitecto francés Lucien Hénault y luego llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto chileno Fermín Vivaceta (el mismo del campanario de la Iglesia de San Francisco). Se terminó de construir el año 1872, y fue restaurada el año 2013 tras un concurso público, por los arquitectos C+R+F Arquitectos, Rodrigo Chauriye, Luis Reyes y Alvaro Farrú.
A comienzos del siglo XX este edificio albergaba la mayoría de las facultades de la Universidad de Chile e incluso se pensó en ampliar el edificio agregando un tercer piso. Sin embargo, esta idea fue rápidamente desechada para conservar la arquitectura original del edificio y las facultades fueron migrando en forma paulatina a distintos campus repartidos por Santiago. Actualmente, aquí se encuentra la Rectoría de la Universidad junto con las oficinas de distintos departamentos administrativos, además de oficinas de atención a estudiantes. Es también la sede para los actos oficiales.
El interior de la Casa Central es de libre acceso, por lo que se recomienda una vuelta breve. Es muy interesante el Archivo Central Andrés Bello, al que se accede por calle Arturo Prat 23. Se restauran textos antiguos y otras actividades relacionadas.
Estación de Metro Universidad de Chile
En 1969 se iniciaron las obras del Metro de Santiago. Hubo que afrontar críticas y mitos sobre el servicio en subsuelo. Algunos decían que el tiempo pasado bajo tierra produciría una población “neurótica” que “solo sabría de amargura y degradación como los hombres sin luz”. Otros aseguraban que se trataba de un lujo que solo beneficiaría a las clases más acomodadas y que había otras prioridades que el gobierno debía atender. Muy a su pesar, en 1975 se inauguró el tramo San Pablo - La Moneda. Fue la tercera línea de Sudamérica, tras Buenos Aires (1913) y São Paulo (1974). La expansión hacia el oriente comenzó en forma progresiva y en 1980 alcanzó Escuela Militar.
La Estación Universidad de Chile es la más interesante de la red, con motivo del gigantesco mural que adorna sus murallas. Se llama "Memoria Visual de una Nación" y fue realizado por el artista Mario Toral en dos fases: la primera, "Pasado" en 1996 y la segunda, "Presente" en 1999. Es realmente espectacular. En 2012, la guía de viajes Lonely Planet la catalogó como una de las 10 estaciones imperdibles del mundo. Luego, en junio de 2014, la BBC de Londres la catalogó como una de las siete estaciones más bonitas del mundo.
Estación 4: Barrio La Bolsa. PRIORIDAD MEDIA
Las características de esta manzanas (entre Alameda, Ahumada, Moneda y Bandera) son refrescantemente particulares. Rompen con la trama regular de las manzanas en Santiago, que se ajustan a la cuadrícula de Damero, en pos de generar mayor funcionalidad y utilidad a estas calles interiores.
El origen del sector está en la colonia, en el solar del Convento Viejo de las Agustinas, fundado en 1573. En esa época, esta cuadra era una enorme manzana amurallada. En 1850 comenzó a segregarse y reducirse el predio debido a ventas del mismo, cuando la Calle de la Moneda, que llegaba hasta el poniente del muro, se conectó con la antigua Calle del Chirimoyo (hoy calle Moneda, debía su nombre a un gran árbol de esta fruta ubicado en el lugar). El terreno hacia el sur se mantuvo en manos de la congregación -ahí se encuentra hoy la Iglesia de las Agustinas- mientras que los patios hacia el costado de la Alameda fueron progresivamente vendidos.
A finales del siglo XIX, cuando aún no se abría la calle Nueva York, se posicionó en el área un importante edificio hotelero y comercial, el Bidart Hotel. De fachada neoclásica muy decorada, poseía tres pisos, donde el primero estaba destinado al comercio, mientras que los superiores para residencia y hotelería. Los locales del primer nivel eran ocupados por sastrerías, zapaterías, mercerías, y la histórica droguería Botica del Indio.
El edificio fue demolido en etapas, primero para construir el Club de la Unión y abrir la calle Nueva York en el lado poniente. La segunda para levantar el Edificio La Cañada en el lado oriente, y la tercera, para levantar la Torre Corporativa Banco Bice al centro, en la esquina oriente. En este proceso se fueron abriendo paulatinamente las calles que hoy conocemos, bajo la supervisión del arquitecto urbanista Juan Tonkin. Mucho años después, la red de calles fue enrejada por motivos de seguridad, y comenzó a cerrarse en las noches, rutina urbana que perdura hasta el día de hoy.
¿Sabías que? : Las calles adoquinadas del barrio eran de exclusivo servicio peatonal, y una vez inauguradas se colocó en ellas las dos Fuentes de las Tres Gracias. En sus orígenes una estaba frente al Palacio de la Moneda. La otra en los jardines del desaparecido edificio del Ministerio de Guerra y Marina, acompañada por la Estatua de don Diego Portales (hoy en la Plaza de la Constitución y receptora de un gran dato freak urbano). Ahora una de estas fuentes está frente al acceso principal de la Bolsa de Comercio, y la otra en el vértice de las calles Nueva York y La Bolsa, a pies del Edificio Ariztía. |
- Club de la Unión
El Club de la Unión adquirió parte del terreno de las monjas Agustinas en 1912. Llamó a concurso para recibir propuestas del nuevo edificio 40 años después del incendio de la sede original del Club ubicada en Estado con Huérfanos, lo que mantuvo a los emperifollados socios en calidad de nómades por distintos inmuebles.
Ganó el concurso el arquitecto francés Henri Grossin. Sin embargo, falleció durante la Primera Guerra Mundial sin poder terminar el proyecto, por lo que se traspasó la elección al segundo lugar, correspondiente a la propuesta de Alberto Cruz Montt, de estilo neoclásico francés monumental típico del Centenario. Es la base del edificio actual.
¿Sabías que? : En el concurso, además de Grossin y Cruz Montt, participaron afamados arquitectos, como Ricardo Larraín Bravo, autor del Palacio Íñiguez, Población Huemul y la Iglesia del Santísimo Sacramento; Josué Smith Solar, autor del Club Hípico, Hotel Carrera y la remodelación sur del Palacio de La Moneda; Ignacio Doyére, autor de los Tribunales de Justicia y la remodelación del Teatro Municipal; Emilio Jéquier, autor del Museo de Bellas Artes y Estación Mapocho; Manuel Cifuentes, autor de la Población Cousiño y el Palacio Picowenka; entre otros |
La obra se comenzó a construir en 1917 por la compañía de don Guillermo Francke, socio del club, y el estucado artístico fue obra de Francisco Allera. Recién el año 1925 el edificio fue inaugurado, y en 1945 se concluyó el último piso.
Fue declarado Monumento Histórico en 1981.
- Edificio Ariztía
Este edificio debe su nombre a don Rafael Ariztía. Fue el primer rascacielos de la ciudad, el edificio más alto de Chile desde su inauguración en 1921 hasta que lo superó el edificio del Seguro Obrero en 1931 (actual Ministerio de Justicia, en la Plaza de la Constitución). Ostentó el primer ascensor para un edificio de oficinas en Chile, además de calefacción central a vapor. Ariztía buscaba ser parte del floreciente barrio bursátil de la capital, surgido con la construcción del Edificio de La Bolsa. Fue construido en base a planos de Alberto Cruz Montt, y aportes de Ricardo Larraín Bravo. La obra estuvo a cargo de la firma Francke, Jullian & Cía.
Posee 13 niveles (contando los tres niveles de su torre-observatorio) y dos subterráneos. En el primer nivel posee tiendas comerciales, y en los superiores oficinas. Tras Ariztía, pasó a manos de la mutual de la Armada y el Ejército, pero en el presente siglo cayó en decadencia. Quedó prácticamente abandonado, hasta que fue restaurado en años recientes.
- Edificio del Banco de Santiago - La Mundial
Ubicado en la esquina de Bandera con La Bolsa y Moneda. El edificio La Mundial fue construido entre los años 1920-1923, obra de los arquitectos Alberto Shade y Rodulfo Oyarzún Phillipi, para ser sede de la Compañía de Seguros La Mundial. Posteriormente, el edificio fue arrendado y pasó a ser el “Mundial Hotel”, funcionando entre los años 1938 a 1975. Tras su época hotelera, el edificio pasó a ser casa bancaria, y hoy funciona en el lugar el Banco BBVA.
Fue declarado Monumento Histórico en 1981.
- Edificio La Cañada
Esta construcción se ubica en el predio donde antiguamente existiera un portal comercial, el cual fue demolido para la construcción del Club de la Unión, y la apertura de las calles del barrio La Bolsa. Fue la primera obra erigida en el sector sujeta a la nueva norma para el ensanche peatonal de Ahumada. Las obras finalizaron hacia 1952. Fue concebido como un edificio de 12 pisos en los que se distribuían departamentos y oficinas en sus niveles superiores, y comercio en su primer nivel. Su nombre proviene del nombre que recibía en la colonia la Alameda cuando aún era un brazo del Mapocho: Cañada de Santiago.
En los bajos del edificio anterior, existía la famosa farmacia-droguería; Botica y Droguería Alemana del Indio, popularmente conocida como Botica del Indio, fundada en 1871 por farmacéuticos alemanes. Esta dominó el negocio de este rubro (y esta esquina) por largo tiempo, en gran parte por su estratégica ubicación.
Al construirse el Edificio la Cañada, el establecimiento mantuvo en su primer nivel la “Farmacia del Indio” hasta los '90. Cumplió así 125 años en el lugar. Debido a la fuerte competencia de las grandes cadenas, pasó a manos de otra farmacia. Actualmente en el lugar se encuentra una sucursal de comida rápida.
- Edificio de la Bolsa de Comercio
El edificio se emplaza en una parte de los terrenos de las Monjas Agustinas, y otra parte de los del Club de la Unión, por lo que los propietarios debieron negociar para fijar los deslindes de los terrenos, operación de la que surgió la callejuela del Club de la Unión, así como la calle La Bolsa.
La institución de la Bolsa de Comercio de Santiago, fundada en 1893, encargó la construcción del edificio al arquitecto Emile Jecquier. Las obras se efectuaron entre 1913-1917 y fueron inauguradas por el Presidente de la República Juan Luis Sanfuentes. Con una planta triangular, además de cuatro pisos y subterráneo, su diseño luce una fuerte estética renacentista francesa, con finas terminaciones exteriores e interiores.
En su primer nivel se concentra la actividad de las operaciones bursátiles. Su espacio principal es la "Sala de Rueda", lugar de boyante actividad y griteríos antes de que las transacciones se hicieran en forma electrónica. En el mismo piso se pueden encontrar el Salón de Accionistas, el Salón de Recibo y las oficinas de los corredores, que tienen acceso directo desde la calle. Su acceso principal se encuentra en el vértice de las calles La Bolsa y Bandera, en un cuerpo circular con una cúpula rematada por una torrecilla.
Fue declarado Monumento Histórico en 1981, y restaurado tras el terremoto de 1985.
Entrada: Se permite la visita de grupos de estudiantes, de colegios y universidades, con previa reserva a: extension@bolsadesantiago.com
En el cine : |
En Poesía sin fin (2016) un joven Alejandro Jodorowsky toca La Barca de Oro en el extremo sur de calle Nueva York, al pie del Club de la Unión |
Estación 5: Calle Bandera. PRIORIDAD BAJA
A inicios del siglo XIX, Pedro Chacón Morales (abuelo materno de Arturo Prat Chacón), conocido comerciante criollo, instaló una tienda de telas importadas de Francia y España, en pleno centro del Santiago colonial: en la calle conocida como Atravesada de la Compañía, por cortar la arteria del mismo nombre y pasar a un costado del Templo de la Compañía de Jesús.
Chacón Morales era un fuerte partidario independentista, repartía folletos patriotas en su establecimiento, y se dice incluso tuvo una relación de amistad personal con San Martín y O’Higgins. Sin embargo con la caída del régimen realista, y con ello de las familias aristocráticas de dicho regimen, su tienda de telas fue perdiendo ventas y clientela.
La suerte y el ingenio lo ayudarían. El año 1818 se juró una nueva bandera nacional -madre del diseño actual-, con fiestas en las que participó toda la ciudadanía. Al año siguiente se quiso dar mayor realce al aniversario, pero no existían suficientes banderas en la ciudad. Es por ello, que el gobierno pidió una bandera al Gobernador de Valparaíso, para poder izarla en la Plaza de Armas. En los siguientes días, a la espera de su llegada, don Pedro Chacón alzó en el frontis de su tienda una enorme bandera nacional, con lo que su tienda adquirió fama, al nivel que se convirtió en proveedor de género y prendas a las comparsas que se presentaron en el aniversario.
Prácticamente no existió vecino en Santiago que no fuera a mirar la bandera de Chacón, por su imponencia y calidad. Esto dio nuevos aires de popularidad a su tienda y a las cuadras comerciales de la calle, y con ello se hizo común referirse a la calle como la de la Bandera.
Durante el siglo XX, el barrio albergó a la bohemia literaria de la época, los cuales asistían a los bares y cabarets del sector, como La Estrella de Chile, El Ciclista, El Valparaíso, y destacando entre ellos el Zeppelin, el cual de día oficiaba como restaurante y de noche se transformaba en cabaret. A tanto llegó su fama, debido a sus orquestas y espectáculos, que una noche el pianista Claudio Arrau llegó a tocar jazz en el local de forma espontánea. En su mejor momento, estos lugares fueron frecuentados por poetas, escritores y artistas, como Pablo Neruda, Juvencio Valle, Alberto Valdivia, Rubén Azócar, Alberto Rojas Jiménez y Tomás Lagos, entre otros.
Posteriormente la calle pasaría a ser de mucho más bajo perfil, convirtiéndose en sede de edificios corporativos y bancarios, además de diversos restaurantes frecuentados por oficinistas.
El año 2017 la calle se transformó en un paseo peatonal diseñado por la oficina Estudio Victoria e inaugurado por el alcalde Felipe Alessandri; paseo que era un proyecto temporal y terminó convirtiéndose en un paseo peatonal permanente. Un año después se inauguró la segunda etapa del paseo, que inicia en el paso bajo nivel que cruza la Alameda. Esta intervención urbana crea espacios de reunión que combinan arquitectura, arte y diseño, incorporando bancas, mesas, galerías, jardineras, bicicleteros, instalaciones de exposiciones y módulos de descanso.
Estación 6: Plaza de la Ciudadanía y Centro Cultural Palacio de la Moneda. PRIORIDAD ALTA
- Más información: detalle sobre la historia del Barrio Cívico
Plaza de La Ciudadanía
Tras una serie de negociaciones entre el gobierno y el ejército (negociaciones que comenzaron en 1995), con Ricardo Lagos como ministro de obras públicas junto al alcalde Jaime Ravinet, se impulsó el proyecto de la Plaza de la Ciudadanía (este es un sector con alta presencia militar, como se podrá apreciar al realizar la ruta). Como parte del Proyecto Bicentenario, la Plaza de la Ciudadanía se inauguró en 2006, en el lugar que antes era de la Plaza de la Libertad y estacionamientos de los funcionarios de gobierno.
Esta explanada tiene zonas de pasto, hormigón y dos espejos de agua. Une a la Alameda con la fachada sur de La Moneda. Sobre esta plaza se encuentra un monumento al ex-presidente Arturo Alessandri Palma y bajo ella, el Centro Cultural Palacio La Moneda. En el óvalo central, en pleno corazón de la Alameda, está el icónico mástil que porta la Bandera Bicentenario, una bandera chilena de 27m x 18m hecha en Estados Unidos. En el extremo sur, al otro lado de la Alameda (en el espacio llamado anteriormente Plaza Bulnes y Altar de la Patria), se encuentra bajo una plaza remozada, la nueva cripta con los restos mortales del Libertador General Bernardo O'Higgins y un pequeño museo histórico. Sobre esta cripta se encuentran los monumentos ecuestres al General Bernardo O'Higgins (Obra de Albert-Ernest Carrier-Belleuse), y al General José Miguel Carrera (obra de Samuel Román), flanqueados por banderas nacionales.
Junto con la Plaza de la Constitución, esta plaza ha sido históricamente espacio de manifestación de la ciudadanía y de diversos espectáculos culturales. Irónicamente, suele estar enrejada, por lo que es complejo ver a la ciudadanía usando en plenitud su espacio.
Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM)
El CCPLM fue diseñado por Undurraga Devés (sí, los mismos de la Plaza de la Constitución) y finalizado en 2006. Su creación tuvo como objetivo poner a Chile dentro del circuito cultural internacional, a través de la muestra del patrimonio cultural y audiovisual del país. Con cifras que llegan a los mil visitantes diarios, el Centro cuenta con tres salas de exposiciones, el Centro de Documentación de las Artes Visuales, dos salas de cine de la Cineteca Nacional, una Galería de Diseño, el Espacio Violeta Parra (con su colección de arpilleras), además de otras atracciones como una tienda de artesanías y una sucursal de la Confitería Torres, cuya casa matriz es el restaurante en operaciones más antiguo de Chile (1879) y el lugar donde se acuñaron los nombres del sándwich Barros Luco y Barros Jarpa.
Horario: 9:00 a 21:00 horas
- Para más información visitar la web del centro cultural
Estación 7: Palacio de La Moneda. PRIORIDAD ALTA
El Palacio de la Moneda es el centro de la composición de la Caja Cívica y uno de los edificios más importantes del país. Es por ahora el único remate del eje y por tanto el elemento simbólico con más presencia en el conjunto del Barrio Cívico.
La historia de La Moneda comienza en 1732 en la época colonial cuando el Cabildo de Santiago solicitó al Rey de España el permiso de instalar una fábrica de monedas. Como explica Alfredo Sepúlveda, era una aspiración de primer orden de la élite chilena, y no por un entusiasmo numismático, sino porque cumplía así la independencia, al menos administrativa, de los caprichos de la burocracia limeña para enviar metálico. Años atrás, el cabildo había escogido el sitio: un paño ubicado donde hoy está el Mercado Central conocido como “El Basural” por su poco glamoroso pero esencial rol en la vida cotidiana del santiaguino. Claro que al excavar para los cimientos cayeron en la cuenta que los más de doscientos años de acumular desperdicios no pasan en vano. El terreno era un flan.
El proyecto se desplazó a la que era una propiedad jesuita contigua a La Cañada, una localización secundaria. Así surgió esta obra neoclásica (posiblemente la obra neoclásica más importante de Chile) del arquitecto Joaquín Toesca y Ricci. Toesca era un conocido arquitecto italiano que trabajó para el imperio español en Chile, responsable de llevar a término la Catedral de Santiago, los tajamares del Mapocho, entre otros proyectos. La Moneda se edificó entre 1784 y 1805, el grueso con Ambrosio O'Higgins como gobernador, aun cuando al irlandés le pareció un inmueble tan caro e innecesariamente espacioso que lo tachó de “absurda ridiculera”. Una vez que las obras concluyeron, ni O'Higgins ni Toesca pertenecían al mundo de los vivos. Toesca cobró siempre precio de huevo, cada temporada hipotecaba el trabajo del año siguiente para poder comer y en algún punto se quejó de verse "urgido y aún amenazado de varios acreedores porque les cubra mis deudas, encontrándome sin medio alguno".
El edificio involucró 40 habitaciones y fue construido con cal de la hacienda Polpaico; arena del río Maipo; piedras de la cantera colorada del Cerro San Cristóbal; madera de roble y ciprés de los bosques valdivianos; cerrajería y forja española de Vizcaya; y 20 variedades de ladrillos horneados en Santiago para la construcción de dinteles, esquinas, pisos, molduras y los sólidos muros de más de un metro de espesor. Al hoy llamado Patio de los Naranjos se instaló la pila que se instaló en la Plaza Mayor (actual Plaza de Armas) en 1672, y que surtía de agua a la población.
En 1846, el Presidente Manuel Bulnes trasladó a este edificio la casa de Gobierno, siendo el primer Mandatario en habitarla. El Palacio se dividió en tres sectores: residencia de los presidentes, sede de gobierno y Casa de Moneda, la que siguió ocupando el sector sur del edificio, con sus hornos, chimeneas y calderas.
El inmueble ha sido objeto de muchas modificaciones. La más significativa fue la ampliación y construcción de la fachada sur en 1930 (originalmente no tenía fachada hacia la Alameda). La intervención vino aparejada de la construcción de las grandes plazas a su alrededor. En esa misma época, se traslada la Casa de la Moneda a su ubicación actual en la Quinta Normal.
La Moneda se transformó en escenario de varios de los hechos más determinantes de la historia de Chile. El más conocido de ellos es el cataclísmico Golpe de Estado de 1973. Latinoamérica conoce una profunda historia de asonadas militares, pero nunca antes, y nunca después, en todo el mundo, un palacio de gobierno había sido vapuleado con un bombardeo aéreo.
El palacio quedó tan maltrecho que el nuevo gobierno debió desplazarse al Edificio Diego Portales (actual GAM). Posteriormente, un grupo de arquitectos lo restauró, manteniendo las líneas originales diseñadas por Toesca. Fue reinaugurado el 11 de marzo de 1981, el día que comenzó a regir la Constitución de 1980 y los últimos ocho años de Pinochet en el poder. Es por ello que a fines de 1980 se despacharon febrilmente oficios para que municipios e intendencias enviaran objetos históricos. Así llegó una mesa del despacho de Mateo de Toro y Zambrano, un escritorio del siglo XVII perteneciente a la Municipalidad de Providencia, una partida de mármol de Carrara que cubre el piso de la antesala del comedor, el mármol negro de Bélgica del suelo de la capilla, alfombras y tapices del Reino Unido y muchos cuadros.
Para la reinauguración de 1981, la puerta de Morandé 80, por donde salió el cadáver de Salvador Allende, fue suprimida y desapareció de los planos. Esta puerta fue reconstruida en 2005 e inaugurada por Ricardo Lagos durante la solemne ceremonia de promulgación de la profunda reforma constitucional de ese año.
Este edificio fue declarado Monumento Nacional el año 1951. Además de sus funciones diarias como albergar las oficinas principales de la presidencia (alberga la Secretaría General de la Presidencia y la Secretaría General de Gobierno), se ha consolidado como punto focal de eventos masivos institucionales y como paso obligado para visitantes nacionales y extranjeros. En su interior cuenta con una pequeña exposición de esculturas, entre las que figura "Tolomirotodomiro" de Roberto Matta, obra que formó parte del pabellón chileno en la Exposición Universal de Sevilla 1992.
La única manera de entrar a la moneda es agendando visitas guiadas, o durante el Día del Patrimonio Cultural. Apreciarla desde el exterior es de todas formas valioso. Tradicionalmente, el edificio permaneció abierto para el tránsito peatonal, pero tras el asesinato del general René Schneider en 1970, esta tradición se suspendió por motivos de seguridad; fue reabierta al público general en el 2000 pero vuelta a cerrar después.
En el cine : |
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En la serie estadounidense Leverage (3° temporada, episodio 1, de 2010) un entrevistado de televisión afirma que dos perros pelearon a muerte en el patio de La Moneda |
Sobre los presidentes en La Moneda
- Manuel Bulnes tuvo que hacer reparaciones en el edificio por los efectos del terremoto de 1850.
- Manuel Montt debió enfrentar un gran incendio en 1855.
- Los presidentes José Joaquín Pérez y Federico Errázuriz Zañartu no quisieron vivir en la Moneda.
- El presidente Aníbal Pinto vivió en el Palacio y dirigió desde él las principales operaciones de la Guerra del Pacífico.
- Federico Santa María no habitó el palacio.
- José Manuel Balmaceda habitó en La Moneda, y realizó refacciones integrales. La dotó de varios adelantos de la época y la redecoró. Se cuenta que el hijo mayor del Presidente, Pedro Balmaceda Toro, recibía regularmente a altos intelectuales en el Palacio entre los que destaca el poeta Rubén Darío (el nicaragüense se alimentaba de pan y arenques para tener dinero que le permitiera vestirse a la altura de sus amigos de sociedad que lo adoptaron en Santiago).
- En 1906 el Presidente Pedro Montt abrió la puerta de Morandé 80.
- Pedro Aguirre Cerda falleció en el Palacio de La Moneda, afectado de tuberculosis.
- Durante la Presidencia de Juan Antonio Ríos se demolió el pabellón de Acuñación y Balanza, que era parte del proyecto de Toesca, reemplazándolo por el llamado Patio de los Naranjos.
- Carlos Ibañez del Campo fue el último presidente en habitar el palacio.
- Salvador Allende falleció en el palacio en el citado Golpe de 1973
Estación 8: Plaza de la Constitución. PRIORIDAD ALTA
Esta plaza cívica -ubicada al norte del Palacio La Moneda-, se construyó y ornamentó en la década de 1940 en el marco de la construcción del Barrio Cívico.
La actual Plaza de la Constitución ocupa sitios que fueron solares particulares durante la Colonia. A principios del siglo XX surgió la idea en distintos gobiernos de destinar aquellos terrenos a un uso más adecuado. Es así como a partir del año 1915 el lugar donde está hoy la plaza (que era ocupado en su mayor parte por el Ministerio de Guerra y Marina, que fue luego demolido) se transformó en un estacionamiento de automóviles. Fue en 1925 -cuando se inició la construcción de los enormes edificios de los ministerios-, que su uso se destinó al de una plaza pública, función que se mantiene hasta hoy. El concurso para diseñar la nueva plaza, convocado en 1934, lo ganó el arquitecto Eugenio Freitag.
La configuración actual de la plaza, diseñada por Undurraga Devés en 1983, tiene una composición que se divide en dos: Una plaza dura y una arbolada. Tiene dos fuentes de agua, tres obeliscos, y cinco estatuas. Posee senderos peatonales en forma de X además de un eje norte-sur. En sus costados hay varios edificios y ministerios importantes. Los más relevantes, en sentido horario, omitiendo los del norte de calle Agustinas:
- El Palacio de La Moneda al Sur
- El Moneda Bicentenario (parte del Ministerio del Interior) en la esquina surponiente (Teatinos con Moneda)
- El Ministerio de Hacienda y luego el Ministerio de Relaciones Exteriores al poniente (Teatinos)
- El Banco Central y luego el Ministerio de Justicia al oriente (Morandé)
- La Intendencia en la esquina suroriente (Morandé con Moneda)
¿Sabías que? : El Ministerio de Relaciones Exteriores solía ser el Hotel Carrera, el más lujoso de Chile. Para la visita de la Reina Isabel II en 1968, tras el inesperado incendio del Palacio Cousiño, alhajaron de emergencia una habitación haciendo una vaca de mobiliario prestado entre ciudadanos pirulos |
En la Plaza se ubican los Monumentos a Diego Portales de Jean-Joseph Perraud, Jorge Alessandri de Francisca Cerda (1995), Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende de Arturo Hevia (1996 y 2000 respectivamente) y Pedro Aguirre Cerda (2018).
La de Portales adornaba el lugar desde antes de convertirse en plaza, en la plazoleta que se encontraba entre La Moneda y el demolido Ministerio de Guerra. Su historia es muy conejeada. Se ordenó dos meses después del asesinato del homenajeado, pero durante más de veinte años años nadie se preocupó de concretarla. Recién con la división del Partido Conservador en monttvaristas y ultramontanos en 1856 se acordaron del decreto. Da el caso que dos años antes los liberales habían levantado un monumento a Freire, ícono liberal. Juntaron la plata rápido gracias aporte del pueblo y declararon que ello demostraba que Chile era mayoritariamente liberal. En reacción a esta bravata, los conservadores hicieron una colecta, pero no tuvo éxito. En consecuencia, Antonio Varas incluyó 20.000 pesos en ley de presupuesto de 1857 para construir todos los monumentos pendientes: del Abate Molina, de O’Higgins, de Carrera, etcétera. Como estaban todos, no hubo mayor oposición. Una vez aprobada la plata, los conservadores gastaron toda en la efigie de Portales y el resto perdió como en la guerra.
- La de Salvador Allende también causó polémica en su momento, y para instalarla se sacó uno de los cuatro obeliscos-columnatas que delimitaban la plaza. La estatua de Allende es punto infaltable de los tours para extranjeros y es muy común ver guías explicando allí la historia del expresidente, quien muriese a pocos metros de ahí.
- En la esquina nororiente de la plaza hay una piedra conmemorativa del solar donde vivió la familia Carrera (sí, en ese mismísimo terreno)
¿Sabías que? : Tras la ejecución de José Miguel Carrera, Bernardo O'Higgins mandó la cuenta con los gastos respectivos al padre del fallecido |
- Edificio del Ministerio de Justicia, ex Seguro Obrero, en calle Morandé 107. Fue el edificio más alto de Chile desde 1931, cuando sobrepasó al vecino Edificio Ariztía, y 1967, cuando fue superado por la Torre de Tajamar A. El edificio tiene una conocida carga histórica por la llamada "Matanza del Seguro Obrero". Frente la lo que parecía un triunfo inminente del candidato oficialista en las elecciones de 1938, los nazis chilenos organizaron un golpe. Si bien esperaban el apoyo de varios regimientos, los militares se mantuvieron leales al presidente. Ante el fiasco, un grupo de estudiantes se acuarteló en el edificio de Seguro Obrero. Alessandri observó desde La Moneda como un carabinero recibía un disparo. Estaba convencido de lo que presenciaba era el inicio de una revolución nazista, que era menester conjurar con rapidez y energía. Los estudiantes fueron masacrados por Carabineros. El desparramo de sangre continuó mucho después que se habían rendido. 59 personas perdieron la vida. En el Cementerio General se encuentra un monumento a los "mártires" caídos, donde se juntan actualmente grupos neonazis.
Estación 9: Paseo Huérfanos. PRIORIDAD BAJA
Esta calle ha tomado distintos nombres a lo largo de su historia. Durante la colonia era llamada el "callejón de las caballerizas", debido a que en ella se encontraban las caballerizas de don Mateo de Toro y Zambrano, presidente de la primera Junta de Gobierno del Chile-con-ganas-de-ser-independiente. Posteriormente pasó a llamarse "La Moneda Real", debido a que en la esquina de Huérfanos y Morandé fueron acuñadas las primeras monedas por Francisco García Huidobro en la primera fábrica de monedas. Tras ello, alrededor de 1780, pasó a llamarse "Calle del Regente" con la instalación de la vivienda del regente de Santiago Tomás Alvarez de Acevedo.
Finalmente, fue fundado el Hospicio de los Pobres, con "recogimiento y crianza de huérfanos", institución que asistió a casi 4000 mujeres enfermas de la epidemia de cólera que azotó la ciudad entre 1870 y 1880. Los huérfanos de las mujeres que murieron tras esta epidemia siguieron viviendo en la hospedería, denominando de paso a la calle. Vicuña Mackenna anotaba que la mayoría de las parteras vivía en Huérfanos, y con ironía añadía "buen nombre para calle de parteras".
Hacia finales del siglo XIX, aparecieron bancos y sociedades anónimas, así como exclusivas tiendas de moda femenina (destacando la Casa Para entre ellas), anticuarios, bares y mansiones.
En la esquina de Huérfanos con Estado (que encontrarás una cuadra después de girar desde Ahumada) se inauguró el 5 de septiembre de 1910, justo a tiempo para recibir a las visitas de las celebraciones Centenario, la tienda de departamentos Gath y Chavez. Filial de una tienda del mismo nombre que existía en Buenos Aires desde 1883, las santiaguinas esperaban su llegada con deseo febril. La siguiente crónica consigna la batahola que se armó el día de la apertura por mujeres desesperadas por hacerse de productos antes de que se agotaran:
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Durante los años '30 y '40 del siglo XX, la calle se convirtió el la meca del espectáculo chileno, en la cual existían múltiples teatros, cines y cabarets. Destacaban los cines Rex y Central, así como los teatros Opera (que acogió al show revisteril Bim-Bam-Bum), y del Angel. En ellos se hacían presentaciones en vivo, estrenos de películas, rotativas, matinées, obras de teatro y diversos tipos de shows.
Durante la Unidad Popular (1970-73) se experimentó con un bulevar. Una revista publicó un reportaje gráfico sobre la novedad. En una foto se veía a unas liceanas tomando helados y en otra a un señor con cartera y la leyenda "¡Zas pirulín guau-guau te pillé!". Duró poco el experimento.
Entre los años '73 y '79 la calle, tal como Ahumada, fue peatonalizada por tramos. Pese a ello, debido a la censura y toques de queda de la dictadura, el sector desarrolló un lento declive. Las salas de espectáculos cerraron o pasaron a ser cines para adultos. Los últimos cines cerraron entre la década de 1990 y 2000.
Esta calle, junto a Ahumada conforma el eje comercial del centro de Santiago. Además de tiendas y librerías, pueden encontrarse vendedores ambulantes, lustrabotas y shows callejeros.
Se sugiere terminar el paseo en la esquina de Huérfanos con San Antonio. En la esquina nororiente se emplaza la Galería Comercial Juan Esteban Montero. En su interior, hay un mural, llamado Quinchamalí, restaurado en 2021, y un mosaico en el pasillo confeccionados por el premio nacional de arte Nemesio Antúnez.
¿Por qué se llama como se llama? : San Antonio se conocía como Callejón del Socorro y después como Callejón del Licenciado Pastene. Ya desde el siglo XVI se hizo costumbre que las quinceañeras enfilaran por aquí, cirios en ristre, rumbo a la imagen de San Antonio emplazada en uno de las muros de la Iglesia de San Francisco. El uso y abuso de estas rogativas le dio el nombre que hoy conocemos. Era además la calle por donde desfilaban los cortejos fúnebres, todo un espectáculo para los niños de otros tiempos |
Estación 10: Ex Congreso Nacional. PRIORIDAD ALTA
Historia del predio e Iglesia de la Compañía
Si bien el edificio data del siglo XIX, como la mayoría de los de esta ruta, exhibe una interesante historia anterior a la construcción hoy en pie. Parte de los terrenos pertenecieron a la mítica Iglesia de San Miguel Arcángel, más conocida como la Iglesia de la Compañía de Jesús. La historia del predio se puede trazar desde 1595, cuando empieza la construcción de una capilla de adobe y teja consagrada a San Miguel.
Tras el terremoto magno de 1647 el templo se derrumbó hasta sus cimientos. Fue reconstruido en cal y canto y, a diferencia del templo anterior, con características mucho más ostentosas: torre de campanario, bóvedas sepulcrales y un enorme reloj. Este templo volvió a ser derrumbado por el siguiente terremoto, de 1730.
Utilizando las estructuras aún en pie, se re-edificó una nueva y más grande iglesia, con influencias del barroco colonial. Esta decisión agravaría el incendio que selló su destino. En la fachada se definieron tres accesos, pero para ingresar era necesario pasar por una pequeña habitación intermedia, que ralentizaba el paso. En la fachada se grabaron los números romanos MDCCLX (1760), fecha de reconstrucción del templo, que según palabras de Benjamín Vicuña Mackenna era solo una ruina disfrazada. Para sumar las desgracias, en 1767 se hizo efectiva la expulsión de la orden Jesuita en Chile, decretada por el rey Carlos III. Sus bienes, incluyendo la iglesia, fueron confiscados.
Tras la expulsión la iglesia dejó de funcionar. Eso hasta 1769, cuando se rehabilitó producto de un incendio en la Catedral que en el momento se construía, y comenzó a galletear como Catedral.
En 1841, colegiales del Instituto Nacional soltaron un chuncho en llamas, el ave se posó en el campanario y desató un voraz incendio consumió la torre principal y derrumbó parte de las estructuras. Su reparación tomó seis años, pero al parecer no se consideró ninguna precaución para evitar un nuevo desastre. En 1858, el ingeniero Eduardo Hanson propuso al Presbítero Ugarte, quien estaba a cargo de la iglesia, instalar redes de abastecimiento de gas hidrógeno para la iluminación interior. El sacerdote sólo hizo colocar el sistema en algunos sitios, optando por una iluminación con velas y candelas de gas y aceite, otra decisión que luego se lamentaría.
El 8 de diciembre de 1863, 2000 a 3000 personas celebraban adentro el día de la Purísima, último del Mes de María. En el templo se habían encendido imprudentemente más de 7 mil luces (se llegó a hablar incluso de 15 mil). Solo el altar mostraba más de 2 mil luces. Aparentemente, la ruptura de un quemador de gas líquido cuando se iniciaba la ceremonia provocó la tragedia. El fuego se propagó a toda velocidad lo que produjo la estampida de los fieles mientras las llamaradas ascendían a la cúpula, y comenzaban a caer las tablas y vigas del techo. Los aparatosos vestidos de las mujeres, la inmensa mayoría de la feligresía, dificultaron aún más el escape. Lo peor es que las puertas se abrían hacia adentro, de manera que la masa humana que presionaba por salir impedía a quienes estaban en primera fila abrirlas. Murieron alrededor de 2.000 personas encerradas, mientras numerosos testigos impotentes contemplaban la hecatombe a pocos metros de distancia.
Largo tiempo permanecieron las ruinas sin ser intervenidas, hasta que pasaron a manos del Congreso Nacional.
Historia del Congreso Nacional
El diseño de un nuevo Congreso -que hasta entonces operaba donde hoy está el Palacio de Tribunales- fue encargado al arquitecto francés Claude-François Brunet de Baines, y las obras quedaron a cargo de Lucien Hénault. En 1863 debieron ser interrumpidas por los daños del incendio de la vecina Iglesia de la Compañía de Jesús. El impacto no pudo ser resueltos de inmediato debido a falta de recursos. Diez años después, el ingeniero chileno Manuel Aldunate prosiguió con las obras, que fueron finalizadas por el arquitecto italiano Eusebio Chelli. El edificio fue inaugurado aún inconcluso, el 1 de junio de 1876, durante el gobierno del presidente Federico Errázuriz Zañartu.
El ala poniente fue ocupada por el Senado, y el ala oriente por la Cámara de Diputados. En el centro, se encuentra el Salón de honor, lugar de reunión del Congreso Pleno.
En 1895 un incendio (¡otro más!) destruyó gran parte del edificio. Fue restaurado al año siguiente por los arquitectos Carlos Bunon, Emilio Doyère, Eugenio Joannon y Carlos von Moltke. Fue reinaugurado en 1901, bajo el gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren.
El terremoto de 1906 causó severos daños al edificio, por lo que debió ser reacondicionado nuevamente, esta vez bajo el liderazgo del arquitecto Alberto Cruz Montt. Desde esa fecha, y hasta el golpe de estado de 1973, el Senado y la Cámara de Diputados sesionaron aquí. Durante la dictadura, el edificio fue utilizado por el Ministerio de Justicia. Fue declarado Monumento Histórico en 1976.
Tras el retorno a la democracia en 1990, el Congreso fue trasladado a la ciudad de Valparaíso (circula un rumor, imposible de probar, de que Pinochet, consciente de que sería senador vitalicio, quería pasar sus últimos años a orillas del mar). Tomó posesión del edificio la cancillería hasta 2006, cuando pasó a manos del Ministerio de bienes Nacionales. En mayo de 2006, fue restituido nuevamente el edificio al Congreso, y desde entonces los parlamentarios celebran sesiones ocasionales en el lugar, se realizan sesiones de la Cámara de Diputados, y en su Salón de Honor se realizan nombramientos.
De planta cuadrada, luce arquitectura neoclásica francesa. Su acceso principal por calle Catedral posee columnas corintias y frontones rectos, que configuran la fachada de ingreso. El gran salón es rectangular, y conecta a la derecha con el Senado y a la izquierda con la Cámara de Diputados.
Los jardines fueron originalmente diseñados por el paisajista Guillermo Renner (el mismo que remodeló el trazado de la Plaza de Armas). En los accesos al Salón de honor hay estatuas de hierro fundido: figuras humanas que sostienen lámparas en sus manos. Entre las especies vegetales que se pueden encontrar en el jardín hay palmeras, cedros, castaños y copihues.
Entrada:
- (Solo a la biblioteca del Congreso) Lunes a viernes: 10:00 - 17:30 hrs.
En qué fijarse : En los jardines, en la esquina suroriente, hay una depresión cónica de color azul. Ahí se ubican dos campanas de la Iglesia de la Compañía que sobrevivieron al incendio. Fueron llevadas a una iglesia de Gales, donde permanecieron hasta 2010, cuando fueron retornadas con motivo del Centenario. Se tocan cada día a mediodía. La principal está en el Cerro Santa Lucía, otra está en el Cuartel General de Bomberos de Santiago (que nació fruto del incendio) y otra en la 14° Compañía de Bomberos |
Estación 11: Palacio de Tribunales de Justicia y Plaza Montt Varas. PRIORIDAD MEDIA
Palacio de Tribunales de Justicia de Santiago
Este enorme edificio, que alberga a la Corte Suprema de Justicia de Chile, la Corte de Apelaciones de Santiago, y la Corte Marcial de las FF.AA., fue construido entre 1905 y 1930. Para su construcción, se formó un terreno en base a diversas propiedades, las cuales debieron ser demolidas, entre ellas:
- Un inmueble del Club Hípico
- Un edificio moderno construido por Francisco Undurraga
- El Real Tribunal del Consulado donde se constituyó la Primera Junta de Gobierno de Chile de 1810, y donde sesionaba el Congreso antes del incendio de la Iglesia de la Compañía
- La antigua Biblioteca Nacional.
Durante sus primeros años de existencia, la Corte Suprema y Corte de Apelaciones debieron moverse por distintos edificios, los cuales debían compartir con otras instituciones públicas. La construcción de un edificio para tribunales fue impulsada por el gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren, a través de un concurso público.
El diseño ganador fue el del francés Emilio Doyère, quien además dirigió la obra, elaboró planos y presupuestos, junto a su discípulo chileno Alberto Schade, y fue construido en el marco del Centenario de Chile en dos etapas; la primera desde 1905 hasta 1911, donde se edificó el ala poniente y su acceso principal; y la segunda desde 1928 hasta 1930, donde se construyó el ala oriente. Esta segunda etapa presentó gran oposición pública, ya que para ello debía demolerse la antigua Biblioteca Nacional.
Posee un estilo neoclásico francés, y su construcción utilizó ladrillo y adobe en el área mas antigua, y hormigón armado en la más nueva. Tiene tres pisos, además de un zócalo, de los cuales el primero es ocupado por la Corte de Apelaciones de Santiago, el segundo por la Corte Suprema de Chile, y en el zócalo la Corte Marcial y la Biblioteca de la Corte Suprema.
El diseño del ingreso en fachada se compone de dos columnas centrales y dos medias columnas laterales, que sostienen un balcón del cual nacen otras cuatro columnas de estilo jónico.
El edificio posee entradas laterales, por calles Bandera y Morandé, sin embargo estas se abren solo para emergencias o en horarios predeterminados. Fue declarado Monumento Histórico en 1976.
Desde mayo de 2002 abre sus puertas para las actividades del Día del Patrimonio Cultural.
Plaza Montt Varas
Esta plaza, también conocida como la Plaza de la Justicia, ocupa el frontis norte del palacio de los Tribunales de Justicia. Recibe su nombre del monumento a Manuel Montt y Antonio Varas, ubicado al centro de la plaza y diseñado por los italianos Ernesto Biondi y Alessandro Nelli.
Tras ser utilizada por largo tiempo como parque de estacionamientos institucionales, fue remodelada en mayo de 2013, por PLAN Arquitectos, lo que involucró la construcción de estacionamientos subterráneos y el diseño de una plaza con trabajo de pavimentos, bancas de hormigón, espejos de agua, árboles y faroles de iluminación, que permite apreciar las fachadas de los importantes edificios que se encuentran alrededor de ella.
Estación 12: Museo Chileno de Arte Precolombino. PRIORIDAD MEDIA
Este museo, popularmente conocido como Museo Precolombino, fue fundado en 1981 por el filántropo Sergio Larraín Garcia-Moreno, quien entregó su colección de arte precolombino a la comunidad para contribuir al conocimiento y la apreciación del legado de los antiguos pueblos americanos. El mensaje del fundador fue que nuestros jóvenes pudieran formarse, reconociéndose como hermanos, sabiéndose herederos de un hermoso pasado común. Es considerado uno de los mejores museos de Chile, por el valor de su muestra, su concepto museográfico y el trabajo curatorial.
La historia del edificio sin embargo, remonta hacia la colonia. Es, de hecho, uno de los edificios coloniales más grandes aún en pie, resistiendo terremotos, envejecimiento y los cambios de la urbe. Este solar fue concedido en 1555 al primer corregidor De Santiago, don Juan de Cuevas y Bustillo quien instaló en este lugar su casa. En 1635, la Compañía de Jesús instaló en el lugar el Real Colegio Convictorio de San Francisco Javier. Posteriormente, el gobernador Luis Muñoz de Guzmán, ordenó que en el lugar se edificara el Palacio de la Real Aduana, proyecto que quedó a cargo del ingeniero militar José María de Atero, con planos de Joaquín piérdete-una Toesca.
Su estilo arquitectónico es de influencia neoclásica, con una planta rectangular de dos pisos, y patios interiores rodeados de columnas toscanas. Posee una fachada abalaustrada en su parte más alta, y detalles como protecciones de metal forjado en sus vanos. Fue construido entre 1805 y 1807, y durante la Patria Vieja fue brevemente ocupado por la Biblioteca Nacional.
Desde 1845 ofició de sede de los Tribunales de Justicia, hasta que en 1968 un gran incendio destruyó las instalaciones y archivos. Durante 1980, y gracias a una serie de obras de restauración, el palacio fue reconstruido, destinándose sus instalaciones al uso del museo.
Hoy, el museo luce una cuantiosa colección gracias a numerosas donaciones que complementaron la inicial. Es un repertorio de 5000 piezas en exposición permanente que reúnen parte del patrimonio material e inmaterial de América. Destacan su colección textil andina (con piezas de más de 3000 años de antigüedad), momias de Chinchorro (¡incluso más antiguas que las de Egipto!), obras en cerámica, metal y piedra, obras de arte mayas, aztecas, culturas antenas, pueblos amazónicos y del Caribe.
Posee salas de exhibición, depósitos y laboratorios. La biblioteca especializada, de acceso libre y gratuito, es un muy silencioso y bien guardado secreto para quienes necesitan concentración y Wi-Fi gratuito. Hay tienda de souvenirs, cafetería, visitas guiadas bilingües, salas de exposición temporal y exposiciones itinerantes para acercar la cultura e historia a la sociedad.
Horario:
- Martes a Domingo: 10:00 - 18:00hrs
Valores:
- Chilenos y extranjeros residentes $1.000
- Extranjeros CLP$6000 (US$ 6.2 as of November 2024)
- Estudiantes chilenos y extranjeros residentes $500
- Estudiantes extranjeros CLP$3000 (US$ 3.1 as of November 2024)
- Entrada liberada para niñas y niños hasta los 10 años.
- Entrada liberada para adultos mayores locales.
- Entrada liberada primer domingo de cada mes.
Estación 13: Ex-Teatro Real. PRIORIDAD BAJA
El Teatro Real fue inaugurado en 1930 a pasos de la Plaza de Armas. Pese a la Gran Depresión que azotaba al país -el más afectado del mundo según la Liga de las Naciones, debido a la dependencia del salitre- brotaron varias salas de espectáculo en la capital. Este recinto fue emplazado sobre un antiguo peladero que ocupaban ferias y circos y que llamó la atención del gerente de la Paramount en Chile, el empresario Benito del Villar Él decidió abrir allí un cine monumental.
La obra quedó a cargo de los arquitectos Fernando Valdivieso Barrios y Fernando de la Cruz, como registra la fachada del edificio. Sin embargo, se deduce de un acta del Consejo de Monumentos Nacionales que Ricardo Larraín Bravo, otro de los arquitectos estrella del momento, habría metido también sus pezuñas. Posee elementos clásicos, barrocos y renacentistas, además de columnas salomónicas espirales, y dinteles y cornisas sobre sus portales. El cielo interior era abovedado y muy ostentoso. Los pisos 3º a 10º fueron habilitado como muy lujosas residencias.
La sala gozó de gran popularidad debido a su emplazamiento y a su enorme capacidad de 1600 espectadores. Era el cuarto o quinto teatro más grande del país. Acogía proyección de películas, obras de teatro, musicales, orquestas, discursos políticos y hasta matches de box. A mediados de los ‘50 pasó a manos de Cinematográfica Selman Ltda., que lo mantuvo cerrado por restauración y mejoras que incluían equipos de proyección de última generación.
A mediados de los ‘80, la escena cultural decayó con los toques de queda, y el Teatro Real en particular resintió el VHS y salas más modernas. En 1993 fue comprado por una multitienda, y hasta hoy opera como casa comercial.
A principios de 1995, el Consejo de Monumentos Nacionales aceptó la modificación de la marquesina para fines publicitarios. Sin embargo, como es parte de la Zona Típica de Plaza de Armas, en 2003 se exigió revisar su uso. La marquesina desapareció y frente a la entrada principal se instaló un paradero de buses, que terminó por sepultar la fachada bajo una barrera metálica. ¡Suerte tratando de fotografiarla!
Estación 14: Ex-edificio de Los Gobelinos. PRIORIDAD BAJA
La esquina sur-poniente de la Plaza de Armas es uno de los sitios más útiles para las reuniones en la ciudad, y hoy es recordada por las generaciones mayores como la esquina de Los Gobelinos, por la famosa casa comercial que se ubicó en el lugar hasta fines de los setenta, una de las primeras en Chile con el formato de multitienda. Sin embargo, la historia de este punto capitalino trasciende muchos años antes.
Antes de ser ocupado por un edificio comercial, el predio tuvo otros usos: ha sido utilizado desde la fundación de Santiago, cuando en la época instaló su solar don Alfonso de Escobar, estableciéndose en el ángulo frente a la Plaza Mayor. Posteriormente se levantaría una residencia de dos pisos, con comercio en su primer nivel. Alrededor de 1890 se puede apreciar el edificio con un aviso de una casa fotográfica en el segundo nivel.
Este local de fotografía fue uno de los más importantes de la ciudad. Correspondía a la sociedad Díaz & Spencer, posteriormente Spencer & Cía. Se cree que fue fundada por los fotógrafos Carlos Díaz Escudero y el norteamericano Eduardo C. Spencer, quienes se asociaron para cubrir la Guerra del Pacífico. Con esta sociedad, Spencer desarrolló importantes labores en el reporte fotográfico de la guerra, adquiriendo gran reputación, e incluso siendo premiado con una medalla por sus servicios.
La tienda fue abierta en 1883 en Santiago, y se trasladó a nuestra esquina en 1886, convirtiéndose en un importante punto de referencia de origen comercial. Con el paso del tiempo y el cierre de la casa fotográfica, pasaron por el lugar otros locales comerciales, como el salón de té y pastelería de B. Camino, favorito de las parejas para tomar once.
Ya iniciado el siglo XX, Santiago se definiría a si misma como una capital moderna, y es bajo este espíritu que en el lugar se erigiría un nuevo edificio, con rasgos neoclásicos y fuerte influencia art decó. Este pertenecía a la compañía Chilena de Electricidad, más conocida como Chilectra. En este período la empresa levantó una serie de edificios corporativos llamados edificios de la luz, aludiendo al servicio de la compañía. Sin embargo, el principal Edificio o Palacio de la Luz era precisamente el que estaba ubicado en la esquina de Compañía con Ahumada. En un inicio fue levantado como edificio de oficinas, pero rápidamente se convirtió en una lujosa tienda de venta y exhibición de artefactos eléctricos, en cuya azotea había un gran slogan luminoso que rezaba: Luz, Fuerza y Calor.
El nuevo edificio poseía tres niveles, más una terraza bordeada de balaustras, con grandes ventanales y decoración de estilo modernista. En su interior, abundaba el cristal, pasamanos, pisos de piedra pulida, y elegantes pilares. Fue uno de los primeros edificios en exhibir sus productos en vitrina, algo sumamente nuevo en el país, y en ellas además de los productos eléctricos se mostraban otras marcas, como Alimentos Meyer, champaña Santa Elena, Aceites Bau, fideos Carozzi, sombreros Girardi, Cemento Melón, Cocoa Raff y la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) entre otras.
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Durante los años que funcionó el Palacio, entre 1928 y 1934, la revolución comercial que despertaron sus productos fue asombrosa, provocándose la transición de los articulos de gas, carbon y parafina, hacia la electricidad, que era vista como limpia y eficiente. Además, el estilo de la tienda abrio las puertas del mercado de los electrodomésticos y calefacción. Al retirarse la compañía electrica del edificio, la esquina fue tomada por la casa de ventas y almacenes Los Gobelinos, fundada por el comerciante español Severiano García Carro y su hermano Joaquín García Carro. La tienda estaba originalmente emplazada en los bajos de un edificio de calle Bandera, y al trasladarse al Palacio de la Luz, este fue refaccionado y preparado con el lujoso estilo de las tiendas francesas, dividiéndolo en distintos sectores: calzado, sombreros, moda, muebles, juguetería, entre otros departamentos.
El Palacio se mantuvo en pie hasta mediados de los años ‘40 cuando fue demolido, y reemplazado por el que actualmente se yergue ahi, edificio que siguió alojando a la casa comercial por 30 años más. El nuevo edificio fue inaugurado en 1946, y poseía espacio para comercio y oficinas. Sus arquitectos fueron Jorge Arteaga y Alberto Cruz Eyzaguirre, mientras que la ingeniería estuvo a cargo de Enrique Albertz. Posee un estilo art decó más moderno, con abundante vidriado en armazón metálico.
Durante los años 70 la tienda comercial lentamente comenzó a perder clientela ante la fuerte competencia, lo que sumado a las crisis económicas terminó por hundir la empresa, que cerro sus puertas en 1978. El espacio en los bajos del edificio fue posteriormente ocupado por la casa comercial Canetti, y luego paso a manos de una firma que restauró y reacondicionó un edificio para las multitiendas que hoy lo ocupan.
Estación 15: Plaza de Armas. PRIORIDAD ALTA
- Más información: detalle sobre la historia de la Plaza de Armas
En la ribera sur del Mapuchunco (o Mapocho) los incas fundaron una ciudadela administrativa y religiosa, que se sostenía en base a la minería y la agricultura. El espacio abierto comunitario se localiza precisamente donde hoy encontramos la Plaza de Armas. Por eso el lugar se mantuvo como espacio de reunión cuando en 1541 los españoles al mando de Pedro de Valdivia fundaron formalmente la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura (o, más bien, ocuparon la ciudadela inca).
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Bustamente & Moyano (2012) plantean que los incas definieron:
- Un eje norte-sur formado por el antiguo camino del inca (Qhapac Ñan), hoy avenida Independencia, calle Bandera - calle San Diego al sur
- Un eje oriente-poniente determinado por:
- Portezuelo del Inca, salida del sol en el equinoccio
- Cerro Santa Lucía (entonces Huelén), que funcionaba como observatorio
- Actual Plaza de Armas
- Cementerio incaico, frente a la actual Quinta Normal
- Cerro Lo Prado tras el cual se pone el sol en el equinoccio.
A estos dos ejes se suman dos ejes visuales y astronómicos formados por:
- SSSJ salida de sol en el Inti Raymi (solsticio de invierno) sobre el cerro El plomo.
- PSSD puesta de sol en el Qhapaq Raymi (solsticio de verano),
- SSSD salida de sol en el Qhapaq Raymi al sur del cerro Punta de Damas.
- PSSJ puesta de sol en el Inti Raymi sobre cerro Copao. Se constata la orientación equinoccial (en calendario Juliano) de calle Catedral, así como del eje principal de la actual Catedral de Santiago. El sol sale frente al eje de Catedral, 10 días antes del equinoccio de primavera, con una variación de 5º respecto del equinoccio en calendario Gregoriano.
Una vez arribados los españoles, trazado de la ciudad fue encomendado al alarife Pedro de Gamboa, quien diseñó el poblado con forma de damero: el patrón de la política fundacional de la corona española, cual tablero de ajedrez. En el centro se localizó la originalmente llamada Plaza Mayor, en torno a la cual se seleccionaron varios solares para los principales edificios administrativo; la Catedral en la esquina norponiente, la cárcel colonial, la Real Audiencia y la Casa del Gobernador. En torno a esto se delimitaron ocho cuadras en las que los ocupantes españoles construyeron casas de barro y paja. Eran 126 manzanas, tanto más que la gente disponible para habitarlas que no se llenaron sino hasta cuarenta años después.
A seis meses de su fundación, a eso de las 4 A.M. el 11 de septiembre de 1541, la ciudad fue atacada por las huestes de Michimalonco. Aprovecharon que Valdivia había partido con 70 jinetes al Cachapoal, donde creía que estallaría la sublevación que se olía en el ambiente, y solo quedaban 50 hombres aquí. Los conquistadores aguantaron -después que Inés de Suárez decapitara a siete caciques que habían tomado prisioneros días antes-, pero la ciudad quedó destruida. La plaza comenzó a ser conocida informalmente como Plaza de Armas, debido al carácter de campamento militar de la ciudad reconstruida.
En la colonia la plaza era una simple explanada abierta de tierra apisonada. Era el único lugar que contaba con una pila de agua para proveer a la ciudad. La instalada ahí en 1680 es la mismísima que hoy engalana el Patio de los Naranjos de el Palacio de La Moneda. Era el centro natural de actividades sociales, económicas y políticas, sede de fiestas religiosas, procesiones, ajusticiamientos y encuentros sociales. Se emplazó en uno de sus costados la residencia de los Gobernadores de Chile (y luego de los Presidentes), el Palacio de la Real Audiencia (principal tribunal colonial del país), y el Cabildo de la Ciudad.
A comienzos del siglo XVII comenzaron a instalarse los mercados populares. Es aquí donde arribaban carretas con mercancías. De hecho, el Mercado de Abastos funcionó en este lugar, desde 1600 hasta su traslado en 1817 al sector de La Chimba (actual Independencia).
En 1773 el gobernador Jáuregui mandó a levantar una horca o "rollo" para consumar las ejecuciones públicas. Dictaminó además que vecinos sorprendidos portando armas cortopunzantes serían castigados con cien latigazos, y debían pasearse por la plaza a lomo de mula con los cuchillos colgando de los cuellos. Jáuregui prohibió también que los cadáveres no identificados fueran depositados frente a la puerta del ayuntamiento en la plaza. El motivo principal: "se los comen los perros"
En 1787 la cantidad de personas que concurría a la Plaza era tanta, que el Cabildo se reunió el 10 de septiembre de ese año para tratar el remedio que podía darse para solucionar "el desgreño y desórdenes que ocasiona el mismo concurso y atropellamiento de gentes de todas clases".
A inicios del siglo XIX cambió de identidad. Siendo director supremo Bernardo O'Higgins, se trasladó el mercado a la orilla del río, en lo que era el Basural de Santo Domingo. Solo quedó al medio, más sola que Adán en el día de la madre, la pila instalada en 1680. En 1825, un decreto cambió su nombre oficial de Plaza Mayor a Plaza de la Independencia, en el marco de la eliminación de toda referencia al dominio español, pero la ciudadanía continuó porfiadamente llamándola Plaza de Armas. En este periodo comenzó a aggiornarse. El empedramiento se dispuso en 1835, además de la modificación del trazado y de las actividades que se generaban en torno a ella. El año 1873 el Intendente Benjamín Vicuña Mackenna ordenó instalar jardines y árboles. "Es de holgada proporción y adornada con hermosas plantas que le dan bello aspecto y exquisito perfume", escribiría el viajero Theodore Child en 1890. Posiblemente la de Child fue una visita breve, porque más o menos al mismo tiempo se escribió de "malos olores insoportables producidos por los orines" de los caballos que tiraban de los carruajes y carros de sangre que se estacionaban ahí.
En 1896, el paisajista francés Guillermo Renner implementó una profunda remodelación. Diseñó un jardín de araucarias, cedros, ceibos, encinas y pataguas, y modificó la configuración del ágora central en base a los preceptos arquitectónicos europeos. Esto, junto a la creación de portales y paseos comerciales, y a la instalación de luminarias de gas carbónico, consolidaron el lugar como paseo para la sociedad de la época.
Muchos años después, ya iniciando el siglo XXI, una polémica renovación a cargo de la oficina de Rodrigo Pérez de Arce dio origen a la actual plaza. El rediseño combinó sectores de explanada en los costados norte y poniente, pensados para la realización de actividades culturales, con una pérgola central para la ejecución musical de la banda municipal. Si bien criticada, la intervención es muy interesante. Formalizó la coexistencia de las dos tipologías de plaza que venían manifestándose hasta el momento: la explanada abierta, herencia española; y la plaza arbolada, tomada del mundo británico. En 2014 la plaza fue cerrada para otra cirugía más, que agregó un 40% más de áreas verdes, 30% más de árboles, nuevas luminarias y cámaras de vigilancia.
Hoy, la Plaza de Armas sigue siendo un punto focal, eje de apreciación histórica y de los cambios de la urbe. La flanquean edificios históricos, progresivamente remodelados y adaptados a usos contemporáneos. En la zona aledaña ha tomado forma a partir de mediados de la década de 1990 la Pequeña Lima, influencia de los numerosos residentes peruanos. La variedad de galerías con comercio y restaurantes y cocinerías de comida internacional revelan los cambios socioculturales por los que atraviesa la ciudad.
En qué fijarse :
En la plaza se pueden encontrar una serie de esculturas y obras artísticas:
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En el cine : |
Vea a Alejandro Trejo conduciendo su taxi por Plaza de Armas con música de Joe Vasconcellos en Taxi para tres (2001) |
Estación 16: Catedral de Santiago. PRIORIDAD ALTA
El templo que abarca casi una manzana entera, se ubica en la esquina norponiente de la Plaza, en un terreno limitado por las calles Bandera, Catedral y Plaza de Armas, en donde se encuentra su acceso principal. Es un hito arquitectónico en pleno corazón del trazado urbano.
Pedro de Valdivia destinó el solar del costado norponiente de la Plaza Mayor para erigir un templo. Este debió ser reconstruido en cinco ocasiones durante tres siglos (1566, 1571, 1670, 1679 y 1748), a raíz de incendios y terremotos.
El primer templo oficial de Santiago inició su construcción el año 1566, finalizando alrededor del 1600. De dimensiones mucho menores a la actual, contaba con un lujoso alhajamiento. Estaba orientado en sentido norte-sur en lugar del este-oeste del actual. Su acceso era por la actual calle Catedral, característica que se mantuvo hasta el siglo XVIII, cuando el acceso se trasladó hacia la plaza. El 13 de mayo de 1647, el "terremoto magno" hizo trizas todo lo construido en Santiago, salvo la iglesia San Francisco (es el origen de la tradición del Cristo de Mayo). Gracias a la gestión del obispo Gaspar de Villarroel, la catedral fue rápidamente retocada. Sin embargo, en 1657 un nuevo temblor arruinó casi por completo su estructura, por lo que debió realizarse una segunda restauración entre 1662 y 1687, año en la que fue consagrada.
Debido al terremoto de 1730 se determinó que los arreglos habían sido inútiles, ya que se resquebrajaba la estructura. A esto se suman los numerosos incendios que afectaron al edificio. En 1746, el cabildo, con el obispo Juan González Melgarejo a la cabeza, decidió renovar y ampliar la Catedral. Las obras se iniciaron en 1748.
El nuevo templo fue diseñado por los jesuitas bávaros Pedro Vogl y Juan Hagen, quienes enviaron su proyecto a España para la aprobación real. Para ampliar fue necesario reorientar la iglesia de modo que su fachada mirara hacia la plaza. Fue necesario comprar dos propiedades, una de ellas nada menos que la residencia del gobernador, Juan de Ovalle. 8400 pesos costó la gracia. En 1751, los constructores debieron enfrentar una polémica entre las autoridades administrativas y eclesiásticas: se debatía por la altura interior de la catedral, elevación que se objetaba al hacer el inmueble más susceptible a daños ante un eventual terremoto. Sin embargo, un incendio que afectó al edificio que anteriormente ocupaba la catedral, terminó con el debate. En dicho incendio se perdieron casi todas las obras de arte que se conservaban desde el siglo XVII. Entre ellas dos órganos, la sillería del coro tallada en cedro, y trece altares con todos sus adornos. Las funciones de la catedral fueron desplazadas temporalmente a la iglesia de la Compañía, en el terreno donde hoy se emplaza el ex Congreso.
Tras Vogl y Hagen, siguieron como directores de obras Matías Vásquez de Acuña y Francisco Antonio de Barros. Para 1768, se encontraban terminados dos tercios de la obra. En 1775 se inauguró la parte posterior, y la nueva Iglesia fue entregada.
En 1779, Joaquín Toesca se hizo cargo de proseguir con las faenas de la última etapa de diseño y construcción. A él se le atribuye la armonía y homogeneidad al conjunto. La solución que el arquitecto propuso fue de estilo neoclásico italiano. El templo, de altura demasiado baja en relación al área a consecuencia del temor a los terremotos, generaba un conjunto lóbrego. Las tres naves generaban "una tétrica oscuridad", en palabras de Thaddaeus Haenke, que la conoció en 1794. Tras la muerte de Toesca, su discípulo Juan José de Goycolea retomó la labor de construcción, que finalizó en 1830.
En 1840 el papa Gregorio XVI lo convirtió en Catedral. En 1846, inició la construcción de la Capilla del Sagrario, terminada por Eusebio Chelli.
En 1898, el arzobispo Mariano Casanova ordenó una remodelación completa de la Catedral. Ante las dilación del proceso, en las esferas populares se decía que la pega no iba a terminar jamás. A cargo quedó Ignacio Cremonesi, un "estucador italiano con ínfulas de arquitecto", en palabras de monseñor Fidel Araneda, ex deán de la catedral. Sin embargo, Cremonesi tenía un hermano cardenal. Con un controversial diseño toscano, refaccionó completamente el interior y exterior, definiendo su orden interior en base a tres naves; dos laterales y una central de mayor altura. A esto se suma una cúpula donde remata la bóveda, sobre el altar principal, abundante decoración, la unificación de fachadas, y el diseño de las dos torres que hoy coronan el templo. Las obras incluyeron estuco en los muros de piedra, la supresión de las vigas de cedro y el artesonado de madera del interior, adornándola con pinturas y aplicaciones de estuco y yeso. Con esas intervenciones perdió su primitivo estilo colonial y adquirió el carácter moderno renacentista. Dice Araneda que a Cremonesi le "bastaron seis meses para mutilar nuestro primer templo". Otro historiador, Miguel Solá, opina que las intervenciones del italiano fueron "tan desastrosas como un terremoto".
En 1906, Casanova consagró el templo modificado.
Horario::
- Lunes: Apertura a las 11 de la mañana.
- Martes a Sábado: Apertura a las 10 de la mañana.
- Domingo: Apertura a las 9 de la mañana.
Cierra sus puertas una vez terminada la Misa de 19:00 horas, a eso de las 20:00.
En qué fijarse :
Fachada
Nave Central
Nave Derecha
Nave Izquierda
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Estación 17: Edificio de Correos de Chile. PRIORIDAD BAJA
Este museo se encuentra emplazado en el original solar de Pedro de Valdivia, asignado al momento de la fundación de Santiago, y tras cuya muerte fue dividido en la Residencia del Gobernador, Real Audiencia, y Cabildo Colonial. Se encuentra a un costado norte de la plaza, contiguo al Museo Histórico Nacional.
El edificio original correspondía al Palacio del Gobernador de Chile, construido entre 1710 y 1712 bajo el gobierno de Andrés de Ustáriz. La ejecución fue encomendada al corregidor de Santiago, Rodrigo Antonio Quint de Valdovinos. Este inmueble fue destruido casi por completo en un incendio en 1881, por lo que fue reconstruido como edificio de Correos en 1882 por el arquitecto chileno Ricardo Brown, sobre los cimientos del antiguo Palacio. Su apariencia inicial era muy distinta a la actual; de estilo neoclásico, dos pisos, fachada lisa y columnas al acceso.
En 1908, el arquitecto Ramón Fehrman transformó su fachada, adoptando un estilo neoclásico francés. El arquitecto también añadió un piso de altura, una cúpula y una mansarda al estilo francés. Incluyó además un tejado de vidrio sujeto por estructuras metálicas.
En 1976 fue declarado Monumento Histórico. Debido a su intensivo uso, que lo expone al inclemente deterioro, es necesario restaurarlo constantemente. Una de las últimas restauraciones, en 1993, renovó la pintura de fachadas y patios, así como la iluminación interior.
En 2000 debió someterse a profundas reparaciones debido a un incendio que el año anterior afectó a la mansarda del tercer piso. Desde 2004 alberga en su primer nivel al Museo Postal y Telegráfico, que reúne una muestra sobre la historia postal de Chile. Son cinco salas de exhibición, que narran la historia del mundo postal, el rol de Correos en la historia, además de una gran colección filatélica.
Horario:
- Lunes a Viernes 9:00 - 18:00hrs
En qué fijarse : En el museo postal se puede encontrar el Colón de 5 Centavos; primer sello chileno, además de una colección de buzones y una colección de más de 2000 estampillas chilenas |
Estación 18: Museo Histórico Nacional. PRIORIDAD ALTA
El emplazamiento también era parte del solar de Pedro de Valdivia. El edificio del museo correspondía al edificio de la Real Audiencia, máximo tribunal colonial del país, y posee una amplia gama de colecciones arqueológicas, pinturas, curiosidades y objetos de la historia de nuestro país.
La Real Audiencia fue fundada en Concepción en 1567 -aún no estaba del todo claro la preeminencia de Santiago-, y recién en a partir de 1609 comenzó a operar en Santiago el Tribunal de la Real Audiencia y Cajas Reales. Se construyeron dos edificios, destruidos por los terremotos de 1647 (el "terremoto magno") y 1730. Finalmente, entre 1804 y 1807 se construyó el edificio que hoy conocemos, diseño del arquitecto Juan José de Goycolea y Zañartu, discípulo de Toesca, en estilo neoclásico, con albañilería de ladrillo.
En la Patria Vieja se suprimió la Real Audiencia, reemplazándola por un Tribunal Judicial. El edificio luego se transformó en la sede del Primer Congreso Nacional (4 de julio de 1811), y Casa de Gobierno entre 1812 y 1814. Una vez reestablecida la autoridad española tras el desastre de Rancagua la Real Audiencia fue reinstalada.
Una vez establecida la independencia en forma definitiva el Cabildo de Santiago se reunió en este edificio. Se propuso nombrar como autoridad al general José de San Martín. El argentino rechazó la designación (su plan era avanzar hacia Perú), y los despechados miembros del Cabildo se volvieron a reunir. Se propuso el cargo de Director Supremo a Bernardo O’Higgins. El 12 de febrero de 1818 se declaró la independencia en Talca, mientras que en Santiago se realizó una ceremonia pública en la Plaza de Armas, y al interior de este edificio. Así, ese mismo año el palacio fue renombrado por Bernardo O’Higgins como Palacio de la Independencia.
El edificio, apodado Palacio de las Cajas, fue casa de gobierno hasta 1845, año en el que el presidente Manuel Bulnes trasladó la sede del ejecutivo a la antigua Real Casa de Moneda, actual Palacio de La Moneda. El edificio continuó su función pública, transformándose en sede de la Intendencia de Santiago hasta 1929, y luego en la oficina de Correos y Telégrafos hasta 1978.
En 1969 el edificio fue declarado Monumento Histórico. En 1977 pasó a manos del Museo. Fue restaurado y acondicionado para albergar las colecciones histórico patrimoniales. En septiembre de 1982, abrió sus puertas a público.
En 2019 fue cerrado para una restauración, remodelación y ampliación de tres años, con un nuevo edificio que añadirá más de 3500 m2 al inmueble. Se contemplan nuevas salas de exhibición, salas educativas, cafetería, y un auditorio de alto estándar.
Para más información, visitar [Sitio Web]
Estación 19: Municipalidad de Santiago. PRIORIDAD BAJA
Este edificio también conocido como Palacio Consistorial, es la sede de la Ilustre Municipalidad de Santiago. Se encuentra emplazado sobre el sitio donde originalmente se encontraba el Cabildo de Santiago y la Cárcel. A fines del siglo XVIII fueron demolidos debido al maltrato ejercido por los terremotos.
En 1679, la segunda construcción del edificio fue demolida. El inmueble fue reedificado por Joaquín Toesca, con estilos neoclacisistas. Su construcción estuvo a cargo de Melchor Jaraquemada, y se realizó en base a mamposteria de piedra, muros y bóvedas en albañilería de ladrillos, y entrepisos y techo en madera.
Un incendio en 1891 obligó a su reconstrucción, a cargo del arquitecto Eugenio Joannon. Fue inaugurado en 1895 y asignado como sede de la administración comunal.
Su fachada tiene una modulación neoclásica, arcos de medio punto, balcón corrido y vanos rectangulares. En su frontis destaca el escudo de armas de la ciudad, regalado por el rey Carlos V en 1552, como signo de consolidación de la urbe. El año 1976 fue declarado Monumento Histórico. En su salón de honor se realiza una de las ceremonias más solemnes de la comuna: la declaración de Huésped Ilustre y entrega de las llaves de la ciudad a autoridades y representantes de organismos internacionales.
Horarios:
- Abierto a público de lunes a viernes, de 10:00 - 14:00 y 15:30 - 17:00hrs.
Estación 20: Paseo Phillips. PRIORIDAD BAJA
El actual Paseo Phillips fue una de las galerías comerciales más bellas del país. Algunos dicen incluso del mundo. La Galería San Carlos, idea del empresario chileno Carlos Mac Clure (dueño del portal antes mencionado), se desarrolló sobre las cenizas del Portal Tagle. Su intención era conectar e integrar esta construcción con el vecino Portal Mac Clure a través de una galería de dos pisos y techos de vidrio.
Los trabajos de dicha galería comenzaron en la década de 1870, a cargo de don Ricardo Brown, afamado arquitecto local, con la participación ingenieril de Daniel Barros Grez. Era una galería mucho más amplia y elegante que los portales de su alrededor, con sus dos niveles y techo de cristal arqueado que permitía la iluminación natural durante el día.
Poseía pilastras que dividían las puertas interiores, además de banquillos acojinados para el descanso de los transeúntes. Los portales arqueados, divididos por las pilastras, lucían lámparas. Inaugurada alrededor de 1874, en variados libros de historia (Verniory, Castedo) fue descrita como lujosa, magnífica y elegante. A ella se accedía por las calles Merced y Monjitas, y albergaba almacenes y tiendas, así como un restaurante y un café. Los salones del edificio fueron sede de fraternidades, centros de reuniones y clubes, así como recepciones diplomáticas.
A inicios de la década del 20, un incendio afectó las instalaciones del Portal Mac Clure y la galería San Carlos. Esto, sumado al deterioro por los años, dejó inutilizada a la última. A los pocos años fue demolida, así como el inmueble vecino, que llegó a ser el actual Portal Bulnes. La galería mutó a calle peatonal llamada Pasaje Central y luego Pasaje Phillips. Honra al ex Alcalde de Santiago, don Luis Phillips Huneeus, quien promovió un plan de mejoramientos y transformaciones urbanas en el sector.
El pasaje no carece de toda relación con las antiguas formas de la galería y con su trazado. La calle tiene su propia historia: en ella vivió el presidente Jorge Alessandri Rodriguez, en el cuarto piso del edificio Phillips 16. El mandatario caminaba desde su departamento a La Moneda todos los días, sin guardaespaldas ni compañía alguna. Una tarde de 1970, el perla llamó enfurecido a la municipalidad porque ciertos trabajos no le dejaban dormir su siesta de todos los días, y las labores se suspendieron hasta que El Paleta hubiese consumado su rutina vespertina. Una placa conmemorativa en la esquina de Estado con Monjitas recuerda al presidente:
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El pasaje fue también sede de importantes hitos comerciales de la comuna. La notaría de Elba Sanhueza es una de las más famosas de todo Chile, por su larga data de funcionamiento y su estratégica posición. Y en el sector de los estacionamientos subterráneos funcionó antaño la Hostería del Laurel, sede de la bohemia intelectual chilena en los '40. De cara a la plaza, también en los subterráneos, funcionó El Patio Andaluz, que luego se transformaría en el cabaret Mon Bijou.
En la esquina con Merced, funcionó por años una de las tiendas de la cadena de telas y cortinajes Inaudito, así como una tienda de calzado Bata más hacia el centro. Durante los ‘80, funcionó uno de los primeros locales de pollos fritos en santiago: Pollos Broaster Monserrat. A la entrada de la Galería Presidente, se encuentra la cantina y fuente de soda El Santo.
El aspecto vigente data de los ‘80, consecuencia de la renovación urbana impulsada por el alcalde Patricio Mekis. A esto se suma el arribo de restaurantes y una pequeña escultura de Santiago Apóstol en la entrada por el lado de la calle Estado (ex Calle del Rey, pista oficial para las ceremonias públicas en la colonia). Es un regalo de España en 2005.
Estación 21: Portal Bulnes. PRIORIDAD BAJA
El actual edificio es una “tercera etapa” de la serie de portales que se han ubicado en la manzana, continuación del Portal Tagle, el Portal Mac Clure, y vecino del Portal San Carlos.
En el origen de la ciudad el terreno estaba dividido en dos solares: una propiedad de don Pedro de Miranda, y otra de don Francisco de Aguirre. Frente a estos terrenos, desde el siglo XVI se instalaron mercados criollos, conocidos como trianguez, y posteriormente ferias de mercaderes de productos básicos, origen del Mercado de Abastos.
Con el tiempo, el grupo de los mercaderes formó una callejuela con los puestos, ubicados al borde de la plaza. Esta vía fue conocida como el "Callejón de los Mercaderes", y conectaba directamente con la Calle del Rey (hoy calle Estado). El mercadillo de la plaza carecía de portales o corredores, lo que mantenía el espacio público en pésimas condiciones.
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Una vez iniciada la República, los vendedores se trasladaron al Mercado de Abastos de Mapocho, en el sector de la Chimba, despejando el espacio que utilizaban en el borde de la Plaza de Armas. Las casonas, sin embargo, permanecieron en malas condiciones.
Al centro de la cuadra, por donde hoy existe el acceso a la calle Phillips, estaba la residencia de monsieur Jean Francois Briand de la Morigandais, conocida como la Casa del Rollo, por estar frente al rollo de ejecuciones. Esto horrorizaba a su esposa, doña Juanita Caxijal y Solar, lo que forzó al matrimonio a cambiarse de residencia en 1720. La calle en la que se instalaron, cerca de los curas teatinos, comenzó a ser llamada la Calle de Morandais, hoy castellanizada a Morandé. La casa acogió distintos usos tras la mudanza del francés: fue la imprenta de lo que luego sería el diario El Progreso, una sastrería, casa de correos, relojería, y la botica del Sr. Barrios, establecimiento que prestó la principal ayuda a los afectados por el incendio de la iglesia de la Compañía en calidad de único servicio de asistencia de urgencia.
En la primera mitad del siglo XIX la Municipalidad ofreció 50.000 pesos por la casa del rollo, con la intención de construir en el lugar un gran teatro para la ciudad. No hubo acuerdo y el inmueble se mantuvo ocupado por locales comerciales.
Francisco Ruiz de Tagle, acaudalado residente de la manzana, hizo levantar hacia 1850 un enorme edificio comercial de influencia neoclásica, con dos pisos y grandes arcos, llamado Portal Tagle, la primera construcción de este tipo en la ciudad. Se vendían productos mucho más sofisticados que aquellos del antiguo mercado, tales como telas y artículos importados.
Un incendio destruyó al portal y lo dejó prácticamente desocupado hasta 1864. Otro aristócrata, Carlos Mac Clure, la reconstruyó bajo su nombre; Portal Mac Clure. Inició actividades alrededor del 1865.
La remodelación, diseñada por el arquitecto François Brunet de Baines, mantenía los originales dos niveles con arcos, todo con una fuerte inspiración neoclásica francesa. Sin embargo, a diferencia del portal anterior, contaba con una gran ampliación, torreones en los extremos, y una gran mansarda que se elevaba como tercer nivel. De esta forma, se logró una fachada más simétrica y que brindaba más armonía a la composición de la plaza.
¿Sabías que? : Sobre el Portal Mac Clure residió el presidente Pedro Montt. No sería el único mandatario en residir en el lado oriental de la plaza, como veremos más adelante. |
La galería comenzó a decaer al avanzar el siglo. Dejó de funcionar por un nuevo incendio que destruyó el ala sur en 1927. Las demoliciones comenzaron en 1929, dinamita inclusive. El predio fue vendido a la Sociedad de Renta Urbana que erigió el actual edificio comercial: el Portal Presidente Bulnes, con su propia Galería Comercial Bulnes. Diseñado por el arquitecto Jorge Arteaga en 1932, forma un conjunto arquitectónico con el edificio Phillips y el Edificio Presidente, así llamado porque fue la residencia de Jorge Alessandri, quien gobernó entre 1958 y 1964.
El edificio se compone de dos pabellones divididos por una salida central hacia la calle Phillips. Sus pisos superiores son de uso residencial e institucional, mientras que la planta baja ha sido usada históricamente como paseo peatonal, y lugar para el pequeño comercio. Durante años alojó locales de mediano tamaño que albergaban negocios de ropa, lencería, farmacias y bancos. Adosados al muro poniente existían 22 kioskos dedicados a la venta de carteras, bolsones y maletería, que databan de 1945. Albergaban familias de inmigrantes, en su mayoría sirios. Por largo tiempo el lugar fue conocido como el Paseo de las Carteras.
En 2014 el portal fue recuperado como parte de las obras de renovación de la Plaza de Armas, durante el gobierno local de Carolina Tohá. Las obras contemplaban terminar los kioskos de carteras del paseo, a fin de revitalizar el sector colindante a la plaza, para acercarlo a la comunidad y a los turistas. La iniciativa enfrentó fuerte oposición ciudadana, sin embargo la justicia falló a nombre de las autoridades. Los puestos de carteras fueron desplazados al pasaje peatonal Irene Ariztía, en calle San Antonio.
A fines de 2018 el Portal comenzó a acoger oferta gastronómica, con diversos restaurantes: Emporio de La Rosa, Barra Chalaca y la Sanguchería de Barrio. Es ahora un nuevo Boulevard Gastronómico en el corazón de la ciudad, con una propuesta de diseño muy cercana a las de las plazas europeas.
Está protegido como Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica, como parte del entorno de Plaza de Armas.
Estación 22: Museo de Santiago - Casa Colorada. PRIORIDAD MEDIA
La Casa Colorada es uno de los ejemplos mejor conservados de la tradicional casa colonial chilena. Fue construida para el Conde de la Conquista y Presidente de la primera Junta de Gobierno, don Mateo de Toro y Zambrano, quien residió en la casona hasta su muerte en 1811.
¿Sabías que? : La casa se ubica en Merced, antes conocida como la calle de los Condes y Cruzados, ya que ahí habitaban las familias más conspicuas. |
El solar donde se emplaza fue adquirido por el Conde en 1769. La construcción, a cargo de Joseph de la Vega, tardó una década por desavenencias familiares y pleitos con los vecinos. El resultado fue muy elogiado. Rompió con los cánones arquitectónicos imperantes con su fachada de piedra y dos pisos.
Fue el único edificio dotado de fachada de ladrillo y recubierta de piedra en su primer nivel. La distribución de la planta es la tradicional de la época: patios sucesivos, rodeados de recintos. Emplea muros de piedra sillar (piedra labrada de forma angular), y techumbre de madera en roble, con canelo en los entrepisos y armazones de coligüe.
Fue residencia de los Condes de la Conquista, hasta el fallecimiento de la IV Condesa, doña Nicolasa de Toro-Zambrano. En 1888, la fachada fue cubierta con el revoco rojo que se mantiene hasta hoy y que le dio su nombre. A finales del siglo XIX, pasó a sus hijos, los Correa y Toro, manteniéndose como herencia familiar hasta mediados del siglo XX.
Durante el siglo XX, funcionaron en el lugar distintos locales, entre ellos el Club de Ambulantes de Correos, el club El Colonial en el segundo piso, el Café Fancy, punto de encuentro para intelectuales y poetas en sus altos, y el bar y boîte Black and White en su zócalo.
Este último habría sido fundado en los años ‘40 por el inmigrante italiano Silvio Tonolli Testori, definiendo al lugar como El Rincón de la Bohemia Santiaguina, como rezaba el escenario donde hacían presentaciones desde orquestas bailables a folkloristas. Los mozos, quienes atendian con humita negra, tenían la política de “servido y pagado”, para desalentar la práctica del “perro muerto”. El mismo dueño solía dejar botada la caja registradora para conversar en las largas tertulias que se desarrollaron en en lugar, y donde escritores, artistas y periodistas participaban, entre ellos: Luis Cornejo, Nicomedes Guzmán, Alfredo Gómez Morel, Armando Méndez Castro, Joaquín Edwards Bello, Lenka Franulic, Raúl Morales álvarez, Tito Mundt, Enrique Lafourcade, Oreste Plath y, se dice, Pablo Neruda.
El local fue uno de los lugares favoritos de los periodistas hasta la mitad de los años ‘70, cuando comenzó su caída, que coincidentemente calza con la muerte del dueño el año ‘69. Esto se suma al cambio de la antigua bohemia, cambios del barrio y la discusión del proyecto de ley sobre Monumentos Nacionales, con la cual se comenzó a discutir el sacar los bares de la histórica casona colonial. Es así como el Black and White cerró en abril de 1976, y el año siguiente la casa seria expropiada por la Municipalidad de Santiago para su restauración, la cual duró dos años.
Desde ese entonces, la Casa Colorada alberga al Museo de Santiago. En este lugar se exhiben muestras didácticas relacionadas a la fundación y desarrollo histórico de la ciudad de Santiago, relatando la evolución desde el periodo incaico hasta inicios del siglo XX. Posee cinco salas, con dioramas, maquetas, relatos y objetos antiguos. Cuenta también con dos salas de exposiciones transitorias, además de un auditorio y patio central, espacios a disposición de artistas plásticos, músicos y exponentes de la danza y el teatro.
Debido a las restauraciones, el estado de la casa no corresponde a su construcción original, conservandose sólo la estructura original del cuerpo de dos pisos que da hacia la calle merced. Se ha reconstruido parte del primer nivel, completandolo con recintos semejantes a los originales.
La Casa Colorada reabrió en agosto de 2024, tras una extensa remodelación, necesaria tras los daños del terremoto de 2010.
Horario:
- Martes a viernes: 10:00 a 18:00
- Sábados: 10:00 a 14:00
- Domingo y lunes: CERRADO.
Valor entrada:
- CLP$500 (US$ 0.5 as of November 2024) público general
- $400 estudiantes
- $250 niños
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Estación 23: Portal Fernández Concha. PRIORIDAD BAJA
Este portal comercial ubicado al costado sur de la plaza, entre las calles Estado y Paseo Ahumada, fue construido en 1870 y 1871 sobre el antiguo portal colonial Sierra Bella, el cual fue destruido en un incendio en 1869. Este primer portal, propiedad de don Pedro de Torres y Saá, destacó por varias arcadas que recorrían de lado a lado la cuadra. Este fue el primer portal colonial abierto hacia la Plaza de Armas, y dio inicio a una tradición de edificios que aún se mantiene, con la presencia de dos portales que rodean la plaza.
El edificio fue conocido desde sus inicios como Portal de Sierra Bella, en alusión a la Hacienda San José de la Sierra en La Dehesa, de la cual don Pedro era dueño, y la cual a su vez se refería a su titulo nobiliario de Conde de Sierra Bella. Muy elegante, el edificio contaba con 19 locales comerciales en sus bajos, además de ser la lujosa residencia familiar de Torres y Saá, por lo cual se convirtió en un centro social.
¿Sabías que? : Como en esta época el Mercado de Abastos funcionaba en la Plaza Mayor, era costumbre que en los días de lluvia los vendedores se refugiaran tras las arcadas del Sierra Bella. |
Con el paso del tiempo, y debido a terremotos e incendios, el Portal fue perdiendo su belleza, y entrando en una fuerte decadencia. Es el 1 de Junio de 1869 cuando este portal llegó a su fin, tras un incendio iniciado minutos antes de la medianoche, en el cual casi todas las tiendas desaparecieron entre llamaradas.
Sus ruinas "todavía humeantes" fueron adquiridas por los hermanos Pedro y Domingo Fernández Concha, dueños de la Viña Santa Rita y empresarios bancarios, quienes encargaron al arquitecto inglés W. Hovender Dendry construir un nuevo portal (sin embargo algunas fuentes señalan que fue el francés Lucien Henault quien inició los trabajos, probablemente por su relación con la construcción del Pasaje Matte al interior del portal), el cual tomaría el nombre de Fernández Concha.
El diseño de este nuevo portal poseía una imponente fachada de estilo neoclásico francés, con columnas y estatuas, además de balaustras y terrazas, que lo convertían en uno de los edificios no-residenciales más elegantes de la época. Tras esta fachada se elevaban cuatro pisos, el primero una galería de locales comerciales. Eran las tiendas más lujosas de la capital. Se podían encontrar géneros traídos de China, brocatos, lanas de oro, lozas y cristales, juguetes para niños, azúcar y chocolates, perfumerías, sastrerías y bancos. Alojaba al salón de billar Sala Puga, a la Casa Británica y a la sofisticada Peluquería Parisina. Por las noches se alumbraba con velones de sebo colocados en candelabros de cobre.
En el segundo piso funcionó por largo tiempo una serie de afamados centros hoteleros. El primero de ellos fue el Hotel Santiago, que destacaba por sus lujosos muebles importados desde Europa, y su carácter distinguido. Recaredo Santos Tornero en su Chile Ilustrado lo comparaba con el Hotel Louvre de París. Fue reemplazado en 1884 por el Gran Hotel Inglés, cuyo propietario era en realidad francés. Nos cuenta Oreste Plath en El Santiago que Se Fue que fue el primero de la ciudad con luz eléctrica en todas sus habitaciones.
El servicio hotelero cambió dos veces más de nombre; pasando a ser el Hotel de Francia en 1900, y el Hotel Plaza en 1919.
La decadencia y el deterioro llevaron al cierre del Portal alrededor de 1928. Fue entonces remodelado completamente por los arquitectos Josué Smith del Solar y su hijo José Smith Miller, responsables de la apariencia actual. La estructura resultante se eleva a los siete pisos, ocho sumando los altillos. Su nueva fachada tiene elementos neoclásicos y detalles art decó, que se unen a balaustras, columnas y balcones. En los nuevos pisos se distribuyen 320 pequeños departamentos residenciales.
Con el tiempo adquirió un carácter más popular y se convirtió en lugar de bohemia, escenario de importantes encuentros sociales y fiestas para las clases medias y altas de Santiago, en especial durante las décadas de 1940 y 1950. Desde ese entonces que existen históricos locales de comida. Entre los más famosos está el Quick Lunch Bahamondes, al cual se le atribuye la creación del completo en la década de 1920, como una versión nacional del hot dog estadounidense, respuesta de Eduardo Bahamondes a la solicitud de la clientela de que le añadiera más ingredientes al producto gringo. Luego, se le atribuye idear el Completo Italiano, cuando la familia italiana Devillaine compró el negocio y lo renombró "El Portal. Ex-Bahamondes" (lo de italiano es porque la palta, la mayonesa y el tomate evocan el verde, blanco y rojo de la bandera de Italia). Otros locales conocidos son el Chez Henry ("Donde Henry" en francés), restaurante que instauró la cocina francesa en nuestro país. Fue fundado en 1925 por el chef Herny Boutegourd, llegado a Chile para hacerse cargo de la cocina del Palacio Cousiño. Cerró en 2003. De la vieja guardia sobreviven aún los restaurantes Ravera y Nuria.
En los ochenta la siniestra CNI se asentó en el edificio. También vivía la soprano Gabriela Lehman y se la oía entonar a Schubert cada tarde junto a una ventana que da a un patio interior.
Hoy el portal es conocido por los contundentes platos de gastronomía típica chilena e internacional, fuentes de soda y puestos de comida rápida. Suele rebosar de comensales al horario de almuerzo, tentados con las vitrinas que exhiben hidalgos sus sanguches con mayonesa vitrificada. Estos oficinistas zampan con avidez y sin temor al colesterol completos, ases, empanadas, bifes a lo pobre, pollo con papas fritas y chorrillanas.
Hacia los niveles superiores el Portal Fernández Concha se encuentra en un estado de triste deterioro. Varios departamentos se emplean para negocios ilícitos y prostitución. Un pozo de ochenta metros abastece de agua a los departamentos.
¿Sabías que? : Rumorean las almas crédulas que en sus habitaciones, pasillos y escaleras ocurren hechos paranormales, como duendes, apariciones de fantasmas, visiones, pasos y ruidos extraños. De acuerdo a una tétrica creencia quien muere aquí dejará su alma atrapada vagando en el portal (en Wikiexplora no hemos identificado ninguna). Se dice que un caballero con vestimentas antiguas y sombrero de copa se para frente a las puertas de los departamentos. Cuando los habitantes abren la puerta se queda en silencio y desaparece al cerrarla (en realidad, la experiencia de "están penando" se explica casi siempre por alucinaciones provocadas por monóxido de carbono, potencialmente letal) |
Fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica. Posee también la categoría de Inmueble de Conservación Histórica.
Estación 24: Paseo Ahumada. PRIORIDAD BAJA
El paseo Ahumada es uno de los principales paseos peatonales del centro de Santiago, conectando la Plaza de Armas y la Alameda en sentido norte-sur. Se estima que por esta calle transitan a diario dos millones de personas, y junta en torno a su eje las principales casa comerciales y tiendas minoristas, así como cafés, kioskos y oficinas.
La historia de esta calle remonta a la época prehispánica. Su trazado seguía el Qápaq Ñan, o camino del inca principal (red de caminos que comunicaban el Tahuantinsuyo), utilizado por los españoles tras la fundación de Santiago. De acuerdo a investigaciones (Stehberg y Sotomayor), esta vía formaba parte del sistema vial del valle de Mapocho y llegaba al menos hasta la Angostura de Paine.
Desde la fundación de Santiago, los españoles aprovecharon la infraestructura existente, y por ello la calle tuvo como vecinos a los conquistadores Rodrigo de Araya y Lázaro de Aránguiz, por ello conocida como la Calle de Aránguiz. Es en 1580 cuando se hizo conocida con el nombre que perdura hasta hoy: cuadra de los Ahumada, debido a que allí residía el regidor, alcalde y alférez real Juan de Ahumada, junto a su familia.
A lo largo de la colonia la calle se convirtió en una de las principales, y en la república temprana rivalizó con la Alameda de las Delicias. Fue una de las primeras con servicio de serenos, así como sede de uno de los primeros locales autorizados para funcionar como casa de diversiones públicas.
En 1831 se fundó el Café de Hevia en la esquina de Ahumada con Plaza de Armas, y unos años después se instaló en la cuadra la Confitería Torres. Proliferaron casas comerciales que consolidaron la calle como centro del comercio elegante, con grandes y elaborados escaparates. El proceso se acrecentó a inicios del siglo XX, con la densificación de la ciudad y la construcción de edificios de oficinas con placas comerciales en la planta baja. Ahumada se convirtió en el eje de la vida social, cultural y comercial de la ciudad: brotaron cafés modernos como el Lucerna, el Waldorf, la Novia, el Santos, el Restaurant Naturista y el Café Haití (previo al advenimiento de los famosos “cafés con piernas”). Albergó la primera sede de la Universidad Católica, la primera sala de cine y el barrio de La Bolsa de Comercio.
¿Sabías que? : En la segunda mitad del siglo XIX, el intendente Francisco de la Lastra renombró la calle como Ayacucho. No funcionó. La ciudadanía seguía hablando de Ahumada y se volvió al nombre original |
Con todo el comercio y movimiento aparecieron famosos hoteles, como el Crillón y el Oddó, además de sastrerías como Falabella (sí, la que hoy es la empresa más grande de Chile ¡era una sastrería!) y tiendas de departamentos. O, en lenguaje de hoy, multitiendas, como Los Gobelinos y A la Ville de Nice. Un hito arquitectónico y comercial fue además la instalación de la casa central del Banco de Chile, durante los ‘20.
Junto al comercio la vida cultural adquirió vigor. Se instaló la primera sede de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), así como la librería y editorial Nascimiento, en torno a la cual se celebraban cada sábado tertulias que reunían a escritores, poetas e intelectuales en las veredas.
Con el crecimiento de la ciudad, y la aparición de nuevos centros alejados del núcleo fundacional (como Providencia, y Aponquindo, u otros sectores más hacia el oriente) la calle sufrió los altibajos del crecimiento urbano. La recuperación vino de la peatonalización, desarrollada por los arquitectos municipales en el marco del Plan de Mejoras para Santiago Central. Se trazó una trama peatonal articulada por las calles Huérfanos y Ahumada, extendida a los pasajes interiores de las manzanas. Lo implementó la alcaldía de Patricio Mekis, entre 1977 y 1978. Esto, junto a un nuevo acceso a la estación Universidad de Chile del Metro, revitalizó los flujos y aumentó la plusvalía de las propiedades aledañas. Por eso cuando Mekis murió sorpresivamente un diario se despachó un titular del terror: "Ahora está haciendo paseos en el cielo".
¿Sabías que? : Ahumada suele detentar el récord de los terrenos más caros de Chile. En noviembre de 2018, Ahumada 125 se vendió en CLP$24300000 (US$ 25286.2 as of November 2024) el m2. Ahumada 141 se vendió el mismo día en CLP$24000000 (US$ 24974 as of November 2024) el m2 |
El diseño contempló calles adoquinadas, además de fuentes, escaños y grandes macetas con especies vegetales. En sus calles se desarrollaban obras de teatro, además de presentaciones de conocidos personajes de la fauna urbana de la época, como el Mago de la Polla Gol, el Abuelo Bailarín o el predicador Gloria al Pulento.
Durante los ‘80, la calle mantuvo su carácter cultural y comercial, pero se popularizó. Aparecieron locales de videojuegos, el más famoso de ellos los juegos Diana, que solían estar poblado por adolescentes en cimarras o en una tarde de ocio. Estaban también el Game Center y el centro Delta 15, cuya clientela consumía las pizzas callejeras y las rosquillas que vendían en los alrededores. Era común que ante las protestas y movilizaciones callejeras contra la dictadura (1973-1990), se bajaran las cortinas metálicas de los locales comerciales y quedaran los clientes dentro, en una especie de búnker urbano. Al abrir la cortina se volvía a una calle llena de barricadas humeantes. Con frecuencia los manifestantes eran refugiados dentro de los cafés, para evitar ser detenidos por las fuerzas del orden.
Este paseo fue remodelado a finales de los ‘90 con el diseño vigente, que potenció un carácter más transitorio y comercial por sobre un paseo como tal donde uno puede detenerse en el espacio público a generar vida social.
¿Sabías que? : Dice Benjamín Vicuña Mackenna que en el café Barrios, en calle Ahumada, a los que pedían barato los llamaban pipiolos por el grito de “pío pío” con que los pollos parecen mendigar su grano. El término luego quedó asociado a la facción política de liberales que, junto a la de los pelucones, coprotagonizó la política chilena durante las primeras décadas de la república. |
En ruta :
Un imperdible del centro de Santiago es la Fuente de Soda Dominó. Recibe su nombre del juego de fichas que la familia fundadora solía jugar cada fin de semana. El primer local nació en 1952 en calle Agustinas y aún opera. Es un clásico de la comida rápida santiaguina: en sus barras puedes encontrar completos, as, churrasco, lomitos y mechadas, además de ensaladas y consomés, y sus famosas vitaminas tradicional (jugo de naranja recién exprimido) o aliada (jugo de naranja y zanahoria). Si bien Dominó ha colonizado otros barrios, la experiencia genuina es la de un local céntrico. Los "maestros" que atienden han desarrollado su propio lenguaje, y se avisan a la velocidad de la luz en el vacío los pedidos hacia la parrilla, desde donde no tardan más de cinco minutos en arribar a nuestras mandíbulas. Mala idea ir si se está a dieta, acecha el riesgo de repetición. |
Estación 25: Casa Matriz Banco de Chile. PRIORIDAD BAJA
Desde que el solar fue concedido a Juan de Mortedo en 1554 hasta 1909 se registran cuarenta propietarios. Ese año pasó a manos del Banco de Chile —creado el año 1893 con la fusión del Banco de Valparaíso, en Banco Nacional de Chile, y el Banco Agrícola— que adquirió con la compra una casona enorme, con huertos y oratorio, superviviente del terremoto de 1730. En ella alojó la cronista británica María Graham en 1822 cuando pertenecía a la familia Cotapos (objetó el comedor oscuro y el anacrónico alhajamiento).
En los '20 era el banco comercial más importante del país, y es por ello que su directorio decidió construir la Casa Matriz en la prestigiosa calle Ahumada. Se llamó a concurso público para plantear un diseño sobre terrenos que pertenecían al Arzobispado de Santiago. El ganador fue el arquitecto austriaco Alberto Siegel Lubbe, quien proyectó un edificio de estilo neoclásico en el cual destaca una cúpula circular, escaleras hechas en mármol y amplios espacios para atención a público.
Bajo la cúpula que ilumina el hall central, aún se encuentran las cajas y receptáculos de madera, así como los relojes que podían observar los clientes del banco hace 90 años, una joyita muy bien preservada.
En qué fijarse :
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El inmueble fue declarado Monumento Histórico en 2016. Si bien posee atención a público, recomendamos fijo visitarlo durante el Día del Patrimonio Cultural para conocer con mayor detalle sus rincones.
Horario:
- Lunes a Viernes: 9:00 - 14:00hrs
Ahumada con Huérfanos era conocida antaño como "la esquina de los dandies". Joaquín Edwards, Vicente Balmaceda y otros elegantosos de Santiago se reunían en forma rutinaria.
En ruta :
Un fenómeno particular del centro de Santiago son los "café con piernas". Estas cafeterías se distinguen por las mujeres de atención, vestidas con minifaldas muy cortas y vestidos ceñidos. Usualmente, la forma del mesón y los espejos de los locales están diseñados para facilitar la admiración de tan curvilíneo paisaje. El primero en su tipo fue el Café Haití, cuyos locales a finales de los '70 impusieron como uniforme minifalda ceñida, práctica que fue seguida por los Café do Brasil. Durante los '90 el fenómeno se volvió más osado, con la llegada de la cafetería Ikabarú, donde la minifalda dio paso al bikini -todo con tal de vender-, lo que produjo una explosión de cafés con piernas. El café Barón Rojo instauró luego la práctica del minuto feliz, en que las camareras atendían en topless. Muchos locales de este tipo fueron clausurados por el desarrollo de prostitución, lo que forzó a intensificar la fiscalización. Los café con piernas más recatados se pueden encontrar en Ahumada, Estado y Huérfanos, y los admiradores del cuerpo en su forma más pura suelen buscar cobijo en galerías comerciales con vidrios polarizados. El fenómeno del café con piernas suele llamar poderosamente la atención de los extranjeros de paso por Santiago |
Estación 26: Plazoleta Patricio Mekis. PRIORIDAD BAJA
La plazoleta, originalmente conocida como la Plaza del Municipal, lleva su nombre desde 1979 en honor al exalcalde de Santiago. Este espacio se ha mantenido despejado desde mediados del siglo XIX, cuando en 1853 comenzó la construcción del Teatro Municipal. La plaza que formaba parte del proyecto, tenía planta libre (explanada sin adornos ni mobiliario) adoquinada y rectangular, de modo de permitir apreciar el frente del Municipal, evitando que se viera opacado por otros edificios o mobiliario urbano.
Su elemento más característico es la Fuente de los Niños, obra del escultor argentino Arturo Dresco. Fue regalada por el Gobierno Argentino a Chile en 1910, con motivo del primer centenario de la independencia. Desde que fue instalada su ubicación ha cambiado, pero siempre dentro del mismo sector. Los cuatro niños que juegan representan las jóvenes repúblicas Latinoamericanas conviviendo amistosa y alegremente, símbolo que obviaba la áspera historia diplomática constatada hasta el momento.
¿Sabías que? : Según recuerda Oreste Plath, en la fuente falta la imagen central de una niña que estaba incluida en el diseño pero que, tras recibir daños accidentales, fue omitida por el escultor en el montaje final. |
En el costado norte de la plazoleta, afuera del Municipal, fue erigida una estatua de Mekis, obra del escultor chileno Galvarino Ponce. Por muchos años además, funcionó junto a la plazoleta el famoso Café Paula, símbolo de la antigua ciudad que llegó a funcionar alrededor de 55 años, reuniendo a varias generaciones de santiaguinos en torno a la cafetería y pastelería de un negocio familiar.
Entre 2006 y 2008 se instalaron estacionamientos subterráneos, que obligaron a modificar la plazoleta. Fue trasladada la Fuente de los Niños, se eliminaron algunas áreas verdes, se instalaron bancas y se desmontaron y reconstruyeron la casa-kiosko de la guardia original del Palacio Subercaseaux, que hoy sirve de acceso para los estacionamientos.
Estación 27: Teatro Municipal De Santiago. PRIORIDAD MEDIA
El Municipal de Santiago - Ópera Nacional de Chile es uno de los centros culturales más importantes del país, y el más antiguo. Ha jugado un rol clave en el desarrollo cultural de Chile. Brillan sus funciones de ópera, ballet, conciertos sinfónicos, y de cámara y teatro.
La construcción del teatro se inició con un decreto del presidente Manuel Montt en 1853. Diseñado sobre el predio que originalmente ocupó la Real Universidad de San Felipe, el edificio es obra del arquitecto Francisco Brunet des Baines en conjunto al ingeniero civil Philippe-Auguste Charme de L’Isle, en estilo neoclásico francés. Tras el deceso de Brunet en 1855, la obra fue continuada por los arquitectos Lucien Hénault y Manuel Aldunate, con contribuciones de Charles Garnier, autor del Teatro de la Ópera de París.
Fue inaugurado en 1857 con la ópera Ernani de Giuseppe Verdi, a cargo de una compañía italiana especialmente contratada. Rápidamente se convirtió en el centro cultural y social de Santiago. La aristocracia sentía predilección por la ópera, bailes y tertulias.
En diciembre de 1870 el edificio sufrió un incendio; una vez terminada la función de la cantante lírica Carlota Patti, el telón al caer rompió con sus extremos una cañería del alumbrado, en ese entonces de gas, cuya fuga entró en contacto con un farol. Los elementos inflamables del escenario ocasionaron que el incendio se propagara con rapidez.
Don Germán Tenderini, conocido artista, comerciante fue el primero en ingresar ante la emergencia, seguido de Arturo Villaroel, ambos miembros de la Compañía de Bomberos Salvadores. El humo provocó la asfixia de ambos. Una vez sofocado el fuego, durante la inspección del teatro fue encontrado el cuerpo calcinado de Tenderini entre los escombros. De esta forma, se convirtió en mártir. Su nombre fue inmortalizado en la calle del costado oriente del teatro, hoy paseo peatonal y sede de un busto de Mozart, conocido como la “calle de los repuestos”.
El teatro fue reconstruido por un grupo de arquitecto liderado por Hénault y reabierto en 1873. Gracias al apoyo del intendente don Benjamín Vicuña Mackenna, la obra fue levantada con aún mayor magnificencia, aumentando la capacidad de espectadores y nuevas dependencias.
El terremoto de 1906 causó severos daños: destruyó el foyer y la sala principal. Las reparaciones quedaron a cargo de Emilio Doyere, quien además reemplazó las secciones de adobe por ladrillos cimentados en piedra. Además, en el frontis se instalaron pilares y una escala imperial en mármol blanco.
La letanía de calamidades no ha acabado. En 1924, otro incendio provocó daños en el escenario, lo que exigió repararlo y modificarlo. Junto con ello se intervino el foyer, de manera de ampliar la entrada principal. Entre 1947 y 1952 el teatro fue modernizado, con motivo de su centenario. En 1974 fue declarado Monumento Nacional.
En noviembre de 2013 sufrió ¡otro incendio más! Este maltrató la bodega de vestuario del segundo piso y el salón de ensayos del ballet en el tercero. Dieciséis compañías de bomberos trabajaron por tres horas para apaciguar las llamas. La magnitud de los daños bordeó los $2650 millones, y el proceso de reconstrucción tomó cerca de 18 meses.
A lo largo de los siglos XX y XXI, esta catedral de las artes escénicas albergó a importantes artistas de talla mundial, como los bailarines Rudolf Nureyev, Alicia Alonso, Mijail Baryshnikov, Margot Fonteyn o Anna Pavlova; los cantantes Ramón Vinay, Plácido Domingo o Luciano Pavaroti; los pianistas Arthur Rubinstein, Claudio Arrau y Yevgueni Kissin, los violinistas Yehudi Menuhin e Isaac Stern; y las actrices Sarah Bernhardt y Adelaida Ristori. Acogió también grandes exponentes del folclor latinoamericano, como la chilena Margot Loyola y la peruana Eva Ayllón.
Desde los años ‘50 alberga instituciones como la Orquesta Filarmónica de Santiago, el Ballet de Santiago y el Coro del Municipal de Santiago, además de un cuerpo técnico que integra los talleres de realización escénica (construcción, vestuario, escultura entre otros). Una verdadera fábrica de arte. Algunos creen que recintos más modernos como el Teatro Municipal de Las Condes le hacen collera, pero lo cierto es que el Municipal es el único que presenta espectáculos tales como óperas con producción propia. Todos los demás solo ofrecen espacio para producciones externas.
Junto a su programación anual, el Municipal organiza actividades permanentes para acercar la cultura a la población. Hay presentaciones de pequeño formato destinadas al público infantil y juvenil, y Ciclos de Mediodía.
En qué fijarse :
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Horarios:
- Según programación.
- También se realizan visitas guiadas, previa inscripción en la página web.
Entrada:
- Según programación.
¿Sabías que? : Cuenta un fotógrafo estadounidense que durante el auge salitrero la alta sociedad asistía al Teatro Municipal “no a ver la actuación sino que a lucirse”. Las luces se dejaron encendidas durante las funciones hasta 1910, de manera de que la vida social de los palcos, con antesala y buffet, complementara el atractivo del número artístico. El pavoneo continuaba a la salida con los carruajes. Los porteros municipales clamaban a viva voz “¡El coche de la señora X!”, que luego arribaba con caballos de capa y conductor de librea, para recorridos que en ocasiones no superaban las tres o cuatro cuadras.
En 1911 un palco se remató por 17 mil pesos y se rumoreaba que el negocio de quien se lo adjudicó pasaba por un pésimo momento. Era una inversión publicitaria, porque al día siguiente los prestamistas pensaban: "bueno, no está tan mal como creíamos" |
¿Sabías que? : Una presentación de El trovador de Giuseppe Verdi Teatro Municipal tuvo que suspenderse porque el tenor de Manrico, al abrir ampliamente su boca para cantarle a su amada Leonora, se atoró al tragar una pluma de una paloma que anidaba en el escenario |
¿Sabías que? : En marzo de 1925 sesionó en el Teatro Municipal la Asamblea Constituyente de Asalariados e Intelectuales (la “constituyente chica”), destinada a reemplazar la Constitución de 1833. La conformaron miembros del Partido Comunista, la Federación Obrera de Chile, anarquistas, demócratas, radicales, sindicalistas independientes, mutualistas, feministas e intelectuales. Entre ellos el poeta Pablo de Rokha, el pintor Benito Rebolledo, la pedagoga Amanda Labarca, y la líder estudiantil Elena Caffarena |
En el cine : |
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En el cine : |
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En ruta :
En abril de 1998 se celebró en Santiago de Chile la segunda Cumbre de las Américas. María Ximena Provoste, quien ese día trabajaba como garzona en el San Remo, en el costado poniente del Municipal, cuenta que cuando vio a Bill Clinton empecé a gritarle "Presidente, Presidente, venga a comer lentejas con nosotros", porque eso había de almuerzo para el personal. Él, para nuestra total sorpresa, avanzó, saludó de besos y más besos y vino hacia nosotros en medio de un mar de gente, periodistas y fotógrafos. Él pidió una Coca Light que yo corrí a servirle, después de saludarlo como tres veces. Me acuerdo que limpié el vaso con un paño que ni siquiera estaba muy limpio, pero él, todo relajado, igual se tomó la bebida, aunque no dejó propina". La "San Remo" capitalizó el minuto de fama y ahora se llama La Picá de Clinton. Al entrar al lugar hay fotos del paso del hombre más poderoso del mundo de ese momento, y en un estante de vidrio está la botella de Coca Cola y el vaso que usó. |
Estación 28: Palacio Subercaseaux. PRIORIDAD BAJA
Esta edificación fue comisionada por el adinerado banquero Francisco Subercaseaux Vicuña. En 1901, casi medio siglo después de la construcción del Teatro, Subercaseaux encargó al arquitecto Miguel Ángel de la Cruz Labarca -graduado de la Escuela de Beaux Arts de París- dos palacios para sus hijos, en las esquinas de la calle Agustinas con San Antonio y Agustinas con Mac-Iver. Don Francisco, al ver las edificaciones terminadas quedó tremendamente impresionado, por lo que encargó un palacio para él y su esposa, Juana Brown y Aliaga, una notable pianista. Solicitó que incluyese un salón de música, con vista al Teatro Municipal.
En 1903 de la Cruz empezó la construcción. El arquitecto Alberto Cruz Montt estuvo a cargo las terminaciones interiores.
El Palacio Subercaseaux es una edificación de fachada continua construida en albañilería, que posee dos pisos más un zócalo y una mansarda, de fuerte inspiración Luis XV. Entre sus terminaciones destacan la herrería de balcones, marquesinas, trabajo en yeso de muros y carpintería en puertas y ventanas. En su interior, el hall principal es de doble altura, y posee un piso de parqué, además de una escalera de mármol blanco de carrara.
Tras la muerte del patriarca, los herederos vendieron las propiedades. Pasaron por varios dueños, hasta que en 1950 fueron adquiridas por la Fuerza Aérea de Chile. En 1951 el inmueble fue adaptado como sede del Club de Oficiales de la Fuerza Aérea, rol que aún cumple.
Fue declarado Monumento Nacional en 1973. Solo es posible visitar su interior el Día del Patrimonio.
Estación 29: Cerro Santa Lucía. PRIORIDAD ALTA
Historia del Cerro Santa Lucía
Este es uno de los espacios públicos más notables de Santiago. De fácil acceso y en pleno centro de la ciudad, ofrece vistas panorámicas a sus barrios aledaños, gracias a sus casi 70 metros de altura.
Antes del arribo de los europeos el Huelén era un lugar sagrado donde los indígenas del valle del Mapocho practicaban sacrificios. Pedro de Valdivia lo renombró en honor a Santa Lucía de Siracusa (Sicilia) porque llegaron un 13 de diciembre, día en el que la santa padeció el martirio durante la persecución de Diocleciano. De acuerdo con la tradición cristiana los guardias no pudieron moverla, ni siquiera cuando la ataron a una yunta de bueyes. Luego amontonaron fardos de leña y les prendieron fuego, pero no ardieron, de modo que le clavaron una espada en la garganta.
En esa colina establecieron los conquistadores españoles sus primeras ermitas: la de la Virgen del Socorro, de Santa Lucía, y de San Saturnino.
El 11 de septiembre de 1541, a siete meses de la fundación, las huestes de Michimalonco destruyeron lo poco que había alcanzado a levantarse. Los colonos se pasaron dos años arrimados al fuerte del Santa Lucía a punta de “sabandijas u otras comidas muy ruines”. Consolaban el buche con ratas, insectos, hierbas silvestres y lo que pillaran. O robándoles provisiones a los indígenas en sus refugios andinos. Con un poco de suerte lograban cazar guanacos, a los que llamaban “carneros de la tierra”. De ropa europea solo quedaban harapos. Acabado el papel las actas cabildo se estamparon en tiras de cuero que acabaron en el estómago de los perros.
¿Sabías que? : Que el Cerro Santa Lucía fuera llamado "Huelén" por los nativos no está registrado en fuentes históricas. Es un mito que remonta a las lenguas populares. Una de las leyendas urbanas señala que por años uno de los cuidadores del cerro era de apellido Huelen (y no Huelén) y se decía que se iría de paseo al cerro “de Huelen” |
Durante la colonia, era un paseo habitual de los hombres el encaramarse por la ladera sur del Santa Lucía para observar desde la altura a las mujeres de la Casa de Recogidas. En ese lugar eran recibidas desde 1723, mujeres arrepentidas por su mala vida, enviadas por la justicia por ser “mujeres públicas”, o por sus familiares y esposos para “corregir sus costumbres”
Durante la reconquista, Casimiro Marcó del Pont —último gobernador español en Chile— mandó a construir en el lugar dos fuertes para defender la ciudad de los ataques independentistas. No fueron utilizadas.
¿Sabías que? : Diego Barros Arana inmortalizó a Casimiro Marcó del Pont con la frase más memorable de los libros escolares de historia de Chile: “de escasa intelijencia, pusilánime i afeminado”. Tras ser nombrado gobernador, desembarcó en Chile con 23 baúles y 59 cajones. Luego recibió desde España un vistoso coche y otros artículos de lujo. |
Una de las laderas del cerro fue utilizado para la sepultura ilegal de disidentes, aquellas personas no bautizadas, o que no profesaran la religión católica, a quienes les estaba vedada su sepultación en cementerios oficiales (en otra ocasión no olvides visitar el Patio de los Disidentes).
En 1824 comenzó la tradición de disparar un cañonazo a las 12 del mediodía desde el Castillo Hidalgo, herencia de la costumbre colonial de llamar a la misa de las 12, coincidente con el repicar de las campanas. Se ejecutaba también para el año nuevo. En el año nuevo de 1916 el cañón estalló en mil pedazos y mató al artillero, un anciano experimentado que había anunciado el cambio de folio ya dos decenas de medianoches. Por esos años era detonado en conexión con una señal telegráfica emitida desde el Observatorio de la Quinta Normal.
En 1852 se estableció en el cerro el primer Observatorio Astronómico Nacional, a su vez uno de los primeros observatorios astronómicos de América, y uno de los más activos en el siglo XIX. ¡Claro que era un par de pinches casitas de madera!.
La mayor y más importante transformación de lo que hasta entonces era "una doliente aglomeración de rocas, albergue de la pereza y el crimen", fue llevada a cabo por Benjamín Vicuña Mackenna, Intendente de Santiago, a partir de 1872. Fue una renovación integral, en el marco de la “Transformación de Santiago”, 20 medidas propuestas por Vicuña Mackenna destinadas a mejorar la condición urbana. Un centenar de presidiarios auxiliados por obreros especializados llevaron a cabo las obras, que incluyeron 18.000 carretadas de tierra vegetal. Los cadáveres de los disidentes fueron trasladados el Cementerio General. Se incorporaron estanques, fuentes de agua, vegetación nativa, caminos, jardines, luminarias y miradores. Las baterías del pusilánime y afeminado de Marcó del Pontt fueron convertidas en terrazas y en el Castillo Hidalgo. Hubo que trasladar tumbas de protestantes sepultadas en la ladera oriental. También pasaron a mejor vida las casuchas de la vereda oriente de calle del Bretón (hoy calle Santa Lucía) asentadas a los pies del cerro.
Los dinamitazos de los trabajos produjeron vidrios rotos y molestas varias entre los vecinos. Mientras se tramitaban las acusaciones legales el impetuoso Vicuña Mackenna ordenó intensificar las detonaciones. A fin de que los vecinos se protegieran, un policía anunciaba cada una con tres cornetazos.
Para 1874, las obras estaban finalizadas. El gran peñasco sin vegetación y de escasa vinculación a la ciudad era ahora gran paseo público con riego artificial destinado a los habitantes “de bien” de la urbe. "Tardes exquisitas. Decididamente lo artificial tiene algo de bueno a veces", escribió el usualmente crítico Alberto Malsh. El parque resultante era conocido como "jardín aéreo".
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Y eso que el proyecto original de Vicuña Mackenna era aún más extravagante. Incorporaba cascadas, varios palacios, torres, entre otros.
En la terraza sur se instaló un teatro que funcionaba entre septiembre y marzo, con zarzuelas, operetas y "otros espectáculos ligeros". En 1895 se clausuró "hasta nueva orden" a causa de "desórdenes de consideración causados, en parte, por la inmoralidad de las canciones ejecutadas",
Muchas de las obras de este periodo fueron demolidas, trasladadas, o simplemente desaparecieron. Ejemplo de esto es el Acueducto Romano, inaugurado en 1874 en el sur-poniente, una imponente arquería de ladrillo, decorada con estatuas y jarrones europeos. Permitía que las aguas elevadas descendieran para alimentar las fuentes. En esa época, la entrada principal era por el poniente. No existía el acceso por Alameda.
No se sabe con certeza qué ocurrió con esta imponente construcción. Es de suponer que los terremotos debilitaron sus arcos y forzaron el retiro. Esto ocurrió con el Balcón Volado, otro elemento desaparecido del paseo, que permitía una vista majestuosa de la ciudad. Era, como su nombre sugiere, en voladizo, lo que lo hacía frágil ante posibles movimientos telúricos.
Al comienzo se cobraba 20 centavos por la entrada. Para las celebraciones del 18 de septiembre de 1873, El Ferrocarril consignaba con satisfacción que se habían recaudado más de dos mil pesos, con cuatro mil personas. "¡Y todavía dirán que el Santa Lucía no es un milagro y un negocio!". Celebraba también la recaudación del carrusel -4.123 niños a dos centavos por niño- pero lamentaba que algunos caballos habían quedado sin orejas, y otros sin cola. Celebraba, por último, la iluminación.
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En abril de 1879, a dos meses de que Bolivia le declarara la guerra a Chile, el teatro Chalet organizó una función en el Santa Lucía que anunciaba, como parte de la parrilla, la exhibición de un boliviano. O un cuico, como se les decía entonces. Era un simple minero que desconocía los motivos de la guerra, pero reforzaba el morbo y la curiosidad en torno a los estereotipos del nuevo enemigo.
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Ocho años después, el poeta Rubén Darío llegó a vivir a Santiago y llamó al Santa Lucía "una eminencia deliciosa llena de verdores".
Entre 1897 y 1903 se levantó un acceso monumental por la Alameda, diseñada por el arquitecto Víctor de Villaneuve en estilo neoclásico, muy propio de la época. En 1902, una vez demolido el cuartel de artillería, se inauguró la plaza Vicuña Mackenna y la estatua del célebre intendente. En 1910, tras demoler varios edificios, se inauguró el acceso norte, por calle Merced (ex Calle del Regente Viejo). A comienzos del siglo XX, la época que Joaquín Edwards Bello llamó "el tiempo gordinflón", el cerro acogía uno de los mejores restaurantes de la ciudad:
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Había también un teatro y una escuela donde se impartían cursos de perfeccionamiento para profesoras, a quienes, de acuerdo con la revista Zig-Zag, "se les anublaban las pupilas" y temblaban de emoción cuando el instructor hallaba meritorias sus clases. El cañonazo de las 12 ponía fin a tales emociones y señalaba que era la hora del almuerzo.
Hoy abundan los turistas y los cimarreros. En una ocasión, uno de estos últimos se desbarrancó y perdió la vida ensartado en una de las rejas de lanza de la ladera poniente del Santa Lucía. El escritor Luis Orrego Luco y el cineasta/escritor/hipnotizador Jorge Délano se contaron también entre los cimarreros. Para capear clases en el vecino Instituto Nacional, Délano y un compañero nieto de Vicuña Mackenna abrían la capilla donde descansan los restos mortales de su abuelo. El nieto se metía al confesionario con ropa de sacerdote, y en alguna ocasión un distraído le confesaba sus malandanzas.
¿Por qué se llama como se llama? : Victoria Subercaseaux, el nombre de la calle que flanquea el Cerro Santa Lucía por el oriente, homenajea a la esposa de Benjamín Vicuña Mackenna. Don Benjamín recibió de ella no solo nueve hijos, sino también sesiones de ultratumba: doña Victoria era médium. |
El recorrido por el cerro
Se sugiere comenzar en la piedra inscrita de la esquina sureste, visible desde la vereda de Alameda. No es visiblemente muy espectacular, pero ayuda a empaparse de la historia del lugar. Luce un fragmento a una de las cartas que Pedro de Valdivia envió al rey Carlos V de España, narrando sus aventuras en este fin de mundo. La piedra fue cincelada por Agustín Letelier y grabada por Héctor Román Latorre. En la carta, Valdivia insta al rey a enviar más súbditos a Chile, ya que “no hay mejor tierra en el mundo” gracias a su clima, su abundancia, sus minas de oro y enorme cantidad de ganado. Desde luego, en estas cartas había mucho de paparrucha. Valdivia necesitaba más gente justamente porque las condiciones eran extremadamente duras. Informó que esta tierra “parece la crió Dios a posta [adrede] para poderlo tener todo a la mano”. Añadía que “tiene cuatro meses de invierno, no más, que en ellos, si no es cuando hace cuarto la luna, que llueve un día o dos, todos los demás hacen tan lindos soles, que no hay para qué llegarse al fuego”. Siglos después se iba a escribir que la calefacción del Santiago antiguo “consistía en leer la carta de don Pedro de Valdivia, donde dice que en Chile nunca hace frío”.
En qué fijarse :
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Seguir el acceso principal de Alameda. De cara a la Alameda está el Mural de Gabriela Mistral. Fue iniciativa de la Municipalidad de Santiago en la década de los ‘70. Es una pintura mural sobre placas de cerámica, de 10 metros de largo por 3,5 metros de altura, obra del destacado muralista nacional Fernando Daza Osorio. Originalmente, iba a ser un mural dedicado al político argentino Domingo Faustino Sarmiento. Daza convenció al alcalde de dedicar la composición a la poetisa. El diseño combina elementos figurativos y alegóricos, mostrando a Gabriela en el centro con su característico perfil. Sostiene un libro en exaltación a su rol de profesora (parte de su rico currículum de educadora acaeció en el Liceo de Temuco donde estudiaba un joven Pablo Neruda, a quien le recomendó la lectura de autores rusos). Ante ella se agrupan niños desnudos, como esperando cobijo en la poetisa. En el extremo derecho del mural se encuentra una mujer con un niño de rasgos indígenas, y un paisaje rocoso que según algunas interpretaciones representa la Madre Tierra de América Latina. A la izquierda se levantan estructuras alusivas a máquinas e industrias y personas que representan la clase obrera, y más atrás indígenas trabajando los campos; reforzando su asociación al discurso popular.
Tras subir las escaleras se llega inmediatamente a la terraza donde se encuentra la Fuente Neptuno, dedicada al dios romano del mar.
Posteriormente se sigue subiendo el cerro por el costado oriente hasta llegar a la Terraza Caupolicán. Para el Centenario, el consejo del Museo Nacional de Bellas Artes acordó donar “la estatua en bronce del héroe más caracterizado de la raza araucana, de Caupolicán". Menos sabido es que el escultor, Nicanor Plaza, la creó para un concurso en Estados Unidos, bajo el título El último de los mohicanos, lo que explica que en pleno centro de Santiago tengamos a un Caupolicán con plumas en la cabeza, arco y carcaj, elementos que Caupolicán no conoció ni en pintura. Hay una réplica en el Club Hípico.
¿Sabías que? : En su visita de 1968, la Reina Isabel plantó una araucaria en la Terraza Caupolicán, pero nadie tiene carajo idea de qué pasó con ella |
Desde la Terraza Caupolicán se sube hasta la Ermita de Vicuña Mackenna. Acá hay una de las campanas que sobrevivió al apocalítico incendio de la Iglesia de la Compañía.
El incendio de la Iglesia de la Compañía
La Iglesia de la Compañía se ubicaba en la esquina de Compañía y Bandera. El 8 de diciembre de 1863 más de dos mil personas aguardaban en su interior la fiesta de la Concepción y el aniversario de las Hijas de María. Predicaba el cura Ugarte, diestro cultor de la oratoria sagrada, por lo que no cabía un alfiler. Llamas de origen desconocido se expandieron con rapidez por los adornos y la iluminación, de material inflamable. Mantas de crinolina que se prendían o enganchaban con facilidad en el mobiliario y largos vestidos de la feligresía principalmente femenina entorpecían el escape y provocaban caídas. Las puertas se abrían hacia adentro, por lo que la presión de la multitud volvió imposible abrirlas. Una de cada 27 mujeres santiaguinas murió allí.
Mientras las campanas tañían clamando socorro, los espectadores observaban impotentes. 146 carretones llenos de cadáveres rociados de cal abarrotaron la fosa del Cementerio General cavada por más de 200 hombres. Cuatro días demoró el entierro. Las bisagras dobles se volvieron obligatorias en las puertas las iglesias y surgió el primer cuerpo de bomberos de Santiago (el presidente conservador Manuel Montt, del periodo 1851-1861, veía sin mucha simpatía a los bomberos, a quienes asociaba con masonería, liberalismo y herejía protestante). Las campanas sobrevivieron al incendio. La más grande fue fundida y se hicieron dos, que se instalaron en la iglesia de San Ignacio. Otra se encuentra en la ermita de Benjamín Vicuña Mackenna, en el Cerro Santa Lucía. Una tercera está en el Museo del Ejército en El Huique, región de O'Higgins. Otras tres campanas fueron vendidas como chatarra al comerciante británico William Graham. Estuvieron 145 años en la Iglesia de Todos los Santos de Gales, hasta que en 2010 fueron instaladas en los jardines del ex Congreso. Fueron entregadas por el Reino Unido como regalo por el Bicentenario. Martina Maturana, la niña que hizo sonar el gong en la isla de Juan Fernández para alertar sobre el maremoto del 2010, fue la primera en tañirlas. |
Desde la ermita se sigue a la cima del cerro. No toma más de 20 minutos y la subida no es exigente, aunque el último tramo previo a la cima tiene escaleras pronunciadas no aptas para personas con problemas de movilidad.
En la zona de la cumbre, fíjate en las columnas basálticas. Se trata de columnas hexagonales, formadas por fractura progresiva de la roca durante el enfriamiento lento de lava basáltica. Esta formación llamó de la expedición de la Armada de los Estados Unidos, que realizaba mediciones astronómicas en el hemisferio sur entre 1849 y 1852, y que instaló sus instrumentos en el Cerro Santa Lucía. El gobierno de Chile luego compró los instrumentos, y fundó el Observatorio Astronómico Nacional en el mismo cerro. Fue uno de los primeros observatorios astronómicos en Latino América y el hemisferio sur.
¿Sabías que? : La ceremonia del Premio de Urbanismo 2003 celebrada en el jardín japonés del Cerro Santa Lucía, que ganó Germán Bannen, fue interrumpida por la agrupación Acción Ecológica, que acusaban el entonces ministro de vivienda Jaime Ravinet de expandir el suelo urbano con fines de lucro. Ravinet perdió la paciencia y lo alejó del micrófono de un famoso manotón, llamándolos "hippies trasnochados".
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¿Sabías que? : Decía el folklore popular que si dos amantes se pasaban de
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Estación 30: Edificio Santa Lucía. PRIORIDAD BAJA
Este edificio, más conocido como Edificio Buque, es un inmueble residencial de estilo moderno, ubicado en la esquina de calles Merced y Santa Lucía. Fue uno de los primeros y más representativos exponentes de este estilo en el país.
Fue construido entre 1932 y 1934 por los arquitectos Sergio Larraín García-Moreno y José Arteaga, por autoencargo de Larraín, y financiado por la madre de este, Ana Luisa García-Moreno. El edificio de 8 pisos debe su nombre a su forma, que evoca un barco con pequeñas ventanas redondas tipo ojo de buey (el uso de detalles de tipo naval era muy típico en el estilo moderno) y terrazas con barandas tubulares. Luce además una pequeña curvatura en su fachada, que sigue el contorno de calle Santa Lucía (ex calle del Bretón, por un vecino pudiente de ese apellido de la época colonial). Debido a la curvatura, todos los departamentos poseen distintas dimensiones y distribución.
Hoy este edificio es reconocido como un Inmueble de Conservación Histórica, y es, de acuerdo a Eliash y Moreno, un "notable ejemplo del periodo de transición entre el final del academicismo y la asimilación madura de los contenidos del movimiento moderno". En él vive la célebre socialité Julita Astaburuaga, "árbitro santiaguino de las buenas maneras y de las pertinencias sociales". También vivieron los escritores Miguel Serrano y Jorge Edwards
¿Sabías que? : El Edificio Buque no fue bien recibido por los vecinos, acostumbrados a edificios de estilos más tradicionales. Era, después de todo, un un barrio de estilo Beaux Arts, Tanto así, que Larraín recibió insultos en la calle, y violentas acusaciones de haber obstruido la vista al cerro Santa Lucía. |
Estación 31: Museo de Arte Contemporáneo. PRIORIDAD MEDIA
El Museo de Arte Contemporáneo, parte de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, fue inaugurado en 1947, en la Quinta Normal. En 1974, se trasladó al ala poniente del Palacio de Bellas Artes, donde funciona una de sus sedes hasta hoy.
Posee una enorme colección de arte chileno, cuyo origen data de la primera exposición del museo, llevada a cabo gracias al préstamo de obras de diversos artistas, muchos de los cuales posteriormente las donaron. El patrimonio se acrecentó a través de los años, por medio de donaciones y adquisiciones. Se cuenta con alrededor de 3.000 piezas, la más importante de las cuales es la de grabado, con casi 1.000 ejemplares. Entre sus obras destacan los trabajos de artistas como Roberto Matta, Nemesio Antúnez, Matilde Pérez, José Balmes, Oswaldo Guayasamín, Emilio Pettoruti, Friendsreich Hundertwasser, Isamu Noguchi, David Batchelor, Jesús Ruis Nestosa y Dino Bruzzone.
Las exposiciones transitorias lo han consagrado como el principal escenario para la difusión del arte contemporáneo nacional e internacional, y como plataforma de lanzamiento para jóvenes artistas chilenos. Posee además de salas de exposición, salas de conferencia, y halls disponibles para eventos y producciones fotográficas.
En qué fijarse : En la plazuela frente a su pórtico hay una estatua donada a la ciudad de Santiago por el escultor colombiano Fernando Botero. Es un caballo en su distintivo estilo de gordos requetegordos |
Horario:
- Martes a sábado: 11:00 - 19:00hrs
- Domingo: 11:00 - 18:00hrs
Entrada:
- Entrada Liberada (Aporte Voluntario).
Estación 32: Museo Nacional de Bellas Artes. PRIORIDAD ALTA
El Palacio de Bellas Artes (hoy Museo Nacional de Bellas Artes, MNBA), es el museo de arte más antiguo de Latinoamérica. Fue construido tras un concurso público convocado por el gobierno con motivo del Centenario de la República, cuyo ganador fue el arquitecto chileno-francés Emile Jecquier (autor del edificio de La Bolsa de Comercio, la Estación Mapocho, y la casona de don Amadeo Heiremans, entre otras). Emplazado en predios obtenidos tras la canalización del río Mapocho, su función era ser sede del Museo y Escuela de Bellas Artes.
Fue erigido entre 1902 y 1910 con la ayuda de los arquitectos Mauricio Aubert y Enrique Grossin, con una fuerte influencia neoclásica francesa, además de elementos propios del art noveau. Para el recorrido interno y fachada principal, se tomó de referencia el Petit Palais de París. Los jardines de su entorno, obra del arquitecto paisajista Jorge Enrique Dubois, posteriormente serían la base para el Parque Forestal.
En su interior, la planta presenta un eje central marcado por la puerta de entrada y la escalinata del gran hall, que conduce a la planta superior. En el hall central, sobre el balcón poniente del segundo piso destaca un altorrelieve que representa a dos ángeles que sostienen a un escudo, ubicados sobre la semibóveda sobre las cabezas de las cariátides que surgen desde el balcón, realizadas por Antonio Coll y Pi.
Destaca la cúpula vidriada en el hall central, diseñada y construida en Bélgica, adquirida a la Compañia Centrale de Construction de Haine, Saint Pierre, que permite abundante entrada de luz natural. Su estructura pesa cerca de 115 toneladas, y los vidrios 2,4.
Para la inauguración en 1910, se organizó una gran Exposición Internacional, con obras procedente de diversos países invitados.
En 1938, se construyó un anfiteatro en el costado norte, obra del arquitecto Eduardo Secchi,. Contaba con graderías descubiertas y capacidad para 200 personas. En 1979 fue remodelado con aportes de la Municipalidad de Santiago, y desde 2003 se ha utilizado para desarrollar actividades de teatro, música y danza.
Durante la dirección de Nemesio Antúnez, entre 1970 y 1971, se construyó la Sala Matta, en honor a Roberto Matta, ubicada en el subsuelo, y para la cual hubo que levantar completamente la losa del Hall Central. La sala posee 60 metros cuadrados para exhibiciones.
¿Sabías que? : En 1997, el entonces Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle viajó a París para premiar a Roberto Matta con la Orden al Mérito Gabriela Mistral. De modo solemne, proclamó que se aspiraba a “iniciar con ese premio un proceso de reencuentro y de reapropiación”. La respuesta de Matta fue: “Taca, taca, taca”, y luego añadió: “poto”. |
Pocos días después del golpe de 1973, el edificio fue asombrosamente cañoneado por los militares. Se dañaron varias obras de su interior.
Desde 1974 alberga el Museo de Arte Contemporáneo en su ala poniente. Dicho sector fue ocupado por la Escuela de Bellas Artes, hasta que un incendio en 1969 destruyó la mansarda donde se ubicaban los talleres. Tras el terremoto de 1985 se cerró temporalmente el edificio, y se iniciaron intervenciones para consolidar su estructura.
En 1976 fue nombrado Monumento Histórico.
¿Sabías que? : En 2015 fue reabierto el corredor que conecta el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo, permitiendo el libre tránsito del público entre ambas instituciones, lo que no ocurría desde 1929. |
En la actualidad, el MNBA conserva colecciones de arte chileno y extranjero, que abarcan desde la colonia hasta nuestros días, sumando más de 5000 piezas. Hay muestra permanente y exposiciones temporales e itinerantes, y se mantiene un programa educativo con talleres, cursos y visitas guiadas (eso sin contar el Wi-Fi gratuito).
Horario:
- Museo Martes - Domingo: 10:00 a 18:45hrs.
- Biblioteca Martes - Viernes: 10:00 a 17:45hrs.
Entrada:
- Entrada Liberada (aporte voluntario).
En qué fijarse :
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¿Sabías que? : De las muchas obras de arte e instalaciones realizadas en el Museo de Bellas Artes, la más noticiosa fue la fotografía de Spencer Tunick de personas desnudas, el 30 de junio de 2002, en el frontis del edificio. Aun cuando era plena invierno, y aun cuando se realizó al mismo tiempo que la final del mundial de fútbol, llegaron miles de voluntarios dispuestos a sacarse la ropa. "Sodoma y Gomorra", exclamó un periodista, "el fin de la transición", en palabras del más alharaco de los participantes. Entre la multitud de piluchos estaba la futura candidata presidencial Beatriz Sánchez.
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Estación 33: Parque Forestal. PRIORIDAD ALTA
Bordeando la ribera sur del río Mapocho se encuentra el Parque Forestal, una de las áreas verdes más emblemáticas de la ciudad, que recorre cerca de 20 cuadras. Nació en 1900, en los terrenos baldíos que quedaron tras la canalización del Mapocho impulsada por Benjamín Vicuña Mackenna junto al alcalde Ismael Valdés Vergara. Se desarrolló en base al paisajismo de los Jardines del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), del arquitecto Jorge Enrique Dubois, a semejanza del Bois de Boulogne parisino.
En 1905 fue inaugurado oficialmente, y desde esa época datan sus característicos plátanos orientales dispuestos en forma de hilera (¡más de 6.400 árboles!). Entre 1902 y 1944 operó una laguna, pero el diseño probó ser deficiente. Fue secada y rellenada. La hondonada que hoy corresponde a esa antigua laguna es el terreno de parque justo hacia el oriente de José Miguel de la Barra, frente al MNBA. El Castillo Forestal, actual restaurante francés, funcionaba en la época como embarcadero para la laguna. Breve video de la laguna en los años '20:
El Parque Forestal en 1937, relatado por un estadounidense:
En qué fijarse : En la esquina sureste del muro que forma el flanco sur del castillito aún existe una manilla de acero a la cual se amarraban los botes. |
Durante la primera mitad de siglo se desarrollaban aquí fiestas de estudiantes en que Pierrots y Colombinas se arrojaban serpentinas los unos a los otros. En 1975 las autoridades quisieron reeditarlas, pero los ánimos eran otros y las challas fueron reemplazadas por piedrazos.
Recién a fines de la década de los '90 se realizaron las primeras modificaciones en la trama, con edificios residenciales y comerciales en las orillas. Su carácter de oasis urbano y la buena planificación han impedido que el paso de los años afecte su entorno así como la depredación inmobiliaria.
En años recientes, ante el creciente ruido y flujo de visitantes, vecinos han planteado cercar el parque. La moción, sin embargo, no ha fructificado. Es como si la leyenda del busto de Lincoln, ubicado frente a la que fuera la embajada de Estados Unidos en la esquina con la calle homónima, se encargara de aclarar que eso no ocurrirá: "Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
Es un panorama preferido de santiaguinos y turistas. Además de su belleza escénica, alberga numerosas actividades culturales (sobre todo los fines de semana) tales como recitales de música, espectáculos callejeros y ferias.
En qué fijarse :
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¿Por qué se llama como se llama? : Loreto Íñiguez, hermana del empresario Eduardo Íñiguez, dueño del famoso Palacio Íñiguez Matte, es recordada por su atractivo. Tanto así que en 1873 el intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, organizó un concurso de belleza para bautizar un nuevo puente sobre el río Mapocho y la calle que de el nacía. Doña Loreto ganó este certamen, y desde entonces estos reciben el nombre de “Puente y calle Loreto” |
¿Sabías que? :
La zona del río que flanquea al Parque Forestal era el escenario de la curiosa costumbre de la guerra de piedras.
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En el cine : |
El Parque Forestal en Palomita blanca (1973) es sede de una gran gresca entre facciones políticas. Fue filmado a pocos meses del golpe de estado |
Estación 34: Plaza Mulato Gil de Castro / Museo de Artes Visuales. PRIORIDAD BAJA
- Más información: detalle sobre la historia del Barrio Lastarria
- Plaza Mulato Gil de Castro
Ubicada en el corazón del barrio, esta plaza debe su nombre al pintor limeño José Gil De Castro, importante retratista que llegó a Chile alrededor del 1800. Se instaló en el barrio con su taller de pintura y residencia.
Hasta mediados de siglo se emplazaba en este terreno el colegio Martínez de Rozas. La plaza se constituyó como foco cultural desde inicios de los años ‘80, a partir de un terreno y un inmueble ya para entonces deshabitados que fueron remodelados y acondicionados por los arquitectos Ignacio Cruz y Walter Biggeman. En este lugar surgió el Laboratorio de Restauración y Conservación de Arte Ramón Campos Larenas, en torno al cual se desarrollan galerías de arte, librerías, tiendas de artesanía y cafés, fuentes de vida del barrio Lastarria.
Desde ese entonces, múltiples actividades culturales, artísticas, literarias y musicales se han desarrollado en la plaza. En 1994, los creadores de la plaza, Manuel Santa Cruz López y Hugo Yaconi Merino, constituyeron la Fundación Cultural Plaza Mulato Gil de Castro, con el fin de dar cobijo institucional a las propuestas culturales que se venían desarrollando en torno al espacio.
Este lugar se encuentra el Museo de Artes Visuales, el Museo Arqueológico de Santiago, un café, dos restaurantes y algunas oficinas.
- Museo de Artes Visuales / MAVI
El Museo de Artes Visuales, Colección Santa Cruz - Yaconi, fue inaugurado en 2001 como el primer recinto en Chile que abrió una colección privada de arte contemporáneo al público. Cuenta con más de 1500 obras representativas de la actividad plástica chilena desde los ‘60 en adelante, incluyendo pintura, escultura, obras gráficas y otros. Es un espacio independiente, con gran prestigio dentro del medio del arte contemporáneo nacional e internacional, aunque las exposiciones pueden ser a veces difícil de entender para la gente común. Su programación incluye además programas de educación y extensión que buscan mediar entre la comunidad y el arte contemporáneo.
Posee seis salas de exposición de arte contemporáneo, a las que se suma la sala MAS (Museo Arqueológico de Santiago), cuya muestra permanente busca generar diálogo entre el arte actual, y piezas arqueológicas del país, recepción, tienda, servicios y espacios de extensión.
Horario:
- Martes a Domingo, 10:30 a 18:30hrs
Entrada:
- General CLP$1000 (US$ 1 as of November 2024)
- Niños $500
- Estudiantes: Entrada Liberada
- (Domingos entrada liberada)
Estación 35: Parroquia de la Veracruz. PRIORIDAD BAJA
A comienzos del siglo XIX, en el Callejón de Mesías, actual calle Lastarria, se encontraba la casa de adobe y tejas de la familia Barril, originaria de Valdivia. Es quizás por esta razón, que surge la idea popular de que aquella casa perteneció a Pedro de Valdivia, y fue por eso nombrada Palacio de Pedro de Valdivia.
En 1847 llegó a Chile el encargado de negocios de España, Salvador de Tavira, con el fin de estrechar lazos de amistad entre Chile y España. Es con esta finalidad que buscó resaltar la memoria de Pedro de Valdivia donde se suponía -erradamente- moraba el conquistador. El proyecto fue apoyado por el arzobispo Valdivieso, quien propuso la edificación de un templo en homenaje al español.
¿Sabías que? : El arzobispo Valdivieso protagonizó un extraño incidente de 1856. Todo comenzó con una claraboya rota, unas pocas copas de vino de misa de más y haber “embromado con palabras lúbricas” a un empleado del arzobispado. Estas fueron las barrabasadas cometidas por un tal Pedro Santelices, sacristán de la Catedral Metropolitana. Las travesuras de Santelices escalaron a un conflicto por las atribuciones civiles sobre la iglesia en la conocida cuestión del sacristán |
En 1852 se inició la construcción, con planos y dirección del arquitecto Claude Brunet de Baines. Tras la muerte de Brunet de Baines, Fermín Vivaceta retomó la obra en 1855. Fue inaugurada en 1857.
Fue bautizada con el nombre de La Veracruz en recuerdo a la llegada del cristianismo al continente. El primer altar cristiano en América fue levantado un Viernes Santo, día en el que se rinde culto al Madero Santo de la Cruz.
Es un pequeño templo, que posee una nave techada a dos aguas, con una fachada donde prima la verticalidad, y donde destacan dos columnas dóricas que enmarcan el vano de ingreso, con un gran arco abovedado sobre ellas, y un frontón triangular que la remata.
Entre las imágenes del interior destaca un Cristo donado por el rey de España a la orden de los Mercedarios en el siglo XVI, ubicado en el altar principal. Al costado izquierdo de éste, se encuentra una imagen de la Virgen del Carmen.
Fue declarada Monumento Histórico en 1983.
Horario:
- Lunes: 08:00hrs
- Martes a Viernes: 12:30hrs
- Sábado: 12:00 y 19:00hrs
- Domingo: 11:00 y 12:00hrs
Frente a la Veracruz existe una plaza de lo más extraña, emplazada en un modesto retazo de terreno. Son sobras de las expropiaciones realizadas para construir el edificio de la UNCTAD (actual GAM)
En la esquina poniente de Lastarria con Alameda operó el comando del "No" de cara al plebiscito de 1988 |
Estación 36: GAM. PRIORIDAD ALTA
Pese a su reciente data, el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) es tal vez espacio más icónico de Santiago en su tipo. Se focaliza en entregar acceso a la cultura, la formación de audiencias y encuentro entre personas. Cuenta con 22 mil m2 con 10 salas para presentación y ensayos de artes escénicas y musicales, además de dos salas de artes visuales, un estudio de grabación y biblioteca con salas abiertas para estudiar. El primer piso está abierto a la ciudadanía, y conforma plazas de uso libre que permiten el tránsito fluido, la instalación de ferias y la permanente presencia de adolescentes con ínfulas de Tony Manero.
Este edificio es tremendamente simbólico por su rol en la historia reciente de Chile. Se construyó a matacaballos para acoger la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas de 1972, UNCTAD III. Antes se había evaluado, entro otros lugares, techar la cúpula del Parque O'Higgins (hoy Movistar Arena), por entonces inconclusa y sede extraoficial de ratones y arañas.
Fue proyectado por los arquitectos José Covacevic, Hugo Gaggero, José Medina, Juan Echenique y Sergio González Espinoza. En los dos pisos superiores de la torre, Allende pidió expresamente que se le construyera un departamento habitacional, pues él nunca dormía dos noches seguidas en el mismo lugar.
El edificio fue construido en partes iguales por voluntarios y por obreros contratados. Era considerado un hito latinoamericano de modernidad arquitectónica y utopía constructivista. Ante el ritmo demoledor y la renuncia los jefes de obra, los arquitectos terminaron metidos en la construcción misma, casi como capataces. Para los tijerales, Allende ofreció poner el vino con tal que la empresa constructora pusiera la carne, cuatro parrillas con un animal completo en cada una. Para desconcierto de los obreros, se les puso como condición que asistieran con sus esposas, una exigencia muy inesperada para una fiesta que la tradición mandaba que acabara en borrachera. La Alameda fue cerrada para dar paso a este mega-asado de 3500 asistentes.
En medio de la construcción visitó un inspector de Naciones Unidas y dijo que no estaría a tiempo "ni llorando", de acuerdo al recuerdo de Gaggero. Pero se logró. Fue construido en un tiempo récord de 275 días. Una vez que el encuentro terminó, el edificio pasó a manos del Ministerio de Educación bajo el nombre de Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral y funcionó como espacio de encuentro ciudadano.
¿Que debiéramos describir el resultado del UNCTAD? Naaaaah, no vale la pena, nunca podríamos superar esta zorrastástica reconstrucción inmersiva en 3D
A tres meses del Golpe Militar, debido a las deplorables condiciones en las que quedó La Moneda tras el bombardeo, el edificio se transformó en la nueva sede de gobierno. No solo era simbólico el cambio de uso: fue renombrado como Edificio Diego Portales, en honor al superministro de la década de 1830, la máxima expresión del orden y el imperio de la ley. Desde luego, fue clausurado al público. Se enrejó el perímetro y las obras de arte fueron retiradas (y en algunos casos destruidas). Pinochet pasó a ocupar el departamento de los dos pisos superiores.
En 1981 Pinochet se desplazó a La Moneda restaurada, pero el almirante José Toribio Merino siguió ocupando el Diego Portales como sede del poder legislativo. Fue a la salida de este edificio donde ofreció a los periodistas buena parte de sus incendiarias declaraciones, tales como que los bolivianos eran "auquénidos metamorfoseados que aprendieron a hablar, pero no a pensar". Luego, en 1988, se anunció aquí la decisión de la ciudadanía de volver a la democracia tras el plebiscito.
En democracia, el edificio mutó a centro de eventos y convenciones, y la torre se transformó en sede del Ministerio de Defensa. Cuando Michelle Bachelet asumió como ministra de defensa durante el gobierno de Ricardo Lagos, no tenía idea de que contaba hasta con una cama, la misma que empleara el responsable último de las torturas que ella había sufrido en Villa Grimaldi.
En 2006, el periodo de centro de convenciones llegó a su fin. Un incendio destruyó gran parte del edificio:
Fue la destrucción la que impulsó la idea de retrotraer el inmueble a su sentido original y devolverlo a la ciudadanía como centro cultural.
Es habitual que en el gran patio central haya exposiciones y actividades. Es también muy interesante observar a los energéticos grupos de coreografías. Tanto en el extremo oriente como en el flanco norte y en la plazoleta ubicada a menor altura, en la tardes se congrega un gran número de jóvenes a practicar sus pasos de baile. Es un fenómeno de data muy reciente, pero muy bien asentado. También es posible observar en ocasiones a grupos que imitan caballeros Jedi, con sables láser ficticios.
Actualmente está en curso la construcción de la segunda etapa del proyecto, que cuenta con un teatro con capacidad para 2 mil personas.
¿Sabías que? :
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En qué fijarse :
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- Para más información, revisar la página oficial.
¿Sabías que? : En diciembre de 1945, Gabriela Mistral viajó a Estocolmo para recibir el Premio Nobel. El padre de su traductora organizó un banquete, con miembros de la Academia Sueca y el embajador chileno. Como broche de oro, mandó a traer un racimo de uvas desde África del Norte por avión.
En la comida, Gabriela estaba cansada y se apoyó en lo que creyó que era la pata de la mesa. Era la pierna de un miembro de la Academia Sueca, paralizado para no importunar a la invitada de honor.
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Estación 37: Edificio Los Elefantes. PRIORIDAD BAJA
Este particular edificio se encuentra ubicado frente a la famosa Casa de los Torreones de Luciano Kulzcewski. Posee un extravagante mural de frisos con paquidermos, obra de Luis Meléndez Ortiz, destacado muralista, decorador y escritor nacional.
Diseñado por el arquitecto León Prieto Casanova, fue construido hacia mediados del siglo pasado (se estima que alrededor de los ‘40), y posee una ubicación privilegiada, a cómoda distancia del Parque Forestal y de calle Lastarria.
En su estilo ecléctico, se distinguen detalles bauhaus y art decó, tanto por la geometría, como por la forma de sus balcones y la linealidad de su fachada. Su entrada principal, elemento que más resalta, posee un estilo monumental europeo con reminiscencias neoclasicistas, con escalas de mármol y tres enormes columnas dóricas que sostienen sus seis pisos.
Estas columnas que asemejan patas de elefantes fueron la razón por la cual se encargó a Meléndez este mural de relieve, que se extiende por cuatro metros de largo. Contiene cinco enormes elefantes, con largas y grandes patas entre troncos de árboles, lo que genera relación con las columnas.
Estación 38: Casa Taller de Luciano Kulczewski. PRIORIDAD BAJA
- Más información: detalle sobre Luciano Kulczewski
¿Sabías que? : Para el arquitecto su trabajo era el medio para un diseño de una vivienda digna más que una expresión de pulsiones artísticas personales. “La arquitectura lejos de ser una ciencia, es un hecho fundamental en las vidas humanas: dar vivienda, dar cohesión a la familia, dar un hogar donde se desarrollen las vidas humanas; alegrías, tristezas, penas, todas cobijadas dentro de un ámbito… Y además es un arte… reúne, así, estas dos condiciones que son sublimes” Luciano Kulczewski, 1969. |
Pintoresca casa acastillada, inspirada en el medioevo italiano, que buscaba ser su residencia familiar y lugar de trabajo, según las palabras del arquitecto. Allí vivió junto a su familia en los años '30.
El edificio, también llamado Casa de los Torreones, construido en albañilería de ladrillo reforzada (o confinada) y de fachada de piedra, se encuentra ubicada en un terreno triangular, lo que volvió la construcción de sus 125 m2 en un reto. Esta geometría definió la distribución espacial de la residencia. Se decidió reservar la primera planta para el taller, el estacionamiento y el área de servicio, cada uno con accesos independientes. En las dos plantas superiores se desarrollaba la vivienda, más una terraza. En el cuarto y último nivel se incluyó un mirador cerrado.
El salón principal de la residencia, ubicado en el segundo nivel, fue creado como un hall de doble altura. Es un punto de encuentro donde confluyen perspectivas, pasillos y escaleras. Debido a las características triangulares del terreno fueron diseñados en inusuales ángulos, convirtiendo en un espacio novedoso y original para la arquitectura chilena, habituada a la ortogonalidad.
Si bien Kulczewski, para esos años había dejado establecido las filiaciones estilísticas, la Casa Taller fue concebida como una gesamtkunstwerk, impronunciable término alemán que indica "una obra de arte total". Prevalece un claro eclecticismo formal, donde se mezclan referencias neogóticas y neo renacentistas.
Al igual que otras obras, sobresalen elementos ornamentales, constituidos por una serie de seres zoomórficos y antropomórficos, ubicados bajo los aleros exteriores y en los muros interiores. Son criaturas que le otorgan a este “castillo” un aspecto surrealista. De verdad vale la pena gastar un rato curioseando bajo los aleros. Descubrirás varios personajes que pasan desapercibidos para el 99,99970432% de los peatones (de acuerdo a un estudio no-científico llevado a cabo por la sección de inteligencia de Wikiexplora).
Actualmente la casa taller contiene una oficina de arquitectura y construcción.
En qué fijarse :
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Estación 39: Palacio Bruna. PRIORIDAD BAJA
En 1916, el senador, empresario salitrero y confundador del diario La Nación Augusto Bruna Valenzuela, encargó la construcción de un palacete "con tantos departamentos como hijos tenía". El mandato recayó en el arquitecto Julio Bertrand Vidal, destacado y joven arquitecto, por su refinamiento y elegancia. Lamentablemente, Bertrand murió de tuberculosis antes de terminar la construcción. Pedro Prado quedó a cargo, pero se negó a que su nombre figurara en el frontis junto al del finado, amigo suyo. Ricardo Valdés, a quien Bertrand le proyectó una casa hoy demolida en el mismo barrio, recuerda al arquitecto como un joven "blondo" que ofrecía "cierto contraste entre la gravedad de sus maneras, rara a sus años, y la esmerada elegancia de sus vestidos, reveladora de afanes juveniles".
¿Sabías que? : Tanto Bertrand como Prado fueron formadores del Grupo de los Diez, una importante agrupación intelectual y artística formada a principios del siglo XX, la primera de este tipo en nuestro país. |
La Casa Bruna marca el primer auge de la zona del Parque Forestal. Era tan fastuosa que el periodista y crítico literario Alone la describió antes de que se acabara la construcción en los siguientes términos:
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En 1921 la obra fue finalizada. Sin embargo, la familia Bruna no pudo habitarla pues sobrevino la crisis del salitre, que fue reemplazado por sucedáneos sintéticos perfeccionados por los alemanes como consecuencia de la pérdida de la oferta chilena durante la Primera Guerra Mundial. La empresa familiar quebró y el palacio es puesto en venta en 1921. En 1939 el inmueble fue adquirido por la Embajada de Estados Unidos para la residencia de su embajador, Claude Bowers, quien la habitó durante 14 años -el periodo más largo de permanencia de un representante estadounidense en Chile-, por lo que se hizo conocida como la Casa Bowers. El embajador escribió un famoso libro titulado Misión en Chile, unos de cuyos capítulo se titula —y esto no debiera sorprender a nadie— "Santiago, ciudad que desaira al pasado".
Funcionó como residencia para embajadores hasta 1962, y luego como como consulado hasta 1994. En 1995, la Cámara Nacional de Comercio adquirió el edificio para transformarlo en su sede, y en 1996, fue restaurado por el arquitecto Luis Alberto Darraidou, quien adecuó las dependencias para su función, y mejoró la condición del inmueble. Agusto Bruno Vargas, nieto del magnate salitrero, calificó la iniciativa de "gesto noble, inteligente y generoso".
Posee fuertes influencias del Renacimiento Italiano. De sus tres niveles, el segundo ofrece una serie de terrazas con vistas hacia el barrio, y entre el segundo y el tercero destaca un friso decorado que recorre todos los volúmenes. Lamentablemente el Palacio se encuentra cerrado a público, pero al recorrer la manzana se puede apreciar su envergadura y sus detalles en fachada.
Estación 40: Edificio Rentas. PRIORIDAD BAJA
En 1928, en el contexto de estrategia inmobiliaria autogestionada, Luciano Kulczewski diseñó y construyó el primer edificio residencial de altura en Chile. Se encuentra en un terreno con doble frente, uno hacia la calle Merced (ex Calle del Regente Viejo), donde se encuentra la entrada principal a los departamentos, y otro hacia la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins n°85, la parte trasera, sin entrada. Fue el primero en incorporar tecnologías como calefacción centralizada y la evacuación de basuras mediante ductos de descarga.
La construcción es en hormigón armado. Está constituido por seis plantas y una terraza, un total de 15 metros. En los últimos pisos hay patios de luz que permiten iluminar y ventilar uno de los tres departamentos que se encuentran en el centro de cada piso.
¿Sabías que? : Además de ser el primer edificio residencial en altura y contar con modernas instalaciones, fue el primer rascacielos del país y el primer edificio residencial de Santiago en contar con ascensor. El Palacio Cousiño tuvo antes un montacargas. |
El arquitecto buscaba una forma racional de trabajar el hormigón armado. Para esto estudió referentes franceses de la época, optando por la estética Art Decó. Fue una obra pionera de ese estilo a nivel nacional. Lo anterior se refleja en los volúmenes que se proyectan en ambas fachadas, correspondiente a los miradores cubiertos. Además, la vanguardia francesa se puede apreciar en diferentes elementos decorativos, como es el caso de jarrones ornamentales, columnas fasciculadas y decoraciones florales, entre otros, trabajados bajo una abstracción geométrica, una forma de arte que se basa en el uso de formas geométricas simples combinadas en composiciones de solo dos dimensiones. A otra escala, destacan elegantes rejerías artísticas en barandas interiores, que permiten recrear la estética Art Déco.
En un contexto de restauración nacionalista, en las fachadas se insertan guardas decorativas en base a patrones geométricos y escalerados que evocan a los encintados del arte indígena local, que paralelamente trabajan con soluciones de vanos de lenguaje vanguardista.
Sin lugar a duda, el elemento más característico y por el que es reconocido el edificio, es un felino con cola de dragón, que se encuentra agachado como una gárgola en una de las esquinas superiores de la fachada de Calle Merced, elemento que escapa a cualquier relación estilística. Aclaremos, eso sí, que en rigor no es una gárgola: esa palabra deriva del francés antiguo gargoule, garganta, a su vez derivado del griego, por el sonido onomatopéyico de esa parte del cuerpo (mimsmo origen de"gárgara"). Las gárgolas, por tanto, hacen referencia específicamente a las figuras que expulsan el agua de lluvia por su boca. Se construían para evitar que el agua bajara por los muros de piedra y los deteriorara.
Actualmente el edificio es un hotel boutique, que se ha preocupado de resaltar en cada milímetro cuadrado disponible el hecho de que se trate de un retoño de Kulczewski. Si bien el uso de los espacios ha cambiado, se ha rescatado el carácter antiguo y el diseño característico del edificio. Es posible entrar a la recepción y observar varios cuadros dedicados a su obra.
En qué fijarse :
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¿Por qué se llama como se llama? : El edificio Rentas se localiza en la esquina de Merced con Irene Morales, una de las calles más cortas de Santiago. Recuerda a una copetinera de la Guerra del Pacífico, quien "emparafinaba a la soldadesca chilena con sus alcoholes de pelo duro".
En uno de los edificios de la vereda oriente de esta micro-calle se encontraba la sede de Patria y Libertad, escenario de frecuentes redadas policiales |
Estación 41: Puente Pío Nono. PRIORIDAD BAJA
Puente Pío Nono
El puente Pío Nono provoca el recuerdo del antiguo puente que fue construido en la misma ubicación, de una época donde fueron encargados puentes metálicos desde Europa. Estos puentes eran destinados a conectar Santiago con la antigua Chimba a través del río Mapocho, infraestructura determinante en el desarrollo del sector norte de la capital.
El antiguo puente Pío Nono fue parte de uno de los más importantes proyectos urbanísticos a fines del siglo XIX. Se mantuvo por casi cien años hasta 1984. Se lo puede ver en este video aguantando el desborde del Mapocho de junio de 1982, mientras un árbol completo pasa por debajo.
En 1984 fue trasladado hasta el lugar donde está en la actualidad, entre el actual puente Pío Nono y Purísima. Es claramente visible 120 metros aguas abajo. El año 1997 se declaró Monumento Histórico Nacional y un año después fue inaugurado el Teatro del Puente, único teatro en el mundo sobre un río. Está en plena operación: ver cartelera.
Hasta el año 2000, cada marzo, en el marco de la semana mechona de la Universidad de Chile, se libraba una batalla campal de frutas y verduras descompuestas entre alumnos de Derecho y de Ingeniería. Ganaba el bando que lograba tomarse el puente. La tradición se acabó luego de que estallara una bomba lacrimógena y los incidentes escalaran.
Plaza Italia / Plaza Baquedano
Pocos metros al sur del Puente Pío Nono está Plaza Italia y Plaza Baquedano ¿Y cuál es cuál? Plaza Italia es rigor el pequeño espacio entre avenidas Providencia y Andrés Bello. Se llama así porque la escultura de ese lugar, el Monumento al Genio de la Libertad, fue obsequiado por la comunidad de italianos residentes para la celebración del Centenario de la república (1910). Plaza Baquedano es la rotonda que rodean los dos brazos de Avenida Providencia, y que luce una estatua ecuestre de Manuel Baquedano, el generalísimo de las fuerzas chilenas durante la Guerra del Pacífico, y presidente de Chile durante un gran total de ¡dos días! después de la batahola generalizada que siguió a la guerra civil de 1891.
A los pies de Baquedano, mucho menos observado, está el monumento al soldado desconocido. Es una curiosa historia. En 1900, el mayor Enrique Phillips Huneeus, veterano de la guerra del Pacífico, recorrió el Campo de la Alianza, lugar donde en 1880 se desarrolló la sangrienta batalla de Tacna. Allí encontró el cadáver momificado de un soldado chileno. En 1931, tres años después de la inauguración de la estatua de Baquedano, se ubicó junto al monumento los restos de este soldado no identificado con la siguiente frase grabada en su lápida: “Aquí descansa uno de los soldados con que el general Baquedano forjó los triunfos del heroísmo chileno”. A mediados de la década de 1960, unos chistositos le robaron el fusil con el que el soldado desconocido "le hace guardia" a Baquedano. La policía encontró la réplica del arma en unos cachureos en San Camilo y la restituyó con ceremonias.
El espacio en su conjunto es en su conjunto conocido colectivamente como Plaza Italia por la gran mayoría de los santiaguinos. Es el epicentro nacional de protestas y celebraciones. Si la selección chilena gana un partido importante, pierda cuidado que dentro de poco el tránsito se suspenderá y los vehículos serán reemplazados por papel picado y latas de cerveza.
Acá un timelapse de las celebraciones tras el primer título de la Copa América obtenido por Chile, en julio de 2015.
Acá protestas por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, en 2018
¿Sabías que? : Durante un descanso en la Guerra del Pacífico, un soldado chileno dormía cuando sus compañeros ataron su oreja a una silla, con tan mala suerte que el mismísimo general Manuel Baquedano la cogió para sentarse. Aún medio dormido y presa de la confusión más absoluta, la víctima le vociferaba a la máxima autoridad militar “suéltame, ¡animal!”. |
En qué fijarse :
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Estación 42: Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. PRIORIDAD BAJA
¿Sabías que? : El arquitecto Juan Martínez Gutiérrez también es responsable de otras monumentales obras en Santiago, entre las cuales se pueden apreciar; El edificio de la Escuela Militar de Santiago, el Templo Votivo de Maipú y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. |
En el costado del río Mapocho, por calle Pío Nono, se ubica uno de los edificios educativos más importantes de Chile, actuando de umbral desde Providencia hacia Bellavista en la ribera norte del río. Con el Cerro San Cristóbal a sus espaldas y el río Mapocho a su lado, la arquitectura de línea curva de grandes columnas componen la monumental fachada principal del edificio.
Esta facultad fue erigida para albergar una nueva casa de estudios para la carrera de derecho, entonces llamada leyes y ciencias políticas, por aquellos días ubicada en la Casa Central. La nueva sede fue encargada en 1934, bajo el decanato de Arturo Alessandri Rodríguez, al arquitecto chileno Juan Martínez Gutiérrez. La inauguración tuvo lugar en 1938. El estilo arquitectónico que representa el edificio es formalmente Art Decó, si bien presenta reminiscencias propias de los monumentales edificios del fascismo italiano.
Declarada monumento nacional en 2014, el Consejo de Monumentos Nacionales indicó a la sazón que la edificación constituye un hito urbano. Se señaló que por volumetría y ubicación es un referente notable de la zona que articula el Parque Forestal, el río Mapocho, la Plaza Baquedano y la vista al Cerro San Cristóbal, espacio fundamental en la configuración urbana de Santiago.
Estación 43: Patio Bellavista. PRIORIDAD BAJA
- Más información: detalle sobre el Barrio Bellavista
Ubicado entre la ribera del río Mapocho y el Cerro San Cristóbal, junto Pío Nono, una de las arterias más importantes que conecta el sector con Providencia, desde su inauguración en 2006 el Patio Bellavista se estableció como un punto neurálgico y umbral del barrio. Converge gastronomía de todo tipo, cultura, artesanía fina, vestuario, joyería, libros, etc, entre otros, con énfasis en lo chileno (aunque por momentos con foco excesivo en seducir al turista extranjero). Con un poco de suerte te toparás con presentaciones en vivo de músicos, danza o arte
El arquitecto Eugéne Joannon había percibido un siglo antes la potencialidad del barrio Bellavista, como núcleo de arte y cultura, pero para esto debía ser redescubierto. Bajo la gestión de Patricio Jadue, presidente del Patio Bellavista, se readecuó el uso de la manzana, que anteriormente sería utilizada para el desarrollo inmobiliario y el establecimiento de un espacio urbano mixto con hoteles y edificios, como un espacio de encuentro a partir de la restauración de lo existente. Con el apoyo de los vecinos y los arquitectos encargados, Pablo de Carolis y Jorge Schliebener se diseñó al interior de la manzana el bulevar que hoy conocemos.
Se intervino un cité de ladrillo para acoger artesanos y algunos restaurantes, manteniendo su fachada y ciertos galpones industriales. Una antigua lechería cedió su lugar a otra serie de locales para artesanos y al amplio patio central. Se rescataron así los rasgos patrimoniales del barrio. El proyecto respetó en general la arquitectura de principios del siglo XX que se aprecia en las construcciones de la cuadra, manteniendo de esta forma las fachadas de viejos cités (conventillos o vecindades) y otros edificios de valor patrimonial. Alrededor de lo que fueran los antiguos patios de las casas, se agrupan hoy los diversos locales.
Además de la preservación del estilo y del cité original se planteó el segundo objetivo de no instalar estructuras muy rígidas, sino dejar abiertas las posibilidades para cambiar los espacios según requerimientos dinámicos de los ocupantes.
- Horario: Domingo a martes: 11 am a 2 am. Miércoles: hasta las 3 am. Jueves, viernes, sábado y vísperas de festivos: hasta las 4 am
- Dirección: El Patio Bellavista tiene 7 entradas a lo largo del cuadrante de las calles Bellavista, Pío Nono, Dardignac y Constitución.
La entrada principal está en la calle Constitución 53, pero también se puede entrar por Pío Nono y por Bellavista.
- Para más información, revisar la página oficial del Patio Bellavista
¿Por qué se llama como se llama? : Pío Nono, papa entre 1846 y 1878, vivió en la Recoleta Domínica sin más que un camastro oxidado y una estera. Cuando lo nombraron papa, Santiago amaneció embanderada. En el Vaticano recibía con interés a los chilenos, le interesaba si todavía se tomaba mate por acá y si en La Chimba aún había serenos. Recordaba con afecto la cocina y que soltaba un curioso latinajo a quien quisiera escucharlo: Beatis chilensis qui manducam charquicanem
Suele creerse erróneamente que la Iglesia Católica afirma que el papa es infalible. No es así. Afirma que solo cuando se pronuncia ex cathedra lo es, y eso ha ocurrido apenas siete veces en dos milenios (y solo una desde que la infalibilidad se promulgó como dogma). Una de ellas, cuando Pío Nono declaró la Inmaculada Concepción en Ineffabilis Deus (1854) |
Estación 44: Casa museo La Chascona. PRIORIDAD MEDIA
Construida a los pies del Cerro San Cristóbal en 1953, es una de las tres casas abiertas al público del poeta Pablo Neruda, y la única en Santiago. "La Chascona" ("despeinada" en quechua) es una referencia al apodo del controvertido poeta a su amante Matilde Urrutia. La casa de dos pisos está cargada de citas del amor de Neruda al mar, así como de ironías en las colecciones del Nobel. Fue construida en la empinada pendiente del cerro, donde escurría uno de sus arroyos. Además de museo es la sede de la Fundación Pablo Neruda. Fue declarada Monumento Nacional en 1990.
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¿Sabías que? : El poeta fue amigo del aclamado pintor mexicano Diego Rivera, quien pintó el singular retrato de Matilde que ilustra la entrada a La Chascona. En el retrato de Rivera, aparece Matilde con dos cabezas, con su característica cabellera roja. A su derecha se aprecia el perfil del poeta. |
La casa fue encomendada al arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias y construida en 1953. La etapa de proyección fue fundamental, con la activa participación del poeta. Él definió sus espacios y materialidad, al punto de orientar la casa en contra el sol y hacia la cordillera, contrario a lo proyectado por el arquitecto, debido a su interés por la vista antes que la luz solar. Ideó espacios en base a objetos. Por ejemplo, a través de una ventana y un sillón adecuó un rincón que los incluyera. Hizo traer desde el sur troncos de ciprés para el living, se ocupó personalmente de buscar maderas y otros materiales, discutía y modifica detalles. Al momento de su finalización, Germán Rodríguez tuvo que reconocer que la casa terminó siendo una creación más de Neruda que de él.
En febrero de 1955, Neruda se separó de su esposa, Delia del Carril, y se trasladó a vivir a La Chascona. La casa había seguido creciendo con el agregado de una cocina y un comedor. Posteriormente se construyeron el bar y la biblioteca. Estas últimas ampliaciones fueron encargadas a Carlos Martner en 1958, uno de los arquitectos detrás de las obras del Cerro San Cristóbal, pues Germán Rodríguez había regresado a Europa. Martner indica que Neruda practicaba una forma muy singular de construir sus casas. No lo hacía conforme al procedimiento convencional, comenzando por el diseño de planos funcionales, espaciales y estructurales. La Chascona es interesante tanto en cuanto arquitectura como en tanto espacio del imaginario del poeta. Él modelaba sus hábitat ajeno al gusto señorial y burgués. Más que las fachadas ostentosas, le interesaban los ambientes interiores, íntimos.
Junto con la dictadura militar y la muerte de Neruda a diez días del golpe, la Chascona fue objeto de actos de vandalismo por parte de los uniformados. Inundaron la casa obstruyendo el arroyo y destruyeron su interior junto con los objetos del poeta. Matilde siguió viviendo aquí hasta su muerte en 1985, y gracias a ella y sus esfuerzos por repararla hoy es el museo que es, destinado a difundir la vida del poeta y a permitir el acceso a los ambientes íntimos en los que vivió y creó.
En qué fijarse :
Frente al acceso de La Chascona hay murales confeccionados por artistas callejeros, con pilares escultóricos donde se escriben los poemas del aclamado poeta. Esta plazoleta y su anfiteatro, donde corren las aguas del arroyo proveniente del cerro, actúan como un espacio introductorio al legado de Neruda. |
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Horario de Atención
- Marzo a diciembre: martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
- Enero y febrero: martes a domingo de 10:00 a 19:00 hrs.
- Lunes cerrado.
Valores
- Entrada general: CLP$7000 (US$ 7.3 as of November 2024)
- Entrada preferencial: CLP$2500 (US$ 2.6 as of November 2024) para estudiantes y chilenos mayores de 60 años.
- Los estudiantes extranjeros deben presentar Credencial Estudiantil Internacional
Ubicación
- Fernando Márquez de la Plata 0192, Barrio Bellavista, Providencia, Santiago.
Para más información revisar la web del museo
¿Sabías que? :
Neruda fue un poeta magnífico, de eso no cabe duda. Pero pese a su talento desbordante, un par de textos ponen los pelos de punta. Por ejemplo: En su autobiografía naturaliza una violación de manera autobiográfica:
O su Oda a Stalin, uno de los mayores asesinos de la historia humana:
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Estación 45: Acceso Pío Nono y Plaza Caupolicán. PRIORIDAD BAJA
- Más información: detalle sobre la historia del Cerro San Cristóbal
Al final de la calle Pío Nono y en la ladera sur del Cerro San Cristóbal, se encuentra este histórico acceso, sede de infraestructura de comercio, cultura, servicios e información, punto introductorio hacia el Parque Metropolitano de Santiago. El acceso se creó con el propósito de suplir las necesidades peatonales generadas por el zoológico y el funicular.
El acceso ha mutado desde un explanada dura hasta su configuración como un área verde orgánica y multifacética que continúa el relieve de la ladera, consolidándose finalmente con la Plaza Caupolicán. Contiene la estación inicial del funicular, caseta de informaciones, estacionamientos, servicios higiénicos y el camino de acceso al Zoológico. Es además habitada por comercio establecido y móvil en las cercanías de sus jardines.
Su diseño actual proviene de la última remodelación realizada en 1995 por el MINVU. Esta intervención respetó el valor histórico y su estructuras originales, modificando solamente el diseño natural del antiguo trazado y la restauración de pavimentos, muros y escalinatas.
En qué fijarse : El sector se encuentra rebosante de comercio, es recomendable detenerse un tiempo para vitrinear los productos a la venta. Se venden desde recuerdos del zoológico hasta artesanías que solo encontrarás ahí. |
¿Sabías que? : ¿Quién fue Caupolicán?
En torno a 1553, a inicios de la conquista española, los mapuches organizaron un gran consejo presidido por Colo Colo, destinado a unificar el mando militar. De acuerdo a la tradición oral, Kallfülikan ("piedra de cuarzo azul", castellanizado a “Caupolicán”) demostró su fuerza y temple sosteniendo un tronco de árbol sobre sus hombros durante dos días y dos noches, imponiéndose entre todos los postulantes. Fue electo toqui, con el famoso Lautaro como vice toqui. Escribió Alonso de Ercilla: |
Estación 46: Estación Inicial del Funicular San Cristóbal. PRIORIDAD BAJA
La Sociedad Anónima Funicular San Cristóbal, se adjudicó por medio de una licitación, la concesión para la construcción del Funicular en el Cerro San Cristóbal, que fue encargada a Luciano Kulczewski.
El Funicular, emplazado en la Plaza Caupolicán, remate actual de la Calle Pío Nono, fue inaugurado en 1925. La estructura cuenta con dos plantas más un subterráneo, y su finalidad era contener la boletería y una pequeña sala de espera. El mobiliario en madera fue diseñado por el mismo arquitecto, adecuando completamente la espacialidad interior.
El edificio se configura como una puerta, a través de dos torreones laterales que enmarcan un gran acceso al Funicular. Esta obra, al igual que la casa-taller, remite al mundo medieval y se vincula al Modernismo Catalán en su variante Neogótica. Fue declarado Monumento Nacional en 2000.
En qué fijarse : Los elementos ornamentales que se encuentran en en la boletería del interior, dan cuenta de la intención del arquitecto de crear un edificio totalmente ambientado en un castillo, que da la bienvenida al Parque Metropolitano. |
Mira un paseo en el funicular en 1929: |
Estación 47: Estación Cumbre. PRIORIDAD BAJA
Ubicada a los pies del Santuario de la Inmaculada Concepción, en la cima del macizo, se encuentra la última estación del funicular. Es el espacio que introduce al público a la Virgen, a la Terraza Bellavista y a la última estación del Teleférico Santiago. Fue diseñada en estilo formalista por el arquitecto Carlo Landa con el fin de complementar la estación acceso. En el primer piso contiene la Sala de Máquinas del funicular. En el segundo piso aloja el Salón Tudor, diseñado por Luciano Kulczewski. Proyectado en 1920 con la alta sociedad en la mira, Kulczewski dejó su impronta en el diseño de sus ventanas neogóticas y en las tremendas gárgolas (ya casi derechamente esculturas independientes) apostadas en su techo. Son manifestación de la corriente Neomedieval que caracterizó a Kulczewski. El Salón Tudor fue concebido como un restaurante para luego acoger a un exclusivo salón de té. Se mantuvo cerrado hasta el 2007, año en que se inauguró en sus dependencias una sala de exposición de arte. Hoy mantiene una pequeña muestra con la historia del Parque Metropolitano. Bien vale la docena de peldaños adicionales desde la terraza Bellavista.
Estación 48: Terraza Bellavista. PRIORIDAD BAJA
Se accede a través de la Estación Cumbre. A pesar de poseer una espléndida vista hacia la zona centro sur y poniente de Santiago, la historia que precede el terreno habla de una antigua edificación proyectada por Kulczewski. Una terraza embaldosada, compuesta por una sucesión de glorietas con mesas y rica ornamentación fue el ya inexistente Roof Garden, inaugurado en 1926.
El Roof Garden era un punto de atracción y bohemia dirigido hacia la clase alta. Parte de su diseño integral fue el baile y la música. Con un artístico vitraux de un pavo real se daba la bienvenida al recinto que contaba con buffet, comedores y una fuente de luces que coloreaba sus aguas rodeando a un torreón compuesto por una serie de columnas y pérgolas romanas. En los faldeos del cerro surgía un camino rodeado de jardines que dirigía al público al “Belvedere”, una torre para admirar a Santiago y la cordillera. Fue abandonado en 1929. En 1931 se inició su demolición.
Además de sede nacional del mote con huesillos, la delicia de los ciclistas recién transpirados en la pedaleada hasta este punto, la terraza es un espacio comercial enfocado en productos religiosos y artesanías
En qué fijarse : Hay vetustos prismáticos repartidos en la terraza. A estas alturas, son casi más atractivos como antigüedades que como instrumentos ópticos. |
Estación 49: Santuario del Cerro San Cristóbal. PRIORIDAD ALTA
¿Sabías que? :
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Formalmente llamado el Santuario de la Inmaculada Concepción del Cerro San Cristóbal, es uno de los principales templos de la Iglesia Católica en Chile. La estatua de la Virgen, de 14 metros de altura y a 882 metros de altitud, es uno de los íconos más distintivos de la ciudad de Santiago.
Se creó bajo la sugerencia de José Alejo Infante al arzobispado de Santiago en respuesta a la celebración del quincuagésimo aniversario de la instauración del dogma de la Inmaculada Concepción. En 1903 fue aceptada su propuesta y comenzaron las gestiones para la edificación, con la ayuda de las donaciones de la Recoleta Dominica y las Monjas Teresianas se aseguró el terreno para su construcción.
Ante la falta de modelos originales de la Virgen Inmaculada en los talleres de escultores chilenos se solicitaron presupuestos y modelos para la obra a Francia, Italia, España y Alemania. Finalmente se optó por reproducir la existente imagen de la “Virgen de Roma”, obra original de Giuseppe Obici, y que fue elegida junto a su emplazamiento por Eugéne Joannon Crozier, para luego ser proyectada por el arquitecto Luigi Poletti.
Paralelamente a la búsqueda de la Virgen se inició un plan para la apertura del sendero hacia el futuro santuario. La vía debía ser capaz de soportar el transporte de las piezas del monumento y el peregrinaje de los fieles. Con el tiempo ese trayecto se ensanchó hasta el plano. Se erigieron además dos puentes de concreto armado sobre los canales que recorren el cerro.
Se encargó a la prestigiosa fundición francesa “Val d'Osne” la construcción. Se trasladó en 42 cajones desde París. Costó 22 mil francos de la época. La base se fabricó en fierro y concreto, la opción más segura y menos costosa, tarea que se asignó a una compañía neerlandesa de concreto armado.
En el pedestal se construyó una pequeña capilla, obra del arquitecto francés Eugenio Joannon. El 1 de abril de 1987 Juan Pablo II oró y bendijo la ciudad de Santiago de Chile desde ahí. La capilla está decorada por esculturas y frescos realizados por el artista alemán Peter Hörn, recientemente restaurados. A los pies de la imagen, se encuentra un anfiteatro para misas u otros oficios religiosos.
Si bien el anfiteatro al aire libre es informal, al interior de las subestructuras que componen esta estación se debe guardar silencio, al igual que en los lugares de rito adyacentes.
Contiguo al anfiteatro, hacia el oriente, existe otra capilla, de no tan minúsculo tamaño como la del pedestal. Se entra por la Plaza Vasca, que contiene desde 1931 un retoño del árbol de Guernica, el roble sagrado de Vizcaya, símbolo de libertad y justicia. Dentro de la capilla hay diez murales con escenas de la vida de la Virgen María, pintados por Peter Horn en 1931. Desde la Plaza Vasca puedes bajar por una rampa zigzagueante llamada El camino de las Siete Palabras, inaugurada el 2015 y proyectada por Iglesis Arquitectos. Contiene siete cruces pintadas por siete artistas locales que retratan las siete frases que profirió Jesús desde la cruz mientras padecía la crucifixión.
En qué fijarse : En la vía de acceso hay puntos de información que explican la historia de la Virgen y el Santuario, incluyendo una línea de tiempo y fotografías de la época. Hay además una tienda de artículos religiosos donde se venden desde velas hasta postales. |
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