Diferencia entre revisiones de «Plantilla:Ex teatro real»

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El '''Teatro Real''' fue inaugurado en 1930 a pasos de la Plaza de Armas, momento en el cual pese a la Gran Depresión que había azotado al país, comenzaron a aparecer varias salas de espectáculo en la capital chilena. Fue emplazado sobre un antiguo ''peladero'' (sitio baldío) utilizado hasta el momento para ferias y circos, el cual llamó la atención del gerente de la ''Paramount'' en Chile, el empresario '''Benito del Villar''', quien decidió abrir en el lugar un monumental cine.  
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El '''Teatro Real''' fue inaugurado en 1930 a pasos de la Plaza de Armas. Pese a la Gran Depresión que azotaba al país -el más afectado del mundo según la Liga de las Naciones, debido a la dependencia del salitre- brotaron varias salas de espectáculo en la capital. Este recinto fue emplazado sobre un antiguo ''peladero'' que ocupaban ferias y circos y que llamó la atención del gerente de la ''Paramount'' en Chile, el empresario '''Benito del Villar''' Él decidió abrir allí un cine monumental.  
  
La moderna obra quedó a cargo de los arquitectos '''Fernando Valdivieso Barrios''' y '''Fernando de la Cruz''', como registra la fachada del edificio. Sin embargo, según un acta del Consejo de Monumentos Nacionales, puede haber estado metida la mano de '''Ricardo Larraín Bravo''', otro de los arquitectos estrella del momento. Posee elementos clásicos, barrocos y renacentistas, además de columnas salomónicas espirales, y dinteles y cornisas sobre sus portales. En su interior, la sala tenía un cielo abovedado y muy ostentoso. Los pisos más altos del edificio (entre el y el 10º) fueron habilitado como residencias, consideradas muy lujosas en la época.
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La obra quedó a cargo de los arquitectos '''Fernando Valdivieso Barrios''' y '''Fernando de la Cruz''', como registra la fachada del edificio. Sin embargo, se deduce de un acta del Consejo de Monumentos Nacionales que '''Ricardo Larraín Bravo''', otro de los arquitectos estrella del momento, habría metido también sus pezuñas. Posee elementos clásicos, barrocos y renacentistas, además de columnas salomónicas espirales, y [[Glosario#D|dinteles]] y [[Glosario#C|cornisas]] sobre sus portales. El cielo interior era abovedado y muy ostentoso. Los pisos 3º a 10º fueron habilitado como muy lujosas residencias.
  
La sala tuvo una gran popularidad debido a su emplazamiento y a su enorme capacidad (1600 espectadores), siendo el '''cuarto o quinto teatro más grande del país'''. En la sala se desarrollaban todo tipo de eventos, desde proyección de películas, obras de teatro, musicales, orquestas y discursos políticos, hasta encuentros de box. A mediados de los años ‘50 la sala cambió de dueños, la '''Cinematográfica Selman Ltda'''., que lo mantuvo cerrado por obras de restauración y mejoras, que incluian la incorporación de equipos de ultima generación para la proyección de películas.
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La sala gozó de gran popularidad debido a su emplazamiento y a su enorme capacidad de 1600 espectadores. Era el '''cuarto o quinto teatro más grande del país'''. Acogía proyección de películas, obras de teatro, musicales, orquestas, discursos políticos y hasta matches de box. A mediados de los ‘50 pasó a manos de '''Cinematográfica Selman Ltda'''., que lo mantuvo cerrado por restauración y mejoras que incluían equipos de proyección de última generación.
  
A mediados de los ‘80, la escena cultural santiaguina en general comienza a decaer, incapaz de funcionar bien con los toques de queda, y de competir con el arribo de las peliculas en VHS y salas más modernas. El año 1993, el edificio del ex Teatro Real es comprado por una multitienda, permaneciendo hasta hoy en funcionamiento como casa comercial.
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A mediados de los ‘80, la escena cultural decayó con los toques de queda, y el Teatro Real en particular resintió el VHS y salas más modernas. En 1993 fue comprado por una multitienda, y hasta hoy opera como casa comercial.
  
A principios de 1995, el Consejo de Monumentos Nacionales aceptó la modificación de la marquesina del ex-teatro para fines publicitarios. Sin embargo como el sitio ahora es parte de la '''Zona Típica''' de Plaza de Armas, el año 2003 se obligó a la empresa a revisar el uso de esta pieza. Pese a esto, la marquesina desapareció de su lugar. Finalmente, frente a la entrada principal se instaló un paradero de buses, que terminó de sepultar la entrada principal y estorbar su vista, la cual es imposible de fotografiar hoy.
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A principios de 1995, el Consejo de Monumentos Nacionales aceptó la modificación de la marquesina para fines publicitarios. Sin embargo, como es parte de la '''Zona Típica''' de Plaza de Armas, en 2003 se exigió revisar su uso. La marquesina desapareció y frente a la entrada principal se instaló un paradero de buses, que terminó por sepultar la fachada bajo una barrera metálica. ¡Suerte tratando de fotografiarla!

Revisión actual del 04:58 18 oct 2019

Fotografía de la fachada Teatro Real en 1930, aparecida en la revista "Ecran", popular revista chilena sobre el mundo del cine y el espectáculo.

El Teatro Real fue inaugurado en 1930 a pasos de la Plaza de Armas. Pese a la Gran Depresión que azotaba al país -el más afectado del mundo según la Liga de las Naciones, debido a la dependencia del salitre- brotaron varias salas de espectáculo en la capital. Este recinto fue emplazado sobre un antiguo peladero que ocupaban ferias y circos y que llamó la atención del gerente de la Paramount en Chile, el empresario Benito del Villar Él decidió abrir allí un cine monumental.

La obra quedó a cargo de los arquitectos Fernando Valdivieso Barrios y Fernando de la Cruz, como registra la fachada del edificio. Sin embargo, se deduce de un acta del Consejo de Monumentos Nacionales que Ricardo Larraín Bravo, otro de los arquitectos estrella del momento, habría metido también sus pezuñas. Posee elementos clásicos, barrocos y renacentistas, además de columnas salomónicas espirales, y dinteles y cornisas sobre sus portales. El cielo interior era abovedado y muy ostentoso. Los pisos 3º a 10º fueron habilitado como muy lujosas residencias.

La sala gozó de gran popularidad debido a su emplazamiento y a su enorme capacidad de 1600 espectadores. Era el cuarto o quinto teatro más grande del país. Acogía proyección de películas, obras de teatro, musicales, orquestas, discursos políticos y hasta matches de box. A mediados de los ‘50 pasó a manos de Cinematográfica Selman Ltda., que lo mantuvo cerrado por restauración y mejoras que incluían equipos de proyección de última generación.

A mediados de los ‘80, la escena cultural decayó con los toques de queda, y el Teatro Real en particular resintió el VHS y salas más modernas. En 1993 fue comprado por una multitienda, y hasta hoy opera como casa comercial.

A principios de 1995, el Consejo de Monumentos Nacionales aceptó la modificación de la marquesina para fines publicitarios. Sin embargo, como es parte de la Zona Típica de Plaza de Armas, en 2003 se exigió revisar su uso. La marquesina desapareció y frente a la entrada principal se instaló un paradero de buses, que terminó por sepultar la fachada bajo una barrera metálica. ¡Suerte tratando de fotografiarla!