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Galerías de Cine de Concepción

4 bytes añadidos, 20:31 4 ene 2022
Descripción general
Los cines comenzaron a articular una dinámica en torno a ellos, con comercio aledaño, pastelerías, confiterías y un gran intercambio social. El cine se integró como una actividad urbana, era parte del diario vivir y más que un acto asociado al ocio, era vivir la ciudad, involucró recorrer la urbe, deambular por sus calles y generar más panoramas antes o después de la misma película. El terremoto de 1939 dañó a la ciudad de Concepción pero no su espíritu. De inmediato se dio la orden de reabrir las salas de cine, en primer lugar porque sus modernas estructuras no cayeron y además porque significaba un respiro y un descanso para los penquistas. Tras la catástrofe, se abren nuevas salas, que en un lapso de dos décadas formarían un nuevo circuito de salas de espectáculos en la ciudad y se asociaron al pujante comercio existente en el centro de Concepción. Tras la catástrofe permanecieron los modernos Central, Roxy e Ideal, (que posteriormente se llamó Rex) además del ya viejo Teatro Prat, vestigio de los inicios del cine en la ciudad. Entre 1940 y 1960 aparecieron el Explanade, (posterior Astor), el Cervantes, el Lux, el Windsor y el Alcázar, siendo este último un gran ejemplo de un cine anclado a una galería comercial, tipología arquitectónica arraigada en Concepción y que conjugada con los cines, resultaba en una multiplicidad de actos y funciones en pleno centro.
 
 
1960 implicó un nuevo terremoto para Concepción y un ideario moderno de hacer ciudad que quedó plasmado en estilizadas torres insertadas en placas comerciales de uno o dos pisos que incluían galerías comerciales, evidentemente algunas de estas galerías tenían cines en su interior. Siguiendo el patrón del cine subterraneo como el Alcázar/Plaza, entre 1960 y 1970 abrieron los cines; Regina, (en Galería Carlos Akel), Lido, (en Galería ICONSA) y Romano, (en Galería Romano). La década de 1960 fue el punto máximo de actividad cinéfila en la ciudad, las nuevas tres salas se codeaban con los anteriores, el ya viejo Roxy rebautizado como Ducal, el Ideal ya conocido como Rex, el Central conocido como Teatro Universidad de Concepción tras ser adquirido por la institución luego de la inhabilitación del antiguo teatro además del Astor, Cervantes, Lux, Windsor y Alcázar. 11 salas que deleitaban a los penquistas con estrenos,clásicos del ayer, especiales rotativos para niños y un sinnúmero de actos asociados como conciertos, recitales de poesía, shows de revistas y vedettes y orquestas en vivo.
Una intensa actividad que declinó desde las décadas de 1970 producto de cambios en la forma de concebir el cine. La incidencia de la televisión y de los posteriores videoclubs, generaron una disminución en el negocio cinematográfico, mermando la cantidad de salas de la ciudad. Ya a inicios de la década de 1990 varios cines habían cerrado, manteniéndose sólo el Teatro UdeC, el Ducal, el Lido, el Romano y el Regina con una cartelera variada mientras que el Windsor y el Plaza, (ex Alcázar), incursionaron en la proyeccion de películas para adultos.
 
 
En los albores del siglo XXI, el Ducal ya había sido demolido, el Lido había cerrado al igual que el Regina y el Romano, similar situación con el Windsor y el Plaza, dejando sólo el Teatro UdeC hasta el día de hoy como única sala de cine en el centro de la ciudad además de las multisalas de los malls, repartidas en los 3 centros comerciales existentes.
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