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Barrio Mapocho

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El territorio del Mapocho trasciende a épocas pre-coloniales, ya que formaba parte del '''Camino del Inca'''.
Durante la colonia (el siglo XVI), se establecieron '''guangualíes''', poblaciones de indios y mestizos, quienes establecieron sus ranchos y talleres en el cauce del Mapocho. Fueron los primeros asentamientos en las riberas del río, espontáneos y sin regulación. Con el pasar del tiempo estos se masificaron pese a la persecución de las autoridades, para quienes tales comunidades no eran dignas del lugar y las declararon ilegales.
Durante siglos XVIII y XIX, los mismos vecinos construyeron al sur del río, los mismos vecinos construyeron calles situadas en las rampas de acceso y salida de los puentes de Cal y Canto, especialmente la vía de las Ramadas -''hoy calle Esmeralda''-, calle Puente y calle Sama -''hoy General Mackenna''-. Durante 1820, las autoridades destruyeron la mayoría de los ranchos construídos construidos en las riberas, trasladando de forma masiva a los pobres al sur y poniente de la ciudad.
{{Puente Cal y Canto}} En paralelo a esto, en las riberas del río se constituyeron espacios de intercambio comercial. En parte, en parte por los diversos molinos que se construyeron en sus orillas. Más importante, pero sobre todo gracias a por la '''Plaza de Abastos''', donde se concentraban los vendedores ambulantes y tenderos, y a por la “''Vega del Mapocho''”. Estos dos espacios comerciales abastecían de alimentos a la ciudad, y en ellos se encontraban convergían bodegueros, carretilleros, mercaderes y consumidores, lo que . Esto propició el desarrollo de locales comerciales en sus calles; como por ejemplo . Como la calle Puente, así llamada porque conducía al Puente Cal y Canto, que se especializaba en talabarterías, o (trabajo en cuero).
{{cita|En la parte del río que defendían los pretiles o tajamares, estaba la Plaza de Abastos o Mercado, que consistía en un cuadrado de edificios bajos construidos en la misma disposición sencilla que todo el resto de los edificios viejos de Santiago. Allí se vendía carne, legumbres, pescado y todos los artículos de alimentación. También se cocinaban y expendían, en medio del humo y del olor penetrante de la grasa derretida, los picarones, sopaipillas y empanadas fritas. Los puestos de mote y huesillos, de empanadas caldeas y de tortillas de rescoldo, alternaban con la venta de pajaritos vivos, jilgueros, tordos, y de frutas frescas y secas, todo en grande, pintoresca y sabrosa variedad”|'''Ramón Subercaseux''', sobre sus recuerdos de infancia hacia 1860.}}
Según De acuerdo con el intendente '''Benjamín Vicuña Mackenna''', el sector “''siempre fue plebeyo''”, y . Decía que mantuvo un desarrollo autónomo del resto de la ciudad, marcados marcado fuertemente por los riesgos del río sin canalizar y por la apropiación de “''lo popular''” como elemento que definía a los habitantes , de forma antagónica a los aristócratas. A inicios del siglo XIX, comenzaron a aumentar las viviendas y la convivencia hacinadael hacinamiento, así como ramadas, almacenes, bares y prostíbulos. Surgieron también, pese al gran número a la alta tasa de analfabetosanalfabetismo, imprentas y talleres tipográficos donde se publicaban periódicos.
En 1872, Vicuña Mackenna propone propuso su proyecto de ''Transformación de Santiago'', siendo uno . Uno de los principales puntos era la '''canalización del río''' con el objetivo de generar una sola ciudad, incluyendo al relegado sector del Mapocho que se encontraba relegado (. Mackenna creía que existían dos ciudades, : la ciudad propia de la gente de bien, opulenta, ilustrada y cristiana, y la ciudad bárbara de los arrabales). Este proyecto ponía en valor el poder “''civilizatorio''” del espacio público, creando nuevas calles, estaciones ferroviarias y un nuevo paseo público al eliminar donde yacían los basurales del lecho del río, así como la creación de nuevas calles, y estaciones ferroviarias. Tras un incendio que afectó la Plaza de Abastos, esta se clausuraclausuró, y se erige erigió en su lugar el '''Mercado Central''' a fin de cambiar la cara al rehabilitar el sector y de regular el comercio que allí se desarrollaba.
Para generar desembocar en esta ciudad única era necesario contar con se requería de mejores puentes. De este modo comenzó a cuestionarse emergió el sacrilegio: cuestionar la necesidad idoneidad del puente de viejo y vapuleado Cal y Canto, que se encontraba . Además de deteriorado, además carecía de tener poca anchura lo que suficiente, y formaba un dique que detenía retenía las aguas, y generaba propiciaba inundaciones.
Hacia mediados de siglo la migración campo ciudad -que trajo numerosos peones y sus familias, en situación de pobreza- y una serie de epidemias impulsaron reformas sanitarias. Se definió finalmente la canalización del Mapocho, con el objetivo de transformar una zona “''pestilente “pestilente y sucia''” a sucia” en un paseo atractivo y salubre. En 1857 se aprueba aprobó la ley que autoriza su autorizó la canalización, y en 1888 comienzan comenzaron las obras -basadas en el proyecto del ingeniero '''Valentín Martínez'''- que conllevaron el derrumbe del puente Cal y Canto, transformando un . El barrio colonial en uno modernoabandonó sus ropajes coloniales a cambio de otros modernos: se buscaba crear un “''nuevo barrio''” que estuviera “nuevo barrio”, a la altura de los mejores barrios de París y Londre, incorporando Londres. Habría alcantarillado, la expropiación de se expropiarían los terrenos de las riberas donde existían viviendas populares, y la eliminación de se pondría punto final a los basurales.
A esto se sumó el desarrollo de vías de tranvías y el advenimiento del ferrocarril urbano -, con núcleos en torno al mercado-. En 1880, se añadió al mercado una línea férrea circunvalatoria, que conectaba este espacio con el resto de la ciudad. En 1890 se erigen erigieron tres puentes metálicos a lo largo del río, quedando de modo que el puente “''de “de los Carros''” Carros” quedó como conector entre el lado sur y norte del río, y aumentando aumentó aún más el tráfico del sector. En esta época eran Eran habituales los desórdenes y escándalos callejeros, ya que existían no menos de 20 hoteles parejeros o “''cafes chinos''”, asociados al comercio sexual y regentados habitualmente por asiáticos (de ahí el nombre). La prostitución en el sector alcanzó numeros proporciones enormes para la época, junto a las cantinas clandestinas.
Finalmente, la inauguración de la '''Estación Mapocho''' en 1912, generó la última explosión en la creación de bares, hoteles y boliches durante el resto del siglo XX. En el barrio además de estos establecimientos podían encontrarse restaurantes, boîtes, cafés, salones de baile, cabarets y fuentes de soda.

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