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Descripción General
Ubicado al poniente de la comuna De Santiago, este barrio destaca por el valor patrimonial de sus construcciones, su interesante propuesta cultural, un gran número de casas de estudio, y la variedad de su vida nocturna (bares, cafés y restaurantes).
Historia del Barrio
Declarado Zona Típica en 2009, este sector del poniente de la capital era originalmente una parte de Barrio Yungay, y junto a los barrios Dieciocho y República, fue un sector característico de la clase alta chilena a mediados del siglo XIX. Es por ello que podemos encontrar en este sector un número considerable de palacios, con estilos neogótico, neoclásico, y tradicional chileno.
La historia del barrio se inicia en la época de la colonia, cuando el virrey del Perú y padre de Bernardo O’Higgins, don Ambrosio O’Higgins, mandó a construir el primer camino a Valparaíso, que hoy se conoce como Avenida Brasil.
De este forma, el naciente barrio debe su nombre a esta avenida que lo cruza en sentido norte-sur, la cual a su vez debe su nombre al hecho que hasta inicios del siglo XX, el sitio de la Plaza Brasil era ocupada por la embajada de dicho país. Este terreno luego sería adquirido por la familia Guerra Larraín. Finalmente, el estado adquiere en dichos terrenos, en los cuales se inauguraría la plaza en 1902. El ágora permitiría que el sector adyacente comience a tomar sus propias características, separándolo de Yungay.
Vive su auge en los años 20, y su tejido humano se constituía por inmigrante europeos que pasaron de colonos a empresarios y comerciantes; líderes políticos del país, y familias de la oligarquía tradicional que se resistieron a los “barrios modernos”. Representaba una clase media alta burguesa y estable, con fuertes vínculos provincianos mezclados con elementos aristocráticos.
En los años 40 comienza el abandono de las familias fundadoras, que emigran hacia la zona oriente, y una nueva clase media conquistó el barrio, siendo la mayoría funcionarios públicos y empleados bancarios. Esto generaria una lenta decadencia en el sector, debido a los costos de mantención de los inmuebles, que luego pasan a convertirse en abandono y deterioro, por lo que el barrio pierde una parte considerable de su patrimonio arquitectónico. Después del terremoto de 1985, varios edificios, incluyendo la Basílica del Salvador, quedan severamente dañados, llevando a su clausura o demolición. Sin embargo, la recuperación de palacios y la instalación de restaurantes y hostales ha hecho resurgir el barrio como un polo de atracción turística y patrimonial.
Época y/o horario adecuado
Se puede ir en cualquier época del año pues es un espacio público, abierto, sin restricción horaria. Se recomienda visitar preferentemente de día, ya que de noche se puede tornar un poco más peligroso.
Otra recomendación es programar la visita dependiendo del carácter que se busque en el paseo; si es de tipo patrimonial/familiar, lo ideal es visitar el fin de semana en la mañana, cuando hay más paseantes y no es raro encontrar actividades en el espacio público o en los distintos espacios culturales. Si es de tipo cultural/bohemio, entre jueves y sábado en la tarde.
Acceso
En vehículo propio
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
Estación 1: Cité Cienfuegos
Este cité, que según la Municipalidad de Santiago data de 1920, se mantiene en la ciudad como testigo de las transformaciones ocurridas hacia fines del siglo XX en el país; el éxodo campo-ciudad, el aumento de las familias de clase obrera, y el explosivo aumento demográfico que vivió Santiago.
Los cités son viviendas de fachada continua, que comparten un patio central, y cuyos habitantes desarrollan una vida comunitaria. Hoy, el cité Cienfuegos está categorizado como Inmueble de Conservación Histórica, con su estilo arquitectónico ecléctico y su particular materialidad (adobe).
Estación 2: Palacio Letelier Llona
Obra del arquitecto e ingeniero civil español José Forteza Ubach, iniciada en el año 1919. Se encuentra en calle Cienfuegos, esquina con Erasmo Escala, y debe su nombre a sus primeros moradores y dueños; el matrimonio de Miguel Letelier Espínola (ministro en los gobiernos de Alessandri Palma e Ibáñez del Campo) y Luisa Llona Reyes.
Como la mayoría de los palacetes construidos en Chile a inicios del siglo XX, el Palacio Letelier Llona fue producto del boom económico del país producto del auge de la minería de la plata, cobre y salitre. De estilo gótico, posee grandes balcones, una torre, pináculos, y numerosos detalles ornamentales. El hall de estilo gótico distribuyó originalmente el comedor, la sala de té con salida a la terraza, un escritorio, biblioteca y sala de música. en el patio, una construcción anexa albergaba las cocheras y una moderna piscina techada.
Hoy es ocupado por la Vicaría de la Educación, que está haciendo esfuerzos por restaurarlo, y recuperar su antiguo esplendor. Lamentablemente, no se puede acceder para conocer su interior, ni en días regulares ni el en día del patrimonio.
Estación 3: Palacio Larraín Mancheño
Hoy nombrado Inmueble de Conservación Histórica, este palacio fue encargado por la familia Larraín Mancheño en 1913 al arquitecto Gustavo Mönckeberg como residencia. De estilo neoclásico, fue levantado en dos años y se convirtió en unos de los íconos de la belle epoque, siendo conocido como “El Titanic” por sus enormes dimensiones (85 habitaciones y 14 baños).
Se encuentra ubicado en calle Moneda esquina Cienfuegos, y sus amplias galerías y salones fueron escenario de grandes fiestas, además de destacar por su cúpula que hasta hoy es un ícono en Santiago Poniente. De tres pisos, contaba con cinco accesos; cuatro por calle Moneda, y una cochera por calle Cienfuegos. Fue construido en base a adobe, con una estructura de fierro y madera, y sus ornamentaciones están hechas en base a cal, arena y yeso. Aún mantiene sus escalinatas de mármol, mamparas de cristal biselado, pisos de parquet y baldosas de cerámica gres, de su época dorada. Destacan en su fachada relieves de flores y hojas de acanto.
Posterior a su uso habitacional original, pasaría a ser espacio para bodegas, talleres, oficinas de médicos, hasta llegar a ser una especie de conventillo en los años 80. Hoy se encuentra en recuperación y cumple una función habitacional, con alrededor de 60 personas residiendo en la mansión.
Se realizan tours patrimoniales en la edificación una vez al mes, reservando en el correo: contacto.palaciolarrain@gmail.com
Estación 4: Basílica del Salvador
Esta basílica de estilo neogótico, comenzó a construirse en 1864, con el objetivo de reemplazar la Iglesia de la Compañía de Jesús, que se había incendiado en 1863. Fue obra de Teodoro Burchard, ayudado por el ingeniero y presbítero español, Ignacio de Zuazagoitía.
Fue inaugurada en 1892, sin embargo las obras de decoración se prolongaron hasta 1920. En este templo se encontraban obras de Aristidemo Lattanzi, quien decoró muros, columnas y bóvedas, el escultor chileno Virginio Arias, quien diseñó ornamentos de bronce, y Onofre Jarpa, quien se hizo cargo del diseño de altares y retablos. Posee tres naves paralelas de la misma altura, las naves laterales rematan en pequeñas capillas al costado del altar principal.
Por muchos años, fue centro de la devoción a la Virgen del Carmen, debido a la estatua de esta traída desde París en 1828, que se encontraba en su interior. Hoy esta escultura se encuentra en la Capilla del Sagrario, a un costado de la Catedral Metropolitana.
Declarada Monumento Histórico en 1977, tuvo que ser cerrada en 1985 tras el terremoto, que la dejó con severos daños estructurales, que persisten hasta hoy. Actualmente se encuentra bajo reparaciones parciales. Además de los daños estructurales y ornamentales, el terremoto significó la pérdida del órgano, considerado uno de los más antiguos de la capital, que resultó completamente destruido por la caída de muros y techo.
Estación 5: Plaza Brasil
Punto neurálgico del barrio, es el principal lugar de encuentro del sector. En las últimas décadas se ha consolidado como polo gastronómico y cultural. Su entorno se caracteriza por la presencia de restaurantes y cafés, además de la Ex-Fundación Victor Jara, y la Iglesia de la Preciosa Sangre.
Tras la adquisición de los terrenos de la plaza por la municipalidad, las obras quedan a cargo del ingeniero Wielanalt, apoyado por una comisión de ingenieros y especialistas en jardinería y botánica. La nueva plaza es inaugurada el 20 de enero de 1902, como homenaje al pueblo Brasileño.
En 1992, la escultora francesa Federica Matta regaló a la ciudad un proyecto de juegos infantiles para construir en Plaza Brasil. La instalación se compone por cuatro toboganes, además de dos conjuntos de asientos y un columpio.
Estación 6: Ex-Galpón Víctor Jara
En este lugar frente a Plaza Brasil, se encontraba el centro cultural chileno, administrado por la fundación que lleva el mismo nombre en homenaje al cantautor, folclorista y activista Victor Jara.
La edificación fue inaugurada el 28 de septiembre de 2002, como conmemoración al 70º aniversario del nacimiento del artista chileno. En este lugar, el cual se convertiría en uno de los núcleos artísticos más importantes del país, se realizaban actividades artísticas y culturales, tales como exposiciones de fotografía, pintura, escultura, presentaciones artísticas (música, danza, teatro), y manifestaciones en general.
Fue clausurado el 14 de junio de 2013 tras un fallo de la Corte Suprema, producto de una demanda de una agrupación de vecinos, los cuales reclamaban que el edificio no poseía los permisos de edificación y patente comercial pertinentes a las actividades realizadas. Esto produjo gran polémica, en la cual artistas y manifestantes se pronunciaron en contra de la medida.
Estación 6: Iglesia de la Preciosa Sangre
La iglesia ubicada en el corazón del Barrio Brasil, al costado norponiente de la plaza, fue declarada Inmueble de Conservación Histórico, y debido a su excelente estado, es una parada importante de la ruta.
Encargada por Sor María Magdalena Guerrero Larraín en 1873, fue inaugurada en 1906. Es obra (tanto la iglesia como el convento y los edificios aledaños) de los arquitectos Eusebio Celli e Ignacio Cremonesi.
Es de planta en cruz latina, y su nave principal se encuentra decorada con motivos de La Pasión de Cristo en relieves policromados. Está construida en albañilería de ladrillo con mortero de cal, y en ella destacan las lámparas, el púlpito tallado, y la puerta de madera con los emblemas de la crucifixión. Asimismo, se pueden observar en su fachada dos columnas corintias que sustentan un frontón triangular, generando un pórtico de acceso. Debido a su condición de convento, la Iglesia de la Preciosa Sangre abre sus puertas solo el domingo, para celebrar misa a las 10:00 horas.
Estación 6: Iglesia de la Gratitud Nacional / Santuario de María Auxiliadora
Esta iglesia, declarada Monumento Nacional en 1989, se emplaza en el mismo espacio donde se levantó la Ermita de San Miguel, durante la época de la Colonia. Su construcción estuvo a cargo del arquitecto alemán Francisco Stolf, y tomó 26 años, siendo inaugurada en 1883. Numerosos artistas participaron en la decoración del templo, que inicialmente recibió el nombre de Gratitud Nacional, pero en 1954 fue rebautizado como Santuario de María Auxiliadora. Posee un estilo neogótico, destacando su fachada con doble pórtico ojival, de una altura mayor a la tradicional. El templo tiene una planta de cruz latina, con un crucero que interrumpe el ritmo de la arquería interior.
Este templo fue sede de varios hechos históricos: allí se velaron los restos del ministro Diego Portales Palazuelos; fue donde la ciudadanía recibió al General Manuel Bulnes tras su triunfo en la Batalla de Yungay, durante la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana; y fue el lugar donde se realizó el Te Deum, siete días después del golpe de estado del 73, asistiendo además de los miembros de la Junta Militar, los ex-presidentes de la república Gabriel González Videla, Jorge Alessandri Rodríguez y Eduardo Frei Montalva.
Ya en el siglo XXI, la iglesia debió cerrar debido a los daños causados por el terremoto de febrero de 2010. Reabrió sus puertas en febrero de 2012.
Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2