Independencia
Descripción General
En el sector sur de la comuna de Independencia se desarrollaron las edificaciones que definieron desde sus inicios el avance urbano de La Cañadilla. Cada una de las obras ofrecieron respuestas a la histórica adversidad sociodemográfica de la capital durante los siglos XIX y XX, realidad del todo atingente a la ribera norte del Río Mapocho dado su carácter popular.
La ruta recorre la historia de como este sector se consolidó. Se adentra en sus edificios religiosos, educacionales, gubernamentales y residenciales, concebidos en función de los problemas de salubridad, migración y educación en el barrio, los mismos que convirtieron al vecindario en uno de los más representativos en la “colonización de La Chimba”.
Época y/o horario adecuado
El horario recomendado para realizar esta ruta se restringe a los fines de semana, en un horario diurno, ya que la mayor parte de las estaciones que la componen son de carácter privado o semiprivado. De hecho, en el caso del Museo y Anfiteatro de Anatomía, sus visitas deben autorizarse en el lugar y en este último se realizan clases, por lo tanto, su horario en días hábiles es aún más restringido.
El Día del Patrimonio es una oportunidad perfecta para recorrer estos inmuebles sin necesidad de pedir autorización, pues se encuentran abiertos al público general.
Acceso
En vehículo propio
Se pueden encontrar estacionamientos en las manzanas aledañas a Avenida Independencia, aunque por razones de seguridad y utilidad el auto no es la mejor opción.
En transporte público y autostop
- En metro: La ruta privilegia la llegada en metro mediante la estación Puente Cal y Canto combinación de linea 2 y linea 3
- En Línea RED: 409, 517, 401, 201E tienen paradas cercanas a la estación de metro.
Descripción de la ruta
Estación 1: Estación Mapocho
Durante la segunda mitad del siglo XIX, durante la intendencia de Benjamín Vicuña Mackenna, Santiago vivió un complejo cambio urbanístico. Era necesario mejorar la infraestructura y equipamiento de las emergente población periférica que trajo consigo el proceso de industrialización. Se estableció un programa llamado “La transformación de Santiago” que fijó una “cintura de hierro" (o "camino de cintura") que ceñía a la capital. El trazado de la línea de ferrocarril de la Circunvalación de Santiago definió los límites de la ciudad de la época y estableció las líneas de conectividad a través de las cuales se distribuían los insumos y se desplazaba la mano de obra para la actividad productiva. Se volvió un elemento clave para el desarrollo periférico y económico de la urbe.
La inauguración del Ferrocarril Santiago-Valparaíso en 1863 en conjunto con las obras de la Circunvalación de Santiago impulsaron vigorosamente el comercio periférico. Si bien el ferrocarril llegaba solo hasta Estación Central, los bienes que transportaba eran repartidos desde esta y desde su estación anexa en el Barrio Yungay. La estación de Yungay alimentaba a su vez al antiguo Mercado de Abastos ubicado al norte de Santiago, en la ribera del Río Mapocho. En 1872 se edificó sobre ese viejo recinto el Mercado Central de Santiago, y en sus alrededores se asentó una zona libre de comercio y mercaderes. La actividad impulsó la construcción de una nueva estación, más cercana a este nodo comercial, que se concretó en 1888 bajo el nombre de Estación Mercado. Era un ramal de la Estación Yungay, localizada entre Teatinos y Avenida Presidente Balmaceda, a cuatro cuadras del mercado.
Junto a las obras de transformación de Santiago impulsadas por el incansable Mackenna tuvo lugar la canalización del Río Mapocho (1886 - 1891), desarrolladas por el ingeniero Valentín Martínez. El trabajo involucró el espacio entre el camino de cintura oriente -hoy Plaza Italia- y el puente de Ovalle-Hornillas, hoy Vivaceta. Las quintas y peladeros en los que se desarrollaban robos y otros delitos se convirtieron en un terreno apto y razonablemente seguro para la construcción de futuro equipamiento para la ciudad. Esto dio pie, entre otras cosas, al Parque Forestal, originado a partir de los jardines del Museo de Bellas Artes diseñado por Emile Jecquier e inaugurado en 1910.
En 1904, favorecido por la canalización del Mapocho y el embrionario Parque Forestal, se decidió remodelar el antiguo ramal ferroviario de la Estación Mercado trasladándose hacia unos nuevos terrenos frente a la calle Bandera. Esta nueva estación estuvo a cargo del arquitecto Emile Jecquier, quien inició la construcción en 1905 con el propósito de inaugurarla con motivo del Centenario de la Independencia en 1910. Se comisionaron estructuras metálicas diseñadas por el arquitecto a la Compagnie Centrale de Construcciones Hayne Saint Pierre en Bélgica. Fueron necesarias para el levantamiento de las bóvedas interiores del hall de distribución y las marquesinas laterales.
¿Por qué se llama como se llama? : Para el primer aniversario de la independencia, una época anterior a AliExpress, las telas eran caras y escasas. Había pocas banderas dando vueltas. El gobierno tuvo que pedir prestada una al Gobernador de Valparaíso para poder izarla en la Plaza de Armas, en esquema pierde-paga. Un comerciante de textiles llamado Pedro Chacón Morales, futuro diputado y abuelo de Arturo Prat, aprovechó la carestía para dar un golpe publicitario e izó un enorme pabellón en el frontis de su tienda, en esquina de Huérfanos con De Las Capuchinas. La gente comenzó a hablar de la Calle de la Bandera... y nunca dejó de hacerlo |
¿Sabías que? : Para comprobar la resistencia de la estructura belga, se colgó una locomotora desde los arcos que conformaban la nave principal. Si bien resistieron, se aplicaron correcciones mínimas para asegurar su resistencia. |
No se cumplió la meta del Centenario. Conjuraron la mala calidad del terreno, dificultades técnicas y atrasos en la habilitación de los servicios ferroviarios anexos. Se inauguró parcialmente en 1912, sin público y con pocas autoridades. La obra fue recibida de forma oficial en 1914 e inició funciones que se prolongaron por siete largas décadas.
En diciembre de 1976, la Estación Mapocho fue declarada Monumento Nacional. Esto facilitó hacia 1985 un proceso de restauración a cargo del arquitecto Cristian Besseler. Tras estudiar las obras de Emile Jecquier intentó devolver la gloria y distinción originales. Se rasparon las nobles maderas, cuyas vetas figuraban sumergidas bajo sucesivas capas de pintura, se recubrieron los zócalos exteriores con piedra rosada de Pelequén. El realce la volvió un remate justo y lógico del Parque Forestal.
Durante la remodelación la estación fue cerrada al público. Los servicios ferroviarios fueron desviados hacia la Estación Alameda a través del Túnel Matucana, lo que ocasionó retrasos y con ello una significativa baja del número de pasajeros. En febrero de 1986, el trágico Accidente de Queronque provocó la suspensión definitiva de los servicios a Valparaíso. Esta tragedia ocurrió a cuatro kilometros de Estación Limache, cuando en una curva el convoy AES-9, se incrustó cinco metros en el tren que venía en sentido contrario. Los pasajeros de los asientos delanteros de ambas máquinas perecieron en el acto. Hubo 58 muertos y 510 heridos, 111 de ellos graves. Fue el broche de plomo a las funciones ferroviarias en la Circunvalación de Santiago.
En 1987, la Empresa de Ferrocarriles del Estado paralizó la remodelación y la Estación Mapocho cesó definitivamente sus operaciones de 73 años. El año siguiente se vendió a la CORFO, institución que la convirtió en un espacio cultural. En 1991 se constituyó la Corporación Cultural de la Estación Mapocho. Se llamó luego a un concurso nacional para el rescate y reacondicionamiento del emblemático edificio.
La propuesta ganadora fue de autoría de un grupo de arquitectos conformado por Teodoro Fernández, Montserrat Palmer, Rodrigo Pérez de Arce y Ramon López. Se cambió de color blanco a ladrillo y se construyó la Plaza de la Cultura sobre el antiguo estacionamiento ubicado en el frontis, que conformó un nuevo espacio para las artes, para la cultura y para el Metro de Santiago. También se restauró la gran nave interior, las salas del segundo nivel y las salas subterráneas, además de las instalaciones y terminaciones del costado sur, los andenes y la escalera de la gran nave.
Hoy la Estación Mapocho es uno de los centros de eventos más importantes de Santiago. Aloja toda clase de eventos y exposiciones, desde programas arquitectónicos, literarios, deportivos, de diseño y geeks, entre otros. Ve si estás de suerte en la Cartelera.
¿Sabías que? : Hay un túnel ferroviario, aún en uso, que conecta Estación Central con Estación Mapocho, pasando a un costado del Parque Quinta Normal. Es el llamado Túnel Matucana |
En ruta :
Cruzando Avenida La Paz se llega a la Pérgola de las Flores, con toda la variedad de flores que puedes imaginar. La Pérgola de las Flores estuvo ubicada en los inicios del siglo XX en la Alameda, donde floristas espontáneos ofrecían sus arreglos. Hoy se encuentra en la ribera norte del Mapocho y alberga distintas generaciones de familias en la tradición del comercio de flores. |
¿Sabías que? : La música y letra de la obra de teatro "La Pérgola de las Flores" fue realizada por Francisco Flores del Campo ¿O no que es un un maravilloso aptónimo? |
Estación 2: Piscina Escolar
La Piscina Escolar Temperada de la Universidad de Chile fue construida en 1929 durante la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo como parte de un plan de desarrollo para mejorar la capacidad física y calidad de vida de los jóvenes.
El edificio, de cerca de 3500 m2, dispone en su parte central de una piscina temperada de seis andariveles de 25 x 7 metros. Diseñada por el arquitecto chileno de origen polaco Luciano Kulczewski, actualmente se encuentra declarado Inmueble de Conservación por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y en 2016 fue aprobada como Monumento Nacional en categoría de Monumento Histórico. En 2014 la Universidad de Chile ganó un concurso de protección patrimonial del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), para restaurar las tres fachadas de la piscina que dan hacia Avenida Santa María, Independencia y Calle Artesanos.
El inmueble responde a una variante del Art déco, con formas limpias y escasez decorativa. Destacan el remate seco de los muros, los acartelamientos de las vigas (aumento gradual de la altura de una viga de hormigón armado por el ensanchamiento análogo de los elementos de apoyo), y el característico juego de luces y sombras en los cabezales de las vigas, logrado con cortes geométricos que no tienen la blandura del otro estilo trabajado por Luciano Kulczewski, el Art noveau.
¿Sabías que? : En julio de 2011 se realizó, en el marco de las célebres movilizaciones estudiantiles lideradas por Camila Vallejo y Giorgio Jackson, una Natatón por la Educación Chilena. Durante 48 horas cada participante nadó por quince minutos en la piscina. |
Solo se puede acceder al hall central. Para entrar a el área de piscina se debe ser parte de la Escuela Pública de Natación donde se ofrecen clases para el público general. Valores y horarios. El acceso es liberado para estudiantes de la Universidad de Chile.
¿Sabías que? :
Las obras del Puente Cal y Canto se iniciaron con reos, en calidad de mano de obra forzada. Fueron acollarados en parejas, con cadenas por los pies. De noche se recogían en galpones adaptados como presidios junto a la obra misma. Luis Manuel de Zañartu, corregidor de Santiago, recorría bodegones, casas de juego, chinganas y otros reductos de mala muerte y apresaba a los que no conseguían huir. Los dueños de esclavos los enviaban por unos días a las obras cuando debían ser castigados. Los presidiarios que sucumbían a los latigazos, la insolación u otros males —Zañartu mató a uno con su propia mano— eran enviados a una "sala de presos convalecientes" en el Hospital San Borja, actual Remodelación San Borja. El procurador de pobres, Diego Toribio de la Cueva, denunció "los implacables gemidos del continuado padecer de estos miserables, que se hallan trabajando al rigor del sol, con una vergonzosa desnudez, mal comidos, enfermos y ultrajados". Zañartu contestó entre otras cosas que recibían tres panes y una libra de charqui al día "con que viven fornidos y lozanos". En 1779 se estableció un impuesto al mate para financiar el puente. Ocurre que el mate era la más popular de las infusiones. Algunos años después la británica María Graham escribió que el desayuno chileno “Consiste a veces en caldo, o carne y vino, pero todos toman mate y chocolate junto a la cama”. Sería más tarde en el siglo XIX que, por influencia británica, el té desplazó al mate. Por supuesto, hubo quejas múltiples y consultas enviadas a España por este impuesto. Escribe Vicuña Mackenna que "los santiaguinos consentían en ahogarse con tal de tomar mate a poco precio. La mezquindad tiene también su heroísmo". La obra tomó quince años, trabajando desde que se insinuaba "el canto de la diuca" hasta la puesta de sol. El puente se inauguró el año posterior a la imposición del impuesto. Benavides y otros notables invitaron entonces a Zañartu a una cena en la que le cocinaron lo mismo que él daba a sus obreros: una sopa achocolatada donde flotaban papas podridas y charqui con gusanos. El corregidor montó en su caballo y se fue pasar la ira a su quinta de La Cañadilla, actual Independencia. Una vez concluid, el puente:
La fabricación de esta argamasa se le llamaba “hacer la pega”, en referencia a sus propiedades adhesivas. Era la tarea más dura, lo que explica que hasta hoy hablemos de “la pega” como sinónimo de trabajo. La historia del puente llegó a su fin con una crecida de 1888. Tan calamitosa, que hasta el presidente Balmaceda se apostó a contemplar. El Mapocho arrastraba faroles, árboles, casuchas, animales y por un momento se cubrió de miles de cebollas escamoteadas a un depósito. A eso de las 17:15 crujió. Era el fin. Dice Rosales que:
Quedó tan maltrecho que fue demolido, tras 106 años de servicio |
Estación 3: Antiguo Instituto de Higiene
Fue construido durante el gobierno de Germán Riesco, a comienzos del siglo XX, pero echa raíces mucho antes, en el periodo en que las enfermedades e insalubridad campeaban en los barrios periféricos de la capital. Esto gatiló de parte del gobierno una revolución sanitaria destinada a combatir la mortalidad infantil y adulta.
Nuevas clases sociales resultaban de la migración del campo a la ciudad y de la masificación de la minería. El grueso de los recién llegados vivía en condiciones de indecible hacinamiento, no pocos compartiendo el espacio con animales de corral. La esperanza de vida a fines del siglo XIX era de entre 27 y 28 años, y la mortalidad infantil al despunte del siglo XX de 342 por mil nacidos vivos. Incluso hubo una epidemia de peste bubónica en 1903, el mismo flagelo que diezmó la Europa medieval. Recién en la década de 1920 la esperanza de vida comenzó a progresar para alcanzar los 55 a mediados del siglo XX.
Santiago en particular detentaba los índices de mortalidad infantil más altos de América Latina. Vicuña Mackenna describía los barrios populares como “ciudad bárbara injertada en la culta capital de Chile y que tiene casi la área de lo que puede decirse forma el Santiago propio, la ciudad ilustrada, opulenta, cristiana”. Hablaba de los arrabales como "aduar africano", “pocilgas inmundas”, "tolderías de salvajes", "inmensa cloaca de infección y de vicio, de crimen y de peste, un verdadero potrero de la muerte".
Tras recorrer el país para un estudio sobre la materia, Tancredo Pinochet concluyó que “todo Chile es un matadero infantil”. Tan común era el deceso de niños que los funerales de “angelitos”, como se los llamaba, eran rutinarios. El pequeño inerte, acicalado con las mejores pilchas para la ocasión, era situado al centro de la habitación a fin de hacerlo partícipe de los bailes y cantos en su honor. No era raro que estos festejos dieran paso a borracheras o bataholas, luego de las cuales el infante era sepultado.
En los barrios de la Chimba en la segunda mitad del siglo XIX las prácticas higienistas básicas domésticas y públicas era casi nulas. Casi todos la las ignoraban. El Barrio Independencia en particular poseía un problema de prostitución rampante, de modo tal que las enfermedades de transmisión sexual fluían como el agua. La gonorrea y sífilis con frecuencia terminaban en la muerte. Hubo brotes de cólera, viruela y tuberculosis que terminaban con la vida de alrededor del 80% de los niños infectados.
En respuesta, el presidente Jorge Montt y Ramón Barros Luco reunieron a un grupo de prominentes médicos de la época en el Consejo Superior de Higiene Pública, con Federico Puga Borne como primer director. Este organismo inició políticas de salud pública que volvieron la situación menos crítica, investigando, vacunando y promoviendo educación sanitaria a la población.
Antes de transformarse en el Instituto de Higiene la comisión se estableció en Quinta Normal para luego emigrar a un edificio en calle Rosas. Allí fueron testigos del azote de las rampantes epidemias del Barrio Mapocho e Independencia. La compra de los terrenos para el establecimiento definitivo se realizó durante la canalización del Río Mapocho. La construcción del edificio actual se inició cuando finalizaron las obras fluviales.
La obra fue encargada al arquitecto Emile Jecquier, quien también diseñó Estación Mapocho y el Museo de Bellas Artes, entre otras obras (Jecquier es uno de los arquitectos más influyentes del Centenario). La obra adquirió la forma de un volumen central de tres pisos, con dos cuerpos laterales de solo dos, construido en estilo Neoclásico propio de los inicios del siglo XX. Resalta por simetría y la ornamentación en su fachada, entre las que destacan sus balaustres y pilastras que simulan columnas de orden jónico. Se accede por tres entradas de arco de medio punto que delimitan el perímetro, junto al enrejado de forja de hierro fundido. En su interior se encuentra un vestíbulo central, cuyo espacio se ve contenido a través de columnas corintias, abriendo sus pasillos y su escalera central. El resto del edificio cuenta con oficinas y salas de reuniones, destacando por sus pabellones que fueron adaptados como museo y biblioteca.
Fue inaugurado en 1906 y se entregó al servicio de la comisión con una inscripción bajo la cornisa del segundo piso que lee “CONSEJO SUPERIOR DE HIJIENE” (por la ortografía de Bello, utilizada en Chile entre 1844 y 1927). Su uso se destinó a la desinfección de conventillos y ranchos. Para ello se instalaron en su interior equipos técnicos y personal, quienes además impulsaron la creación de una incipiente red de laboratorios de química, bacteriología y oficinas de desinfección. La institución se alzó en una de las líderes de producción de vacuna antirrábica y suero antidiftérico en Sudamérica.
El Consejo Superior de Higiene Pública permaneció en el edificio hasta 1924, cuando pasó a ser administrado por un reciente Ministerio de Salud, conocido entonces como Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social. Se consideró que las acciones del consejo ya no serían necesarias, y fue cerrado en 1924.
Sin embargo, el edificio continuó siendo utilizado por diversos organismos del estado:
- Tras el desalojo por parte del consejo fue ocupado como sede del Instituto de Salud Pública.
- En 1929 acogió a la Escuela Nacional de Higiene (futura Escuela de Salubridad de la Universidad de Chile).
- Desde 1930 y hasta la década de 1940 albergó al Instituto Bacteriológico de Chile.
- A mediados del siglo XX pasó a formar parte de el Servicio Nacional de Salud, creado en 1952.
En 1977, el gobierno de Augusto Pinochet lo transformó en centro de detención para la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y posteriormente para su sucesora, la Central Nacional de Informaciones (CNI). Les resultaba práctica la proximidad con el Cuartel Borgoño en el extremo este de la manzana. Toda suerte de torturas y vejaciones fueron padecidas aquí.
En 1984 se declaró Monumento Histórico el denominado “Antiguo edificio del Instituto de Higiene”, que abarca solo una de las edificaciones, (correspondiente a la sección administrativa y de estadísticas) fundándose en sus valores urbanísticos y en reconocimiento a su importancia para la historia de la salud pública.
En 1988, a finales de estos oscuros años de dictadura, el Pinochet junto a Máximo Honorato, Alcalde de Santiago, entregaron el recinto a la Policía de Investigaciones de Chile, junto con las restauraciones correspondientes. Fue utilizado por este organismo hasta el terremoto de 2010 cuando los daños obligaron a desalojarlo y trasladarse al complejo de avenida Pajaritos.
Estación 4: Parroquia Milagroso Niño Jesús de Praga
Ya cruzado el límite de Recoleta hacia la comuna de Independencia, se erige este maravilloso templo católico: la Parroquia Milagroso Niño Jesús de Praga o Iglesia Carmelita. Es un infaltable en esta ruta aunque sus horarios exigen cierta planificación (de 8:30 a 12:30 y en la tarde de 17:30 a las 20:15). Fue construida entre 1916 y 1920 en estilo neogótico.
La orden de los Padres Carmelitos Descalzos llegó a Chile a fines del siglo XIX. Con el apoyo de las hermanas Carmelitas, que donaron parte de sus tierras, consiguieron el terreno donde hoy se posa este templo. Se encargó la proyección del templo al arquitecto José Forteza. La ansiada inauguración tuvo al fin lugar el año 1920 con la asistencia de cerca de mil personas en una celebración que duró casi una semana.
El edificio luce una clara inspiración gótica, con una sola torre que culmina en una aguja calada, identitaria de la zona, que alcanza los 45 metros de altura. En la fachada se aprecian elementos habituales de la imaginería gótica: Arcos ojivales, derrame, archivolta, gablete y doselete con pináculos. La torre tiene ventanas de arcos ojivales con una hornacina con la imagen de Jesús. Se cuenta que el diseño de la torre central puntiaguda y de base hexagonal, era una evocación a la hermosa -y desaparecida- Iglesia del Carmen Alto, que se ubicaba en el sector de la Alameda.
En el interior la iglesia cuenta con una planta rectangular de tres naves que culmina en un altar en ábside. Está construida en albañilería con uso intensivo de moldes, bóvedas nervadas y caladuras típicamente góticas. Notar los diversos frisos, vitrales, cuadros, estatuas religiosas y maderas talladas.
Tal como las otras iglesias neogóticas del país, la disposición de puertas, naves y altares no está en el tradicional eje Este-Oeste, sino Norte-Sur.
¿Sabías que? : La orientación particular de este tipo de templos se encuentra cargada de leyendas. Se rumoreaba de la existencia de galerías subterráneas que la conectan al templo San Rafael bajo la Av. Independencia, para encuentros secretos entre el ala masculina y el ala femenina de las Carmelitas. Sin embargo, sobre su supuesta presencia, solo se cuenta con referencias ambiguas e imprecisas. Para más información sobre los olvidados túneles bajo Santiago, se recomienda el artículo "El misterio de los subterráneos" de Urbatorium. |
En qué fijarse :
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Estación 5: Cité Capitol
Frente a la majestuosa fachada de la Iglesia y Monasterio del Carmen Bajo, se encuentra un edificio de renta que ocupa todo el costado de la manzana. Con un programa comercial en el primer nivel y residencial en el resto de sus tres pisos de altura (cuatro en su bloque central), el edificio caracteriza la cuadra a través de sus influencias estilísticas Tudor y toques de Art déco. Este edificio actúa como un umbral por el cual se descubre este interesante conjunto. A través de su bloque central, cruzando un gran portal y arco, concibe en su interior a uno de los cites más hermosos y estéticos para la vista en Chile.
Esta pieza surge fruto de una idea de la familia empresarial de Matías Marto, vinculada con las artes escénicas y espectáculos. El propósito era levantar un gran conjunto residencial con fines de arriendo, que contaría con cine-teatro propio. La obra se encomendó a Manuel Parra Flores y Oscar Galleguillos, ambos arquitectos de la Universidad Católica, y fue edificada por la casa constructora M. Lavín Albo. El diseño se compone de un cité contenido al interior de la manzana, donde conversan en sus dos pisos las tendencias estilísticas hispano mediterráneas, dando aires de la época colonial. Estos rasgos coloniales resaltan en algunos detalles Tudor y Art déco.
Al interior del conjunto, al costado norte inmediatamente después del umbral de acceso, se encuentra el Teatro Capitol. Es una modesta sala-auditorio con aspecto de cine clásico que reúne las influencias escénicas de los dueños, las que fueron incorporadas por los arquitectos para concebir el particular estilo arquitectónico interior. El teatro cuenta con una bóveda acústica y losas inclinadas de concreto. Aún puede reconocerse en su acceso las mamparas y alero sobre lo que debió ser la boletería. Recibía a 1200 espectadores cómodamente sentados, distribuidos en 500 butacas de platea, 200 sillones de balcón y 500 galerías. El teatro se encuentra en desuso. Es ocupado por la fábrica de hielo “Cumbre”, con acceso por calle Mathieu al sur.
Fue dirigido por el prestigioso empresario Judeo-Austríaco Max Glücksmann, conocido por poseer cines y teatros por todo Sudamérica. Al momento de su inauguración en 1928 era promocionado como el primer teatro moderno, sede de artefactos y maquinarias de proyección de último modelo. Abrió sus puertas con una ceremonia de música por la Orquesta Sinfónica y de la Orquesta del Teatro Municipal, seguida del filme “Algo más que Amor” protagonizado por Clara Bow, la gran bomba sexy de los '20, para acabar con un espectáculo del humorista Rojas Gallardo.
Si bien las salas del Teatro Capitol están apagadas, aún cautiva este misterioso cite escondido entre los edificios de Independencia. El lugar sigue evocando los aires de la época y su rol en la urbanización de La Chimba, reflejo de las iniciativas de poblamiento obrero de las comunas a través del arriendo. Hoy el conjunto es un Inmueble de Conservación Histórica, protegido por el plan regulador vigente.
Estación 6: Conjunto Picarte
Construido sobre el antiguo sector del “Arenal”, sobre una población trazada en el siglo XIX de nombre “Población Ovalle”, este conjunto residencial se proyectó presuntamente a principios del siglo XX. Debía mitigar el déficit de vivienda popular ocasionado por la rampante migración campo-ciudad de esa época. Fue diseñado en modalidad cité; es decir, un continuo de viviendas que abarca toda la manzana perimetral. Se incluyó la manzana inmediatamente al sur que, si bien no repite la organización espacial interior, presenta características tipológicas y constructivas similares, complementando e integrándose al conjunto mayor.
La obra está constituida por un volumen perimetral continuo de viviendas de dos pisos, similar a la tipología de fachada continua. El conjunto se divide en cuatro, a través de dos pasajes interceptados por uno central, a los cuales se accede a través de zaguanes. Hacia el interior del conjunto, frente a los patios conformados por dichos pasajes, se disponen viviendas de un piso. La homogeneidad del conjunto se denota mediante a la albañilería de ladrillo al descubierto, enmarcando sus vanos a través de estuco. Se consigue una unidad a través de la simpleza.
Esta construcción evoca a la sociedad de principios del siglo XX, rememorando su forma de vida residencial y comunitaria. A la vez, destaca por su identidad dentro del plano urbano de la comuna. Su escala y aproximación residencial colaboran en la implementación del ambiente socioeconómico del antiguo sector conocido como la Chimba. Hoy el sector conviven armónicamente antiguos residentes junto a población migrante que, si bien muchos ignoran la historia de este conjunto patrimonial, todos valoran la preservación del inmueble y el cuidado de sus espacios.
Estación 7: Iglesia y Monasterio del Carmen Bajo
El origen de este monasterio recae en una petición del presidente del Cabildo de Santiago y devoto de la Virgen del Carmen, Luis Manuel Zañartu (más conocido como el gran impulsor del Puente Cal y Canto). En 1762 elevó una petición al Rey Carlos III para la construcción de monasterio de las Carmelitas Descalzas en Santiago. En 1766 esta petición fue concedida a través de una cédula de Real Licencia por el rey y se dio inicio a las obras un año después.
El monasterio fue concluido en 1770, con un estilo típico colonial, de cuerpos angostos que se intersectan formando pequeños patios, con muros de adobe, cubiertas de teja y pilares esbeltos. De este conjunto actualmente solo subsisten el atrio de la portería y los claustros laterales. Sin embargo, aún se puede apreciar el contraste con la Iglesia en cuanto a las diferencias estilísticas, materiales y de forma, pareciendo un conjunto construido en una época anterior.
La iglesia comenzó a construirse recién en 1774, por su elevado costo y materialidad, bajo la dirección del alarife Marcelino de la Peña y de Juan Solís. Fue finalizada en 1777 inaugurada por el corregidor Zañartu y la Real Audiencia de Santiago. Se erigió sobre una planta rectangular adosada al monasterio. La construcción implicó gruesos muros de albañilería de ladrillo que llegaban a los 1,4 metros de espesor. Su elaborado tratamiento de fachadas en base a arcos de medio punto, pilastras y columnas de medio punto, y una arquivolta en su frontón triangular semicurvo de su portada adscriben la obra al estilo neoclásico con raíces renacentistas, propias de la arquitectura historicista decimonónica.
Adosada al frontis de la iglesia se levantó una torre. Esta pieza fue intervenida por Fermín Vivaceta en 1870, quien la concibió de ladrillo hasta su cornisamiento superior. En lo alto le fueron incorporados cuerpos de madera forrada por hierro estampado, fue rematada por una imagen del Arcángel San Rafael.
El interior del templo luce dos naves paralelas, una principal por la cual se accede a la iglesia, y otra lateral más pequeña. A pesar de la diferencia de tamaño, ambas presentan similitudes en cuanto a su ornamentación. Destacan los cielos, que lucen bóvedas de crucería. Ambas naves, son conformadas por grandes arcos de medio punto y en sus muros surge un juego de columnas y pilastras de mármol de orden corintio, al igual que en su fachada, y en los vanos se presentan vitrales verticales conformados por arcos de medio punto. La principal diferencia entre las naves se denota en la lateral, que presenta pequeños arcos de medio punto formando nichos triangulares.
¿Sabías que? : La advocación del cementerio fue dirigida al Arcángel Rafael y a pesar de la estatua que corona su torre, la advocación de la iglesia fue dedicada a la Madre Santísima del Carmen. |
En 1783, un desborde del Río Mapocho azotó los muros de adobe del convento ocasionando grandes daños en los cimientos de la iglesia y su torre. Las monjas carmelitas se mudaron a la congregación de la Recoleta Domínica mientras se realizaban las reparaciones. Durante la primera mitad del siglo XIX las inundaciones del Río Mapocho eran frecuentes, debido a que aún no se realizaban las obras de canalización por Vicuña Mackenna (1886-1891). Las pataletas del torrente andino causaron grandes daños en los muros y cimientos del conjunto, los cuales fueron reparados con las remodelaciones realizadas por Fermín Vivaceta en 1870.
¿Sabías que? : Esta comunidad de monjas es la misma que da origen a la primera Gruta de Lourdes. Llevaron la primera imagen desde esta iglesia a la gruta y, de acuerdo a la tradición, le restauraron milagrosamente la vista a un ciego. |
La urbanización del sector de La Chimba, provocó que los barrios se volvieran muy ruidosos. Es por ello que el Carmelo San Rafael abandonó Recoleta y se trasladó a La Reina en 1958. La Iglesia quedó en el más triste abandono, e incluso fue transformada en bodega para cobijar artículos de la popular feria de La Vega. En 1983 el conjunto fue declarado Monumento Nacional y desde 1985 es acogido por la sede de la Vicaría Episcopal de la Zona Norte de Santiago.
Hoy en día la Iglesia se encuentra cerrada al público y su acceso es restringido, pues aún se reparan los daños del terremoto de 2010.
En ruta : Se pasará por el Conjunto residencial Diego de Almeyda, construido aproximadamente en 1925, también como respuesta a la migración campo ciudad. Se emplazó en los antiguos terrenos del convento carmelita El Carmen Bajo y colindante a este. Al interior de la manzana, son 14 viviendas de dos pisos organizadas en torno a una pequeña plazoleta central que articula la circulación peatonal y vehicular interna, habilitando un único acceso desde la calle Antonia López de Bello, al sur.
La armónica y equilibrada agrupación de los volúmenes constructivos se expresó como la influencia del Tudor. Se aprecia por el sobrio tratado de su albañilería de ladrillo, que emplea ocasionalmente estuco como ornamentación en el enmarque de los vanos y en la separación de los pisos. Destacan los perfiles labrados que soportan el voladizo de las techumbres. |
Estación 8: Conjunto Lastra
Este conjunto consiste en tres viviendas de fachada continua de dos y tres pisos, diseñadas por Teobaldo y Francisco Brugnoli, hermanos responsables de una vasta cantidad de obras relevantes en la capital. Teobaldo se abocó sobre todo a obras residenciales, como el Barrio Elías de la Cruz en Ñuñoa.Francisco en cambio, se dedicó a una arquitectura de carácter funerario, proyectando una gran cantidad de mausoleos en el Cementerio General. Los Brugnoli también proyectaron variados mausoleos juntos y obras como el Edificio de las Fuerzas Armadas en el Barrio Lastarria.
En estas obras se aprecian las influencias propias de las tendencias estilísticas de la primera mitad del siglo XX. Las tres viviendas lucen un estilo ecléctico, incluyendo aspectos del Art Decó y del Racionalismo. A través de la libertad de diseño y el manejo de material son un reflejo de los comienzos de la transición a la arquitectura moderna.
A pesar de estar compuesto por solo tres viviendas, la época de construcción, tipología arquitectónica y los arquitectos responsables la dan valor patrimonial.
Estación 9: Antigua Cervecería Andrés Ebner
Fruto del creciente comercio marítimo con Europa, en 1825 se instaló la primera cervecería en Chile, propiedad del médico británico Andrés Blest. A pesar de ser la cerveza británica una de las primeras en ser distribuida, era considerada de menor calidad en comparación a la alemana que destaca por su fermentación en frío. Se inició una imponente industria cervecera que se desperdigó por el país: Valparaíso, Santiago, Limache y la reconocida Valdivia, entre otras.
El conjunto industrial donde se emplazó esta cervecería fue adquirido por Valentín Koch, quien en 1850 fundó una cervecería en el sector de La Cañadilla. La fábrica rápidamente cambió de propietario debido a la repentina muerte de Koch en 1869. Pasó a manos de Adolfo Bohlmann, quien la denominó “La Estrella”. El negocio no prosperó, lo que condujo a la quiebra y la posterior subasta del edificio por parte del Banco Nacional de Chile.
El empresario cervecero alemán Andrés Ebner se trasladó a Perú en 1868 y un año después a Chile, donde se asoció con Otto Schleyer para crear en 1870 una cervecería alemana en Talca. Fue tal su éxito que decidió trasladarse a Santiago. Adquirió “La Estrella” en La Cañadilla a través de una subasta. Trajo maquinaria desde su cervecería talquina e importó algunas nuevas. Tras cinco años las instalaciones fueron remodeladas (1885 - 1888), dándole un uso mixto a la propiedad. Se implementó una división de programa de oficina y residencial, este último en el segundo piso.
Del conjunto industrial solamente queda un vestigio de lo que fue el edificio principal, supuestamente diseñado por el arquitecto alemán residente en Chile Adolfo Möller entre 1885 y 1888, por encargo de Andrés Ebner. Möller también diseñó el patio interior del conjunto, un muro cierro de la calle y el horno de secado de cebada. Estos elementos fueron declarados Monumentos Nacionales junto al edificio en 1984.
El edificio principal es una estructura de dos pisos que mezcla diversas materialidades y técnicas constructivas. Resalta la albañilería de ladrillos en conjunto con una sillería de piedra y entrepisos de estructura metálica. Este edificio (dividido en su primer y segundo piso por Andrés Ebner) presenta una torrecilla acompañada por una larga fachada hacia la calle. La concepción estilística combina un simple eclecticismo con elementos formales del historicismo decimonónico. El primer nivel destaca por su tratamiento de un grueso almohadillado en la inscripción de las ventanas contenidas y repetidas a través de arcos de medio punto en su fachada y que, a través de su ornamentación, remarcan en la fachada la división programática entre los pisos.
¿Sabías que? : En 1902 esta fábrica introdujo la gaseosa Bilz en el mercado chileno. Creada por el naturópata alemán Friedrick Eduard Bilz, fue la primera gaseosa chilena. Fue introducida en una gala del Teatro Municipal de Santiago comercializada bajo sus supuestas propiedades digestivas y casi medicinales. |
Andrés Ebner falleció en 1905 y cedió la fábrica a sus hijos, quienes en 1916 la traspasan a la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), manteniéndose operativa hasta 1978. Ese año la mayor parte del complejo industrial fue desmantelado, a excepción del edificio principal. En 1986 fue adquirido por el empresario Luis Echávarri con la intención de convertir la vieja construcción en un museo de la cerveza (actualmente en construcción) y el resto del demolido conjunto en un polo comercial y gastronómico, dando origen al actual Mall Barrio Independencia.
Estación 10: Parroquia de la Estampa Volada
El origen de esta Iglesia es anterior a la Independencia. Se dice que la parroquia surge de la repartija de estampitas de los santos que practicaba el sacristán Fermín Fabres en el sector que actualmente conocido como La Moneda. De acuerdo a la tradición, una de estas, que representaba a la Virgen, voló por una intensa ráfaga de viento y cruzó el Río Mapocho. El planeo fue seguido por el sacristán y público hasta que, para su asombro, cayó a los pies de una madre que enseñaba catecismo a sus hijos. Eran los terrenos de la familia Valdivieso, posteriormente adquiridos para la construcción de la parroquia. Una réplica de la estampita de la Virgen es la actual imagen central de adoración. La original fue destruida poco después de que cayera en el terreno.
Por iniciativa del Obispo de Santiago Francisco José de Marán, se erigió esta parroquia sobre el terreno donde supuestamente había aterrizado la milagrosa estampita planeadora. La devoción le permitió invertir 40 mil pesos para iniciar su construcción. Se erigió en 1794, con diseño de Juan José Goicolea, con el nombre de Vice-parroquia de Renca. Su nombre actual lo adquirió en 1819, cuando monseñor José Ignacio Cienfuegos la nombró parroquia.
¿Sabías que? : La devoción de Francisco José de Marán, proviene del voto que realizó a la Virgen, implorando amparo. Había sido capturado por el cacique mapuche Huentelemu y estaba ad-portas de su muerte. |
En 1822 un terremoto destruyó el templo, que quedó en desuso por casi siete décadas. En ese periodo se intentó robar la imagen de la Virgen y destruirla, incluso lanzándola al Río Mapocho. A pesar de esto no sufrió mayores daños, estos momentos de agitación donde peligraba la integridad de la imagen eran producto de la disputa que generó su posesión y destino final, de hecho, al parecer la imagen desapareció con posterioridad al terremoto y su autenticidad no puede ser corroborada.
¿Sabías que? : En 1913 criminales colocaron dinamita para acabar con la mentada imagen. Destruyeron todo lo que había en el nicho, pero la imagen no sufrió el menor desperfecto. |
El actual edificio fue construido entre 1890 y 1907, proyectado por el arquitecto francés Eugène Joannon. Adscribió al |neoclasicismo, luciendo una composición bien jerarquizada y organizada. La fachada cuenta dos pares de columnas exentas de orden monumental, con tres altos vanos coronados por arcos de medio punto, fiel reflejo de la organización interior.
Tras el terremoto de 1985 hubo que eliminar las columnas que definían la espacialidad de sus naves. Se reemplazó la estructura de techumbre y se eliminó la bóveda de madera de cañón corrido que cubría la nave principal.
Hoy está cerrada al público y su acceso es restringido debido a las reparaciones que demandó el terremoto de 2010.
En qué fijarse : En el hall de acceso se encuentra la antigua campana de la iglesia que data de 1808 , recordar que el antiguo edificio fue derrumbado por un terremoto en 1822. |
En ruta : En dirección hacia la siguiente estación se ingresa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. La construcción de este edificio se inició tras el catastrófico incendio de la Escuela de Medicina de la Cañadilla de 1948. Resultó destruida por completo, a excepción del Anfiteatro de Anatomía, que databa de 1889. La actual facultad es obra del arquitecto Juan Martínez Gutiérrez (reconocido por sus obras monumentales como la Escuela Militar, la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y el Templo Votivo de Maipú), ganador en 1950 del concurso nacional de anteproyectos para su reconstrucción. Se proyectó un conjunto de gran envergadura, que integró al complejo hospitalario José Joaquín Aguirre (1936 - 1953) construido sobre el demolido Hospital San Vicente de Paul. Debido a los daños del incendio, su composición articula de forma racional el complejo funcionamiento de la facultad sin abandonar la expresión del conjunto a través de las formas puras y escala monumental. |
Estación 11: Anfiteatro y Museo de Anatomía U. de Chile
Origen del Anfiteatro e Historia de la disciplina
¿Sabías que? : La anatomía en Chile es anterior a todo lo que usted pueda imaginar. Se remonta a la práctica de la conservación cadavérica de la cultura Chinchorro (7000 a.c). Mucho antes que en Egipto, efectuaron extracciones de órganos, momificación natural, descuerados y momificación artificial, con cuerpos secados en arena o al fuego. Para que tenga más cuidado cuando hable de "el nuevo mundo" |
Los primeros estudios anatómicos formales e institucionales en Chile se iniciaron en la Universidad de San Felipe, ubicada entre las calles de Pedro Martín (actual Agustinas) y Chirimoyo (actual calle Moneda), en la manzana del actual Teatro Municipal. Esta institución comenzó a funcionar en 1756, dictando Teología, Leyes, Medicina y Matemáticas. En esos años la enseñanza de la anatomía se limitaba a la lectura de algunos de los textos de Hipócrates y Galeno. Era una cátedra opcional. Ni que hablar de cirugía, desaseada labor delegada a los barberos.
Las solicitudes para un anfiteatro de anatomía surgieron cuando el Padre Pedro Manuel Chaparro, médico del hospital San Juan de Dios y primer doctorado en Santiago (1772), buscó un nuevo impulso a la enseñanza. Estableció un plan de estudios de medicina de al menos cinco años, el primero de estos enfocado en anatomía.
Los alumnos debían terminar sus estudios en la Universidad de San Marcos de Lima para ejercer como médicos. Recién en 1786 se “independizó” la carrera en Santiago. En 1808 se planeó anexar nuevamente la escuela de medicina chilena a la peruana, pero la ávida intervención de José Antonio Ríos lo impidió. Ríos a la vez aprovechó la ocasión para exigir nuevamente un Anfiteatro de Anatomía.
Junto con el arribo del doctor José Manuel Grajales, español venido a propagar la vacuna en América, se exigió nuevamente un Anfiteatro de Anatomía, esta vez con el fin de realizar autopsias. Ya para 1833 las disecciones se efectuaban en el Hospital San Juan de Dios en la calle San Francisco, ahora en el primer patio en el anfiteatro o departamento de disección de los cadáveres, inaugurado gracias a las diligencias de Diego Antonio Barros, administrador del establecimiento.
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En 1839 dejó de funcionar la antigua Universidad de San Felipe para dar lugar tres años más tarde a la Universidad de Chile, la más antigua hoy en operaciones, y continuadora de la enseñanza de la anatomía. La disciplina siguió enseñándose a los pies del antiguo Hospital San Juan de Dios (ubicado en ese entonces en la calle San Francisco) hasta 1889, durante el decanato de José Joaquín Aguirre, cuando se inauguró el primer complejo docente enfocado en ciencias médicas: un nuevo edificio de gran envergadura arquitectónica e inspiración greco-romana, bajo el nombre de Escuela de Medicina de La Cañadilla. Este derivó en la actual Facultad de Medicina.
A consecuencia de un incendio que en 1918 afectó la Escuela de Farmacia, localizada en el sector más cercano a la calle Profesor Zañartu, se liberó un terreno alejado de la Escuela de Medicina para la construcción de un propio Anfiteatro de Anatomía. La construcción se inició dos años más tarde, impulsado por la Dirección de Obras Públicas. Fue inaugurado en 1922 con el nombre de Anfiteatro de Anatomía José Joaquín Aguirre. Recogía en su diseño las últimas tecnologías de la época en cuando a tratamiento cadavérico.
La obra se diseñó en base una tipología arquitectónica ecléctica, con influencias Neoclásicas, similar a la Escuela de Medicina de Cañadilla. El edificio de dos pisos fue construido en albañilería y de planta semicircular. La primera planta se destinó a las cátedras de anatomía y la segunda es de carácter soterrado, donde se establecieron los materiales docentes y las instalaciones higiénicas. Con el incendio de la facultad en 1948 esta edificación fue la única que se mantuvo en pie.
Museo de Anatomía
Los orígenes del Museo de Anatomía de la Universidad de Chile se remontan al Anfiteatro de Anatomía antes mencionado y al Gabinete de Anatomía del Dr. Julio Francisco Lafargue, creado en 1857 como apoyo al recinto. Este personaje de origen francés, de vastos conocimientos y cultura literaria, fue un hábil disector. Practicó las primeras inyecciones en venas y arterias y, así como las disecciones, en el antiguo anfiteatro. Es uno de los padres de los trabajos anatómicos en Chile y el primero en conservar piezas anatómicas para luego ser utilizadas en la docencia, en lo que se llamaría pomposamente "museo".
La colección llegó a La Cañadilla junto a la Escuela de Medicina en 1889, y fue usada para exposiciones docentes de esqueletos. La Estatua de Auzoux y otros preparados fueron guardados en muebles de madera. Tras el incendio de 1918 se definió la ubicación del actual “museo” en conjunto con su anfiteatro en un piso subterráneo bajo este. La entrada se emplazó por la calle Profesor Zañartu, en homenaje al profesor de historia del Liceo de Aplicación, asesinado durante la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo.
Posteriormente se movió la colección con el fin de definir un museo hecho y derecho, en honor a la historia de esta disciplina en Chile. La colección del Museo de Anatomía se radicó de forma permanente en el ultimo piso de la Biblioteca Central Dr. Amador Neghme en la facultad. La colección se compone de diversos materiales utilizados en la enseñanza desde 1957, e incluyendo muestras que van desde 1846.
El museo se divide en cuatro exposiciones:
- Exposición de preparaciones cadavéricas y artificiales: Se exhiben alrededor de 500 piezas que muestran con claridad los componentes del cuerpo humano. Destaca un modelo a escala natural del Dr. Auzoux, una figura de papel maché con forma humana que representa a un hombre adulto en posición de pie, compuesta de 92 partes y 2000 detalles, cada una identificada con un número. Fue adquirido en 1846 por el Estado de Chile al quedar fortuitamente en el Puerto de Valparaíso (se cree que es el único ejemplar de este tipo intacto del mundo). Si te interesa aprender más sobre el origen de los preciados modelos de Auzoux te recomendamos leer este artículo por Julio Luis Cárdenas Valenzuela.
¿Sabías que? : Al caer la segunda bomba atómica el 9 de Agosto de 1945 sobre la ciudad japonesa de Nagasaki los rescatistas, pensando que se acercaban a restos humanos, asombrados encuentran la mitad derecha de un Auzoux que databa de 1880. Viajan restauradores japoneses y alemanes a Neubourg, Francia, para recuperar esta pieza y así luego quedar en exhibición permanente en el Museo de Nagasaki. |
- Colección de Teratología:Son 154 campanas de vidrio con partes humanas en formalina para su preservación, con el objetivo es facilitar el estudio de malformaciones en el cuerpo humano.
- Exposición de lienzos anatómicos: 475 ilustraciones realizadas por expertos, docentes y estudiantes a finales del siglo XIX, con el fin de servir como apoyo visual para las cátedras.
- Biblioteca: construida sobre la base de la biblioteca personal del Dr. Gustavo Jirón Latapiat. Contiene libros de anatomía franceses, alemanes, portugueses y españoles. Son fiel reflejo del traslado de conocimientos anatómicos durante la primera mitad del siglo XX.
Las visitas individuales al museo solo funcionaban a través de reserva. Si se desea saber más sobre la futura apertura y condiciones de visita museo, visitar la web.
Estación 12: Capilla del Antiguo Lazareto de San Vicente de Paul
Hacia 1872 se hizo urgente la implementación de hospitales para las emergentes epidemias de viruela y tuberculosis. Se construyó el Hospital del Salvador para enfermos comunes y el Hospital San Vicente de Paul, para los variolosos y tuberculosos. Para la recolección de fondos fue designada una comisión liderada por Vicuña Mackenna y Ramón Barros Luco.
Se adquirió el terreno al costado de La Cañadilla (actual terreno de la Facultad de Medicina) y los planos del conjunto hospitalario fueron encargados a el arquitecto Eusebio Chelli, reconocido por sus obras como La Recoleta Dominicana y el Templo de la Preciosa Sangre. La construcción y el manejo de obras se adjudicó al arquitecto Carlos Stegmoller. Dada la marcada religiosidad de la época, la mayor parte de los conjuntos hospitalarios consideraban la construcción de una capilla en su interior. En este caso, la capilla fue confeccionada como el elemento central y ordenador de todo el recinto hospitalario.
¿Sabías que? : Durante la Guerra del Pacífico, el conjunto hospitalario quedó destinado exclusivamente para el Ejército y la sección lazareto para los variolosos. Asimismo, para la guerra civil de 1891 se acogieron cerca de 2000 heridos de las batallas Concón y Placilla. |
La Capilla del Lazareto comenzó a erigirse en 1872, y desde la propia inauguración, en 1875, adquirió carácter público. La administración quedó a cargo de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, una antigua congregación religiosa que llego a Chile en 1860. Estas monjas francesas se instalaron en los pabellones adosados en la fachada sur de la capilla.
El diseño de la capilla es una planta de cruz latina, con la singularidad de que el tramo mayor de la nave principal es el que se ubica tras el crucero. La fábrica está constituida por gruesos muros de albañilería de ladrillos adosados y recubiertos por cal. Sus fachadas poseen un tratamiento estilístico semejante al Neorromántico o Historicismo, infrecuente en Chile. Destacan las pilastras adosadas que actúan como contrafuertes de los muros perimetrales, los arcos de medio punto simulados en sus muros que contienen ventanas y la banda de arquillos ciegos, que recorren toda la edificación por debajo de su cornisa superior. Hay elementos singulares que le dan carácter a la obra, tales como: la torre cuadrada enmarcada por pilastras, semejante a la arquitectura italiana, y la puerta tallada de dos hojas que permite el acceso principal a la capilla.
En qué fijarse : Al interior de la capilla se encuentra un órgano del reconocido Luthier Oreste Carlini, construido en los inicios del siglo XIX |
En 1889, entre las secciones de hombres y mujeres del Hospital San Vicente de Paul, se construyó el edificio de la Escuela de Medicina de la Cañadilla. El conjunto quedó a disposición de esta facultad, incluyendo a la Iglesia para efectos administrativos, si bien perteneciente al Arzobispado en el plano eclesiástico.
Tras el voraz incendio de 1948, quedó totalmente destruido el hospital junto con gran parte de la facultad. Fue demolido en 1952, dando paso a la construcción de la nueva Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Quedó como recuerdo de este conjunto hospitalario la Capilla del Antiguo Lazareto de San Vicente de Paul, sobreviviente casi intacto. Solo hay dos restauraciones registradas. La primera surge en 1994, gracias al aporte de un empresario anónimo, que permitió restaurar 18 vitrales. Tres años más tarde se renovar el interior de la capilla por completo, sin modificar la obra estructural.
Recomendaciones
- Al contar con varias estaciones de carácter residencial, se recomienda discreción y pedir autorización de los vecinos para fotos y/o recorrerlas.
El misterioso túnel de Avenida La Paz
En julio de 2019 fue descubierto un túnel bajo Avenida La Paz, casi esquina Olivos ubicación exacta, que conecta la Faculta de Odontología de la Universidad de Chile con el Hospital Psiquiátrico. No está claro el propósito ni la antigüedad. No está abierto al público.