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Iglesias históricas del centro de Santiago

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Estación 5: Catedral Metropolitana de Santiago
Mide 97,83 metros de largo por 29,27 metros de ancho. Está dividida en 3 naves, una central, de mayor altura, y dos laterales, que se comunican entre sí por detrás del Altar Mayor. Su decoración es rica en pinturas y dorados, carece de [[Glosario#A|ábside]] y las baldosas del piso forman dibujos geométricos. De su interior destaca el Altar Mayor, de mármol blanco con aplicaciones de bronce y lapislázuli, construido en Munich en 1912.
 
El 9 y 10 de julio de 1882, en el marco de la Campaña de la Sierra de la Guerra del Pacífico, 77 chilenos resultaron rodeados por unos 1800 soldados y montoneros enemigos en el poblado de La Concepción. Los comandaba Ignacio Carrera Pinto, nieto de José Miguel Carrera, sobrino-nieto de Francisco Antonio Pinto y sobrino de Aníbal Pinto. Se parapetaron en un convento, al que los peruanos rociaron con combustible y luego prendieron fuego. Entre gritos, cañonazos y silbidos de balas se escuchó el llanto de un niño. Una de las cantineras dio a luz en medio del fragor de la batalla. Todos y cada uno de los chilenos resultó aniquilado en lo que un subteniente calificó de “homérica lucha de 30 horas”. Los restos mortales fueron a continuación mutilados. Cuando arribaron nuevas fuerzas chilenas, anonadados ante el macabro espectáculo, fusilaron a 18 de los 20 habitantes que quedaban en el poblado. Los corazones de los cuatro oficiales fueron extraídos y conservados en frascos llenos de alcohol. Hoy reposan en la catedral de Santiago. Es en memoria de esta gesta que Carrera Pinto protagoniza los billetes de $1.000, y que cada 9 de julio el Ejército celebra el solemne Juramento a la Bandera.
En 1899 el Arzobispo Monseñor Mariano Casanova encargó al arquitecto italiano Ignacio Cremonessi la transformación de la Catedral. Las obras incluyeron estuco en los muros de piedra, la supresión de las vigas de cedro y el artesonado de madera del interior, adornándola con pinturas y aplicaciones de estuco y yeso. Con esas intervenciones perdió su primitivo estilo colonial y adquirió el carácter moderno renacentista que aún mantiene.

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