Plantilla:Ex Congreso
Historia del predio e Iglesia de la Compañía
Si bien el edificio data desde el siglo XIX, como la mayoría de los edificios de esta ruta, tiene una interesante historia anterior a la construcción de lo que hoy podemos ver. Parte de los terrenos del edificio pertenecieron a la mítica Iglesia de San Miguel Arcángel, más conocida como la Iglesia de la Compañía de Jesús. La historia del predio se puede trazar hasta 1595, cuando empieza la construcción de una capilla consagrada a San Miguel, hecha con adobe y teja.
Tras el terremoto de 1647 el templo se derrumbó hasta sus cimientos, siendo reconstruido en cal y canto, y a diferencia del templo anterior, con características mucho más ostentosas: con una torre de campanario, bóvedas sepulcrales y un enorme reloj. Este templo volvió a ser derrumbado por el siguiente terremoto, de 1730.
Utilizando las estructuras que quedaron en pie, se re-edificó una nueva y más grande iglesia, con influencias del barroco colonial, decisión que agravaría posteriormente el incendio que selló su destino. En la fachada se definieron tres accesos, sin embargo para poder ingresar era necesario pasar por una pequeña habitación, que dificultaba el paso y lo volvia poco ágil. En la fachada se grabaron los numeros romanos MDCCLX (1760) señalando la fecha de reconstrucción del templo, que según palabras de Benjamín Vicuña Mackenna era solo una ruina disfrazada. Para sumar las desgracias, en 1767 se hizo efectiva la expulsión de la orden Jesuita en Chile, decretada por el rey Carlos III, y sus bienes -incluyendo la iglesia- fueron confiscados.
La iglesia tras la expulsión dejó de funcionar hasta 1769, cuando debió rehabilitarse producto de un incendio en la Catedral que en el momento se estaba construyendo, y por lo que comenzó a ser utilizada como Catedral para la ciudad.
En 1841 un voraz incendio consumió la torre principal y derrumbó parte de las estructuras. Su reparación tomó seis años, pero al parecer no se consideró ninguna precaución para evitar un nuevo desastre. En 1858, el ingeniero Eduardo Hanson propuso al Presbítero Ugarte, quien estaba a cargo de la iglesia, el instalar redes de abastecimiento de gas hidrógeno para la iluminación interior. El sacerdote sólo hizo colocar el sistema en algunos sitios, optando por una iluminación con velas y candelas de gas y aceite, otra decisión luego se lamentaría.
El 8 de diciembre de 1863 se realizaba un encuentro que había reunido entre 2000 y 3000 personas en la Iglesia, siendo el día de la Purísima, último del Mes de María. En el templo se habían encendido imprudentemente más de 7 mil luces (se llegó a hablar incluso de 15 mil). Aparentemente, la ruptura de un quemador de gas líquido cuando se iniciaba la ceremonia provocó la tragedia, habiendo más de 2 mil luces sólo en el altar. El fuego alcanzó una velocidad inusitada, lo que produjo la estampida de los fieles mientras las llamaradas ascendían a la cúpula, y comenzaban a caer las tablas y vigas del techo. Esto sumado a los grandes vestidos que utilizaban las mujeres en la época, quienes eran gran parte de la concurrencia, dificultaron el escape antes de que las llamas alcanzaran las puertas, encerrando a los creyentes. Murieron alrededor de 2.000 personas encerradas.
Largo tiempo duraron las ruinas del templo en el centro de la ciudad, sin ser tocadas. Posteriormente, los terrenos de la iglesia destruída pasaron a ser los jardines del ex-Congreso Nacional, cuya historia desarrollaremos ahora.
Historia del Congreso Nacional
Este albergó las dos cámaras del Congreso Nacional desde 1876, hasta 1973. Fue construido durante el gobierno del presidente Manuel Montt, en parte de los terrenos de la Orden Jesuita.
El diseño fue realizado por el arquitecto francés Claude-François Brunet de Baines, y las obras quedaron a cargo de Lucien Hénault, pero en 1863 debieron ser interrumpidas por los daños que ocasionó el incendio de la vecina Iglesia de la Compañía de Jesús, los cuales no pudieron ser resueltos en el momento debido a falta de recursos. Diez años después, el ingeniero chileno Manuel Aldunate prosiguió con las obras, que fueron finalizadas por el arquitecto italiano Eusebio Chelli. El edificio fue inaugurado aún inconcluso, el 1 de junio de 1876, durante el gobierno del presidente Federico Errázuriz Zañartu.
El ala poniente del edificio fue ocupada por el Senado, y el ala oriente por la Cámara de Diputados. En el centro, se encuentra el Salón de honor, lugar de reunión del Congreso Pleno.
En 1895 un incendio destruyó gran parte del edificio, teniendo que ser restaurado al año siguiente por los arquitectos Carlos Bunon, Emilio Doyère, Eugenio Joannon y Carlos von Moltke. Fue reinaugurado en 1901, bajo el gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren.
El terremoto de 1906 causó severos daños al edificio, por lo que debió ser reacondicionado nuevamente, esta vez por el arquitecto Alberto Cruz Montt. Desde esa fecha, y hasta el golpe de estado de 1973, el Senado y la Cámara de Diputados funcionaron en ese lugar. Posterior al golpe, el edificio fue utilizado por el Ministerio de Justicia. Fue declarado Monumento Histórico en 1976.
Tras el retorno a la democracia en 1990, el congreso fue trasladado a la ciudad de Valparaíso. Tomó posesión del edificio la cancillería hasta 2006, cuando pasó a manos del Ministerio de bienes Nacionales. En mayo de 2006, fue restituido nuevamente el edificio al Congreso, y desde entonces los parlamentarios suelen reunirse allí, se realizan sesiones de la Cámara de Diputados, y en su Salón de Honor se realizan nombramientos.
De planta cuadrada, tiene una arquitectura neoclásica francesa. Su acceso principal por calle Catedral posee columnas corintias y frontones rectos, que configuran la fachada de ingreso. El gran salón es rectangular, comunicándose a la derecha con el Senado y a la izquierda con la Cámara de Diputados.
Sus jardines fueron originalmente diseñados por el paisajista Guillermo Renner (el mismo que remodeló el trazado de la Plaza de Armas). En los accesos al Salón de honor hay estatuas de hierro fundido: figuras humanas que sostienen lámparas en sus manos. Entre las especies vegetales que se pueden encontrar en el jardín hay palmeras, cedros, castaños y copihues.
Entrada:
- (Solo a la biblioteca del Congreso) Lunes a viernes: 10:00 - 17:30 hrs.