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Barrio Brasil

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Estación 3: Palacio Larraín Mancheño
* La familia '''Larraín Mancheño''' estaba emparentada con los '''Larraín Zañartu''', familia que construyó su propio palacio en la esquina de Compañía con Morandé (el antiguo edificio de '''El Mercurio''', que hoy es cáscara de un centro comercial).}}
Hoy nombrado '''Inmueble de Conservación Histórica''', este palacio fue encargado por la familia '''Larraín Mancheño''' en 1913 al arquitecto '''Gustavo Mönckeberg''' como residencia. De estilo neoclásico, fue levantado en dos años y se convirtió en unos de los íconos de la ''belle epoqueBelle Epoque''. Era conocido como “''El Titanic''” por sus enormes dimensiones: poseía la friolera de 85 habitaciones y 14 baños.
Se encuentra ubicado en calle Moneda esquina Cienfuegos, y sus amplias galerías y salones fueron escenario de grandes fiestas, además de destacar por su cúpula que hasta hoy es un ícono en Santiago Poniente. De tres pisos, contaba con cinco accesos; cuatro por calle Moneda, y una cochera por calle Cienfuegos. Fue construido en base a adobe, con una estructura de fierro y madera, y sus ornamentaciones están hechas en base a cal, arena y yeso. Aún mantiene sus escalinatas de mármol, mamparas de cristal biselado, pisos de parquet y baldosas de cerámica gres, de su época dorada. Destacan en su fachada relieves de flores y hojas de acanto.
Se realizan tours patrimoniales en la edificación una vez al mes, reservando en el correo: '''contacto.palaciolarrain@gmail.com'''
{{dato|La bonanza salitrera que dio paso a estas mansiones creó una clase exuberantemente rica. Familias completas partían a Europa. Tal es el caso, por ejemplo, de '''Francisco Undurraga''', creador de la viña que lleva su apellido. Los acompañaban la institutriz, la cocinera, el ama de leche del bebé, una burra recién parida -para la eventualidad de que guateara el suministro lácteo de la nodriza- y docenas de gallinas. Cuenta un fotógrafo estadounidense que la sociedad asistía al Teatro Municipal “no “''no a ver la actuación sino que a lucirse”lucirse''”. Las luces se dejaron dejaban encendidas durante las funciones hasta 1910, de manera de que la vida social de los palcos, con antesala y buffet, complementara el atractivo de la ópera. El pavoneo continuaba a la salida con los carruajes. Los porteros municipales clamaban a viva voz “¡El “''¡El coche de la señora X!''”, que luego arribaba con caballos de capa y conductor de librea, para recorridos que en ocasiones no superaban las tres o cuatro cuadras. '''Rubén Darío''', residente en Chile entre 1886 y 1889, describió a Viña como “el “''el Versalles chileno; preciosa población de chalets, quintas y palacios de hadas”hadas''”. No había día en no se armaran escándalos donde “toman “''toman parte principal caballeros de la más alta sociedad de Santiago”Santiago''”, todos borrachos, “sin “''sin que jamás la policía se atreva a tomar contra ellos medida alguna de represión”represión''”.}}
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