Murales del centro de Santiago
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Descripción General
- ADVERTENCIA: Esta ruta es solo acerca de los murales de este barrio. Para recorrer estas calles con el ojo puesto en su patrimonio arquitectónico y urbano, visita Barrio Lastarria / Bellas Artes y Santiago centro-oriente.
El Barrio Lastarria/Bellas Artes es un activo centro cultural, gastronómico y turístico del centro de Santiago. Aunque nació a mediados del siglo XIX, su auge turístico comienza con la transformación del Cerro Santa Lucía en un parque público, la creación del Parque Forestal y la construcción del Museo de Bellas Artes.
En el Barrio Lastarria, las curvas de sus calles (algunas adoquinadas) se adaptan a la silueta del cerro Santa Lucía, dando cuenta, junto a las interesantes características morfológicas de los edificios y casas, de un pasado aristocrático. Este es el entorno ideal para juntar en un solo lugar museos, teatros, cine, restaurantes de autor, comida al paso, galerías de arte, cafés, artistas y músicos callejeros; dándole al visitante un panorama completo.
Entre la variedad de opciones de entretenimiento que ofrece este barrio camuflado del bullicio del centro de Santiago, se encuentran unos interesantes y variados murales que se distinguen en distintas construcciones. Alguno de estos, con el pasar del tiempo y los eventos nacionales, han ido cambiando, ya sea desapareciendo o surgiendo. La ruta propuesta recorre 17 estaciones que abarcan el Barrio Lastarria y Bellas Artes, y que integran 24 murales en total.
¿Sabías que? : El barrio Lastarria fue declarado en 1997 como Zona Típica por su gran cantidad de hitos históricos. En 2018, además, fue calificado como uno de los «barrios más 'cool' del mundo» por la sección de viajes del diario matinal español La Vanguardia. |
Historia
Los orígenes de este barrio se pueden trazar hasta la Conquista de Chile. Este sector quedó en manos del carpintero de la expedición de Pedro de Valdivia: Bartolomé Blumenthal, castellanizado a Bartolomé Flores por la dificultad que suponía su apellido alemán. Él construyó un molino en el sector. En esta época, el barrio quedó definido por los límites naturales de Santiago; el cauce del Río Mapocho, La Cañada (hoy Alameda) y el cerro Santa Lucía. Era una suma de chacras y solares, donde se producía vino y otros cultivos agrícolas. Recién a mediados del siglo XIX comenzaron a subdividirse los predios. La Parroquia de la Veracruz se edificó en 1857 y en torno a ella las familias construyeron sus casonas. De esta forma, se constituyó uno de los primeros barrios de Santiago, ajeno a la cuadrícula fundacional.
Es entre 1872 y 1910, con los trabajos de remodelación del cerro Santa Lucía -el principal paseo de la aristocracia en la época-, sumado a la creación del Parque Forestal y del Museo Nacional de Bellas Artes, que el barrio se consolidó como tal. Se definió un trazado de calles curvas, cortas y adoquinadas, que generan cierto aislamiento de la bulliciosa Alameda. Fue un periodo de auge, en el cual surgió una nueva generación de artistas, escritores y personajes célebres residentes, como Victoria Subercaseaux, el ex-presidente Pedro Aguirre Cerda, el pintor Camilo Mori, el novelista Luis Orrego Luco, y el escritor y pensador José Victorino Lastarria. La calle se llamaba Callejón del Mesías, en honor a un vecino opulento que no dejó recuerdos.
Entre 1850 y 1930, el barrio consolidó sus características propias. El desarrollo urbanístico se fortaleció con la construcción de edificaciones de tendencia europea, proyectadas por renombrados arquitectos como Duhart, Bolton, Larraín Bravo, Prieto y Kulczewski, entre otros. Convivieron en el barrio intelectuales, aristócratas y artistas, en una frontera donde se mezclaba lo europeo con lo popular.
Ya a mediados de siglo, con el crecimiento de Santiago, el barrio muta sus habitantes y su imagen. La arquitectura modernista adquiere un rol clave en la puesta en valor del vecindario. Los usos pasan de puramente residenciales (con vecinos como el arquitecto y pintor Nemesio Antúnez) a mixtos, con una fuerte incorporación del comercio. Al golpe militar siguió un periodo de decadencia, debido a la gran cantidad de artistas y militantes de izquierda del sector y al abandono de los espacios públicos producto de los toques de queda y del miedo, lo que golpeó la vida cultural del centro. Fue el llamado "apagón cultural".
El sector fue renovado tras la vuelta a la democracia, durante los años ‘90, a través de la restauración y recuperación de diversas edificaciones, así como con la creación del brevísimo pero bien ubicado paseo peatonal del remate de calle Lastarria, entre Rosal y Merced, y donde hoy se instala una feria de antigüedades y libros entre jueves y sábado (y donde un sábado o domingo en la tarde apenas se puede caminar). Es en esta época cuando aterrizó una serie de bares, cafés y centros culturales, intensificando la bohemia.
Hoy el barrio es una bulliciosa colmena de actividad peatonal. Destaca una variada oferta gastronómica, poblada por numerosos locales con características, menús y precios particulares. Hay tiendas de diseño con vestuario, accesorios, música y arte, barberías estilosas, teatros y galerías de arte. En las tardes de los fines de semana, además del gentío de paseantes, hay artistas callejeros, vendedores ambulantes y dos o hasta tres puestos de música en vivo.
Fue declarado Zona Típica en 1997.
Época y/o horario adecuado
Los murales del se pueden visitar en cualquier época del año debido a que es un espacio público abierto y que no tiene restricción horaria. Sin embargo, te recomendamos, para esta ruta especifica, asistir desde lunes a jueves durante todo el día o el viernes en la mañana, asegurándote así, que sea un recorrido con tranquilidad y pocos visitantes. Si prefieres más movimiento comercial y cultural, es recomendable ir los fines de semana desde las 10 de la mañana, cuando existe mayor tránsito, está todo abierto y se experimenta una activa vida social.
Acceso
La ruta no considera una acceso principal ya que el espacio es abierto. Sin embargo, las llegadas en Metro son la mejor opción porque actúan como inicio y final del recorrido.
En vehículo propio
No recomendamos transitar en auto en vista de lo pequeño que es el sector, y la dificultad para encontrar estacionamientos gratuitos. Sin embargo, entre los estacionamientos existentes que cobran, se consideran 3 espacios subteráneos predominantes:
- Lastarria 70, $600 la media hora y fracción.
- Estacionamientos del GAM, $600 la media hora y fracción.
- Estacionamientos “Saba”, $2.800 la hora.
En transporte público y autostop
- Estación de Metro: Universidad Católica Línea 1 y Bellas Artes Línea 5, ambos contiguos a la ruta a recorrer. El recorrido considera la partida desde una estación de metro y el término en la otra, permitiendo invertir la ruta dependiendo desde que metro se comienza y en cual se quiere terminar, y también, dando la opción de regresar a la línea mas conveniente para comienzo y término.
- Buses que paran en Línea 1: 109, 406, 422, 426, 505, 507, 508, 513, B26, B28, J01, J02, J05, J06, 313e.
- Buses que paran en Línea 5: 303, 307, 314, 504, 505, 508, 513, 514, 517, 307e, 314e, 315e, 514c, 515N.
Descripción de la ruta
Estación 1: Metro Universidad Católica - Me lo contó un Chincolito
Me lo contó un Chincolito es un mural de mosaico de cuatro paños (35 m2 en total) realizado por Valeria Merino, en alusión al pájaro del mismo nombre que habita en el territorio nacional. La artista, además de ser muralista, es pintora licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Chile, y estudió en la misma universidad, arquitectura.
La obra se localiza en la salida sur de la estación de Metro Universidad Católica, testigo del entorno del barrio San Borja a lo largo de su historia. y, se remonta a un concurso organizado por Metro de Santiago y la Municipalidad de Santiago, resuelto por votación popular en abril del 2016. El público estimó que resultaba un buen reflejo del barrio, que exponía de forma adecuada los hitos urbanos del sector, junto a la superposición de dibujos que representa la forma de vida tradicional de lugar.
Entre los edificios representados se encuentran:
- Las Torres de San Borja, en las que se dibuja sobrepuesta una mujer manejando en bicicleta. *El GAM, desde cómo fue gestado y construido para la UNCTAD III, sobreponiéndole el pez de mimbre que en 1972 colgaba en sus casinos y que hoy en día ha sido replicado para mantenerlo en vida.
- El Hospital San Borja, al cual se les sobrepone unas enfermeras con bebés en los brazos, en referencia a la maternidad, principal actividad de ese lugar.
- Los chincoles en el muro principal, como resumen de todos muros.
Estación 2: Réplica desaparecido mural de la UNCTAD III
El muro junto a la salida Norte del Metro Universidad Católica y a un costado del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), ha vivido variados cambios a lo largo del tiempo. Entre los murales que este albergó, se encontraba el Saludo a la Historia, pintado, en el marco del Festival Hecho en Casa, por el muralista Alejandro ‘Mono’ González en el 2012, en homenaje a Víctor Jara.
¿Sabías que? : Víctor Jara estudió dos años en el seminario para ser sacerdote redentorista |
Esta obra, sin embargo, se vio reemplazada por publicidad de zapatillas de Nike, despertando ácidas críticas. Las que fueron apaciguadas, en febrero de 2019 cuando el mismo artista dibujó un nuevo mural. El “mono”, artista y escenógrafo chileno, reconocido por sus murales con temáticas sociales, con trabajos en serigrafía, xilografía, libros y escenografía, intentó plasmar una nueva idea en el muro.
La obra es una réplica del desaparecido mural realizado por el artista Guillermo Núñez en 1972 ubicado en el hall de acceso de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en el Tercer Mundo (UNCTAD III) en el edificio que, remodelado tras el incendio de 2006, acoge ahora al GAM. Era un mural en acrílico y madera diseñado en homenaje a los voluntarios que colaboraron en la Unidad Popular, y ahora, es revivido por Alejandro González en un mural de 73 m2 en reconocimiento al premio nacional de arte y en recuperación de un mural que ya no existe.
Estación 3: Mural Carro del Cielo
“Carro en el Cielo” es un mural temporal hecho por Sol Guillón ubicado en Plaza Zócalo, uno de los cuatro espacios abiertos del GAM. La autora, egresada de la Pontifica Universidad Católica como diseñadora, es una artista chilena contemporánea que se caracterizada por expresar en sus obras la técnica mixta entre texturas y elementos. Siendo evidente, en el mural hecho a partir de un soporte de madera, compuesto por piezas de distintos tamaños e intervenido por un juego de tonos y relieves en tramos de 19 y 17 metros de largo por 2,5 metros de alto.
El Ministerio de Obras Públicas lo escogió mediante un concurso público junto con otros murales que forman parte de la colección temporal del edificio y que se materializaron en el 2016. Su propuesta es una alusión del poema de Gabriela Mistral Carro del Cielo a través de la representación visual. La artista dividió el poema en dos, relacionando diferentes versos con colores fríos y cálidos, confeccionando un cuarteto de colores y un terceto de relieves sobre una base gris.
- Extracto del Poema Carro del Cielo:
"Dios baja para tomarnos
en su vida polvareda;
cae en el cielo estrellado
como una cascada suelta.
Baja, baja en el Carro del Cielo;
va a llegar y nunca llega..."
Estación 4: Sanguchería José Ramón 277
La Sanguchería José Ramón es un imperdible del barrio Lastarria situada justo detrás del GAM, que marca pautas por sus propuestas innovadoras. Presenta en su fachada un vistoso mural que de personas deglutiendo como si el mundo se fuera a acabar. Tras el estallido social, el muro presenta pintura roja en referencia a sangre en los ojos de las personas heridas por balines.
En vista del éxito, la sanguchería José Ramón 277 lanzó una sucursal en Vitacura, aunque sin murales en su fachada. Desde luego, el ambiente urbano de Vitacura no es el mismo.
Estación 5: Galería Lastarria: Montegrande - Amor
En la calle Padre Luis de Valdivia, frente a la nueva galería Lastarria, se encuentra el mural Barrio Lastarria. Incluye una firma que reza: "Lynch + niños". Este sencillo mural exhibe a un grupo de jóvenes, rodeados en la parte superior por imágenes que representan cultura, arte y tradición.
Ya cruzando la calle e ingresando en la galería, en el primer piso se encuentra un mural llamado Montegrande, dirigido por una galería de arte y por el aporte de la fundación Huilo Huilo. Presenta una pareja del famoso animal que se encuentra en peligro de extinción y que habita en la cordillera de los Andes: el huemul.
¿Sabías que? : Lo desconocido del huemul produjo más de un dolor de cabeza a los artistas del pasado. Cuando se convocó a un concurso para esculpir un monumento a los héroes de Iquique en la Plaza Sotomayor de Valparaíso postuló, entro otros, Auguste Rodin, “el padre de la escultura moderna”. Demasiado moderna para las autoridades, por lo visto, pues descartaron su audaz propuesta por, entre otros motivos, contener un soldado desnudo . La tarea recayó de todas formas en manos francesas. Representaron a Prat paradojalmente dando la espalda al mar. Poblaron el escudo con un caballo en lugar de un huemul. Aún está ahí . Es un desliz común. Entre muchos otros, ocurre en el Teatro Municipal de Santiago y el carruaje presidencial. No había que vivir aquí para estar mejor enterados. De hecho, nuestro escudo lo diseñó un británico. |
Rematando el recorrido por la Galería Lastarria, en el segundo piso, se encuentra el mural “Amor”, pintado por el artista chileno Dasic Fernández. El autor es un grafitero y artista visual santiaguino de nacimiento, que comenzó con el grafiti a los 13 años inspirado por el futbol y los murales políticos, y que hoy, ha desarrollado murales en varios países alrededor del mundo, especialmente en Estados Unidos.
“Amor” tiene una altura de 9 metros de alto en un espacio de tiendas de comercio, café y restorán, y retrata a una mujer pintada en colores intensos. Con 130 colores en spray que generan un contraste de tonos que provee de movimiento a la imagen, se representa a una mujer que sujeta lo que ama, pero al mismo tiempo abre sus manos, dando a entender que no puede amar algo y retenerlo. A esto, y por la provocación del sentimiento, se plasman gotas sin gravitación que se desprenden de la mujer, en representación de las emociones intensas como una forma de levitar.
¿Sabías que? : Dasic Fernández también es el autor del célebre mural del encapuchado en San Miguel, de la pintura en el suelo en paseo Bandera y de murales en distintas ciudades de Estados Unidos. Una de las piezas que logró mayor impacto fue para el Super Bowl del 2020, en que intervino digitalmente el edificio corporativo del grupo Citibank de 34 pisos. Fue visible durante una semana, a modo de mensaje de unidad entre personas de distintos colores y razas a las que convoca el fútbol americano. |
Estación 6: Diego homenajea a Mono Lira
Cerca de la iglesia Veracruz, en José Victorino Lastarria 158, se encuentra un mural que ocupa el lado lateral de un edificio de cuatro pisos. Es un homenaje a Mono Lira (Christian Lira), obra del grafitero chileno Diego Roa. Roa reproduce en una dimensión mayor la obra de estilo deconstructivista Composición Plan Uno diseñada por el artista plástico. Anota en la parte superior Obra de Mono Lira por Diego.
En el primer piso de este mismo edificio, por la fachada directa a la calle, aparece también un pequeño mural que parece hacer alusión a la causa que ha llevado el género femenino en términos de igualdad, seguridad y justicia. Se representa como un apoyo mutuo, acompañada por la frase: "florecer juntes".
Estación 7: El jardín de Gabriela
El "Jardín de Gabriela" son dos murales de 15 metros de largo, hechos por la artista Estefanía Leighton (Stfi) y veinte voluntarios, ubicado en la entrada del estacionamiento del GAM, por calle Villavicencio. La autora es una grafitera y muralista chilena que decidió dejar su país, su trabajo como vestuarista teatral y a su familia para viajar a países de América pintando murales feministas.
La obra, hecha a partir de un trabajo colaborativo motivado por una convocatoria abierta durante el Festival Urbano Barrio Arte en abril del 2018, representa a dos leyendas femeninas: Lilith (mural izquierdo) y Eva (mural derecho), como referencia a las supuestas dos esposas de Adán, tendidas en el césped, en el jardín de Gabriela Mistral. Los detalles de las dos mujeres, la sensual pelirroja y la morena sosteniendo la manzana del árbol prohibido del Paraíso, vinculadas con la naturaleza, reciben a los visitantes con todo el colorido característico de la técnica muralista de la joven autora.
Estación 8: Cambiemos con sociedad
Cambiemos con sociedad es un mural de Andrés García Figueroa, ganador de un concurso de arte público convocado en 2016 por la comisión Nemesio Antúnez para cubrir los cierros provisorios de la construcción de la segunda etapa del centro Cultural Gabriela mistral.
Esta obra, apoyada también por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, es de gran longitud: cubre casi una cuadra completa. Sus colores vivos y su variada gama de dibujos, además de su extensión, capturan la atención del peatón y conductor que transitan por el lugar.
Estación 9: La mujer sin fronteras
La mujer sin fronteras es un imponente mural que trata sobre la multiculturalidad, ejecutado por los uruguayos Florencia Durán y Camilo Núñez, invitados en el marco del Festival Urbano Barrio Arte. Luce a una mujer sentada arriba de un globo terráqueo mientras escribe una bitácora de viaje.
La mujer retratada es una conocida muralista francesa, Elodie Arshak, quien ha vivido en diversos países, es políglota y trabaja también en un dúo con su pareja, Fabio López, junto a quien conforma el denominado "Duorone". La idea transmitida por el mural es la esencia de los autores: el viaje, que a medida que se convierte en parte de uno, va eliminado la frontera.
Se la encuentra ubicada en la calle Coronel Santiago Bueras 142 y abarca 10 por 17 metros.
Estación 10: Buscando la verdad
Buscando la verdad es un mural a gran escala realizado por el artista peruano Jade Rivera ubicado en la calle Merced 386. Este mural forma parte del Festival Urbano BarrioArte realizado en abril de 2018, promovido por grandes instituciones como el Museo de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el Museo de Artes visuales (MAVI) y la galería de arte publico LIRA. La iniciativa implicaba la construcción de seis grandes murales en el barrio con el objetivo de crear un territorio común para las artes en la zona y un espacio de encuentro con la comunidad.
El mural representa a un niño con una máscara mientras se arrodilla para atrapar una flor, mientras en su espalda sostiene un frasco con las mismas flores que parece estar recogiendo del suelo. Los trazos de este artista peruano evocan la inquietud humana, compañera desde la infancia, y que refleja en parte la visión del muralista.
Estación 11: Sustitución mural La Ganza
El muro, ubicado en la esquina de calle Santo Domingo con Miraflores, ha recibido variados murales en los últimos años. El que vemos hoy fue pintado por Danilo Quijada, conocido como Cub2. Recibió variadas críticas de múltiples veredas, debido a que este fue parte de la renovación de un antiguo y respetado mural, y las inevitables comparaciones afloraron de inmediato.
La Ganza, del pintor Javier Barriga, fue presentado en 2015 bajo el patrocinio de la Municipalidad de Santiago, con una estética propia del arte clásico. Se ganó el cariño del público a través de la representación de una figura femenina de espaldas con trenzas. Tras cuatro años, comenzó a sufrir vandalizaciones, lo que motivó la restauración por parte del autor. Sin embargo, en su reemplazo, antes de poder ser restaurada, una nueva figura femenina fue plasmada en el lugar por un autor diferente, aunque esta vez de frente.
Fue así, como Danilo Quijada plasmó un nuevo mural, directamente vinculado con el anterior, en el que da vuelta a la chica que está de espalda con las trenzas, y cambia la versión a una de una mujer de clase distinta. Donde muestra el lado menos fino y mas oscuro, del miedo y las angustias que tiene el ser humano.
Estación 12: Mosaico Beethoven
El mosaico de Ludwig Van Beethoven hecho por Jorge Campos, alias Pixel Art, se encuentra en la Calle Monjitas 578, y fue creado en 2015. Mide dos metros de ancho por dos de alto, y posee además, una placa táctil de la obra para personas ciegas, que se encuentra en el muro perpendicular contiguo al mural.
Estación 13: Metro Bellas Artes y Gelatería Mò
La estación numero 16 contiene 3 murales para disfrutar, todos en la esquina de Monjitas con Mosqueto. El primero, ubicado en la esquina surponiente, es Un surrealista llamado Matta de Alexandre Tadlock', en homenaje al pintor surrealista chileno Roberto Matta. Patrocinado por Dope Magazine y DaKing, tienda especializada en artículos de graffiti y muralismo.
Frente a esta obra, por el costado norte, se posiciona los dos murales de la salida del metro Bellas Artes, de autoría de Inti Castro y Alejandro “Mono” González. Los muros fuera de esta estación de metro han vivido varios capítulos. Primero tuvieron un diseño de estrellas de Agatha Ruiz de La Prada, y luego el 2013, en el contexto del festival Hecho en Casa, dos ekekos de ojos oscuros pintados por Inti Castro. Finalmente, para el festival Barrio Arte, se borraron los murales de Inti y se dividió el espacio para compartirlo con Alejandro Mono González. Estos murales son parte de un legado que el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo, el Centro Cultural Gabriela Mistral y el Museo de Artes Visuales dejan en la ciudad y en el cual Metro nuevamente forma parte.
El mural de Alejandro Mono González, a un costado del mural de Inti, y sobre el que era un ekeko encapuchado, se encuentra Tres rostros rodeados de ramas. Este, es un homenaje al barroco latinoamericano y su imagen se construye a partir de vegetación y de personajes que aparecen entre los árboles. Por otro lado, el mural de Inti Castro, autor de los murales anteriores, trata de una Virgen con un becerro en los brazos.
Estación 14: El jugador de chueca o el jugador de Palín
El Jugador de Chueca es un mural pintado por Francisco Maturana, ubicado en calle Mosqueto 456, donde estuvo anteriormente la obra de Diego Roa Castillo. Se emplaza en un muro vertical de un edificio residencial, y la imagen pintada es una representación a gran escala de la escultura de bronce El jugador de chueca de Nicanor Plaza.
Francisco Maturana es el creador de Proyecto MU, una iniciativa que desde 2017 busca vincular a las personas de cualquier espacio urbano y/o rural con su memoria y sus historias locales, a través del arte del muralismo. Es por eso, que el objetivo de esta pieza fue propiciar el diálogo entre la obra de la Colección del Museo Nacional de Bellas Artes y el mismo mural.
Posibles extensiones del paseo
- El encapuchado y Volando de Dasic Fernández. Ubicado en Santo domingo con teatinos. Plaza de bolsillo.
- Homenaje al Día de la Mujer de Alejandro “Mono” González. Ubicado en Morandé 83. Plaza de bolsillo.
- Pintura de Pablo Neruda de Jorit Agoch. Ubicado en Curicó con San Isidro.
- Mural de Santiago” de Enrique Zamudio. Ubicado en Bandera 361. Sobre Museo de Arte Precolombino.
Lamentamos también la perdida de murales que hoy solo viven en nuestra memoria. En especial, al querido mural Lastarria Patrimonial de Luis Núñez San Martín.
Recomendaciones
- Llegar en transporte público ya que los estacionamientos tienen un alto valor y los estacionamientos gratis son mínimos
- Para el descanso de una gran caminata, se recomienda disfrutar de las heladerías que se encuentran en la ruta: Emporio La Rosa (José Victorino Lastarria 71 o Merced 291) o Gelatería Mò(Monjitas 484)
- Recorrer la ruta al mediodía, debido a que la luz del sol se encuentra en la posición mas alta y no genera contraluz a los murales.