Barrio Bellavista
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Descripción General
Tras el cruce del Río Mapocho, en el sector antes conocido como La Chimba, se ubica el barrio Bellavista, siendo uno de los barrios más característicos de Santiago, se define espacialmente por su condición habitacional. La escala del barrio, su arborización, el sello de su arquitectura, la variedad de su equipamiento, transitar por sus calles y conversar con su gente lo transforman en una especie de pueblo inmerso dentro de una gran ciudad y provee de esa identidad de aquellos barrios de otras ciudades más antiguas.
El barrio tiene su origen en la época colonial, donde era conocido bajo el nombre de La Chimba, su integración a la ciudad fue un proceso que comenzó con la construcción del puente Cal y Canto (1780) y desde comienzos del siglo XIX empezó a desarrollarse urbanísticamente, refiere a la organización de calles, construcción de bloques habitacionales, parques e hitos hoy históricos. En ese entonces el barrio fue diseñado bajo una mirada aristocrática y católica, al contrario de hoy que ha transicionado a un enfoque cultural, en el cual sus calles rebosan de bares populares, centros culturales y gastronomía, este proceso fue consecuente a definirse el barrio como uno de los espacios preferidos por intelectuales y artistas, Pablo Neruda, Camilo Mori y Nemesio Antúnez entre otros.
Época y/o horario adecuado
Acceso
En vehículo propio
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
Estación 1: Centro Cultural Montecarmelo
Al extremo oriente del barrio, cercano a los inicios de la Av. Bellavista, a la altura del puente del Arzobispo, se encuentra esta casona del siglo XIX, anteriormente convento para las Monjas Carmelitas de Santa Teresa, hoy funciona como la casa de la ciudadanía Montecarmelo y actúa como centro de eventos para la Municipalidad de Providencia dando alojo a una nutrida cartelera musical, cinematográfica y teatral, además de sus variados cursos.
Como fue mencionado anteriormente, el actual Centro Cultural Montecarmelo fue originalmente sede del Monasterio de las Monjas carmelitas de Santa Teresa, reluciendo a traves de sus construcciones un buen ejemplo de la arquitectura colonial chilena. Su origen recae en el Arzobispo de Santiago Mariano Casanova quien, durante la década de 1880 impulsó la creación de una fundación destinada a educar a las niñas pobres de Santiago, tras la búsqueda de la orden religiosa que se haría cargo de esta tarea, en 1890 se erige canónicamente la congregación del Convento de las Carmelitas de Santa Teresa del Monte Carmelo, contiguo a la congregación de Las Carmelitas de San Rafael en av. Independencia. Algunos años más tarde, la congregación comienza la búsqueda de un nuevo lugar para establecerse, y bajo la ayuda monetaria del Arzobispo y aportes comunitarios adquieren un terreno parte de un viejo molino llamado “El rosario”.
El trabajo sobre este nuevo terreno consistió en la readecuación de las estructuras ya existentes, y finalizando con la construcción de iglesia cerca de 1896. Bajo estas nuevas instalaciones, la congregación de las Carmelitas del Monte Carmelo cumplio sus deseos de educar a las niñas pobres del sector, hijas de obreros y habitantes de la zona.
En 1987, luego del terremoto de 1985, se deben trasladar a la comuna de San Bernardo pues el edificio sufrió graves daños estructurales, y a la vez, su misión de educar a niñas pobres se dificulta debido al auge económico que tuvo el sector.
El nombre original Montecarmelo hacía referencia a las bellezas naturales del lugar situado en las faldas del Cerro San Cristóbal y cercano al Río Mapocho y fue declarado inmueble de conservación histórica en 2007.
Estación 2: Zona Típica Población Leon XIII
Esta estación consiste en un sector compuesto por alrededor de 4 cuadras, pero por motivos de fluidez en la ruta, solamente se recorrerá una de estas, finalizando al momento de cruzar por la calle Bellavista hacia la estación del Puente de los Candados.
Manteniéndose en pie después de un siglo de existencia, este conjunto está compuesto de 169 viviendas distribuidas en nueva cuadras entre Bellavista y Antonia López de Bello. La Población León XIII fue una de las primeras agrupaciones obreras del siglo XX y su población estuvo integrada exclusivamente por familias obreras católicas. Fue impulsada por la Iglesia Católica e inspirada bajo los principios de la Encíclica Rerum Novarum, proclamando un llamado urgente a resolver el problema social que constituían las malas condiciones de vida de los obreros.
Desde fines del siglo XIX se fueron evidenciando las malas condiciones de la vivienda obrera en los sectores populares, las cuales crecían rápidamente debido al avance industrial en chile y la consecuente migración del campo a ciudad. A manos de Melchor Concha y Toro y Manuel José Irarrázaval, se decidió buscar poner fin a estas condiciones, traduciendo las enseñanzas pontificias en iniciativas concretas.
La primera fase de la construcción fue hecha entre 1891 y 1895 gracias al legado de Melchor Concha y Toro, abarcando un periodo entre 1891 y 1895, posterior a eso se amplía la población gracias a las donaciones de Manuel Jose Irarrazaval, entre 1895 y 1909. En 1910 finaliza la construcción del conjunto bajo el concepto de viviendas que acogen la vida en familia en un espacio económico. Junto a la ampliación de la población se debe mencionar, que surge la necesidad de establecer un recinto educativo, la Escuela Mercedes Guzmán, la cual interrumpe su funcionamiento en 1916, cediendo sus instalaciones a la Iglesia Epifanía del Señor en el 25° aniversario de la población.
Sus edificaciones destacan por su sencillez, de fachadas continuas y jardines interiores, sus residentes apuestan a la preservación de las conductas socioculturales de la época, buscando la perduración de la identidad del barrio desarrollando en él una rica vida comunitaria, la cual se remonta a las tradicionales sociedades creadas por sus antiguos residentes (Socorros Mutuos, Patronatos y Cofradías) y que hoy se mantienen vivas bajo una activa junta de Vecinos y Comité de Adelanto, este último siendo el responsable en la solicitud y declaración de la Zona Típica al barrio y Monumento Histórico a la Iglesia.
Estación 3: Iglesia de la Epifanía del Señor
El origen del sentimiento de una Capilla se remonta a los inicios de la ampliación de la población impulsada por las donaciones de Manuel Jose Irarrazaval que junto a otra donación menor de Eduardo Marín permitieron establecer una nueva materialidad más sólida en la estructura de las residencias, el cal y ladrillo permitió la construcción de casas de hasta dos pisos, aumentando la capacidad de residentes que podía albergar la población. Anterior a esto, las necesidades oratorias y espirituales se resolvían mediante una pequeña sala dentro de la Escuela Mercedes Guzmán, la cual cumplio la función de oratorio. Junto con el aumento de población el oratorio se vuelve estrecho, surgiendo la necesidad de edificar una capilla acorde a la población.
Esta necesidad se resuelve para el aniversario de los 25 años de la Institución León XIII, se erigió una capilla para el servicio de la Población, la cual, serviría después como Templo Parroquial. Fue inaugurada el 25 de Junio de 1916 y bendecida por el vicario General Pbro. Manuel Tomás Meza.
El arquitecto de esta capilla fue don Enrique Mardones Guerrero, quien acababa de recibir su título de arquitecto tras sus estudios en la Universidad Católica. La Capilla fue construida sobre la Escuela Mercedes Guzmán, la cual fue reutilizada, ya que, había dejado de funcionar dos años antes, este reciclaje creó una interesante mezcla de arquitectura colonial con neoclásica pues se agregan elementos relativos a este estilo, como el frontón y las columnas de acceso y la ornamentación.
De una sola nave, techumbre de madera y muros de adobe, el estilo de la capilla busca cercanía hacia la el modelo de capillas de la campiña francesa, poseyendo varios elementos del neoclásico en sus columnas adosadas. La torre campanario que da su sello característico a la capilla, destaca por sus ventanas de medio punto y el chapitel a cuatro aguas.
Estación 4: Puente de los Candados
Formalmente llamado Puente peatonal Condell es uno de los pocos puentes exclusivos para peatones que cruzan el río Mapocho y su estructura es en base a un moderno estilo de arco. Esta pasarela adquiere un valor inmaterial a través de las variaciones de su nombre y la tradición popular que lo caracteriza.
Su historia se remonta a la década de 1950 donde por orden del alcalde Enrique Oviedo Cavada, se decide construir esta estructura peatonal en hormigón armado, esta, resultó ser inestable y se debió reforzar en 1960 por una empresa constructora llamada Racamalac (dando origen a otro nombre que se le da al puente), posterior a eso sufre una serie de remodelaciones entre los años 1980 al 2000, reforzando el pavimento en lo estructural y asegurando un acceso e instalación de luces en seguridad.
La famosa tradición surge desde el 2009, después de la traducción al español de la novela Tengo ganas de ti, por el escritor italiano Federico Moccia, las parejas, imitando la novela, comienzan a asegurar candados en sus barandas, escribiendo su nombre en ellos y luego lanzan sus llaves al río como una señal de perduración de su amor. Esta tradición se agudiza el 2012, cuando estrena la pelicula homonima, secuela de Tres metros sobre el cielo.
Estación 5: Jardín Mallinkrodt
Ubicado en el corazón del barrio Bellavista, bajo el concepto de beer garden e inspirado en las fábricas abandonadas y luego recuperadas por artistas en Nueva York, surge como un secreto entre sus residencias pareadas, a través de un pasaje, esta particular instalación, en la cual sus visitantes se introducen al patio trasero de una gran casona, un amplio espacio donde se instala, desde el 2016, un comedor al aire libre con la particularidad de que se basa en el concepto de Food Trucks.
El lugar destaca por su formato restaurant, donde mozos acuden a las mesas de sus comensales, ofreciendo una oferta de carta determinada por cada Food Truck, proveyendo al cliente de una gran variedad gastronómica, entre la cual, se puede degustar desde pizzas, fish & chips, ensaladas, chorrillanas, hot dogs y hasta hamburguesas, todo esto acompañado de música y cócteles o cerveza artesanal de su bar.
Estación 6: Plaza Mori
Esta plaza es uno de los puntos neurálgicos de las actividades de vecinos en el barrio Bellavista, entre la calles Constitución y Antonia López de Bello, cuyos caracteres vinculan actividades culturales, residenciales, turisticas y gastronomicas, se encuentra este interesante punto de encuentro para su población. A través de su forma triangular, esta plaza logra reconocer la escala pequeña del barrio, convirtiéndose en un núcleo que articula de forma inmediata tres instalaciones patrimoniales y esenciales en su historia; El Cité Constitución 135, La casa de Camilo Mori y el Castillo Lehuedé.
Su nombre proviene de Camilo Mori, un destacado pintor chileno galardonado con el Premio Nacional de Arte en 1950, quien caracterizó su obra en el eclecticismo, incursionando en diversos elementos estilísticos incorporandolos a su obra, entre ellos destacan, el Fauvismo, el Expresionismo y el Cubismo, dando a sus imágenes un aspecto más sintético y bidimensional, adoptando un vibrante contraste cromático. Su casa taller se encontraba adyacente a la plaza en la vereda norte de Antonia López de Bello.
La historia de esta plaza se remonta al traslado de la burguesía chilena hacia la chimba, atraída por el carácter pastoril y pontificio, provocando un auge en la urbanización del sector entre el Cerro San Cristóbal y el río Mapocho. La plaza toma su forma característica con la construcción del Castillo Lehuedé, y en la década de 1960 adquiere su carácter definitivo con la construcción de La Chascona y la vinculación del sector con Providencia a través de la arteria Pío Nono.
- Castillo Lehuedé
Frente a la plaza se encuentra esta gran obra llamada también Casa Roja, es una obra ecléctica con raíces hacia el historicismo, casi romántica que reconoce la escala más pequeña del barrio, apropiándose de la plaza y dándole identidad a través de su carácter contundente, en la actualidad, obras como esta resaltan como estandartes de sus barrios, entregando distinción al Santiago de hoy. Construida en 1923 para Pedro Lehuede por el arquitecto Federico Bieregel, de estilo ecléctico, que busca en sí una evocación de las antiguas ciudades europeas, con un primer nivel en zócalo, recubierto exteriormente en piedra, dos pisos, una gran mansarda, y además los elementos que sobresalen y que le dan carácter a su estilo como el zócalo de piedras, el jarrón decorativo, las escaleras de acceso, la forja metálica y el techo inclinado. La obra en sí está compuesta por muros de piedra sólida, con su interior rebosante en madera de roble americano, la transición entre su cuartos interiores es a través de sus puertas que destacan por estar compuestas por vitrales, sus dormitorios poseían grandes chimeneas con acceso a balcones y terrazas. Es impresionante que una casa como esta se puede adecuar al contexto y escala del barrio sin imponer su contextura.
- Casa de Camilo Mori
Al sector sur de la plaza y emplazado en Antonia López de Bello, se encuentra este edificio residencial, de estilo moderno y con 3 pisos de altura. Su relevancia histórica proviene de haber sido la residencia del pintor Camilo Mori, además constituye a un testimonio de la arquitectura moderna en Chile. Diseñado por Enrique Cooper Alfaro, y construido en 1943, como ya se había mencionado, el edificio es de carácter moderno, destacando su simpleza geométrica y ornamental, destacando en este caso, el gran ventanal reticulado y su gran balcón, el cual se abre hacia la calle y se relaciona con la plaza en su frontis. Esta obra fue denominada Inmueble de Conservación Histórica y es parte de la zona típica que abarca la plaza.
- Cite de Constitución 135
pendiente
Estación 7: Casa museo La Chascona
Constituida como un icono cultural reconocido en el barrio, esta casa fue una de las propiedades del poeta chileno Pablo Neruda, dedicada a su amor secreto Matilde Urrutia, el nombre de la casa proviene de su abundante cabellera rojiza. La obra fue construida sobre un terreno en la empinada pendiente del Cerro San Cristóbal donde escurría uno de sus arroyos. Actualmente, es un museo que alberga las colecciones del autor y es la sede de la Fundación Pablo Neruda. Fue declarada Monumento Nacional en 1990.
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La casa fue encomendada al arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias y fue construida en 1953, la etapa de proyección de esta edificación fue fundamental para su desarrollo final, Neruda participó de forma activa en la obra, definiendo sus espacios y materialidad, al punto de orientar la casa en contra el sol y hacia la cordillera, al contrario de lo proyectado por el arquitecto debido a su interés por la vista antes que el asoleamiento. En su participación destaca la generación de espacios en base a algunos objetos del poeta, por ejemplo, a través de una ventana y un sillón, pidió formar un rincón que los incluyera, también hizo traer desde el sur troncos de ciprés para el living, se ocupó personalmente en buscar maderas y otros materiales, discutía y modifica detalles. Al momento de su finalización, Germán Rodríguez tuvo que reconocer que la casa terminó siendo una creación más de Neruda que de él.
En febrero de 1955, Neruda se separa de su esposa, Delia del Carril, y se traslada a vivir a La Chascona. La casa había seguido creciendo con el agregado de una cocina y comedor. Posteriormente se construyeron el bar y la biblioteca. Estas últimas ampliaciones fueron encargadas a Carlos Martner en 1958, uno de los arquitectos detrás de las obras del Cerro San Cristóbal, ya que, Germán Rodríguez había regresado a Europa. Martner indica que Neruda tenía una forma muy singular de construir sus casas, no lo hacía conforme al procedimiento convencional, comenzando por el diseño de planos funcionales, espaciales y estructurales. Esta casa es un representante fiel a los intereses del poeta, quien, modelaba sus espacios en una forma ajena al gusto señorial y burgués: más que las fachadas ostentosas, le interesaban los ambientes interiores, íntimos.
Junto con la dictadura militar y con esta la muerte de Neruda, la Chascona fue objeto de actos de vandalismo por parte de los uniformados, quienes inundaron la casa obstruyendo su arroyo y destruyeron su interior junto con los objetos del poeta. Matilde siguió viviendo en esta casa hasta su muerte en 1985, y gracias a ella y sus esfuerzos por repararla, hoy es una casa museo de destinada a difundir la vida del poeta al posibilitar el acceso a los ambientes íntimos en los que vivió y creó.
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Estación 8: Estación Inicial del Funicular San Cristóbal
La Sociedad Anónima Funicular San Cristóbal, se adjudicó por medio de una licitación, la concesión para la construcción del Funicular en el Cerro San Cristóbal, que fue encargada a Luciano Kulczewski.
El Funicular, emplazado en la Plaza Caupolicán, remate actual de la Calle Pío Nono, fue inaugurado en 1925. La estructura cuenta con dos plantas más un subterráneo, y su finalidad era contener la boletería y una pequeña sala de espera. El mobiliario en madera fue diseñado por el mismo arquitecto, adecuando completamente la espacialidad interior.
El edificio se configura como una puerta, a través de dos torreones laterales que enmarcan un gran acceso al Funicular. Esta obra, al igual que la casa-taller, remite al mundo medieval y se vincula al Modernismo Catalán en su variante Neogótica. Fue declarado Monumento Nacional en 2000.
Mira un paseo en el funicular en 1929: |
Estación 9: Patio Bellavista
pendiente
Estación 10: Iglesia Nuestra señora de la Victoria
¿Sabías que? : El antiguo convento de las Monjas Clarisas se ubicaba donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional, justo al frente del tradicional Convento de San Francisco. |
Al costado este de la imponente Universidad San Sebastián, se ubica esta Iglesia de carácter neogótico, perteneciente a las Monjas Clarisas de la Victoria y que se ha mantenido en pie desde 1919, su frontis, con una imponente fachada de una sola torre central, logra captar la atención de todo aquel que transite el Parque Gómez Rojas, ubicado en la cuadra de al frente en dirección al río Mapocho. Esta obra fue proyectada por el connotado arquitecto Eugéne Joannon Crozier, quien fue participe en el diseño y construcción de la iglesia de Santa Filomena, la de Corpus Dómini, y de la elección y emplazamiento de la Virgen del San Cristóbal entre otras obras. Bajo el propósito de servir de capilla para el convento de la Monjas Clarisas, se da inicio a su construcción en 1912 con la bendición de la primera piedra y finaliza en el año 1919.
La iglesia fue utilizada como convento por las monjas hasta 1974, cuando se trasladan a un nuevo monasterio ubicado en La Florida, cediendo el terreno, que ocupaba una gran parte de la manzana a la Congregación del Verbo Divino, quienes establecen el Liceo Alemán de Santiago, el cual se construye adyacente a la iglesia y hace uso de sus dependencias hasta el año 2007, cuando la Congregación decide cerrar el colegio y trasladarlo hacia el sector de Chicureo, vendiendo el terreno a la Universidad San Sebastián, la cual se establece sobre el antiguo colegio, con su monumental estructura caracterizada por su techumbre rojiza.
Desde la instalación de la Universidad San Sebastián que la iglesia pasó a ser parte de su propiedad, siendo esta la institución que se ha encargado de las debidas restauraciones tras los terremotos de 1985 y 2010, cabe destacar que estas fueron estrictamente superficiales, ya que, la iglesia nunca ha sufrido daños estructurales.
En cuanto a su arquitectura la construcción tiene un marcado estilo neogótico y una imponente fachada de una sola torre central, mientras su interior está dispuesto en tres naves de cielos abovedados, siguiendo el patrón propio de la tradición gótica y sus paredes interiores están revestidas de un sobrio estuco gris. Bajo la colaboración de la Universidad San Sebastián se agregan diversos elementos arquitectónicos e iconográficos, entre ellos destaca el comulgatorio, que fue construido recientemente. El 6 de noviembre del 2017, se envía una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales para declarar toda obra del arquitecto Eugéne Joannon monumento histórico, entre los cuales se encuentra esta iglesia.
Estación 11: Facultad de Derecho de la Universidad de Chile
¿Sabías que? : El arquitecto Juan Martínez Gutiérrez también es responsable de otras monumentales obras en Santiago, entre las cuales se pueden apreciar; El edificio de la Escuela Militar de Santiago, el Templo Votivo de Maipú y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. |
En el costado del río Mapocho, por calle Pío Nono, se ubica uno de los edificios educativos más importantes de Chile, actuando de umbral desde Providencia hacia Bellavista en la ribera norte del río. Con el Cerro San Cristóbal a sus espaldas y el río Mapocho a su lado, la arquitectura de línea curva de grandes columnas componen la monumental fachada principal del edificio.
Esta facultad fue erigida para albergar una nueva casa de estudios para la carrera de derecho, entonces llamada leyes y ciencias políticas, por aquellos días ubicada en la Casa Central. La nueva sede fue encargada en 1934, bajo el decanato de Arturo Alessandri Rodríguez, al arquitecto chileno Juan Martínez Gutiérrez. La inauguración tuvo lugar en 1938. El estilo arquitectónico que representa el edificio es formalmente Art Decó, si bien presenta reminiscencias propias de los monumentales edificios del fascismo italiano.
Declarada monumento nacional en 2014, el Consejo de Monumentos Nacionales indicó a la sazón que la edificación constituye un hito urbano. Se señaló que por volumetría y ubicación es un referente notable de la zona que articula el Parque Forestal, el río Mapocho, la Plaza Baquedano y la vista al Cerro San Cristóbal, espacio fundamental en la configuración urbana de Santiago.
Estación 12: Puente Pío Nono
Puente Pío Nono
El puente Pío Nono provoca el recuerdo del antiguo puente que fue construido en la misma ubicación, de una época donde fueron encargados puentes metálicos desde Europa. Estos puentes eran destinados a conectar Santiago con la antigua Chimba a través del río Mapocho, infraestructura determinante en el desarrollo del sector norte de la capital.
El antiguo puente Pío Nono fue parte de uno de los más importantes proyectos urbanísticos a fines del siglo XIX. Se mantuvo por casi cien años hasta 1984. Se lo puede ver en este video aguantando el desborde del Mapocho de junio de 1982, mientras un árbol completo pasa por debajo.
En 1984 fue trasladado hasta el lugar donde está en la actualidad, entre el actual puente Pío Nono y Purísima. Es claramente visible 120 metros aguas abajo. El año 1997 se declaró Monumento Histórico Nacional y un año después fue inaugurado el Teatro del Puente, único teatro en el mundo sobre un río. Está en plena operación: ver cartelera.
Hasta el año 2000, cada marzo, en el marco de la semana mechona de la Universidad de Chile, se libraba una batalla campal de frutas y verduras descompuestas entre alumnos de Derecho y de Ingeniería. Ganaba el bando que lograba tomarse el puente. La tradición se acabó luego de que estallara una bomba lacrimógena y los incidentes escalaran.
Plaza Italia / Plaza Baquedano
Pocos metros al sur del Puente Pío Nono está Plaza Italia y Plaza Baquedano ¿Y cuál es cuál? Plaza Italia es rigor el pequeño espacio entre avenidas Providencia y Andrés Bello. Se llama así porque la escultura de ese lugar, el Monumento al Genio de la Libertad, fue obsequiado por la comunidad de italianos residentes para la celebración del Centenario de la república (1910). Plaza Baquedano es la rotonda que rodean los dos brazos de Avenida Providencia, y que luce una estatua ecuestre de Manuel Baquedano, el generalísimo de las fuerzas chilenas durante la Guerra del Pacífico, y presidente de Chile durante un gran total de ¡dos días! después de la batahola generalizada que siguió a la guerra civil de 1891.
A los pies de Baquedano, mucho menos observado, está el monumento al soldado desconocido. Es una curiosa historia. En 1900, el mayor Enrique Phillips Huneeus, veterano de la guerra del Pacífico, recorrió el Campo de la Alianza, lugar donde en 1880 se desarrolló la sangrienta batalla de Tacna. Allí encontró el cadáver momificado de un soldado chileno. En 1931, tres años después de la inauguración de la estatua de Baquedano, se ubicó junto al monumento los restos de este soldado no identificado con la siguiente frase grabada en su lápida: “Aquí descansa uno de los soldados con que el general Baquedano forjó los triunfos del heroísmo chileno”. A mediados de la década de 1960, unos chistositos le robaron el fusil con el que el soldado desconocido "le hace guardia" a Baquedano. La policía encontró la réplica del arma en unos cachureos en San Camilo y la restituyó con ceremonias.
El espacio en su conjunto es en su conjunto conocido colectivamente como Plaza Italia por la gran mayoría de los santiaguinos. Es el epicentro nacional de protestas y celebraciones. Si la selección chilena gana un partido importante, pierda cuidado que dentro de poco el tránsito se suspenderá y los vehículos serán reemplazados por papel picado y latas de cerveza.
Acá un timelapse de las celebraciones tras el primer título de la Copa América obtenido por Chile, en julio de 2015.
Acá protestas por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, en 2018
Recomendaciones
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