Plantilla:Iglesia de San Agustin
El primer Templo de Nuestra Señora de Gracia, más conocido como Iglesia de San Agustín, fue levantado por Los Agustinos, una de las últimas órdenes religiosas que llegó a Chile a fines del siglo XVI, sobre terrenos adquiridos a los herederos de Francisco de Riberos, entre las actuales calles Agustinas, Moneda, Estado y San Antonio. Era una pequeña iglesia, cuya puerta daba a la actual calle San Antonio esquina Moneda. En diciembre de ese año, desconocidos prendieron fuego al convento y a la iglesia, que quedó totalmente destruida. Solo resistió el lienzo de San Agustín, lo que se consideró como un milagro.
Tras ello, en 1601 los Agustinos compraron a Francisco Sáez de Mena el solar donde hoy se encuentra la Iglesia de San Agustín. Las obras del templo comenzaron en 1608 (siendo el segundo templo más antiguo de Chile, después de la de San Francisco) sin embargo el terremoto de mayo de 1647 destruyó la casi terminada obra arquitectónica.
El terremoto duró un lapso que testigos cifraron en “tres o cuatro credos”. El obispo escribió que el polvo oscureció la luna “poniendo tan grande horror en los hombres que aun los más cuerdos creían que veían los preámbulos del juicio”. Aun cuando no se registraron saqueos, "a modo ejemplar" se ahorcó a un esclavo negro que en medio del desconcierto había afirmado ser hijo del rey de Guinea.
Una de las pocas cosas que quedó en pie en la iglesia fue una efigie de Cristo tallada en madera, que sobrevivió intacta, lo cual fue considerado un milagro. Salvo por la corona de espinas, que cayó al cuello. En vista de que fracasaron los intentos por devolver la corona a su posición original, hasta el día de hoy sigue ahí. El nombre de esa imagen tallada es el Señor de la Agonía sin embargo, suele ser mas conocido como Cristo de Mayo (en referencia a la fecha del terremoto) o Señor de los Temblores. Además de sus atributos de milagrosos, cabe destacar que es la primera escultura tallada de Cristo en el país.
Al mes siguiente las ruinas fueron cubiertas por una inusual nevazón de tres días, que castigaba a una maltrecha comparsa de sobrevivientes ya casi sin reservas de leña. Poco después, golpeó una severa plaga de tifus vino a cuestionar si acaso era mejor no haber nacido. Entre el sismo, el tifus, el hambre y la hipotermia hubo casi cuatro mil muertos o desaparecidos.
Desde ese fatídico 1647, cada 13 de mayo se efectúa una procesión en honor del Cristo de Mayo.
Posterior a todas las catástrofes que siguieron al terremoto, la iglesia se levantó nuevamente mucho más sólida, y a la construcción se agregó un claustro, sin embargo el proceso fue tan lento que al año 1730 aún no estaba terminada, y sufrió daños por el terremoto en julio de ese año. El sismo afectó solamente el respaldo del presbiterio y las torres de la iglesia, por lo que debió ser restaurada.
En 1850 se restaura nuevamente el templo debido a los deterioros sufridos durante su ocupación en la independencia, expropiaciones y crisis administrativas. Destaca la intervención de Fermín Vivaceta, quien agregó las nuevas torres y diseñó un nuevo frontis de estilo neoclásico.
A principios del siglo XX el convento aún ocupaba toda la manzana. Sin embargo, desde 1922 comienza a vender paulatinamente parte de los terrenos para la construcción de edificios, iniciando la demolición de los antiguo claustros.
La iglesia fue una de las más frecuentadas en el período colonial, y hoy es conocida como un lugar tradicional de culto.
Fue declarada Monumento Nacional en 1981.
Horario misas:
- Lunes a sábado: 09:00, 12:00 y 20:00hrs.
- Jueves y domingo: 09:00, 11:00, 12:00 y 20:00hrs.
En qué fijarse : En su interior, la iglesia presenta tres naves paralelas, separadas por gruesas columnas que sostienen arcos de medio punto. La nave principal está separada por un arco toral que conforma el presbiterio y el coro. Ese espacio es de inspiración colonial, pero en las transformaciones ejecutadas en la fachada y en las torres, se impuso lo neoclásico. |