Edición de «Plantilla:Cerro Santa Lucia»

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Durante la colonia, era un paseo habitual de los hombres el encaramarse por la ladera sur del Santa Lucía para observar desde la altura a las mujeres de la Casa de Recogidas. En ese lugar eran recibidas desde 1723, mujeres arrepentidas por su mala vida, enviadas por la justicia por ser “''mujeres públicas''”, o por sus familiares y esposos para “''corregir sus costumbres''”
 
Durante la colonia, era un paseo habitual de los hombres el encaramarse por la ladera sur del Santa Lucía para observar desde la altura a las mujeres de la Casa de Recogidas. En ese lugar eran recibidas desde 1723, mujeres arrepentidas por su mala vida, enviadas por la justicia por ser “''mujeres públicas''”, o por sus familiares y esposos para “''corregir sus costumbres''”
  
Durante la reconquista, '''Casimiro Marcó del Pont''' —último gobernador español en Chile— mandó a construir en el lugar dos fuertes para defender la ciudad de los ataques independentistas. No fueron utilizadas.  
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Durante la reconquista, '''Casimiro Marcó del Pont''' -último gobernador español en Chile- mandó a construir en el lugar dos fuertes para defender la ciudad de los ataques independentistas. No fueron utilizadas.  
  
 
{{dato|'''Diego Barros Arana''' inmortalizó a '''Casimiro Marcó del Pont''' con la frase más memorable de los libros escolares de historia de Chile: “''de escasa intelijencia, pusilánime i afeminado''”. Tras ser nombrado gobernador, desembarcó en Chile con 23 baúles y 59 cajones. Luego recibió desde España un vistoso coche y otros artículos de lujo.}}
 
{{dato|'''Diego Barros Arana''' inmortalizó a '''Casimiro Marcó del Pont''' con la frase más memorable de los libros escolares de historia de Chile: “''de escasa intelijencia, pusilánime i afeminado''”. Tras ser nombrado gobernador, desembarcó en Chile con 23 baúles y 59 cajones. Luego recibió desde España un vistoso coche y otros artículos de lujo.}}
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En 1852 se estableció en el cerro el primer '''Observatorio Astronómico Nacional''', a su vez uno de los primeros observatorios astronómicos de América, y uno de los más activos en el siglo XIX. ¡Claro que era un par de pinches casitas de madera!.
 
En 1852 se estableció en el cerro el primer '''Observatorio Astronómico Nacional''', a su vez uno de los primeros observatorios astronómicos de América, y uno de los más activos en el siglo XIX. ¡Claro que era un par de pinches casitas de madera!.
  
La mayor y más importante transformación de lo que hasta entonces era "una doliente aglomeración de rocas, albergue de la pereza y el crimen", fue llevada a cabo por '''Benjamín Vicuña Mackenna''', Intendente de Santiago, a partir de 1872. Fue una renovación integral, en el marco de la “Transformación de Santiago”, 20 medidas propuestas por Vicuña Mackenna destinadas a mejorar la condición urbana. Un centenar de presidiarios auxiliados por obreros especializados llevaron a cabo las obras, que incluyeron 18.000 carretadas de tierra vegetal. Los cadáveres de los disidentes fueron trasladados el [[Cementerio General]]. Se incorporaron estanques, fuentes de agua, vegetación nativa, caminos, jardines, luminarias y miradores. Las baterías del pusilánime y afeminado de Marcó del Pontt fueron convertidas en terrazas y en el '''Castillo Hidalgo'''. Hubo que trasladar tumbas de protestantes sepultadas en la ladera oriental. También pasaron a mejor vida las casuchas de la vereda oriente de calle del Bretón (hoy calle Santa Lucía) asentadas a los pies del cerro.
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La mayor y más importante transformación de lo que hasta entonces era "una doliente aglomeración de rocas, albergue de la pereza y el crimen", fue llevada a cabo por '''Benjamín Vicuña Mackenna''', Intendente de Santiago, a partir de 1872. Fue una renovación integral, en el marco de la “Transformación de Santiago”, 20 medidas propuestas por Vicuña Mackenna destinadas a mejorar la condición urbana. Un centenar de presidiarios auxiliados por obreros especializados llevaron a cabo las obras, que incluyeron 18.000 carretadas de tierra vegetal. Los cadáveres de los disidentes fueron trasladados el [[Cementerio General]]. Se incorporaron estanques, fuentes de agua, vegetación nativa, caminos, jardines, luminarias y miradores. Las baterías del pusilánime y afeminado de Marcó del Pontt fueron convertidas en terrazas y en el '''Castillo Hidalgo'''. Hubo que trasladar tumbas de protestantes sepultadas en la ladera oriental. También pasaron a mejor vida las casuchas de la vereda oriente de calle Santa Lucía (ex calle del Bretón), asentadas a los pies del cerro.  
 
 
Los dinamitazos de los trabajos produjeron vidrios rotos y molestas varias entre los vecinos. Mientras se tramitaban las acusaciones legales el impetuoso Vicuña Mackenna ordenó intensificar las detonaciones. A fin de que los vecinos se protegieran, un policía anunciaba cada una con tres cornetazos.
 
  
 
Para 1874, las obras estaban finalizadas. El gran peñasco sin vegetación y de escasa vinculación a la ciudad era ahora gran paseo público con riego artificial destinado a los habitantes “de bien” de la urbe. "Tardes exquisitas. Decididamente lo artificial tiene algo de bueno a veces", escribió el usualmente crítico Alberto Malsh. El parque resultante era conocido como "jardín aéreo".  
 
Para 1874, las obras estaban finalizadas. El gran peñasco sin vegetación y de escasa vinculación a la ciudad era ahora gran paseo público con riego artificial destinado a los habitantes “de bien” de la urbe. "Tardes exquisitas. Decididamente lo artificial tiene algo de bueno a veces", escribió el usualmente crítico Alberto Malsh. El parque resultante era conocido como "jardín aéreo".  

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