Cementerio General
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Descripción General
El Cementerio General es sin lugar a dudas un panorama imperdible en la ciudad de Santiago. Recorrer sus calles significa tanto apreciar la historia del país como entender la configuración social que fluye desde la construcción de este lugar hasta nuestros días. Reúne cultura, arquitectura, símbolos, arte, historia, entre muchos otros. En la práctica, aunque no se diseñó con estos fines, es un interesante museo al aire libre.
En un recorrido de alrededor de tres horas, se perciben con facilidad diferentes niveles socioeconómicos segregados, tal como en nuestra ciudad pero en una escala pequeña; se recorren desde tumbas anónimas hasta grandes personajes de la historia; se ve la influencia de diferentes países; se aprecian diferentes religiones, ideologías y pensamientos, todo en un mismo lugar. Es, sin lugar a dudas, un espacio que entrega tal cantidad de información que solo es posible leerla mediante fragmentos. Se requeriría más de un millón de visitas a esta necrópolis para comprenderla del todo. En este sentido, la ruta está pensada con ciertas paradas específicas pero privilegiando el camino entre estas; ofreciendo así una panorámica de las diversas escenas que ofrece el lugar, donde cada visitante podrá, desde luego, percatarse de cosas diferentes.
En 1819 se iniciaron las gestiones para construir el Cementerio General, tal vez el más icónico que existe en Chile. Fue emplazado en lo que era la antigua Chimba, un barrio marcado por establecimientos religiosos y una vida sobre todo rural fuera del trazado urbano de la época, condición perfecta para albergar el campo santo.
- Para más información revisar la web del cementerio
Símbolos y Arquitectura
El Cementerio General es un lugar muy interesante desde el punto de arquitectónico. Se mezclan estilos y épocas, convirtiéndose así en el depósito de diversos testimonios escultóricos y arquitectónicos. El cementerio surge con la creación y el primer desarrollo de la arquitectura moderna (moderna refiriéndose a post revolución industrial e Ilustración), es decir, se ven reproducidos en él estilos desde el neoclásico, el romántico, el eclecticismo, pasando por el modernismo, hasta el postmodernismo. (Ver "Las Vanidades en la Iconografía Funeraria Chilena"). Si bien la mayoría de los mausoleos siguen el estilo de moda de la época o algunos más bien clásicos, es común encontrarse con tumbas bastante exóticas. Así, encontramos construcciones que van desde una arquitectura más clásica como griega o romana, así como precolombinas, egipcias, góticas o musulmanas. En este lugar se puede ver cómo lo funerario se apropia y asimila casi todas las etapas arquitectónicas, urbanísticas y hasta paisajísticas en el caso de los jardines privados.
En qué fijarse :
Hay una serie de símbolos que se pueden ver repetidos en el cementerio, los que vale la pena distinguir. A continuación una serie de interpretaciones básicas: * Cruz con soga o espinas: La soga es el símbolo del hombre que se aferra a la vida, mientras que las espinas representan el sufrimiento de Cristo en la cruz. * Fuego y llamas: Evoca el martirio y la pasión religiosa. * Uróboros: La serpiente que se muerde la cola, se llama Uroboros, y es de origen egipcio. En la Edad Media se transformó en uno de los símbolos favoritos de los alquimistas. Significaba la eternidad, pues la serpiente se regeneraba constantemente al comerse a sí misma la cola, ilustrando la perpetua transformación de muerte en vida y de la vida en muerte. * Columnas en diferentes estados de conservación: Columnas en buen estado seguidas de columnas agrietadas y destruidas que reflejan el inexorable paso del tiempo. * Reloj de arena alado: Este es un símbolo de miles de años de antiguedad, y refiere al paso del tiempo que vuela inevitablemente. Los griegos creían que Cronos llevaba uno de estos relojes en la mano. * La antorcha invertida: También proviene de la cultura griega. En la Edad Media también se representaba a esqueletos sosteniendo relojes de arena, dando a entender que la muerte llega irremediablemente al paso del tiempo. * El crismón: Es la superposición de las dos primeras letras griegas del nombre de Cristo (X y P). Formaban un símbolo característico de los cristianos perseguidos por Roma. * El ancla: Otro símbolo que se repite es el ancla, como la que puede verse en el mausoleo del presidente Blanco Encalada. Empezó a ser un símbolo fúnebre en las Catacumbas Romanas, hace unos 1900 años. Dibujando un ancla, los perseguidos cristianos podían trazar disimuladamente una cruz en sus tumbas, sin despertar sospechas. * Cruz y guadaña invertida: Representan a las dos fuerzas de la muerte, Dios y el Diablo. La cruz de pie, representando a Cristo, mientras que la guadaña va invertida porque es vencida por la cruz. Representa que la muerte diabólica es inferior y que Cristo triunfa sobre esta. Estos entre muchos otros (símbolos masones, la estrella, la flor de lis, las vírgenes dolientes, las urnas funerarias, ángeles, etc) son símbolos de la muerte que se manifiestan como elementos adosados a las sepulturas del Cementerio General, para demostrar la pertenencia a un grupo o proteger al difunto. (Ver Cementerio de un Vistazo) |
Contexto histórico de los cementerios en Chile
Los antecedentes que llevan hacia la proyección y construcción de este cementerio datan de la colonia. Las ideas y proyectos de cementerios fueron ya esbozados bajo la administración del gobernador Ambrosio O’Higgins. Para la concreción, sin embargo, habría que esperar al mandato de su hijo, Bernardo O’Higgins. Luego de la Batalla de Maipú en 1818, el nuevo Senado ejerció bajo un senadoconsulto: “En consideraciones de respeto al Ser Supremo y al Culto, se prohíbe la sepultación en las iglesias, y por razones de salud pública, se crean los cementerios comunes como único sitio para sepultar”. En 1821 se levantó el Panteón General. Se escogió el barrio de La Chimba, porque al norte del Mapocho se entendía lo suficientemente lejos de "la ciudad ilustrada", que se mantenía así a salvo de las pestilencias de los muertos. Ya funcionaba allí un panteón informal con capilla, circundado de una alta pared con puerta de hierro que mantenía a raya a los perros que merodeaban el sector dispuestos a perturbar la paz de los proteicos difuntos.
La etapa inicial del Cementerio General se financió con fondos estatales, con algunos legados y hasta con venta de nieve traída en mula desde La Dehesa para la fabricación de helados.
El traslado de los espacios de entierro fue así traspasado desde el interior de las iglesias a un recinto formal. La costumbre de recurrir a las iglesias, no obstante, persistió de forma clandestina. Los templos eran entendidos como el espacio de la muerte cristiana por excelencia, más cercana a los santos y a Dios. Eran puntos de reunión para la oración y para el contacto con los seres queridos, respecto de los cuales se desconocía su ubicación exacta.
Con la legislación del Cementerio General de Santiago, otros menores en otras ciudades, y la autorización respectiva del Cementerio de disidentes de Valparaíso, se intentó regularizar los entierros. Eran normas de carácter fragmentario, y cuyas reglamentaciones incurrían en ambigüedades. El Código Civil de 1855 buscó resolverlas a través del artículo 585: "Las cosas que han sido consagradas para el culto divino se regirán por el derecho canónico", manteniendo así a los lugares de culto, iglesias y cementerios ajenos de intervenciones civiles. Sin embargo el estamento perdió validez a consecuencia de la influencia de las corrientes liberales y la famosa polémica de la negación de sepultura católica al Coronel Manuel Zañartu, en Concepción, quien se separó de su mujer y convivió con otra pareja hasta el final de sus días. En consecuencia se clausuraron todos los camposantos católicos del país.
Vicuña Mackenna, inspirado por necrópolis europeas como la de Père-Lachaise, planteó extender el cementerio al vecino Cerro Blanco. Lo imaginaba "coronándose de blancos túmulos la alta planicie del montículo y trocándose sus profundas canteras en osarios".
En 1883 gobierno de Domingo Santa María presentó las Leyes Laicas, que transferían al Estado las funciones civiles que poseía la Iglesia. Una de estas normas eliminó la separación física de áreas de entierro entre católicos y “disidentes” y sancionó las sepulturas en predios que no fueran cementerios.
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En consecuencia, se produjo una “cacería de muertos”: oficiales civiles arrebataban cadáveres contra la voluntad de los familiares para llevarlos a cementerios como la ley mandaba, y católicos exhumaban cuerpos en secreto para enterrarlos ilegalmente en las iglesias, mientras ataúdes llenos de piedras quedaban en los cementerios. Dispuesta a dar la lucha, la Iglesia prohibió a los sacerdotes autorizar los entierros en cementerios laicos, y Santa María proscribió entierros en los templos. La disputa fue tan enconada que hasta los cadáveres de los católicos fueron perseguidos. La facción del partido conservador que aceptaba el liderazgo de la Iglesia (los llamados “pechoños”) veían los sucesos con desasosiego. Circula a nivel chismográfico el caso de una señora de sociedad que le dijo a Santa María que no seguiría rezando el rosario porque hacerlo implicaba repetir su nombre. De acuerdo a una investigación realizada por Marco Antonio León, las sepultaciones en las iglesias se prolongaron como mínimo hasta 1938, burlando sistemáticamente la ley laica.
Época y/o horario adecuado
Es recomendable en cualquier época del año. Fines de semana y festivos va más gente, por lo que si se prefiere una experiencia más íntima es preferible optar por días de semana. De todo modos el recinto es amplio y no se da la sensación de saturación por turistas.
El horario es restringido a:
- Lunes a Viernes: Público General: 08:30 a 18:00
- Sábado, Domingo y festivos: Público General: 08:00 a 18:00
Acceso
En vehículo propio
El Cementerio General cuenta con estacionamientos en su perímetro. También está la posibilidad de pagar un "peaje" con lo que puedes entrar en auto por las calles del cementerio.
Horario de acceso de vehículos:
Lunes a Viernes: 9:00 a 17:30
Sábado, Domingo y festivos: 08:30 a 17:30
En transporte público
En metro: La ruta privilegia la llegada en metro mediante la estación Cementerios (línea 2) que se encuentra en el acceso lateral del cementerio por Av. Recoleta.
En Transantiago: 203, 208, B02, B17. Bajarse en Av. Recoleta frente a estación de metro "Cementerios"
Descripción de la ruta
Estación 1: Memorial del Detenido Desaparecido y el Ejecutado Político
Para llegar a la primera estación es necesario tomar la entrada por Valdivieso que da directamente al metro, y atravesar a mano derecha el "Patio Recoleta Norte" hasta el fondo, tal como se muestra en el mapa. Este es un lugar de memoria que recuerda a las víctimas de la dictadura militar chilena entre los años 1973-1990 y fue impulsado por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos. Fue inaugurado el año 1994 en el patio 102 con el trabajo de los artistas Claudio di Girolamo, Nemesio Antúnez y Francisco Gacitúa. Muchos de los cuerpos de las víctimas descansan en los nichos ubicados al lado de la Plazoleta del Memorial, otros aún esperan ser encontrados.
El memorial está construido en mármol y en su frontis se puede leer un verso de Raúl Zurita de Canto a su amor desaparecido, que dice:
"Todo mi amor está aquí y se ha quedado pegado a las rocas, al mar, a las montañas...".
En el centro se lee el nombre de Salvador Allende, presidente de la república al momento del Golpe Militar. A la izquierda de su nombre se leen los nombres de los detenidos desaparecidos, y en el ala derecha están tallados los nombres de los ejecutados políticos. Bajo la muralla de nombres se encuentra un jardín de piedras, plantas y agua donde la gente deposita sus tributos en recuerdo a las víctimas.
Frente al memorial hay una plazoleta circular con esculturas del artista Francisco Gacitúa. Los rostros de piedra representan a personas de diferentes edades, sexo y etnias. Se declara así la diversidad de las víctimas y representa así a todas las personas perseguidas y asesinadas, simbolizando las más de 3000 vidas que se llevó la dictadura.
Cabe destacar que este es el primer memorial oficial en el que el Estado se hizo cargo de un espacio conmemorativo y simbólico para las víctimas de la dictadura. Si bien la iniciativa fue principalmente de organizaciones de DD.HH, el Estado entregó luego la instancia y el financiamiento para su concreción.
En el día de hoy este es un espacio destinado para actividades culturales, homenajes y funerales de víctimas que aún siguen siendo identificadas.
Bajo el memorial hay constantes muestras de conmemoración, está siempre vivo: Placas, flores, cartas, fotografías, artesanías, entre otros.
En ruta :
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Estación 2: Mausoleo Italiano y Español
En el Cementerio General es común ver Mausoleos según gremios u oficios, según órdenes religiosas y también según nacionalidades, lo que se muestra en esta parada. Hay mausoleos de diferentes países dedicados a sus colonias, aquí destacaremos el Mausoleo Italiano y el Mausoleo Español, por su carácter imponente.
¿Sabías que? :
En estos Mausoleos se realizan misas con sacerdotes de nacionalidad italiana y española, para darle un sentido de pertenencia a la colonia. |
* Mausoleo Italiano: También llamado Mausoleo de la Sociedad de Socorros Mutuos "La Humanitaria", es el segundo mausoleo construido por la colonia italiana en Chile. Es un edificio con tipología caracol. De hecho, es una de las construcciones en Chile que utiliza esta fórmula arquitectónica, conocida posteriormente para edificios comerciales. Fue diseñado por el arquitecto Francisco Brugnoli siguiendo un estilo moderno, y su construcción data del año 1942. Ofrece una capacidad de 1600 sepulturas.
* Mausoleo Español: Hacia 1920 esta era la colonia más numerosa del país, siendo este el mausoleo n°3 de la colonia española. Fue construido el año 1964.
Estación 3: Patio 29 y tumba Victor Jara
Patio 29 (actual Patio N°162) se denomina al sector ubicado en el extremo norte del cementerio, zona donde desde los inicios del Cementerio General se enterraba a las personas más pobres. Este es un lugar cargado de memoria y simbolismo, ya que fue el sector utilizado tras el golpe de 1973 para sepultar clandestinamente los cientos de cuerpos encontrados en las calles o que venían de centros de tortura. La mayoría de los cuerpos no estaban identificados y fueron sepultados en cajones o simplemente arrojados en grupos en algunas fosas que se cavaban.
Hasta 1990, cuando comenzaron a identificarse los restos, el patio 29 fue utilizado como fosa común. Desde entonces, mantiene la mayoría de las cruces que se instalaron en los '70 y '80, las que muestran las 2843 sepulturas que contiene el patio. Algunas de estas, marcadas como "NN", fueron la única posibilidad de las familias de encontrar a sus familiares desaparecidos y el inicio de algunas identificaciones, los que en ciertos casos fueron trasladados al Memorial de Detenidos Desaparecidos para una correcta sepultura.
Este patio fue declarado Monumento Histórico y sitio de memoria histórica el año 2006.
Estación 4: Cristo Pobre y Cristo Rico
La construcción de estos íconos del cementerio se remonta a mediados del siglo XIX, obra del escultor José Carocca Deflor. Ambos cristos (popularmente conocidos como Cristo Pobre y Cristo Rico por su ubicación en el cementerio) son un punto de encuentro para los fieles, quienes acuden para dar las gracias y pedir favores, una manifestación clara de la devoción popular. Alrededor hay siempre velas, flores y mensajes. Ambos cristos -construidos en bronce-, tienen una altura significativa que permite verlos desde diferentes puntos del cementerio.
- El Cristo rico se encuentra en el patio 40 y está posado sobre un monte de piedras y un pequeño jardín.
- El Cristo Pobre, por otro lado, está ubicado en el patio 64. También está sobre un monte de piedras pero más pequeño que el anterior.
Ambos cristos se han convertido en verdaderas animitas. Las placas de agradecimiento por favores concedidos que se encuentran a su alrededor son muestra del poder que le otorgan los devotos a estos santuarios.
Estación 5: Patio de los Disidentes
En 1854 se creó por decreto el Patio Disidente, lugar en el extremo sur del cementerio para sepultar a los no católicos y uno de los lugares más emblemáticos de este lugar. La palabra “disidente” ha sido definida por la Real Academia Española de la Lengua como El que se separa de la común doctrina, creencia o conducta, una definición que por cierto no aplica a personas que bien pudieron profesar el mismo credo toda su vida, solo que no era el católico. En este patio están enterrados en su mayoría protestantes, también judíos, masones y quienes fueron excomulgados de la Iglesia Católica. El patio tiene un carácter de abandono, con tumbas en su mayoría antiguas y mucha vegetación. Es un paisaje completamente distinto a lo que se puede apreciar en el resto del cementerio.
Antes del surgimiento de este lugar no había un espacio digno para dar sepultura a los no católicos. Los disidentes eran previamente sepultados en las faldas del Cerro Santa Lucía, lo que provocaba ciertas molestias a los vecinos y locatarios del barrio. Así como las colonias española e italiana tienen sus propios mausoleos, aquí se constata una concentración importante de personas de origen francés, alemán o inglés.
En el cine : |
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Estación 6: Patio Histórico y Capilla Católica
En esta estación llegamos al acceso principal del Cementerio General (el acceso de Av. La Paz), donde se pueden remarcar dos hitos del lugar: La Capilla Católica y el Patio Histórico.
Al lado izquierdo de la capilla se encuentra lo que se conoce como Patio Histórico (existe una entrada especial y un cartel que lo denomina como tal), espacio donde se enterraron a los "hombres públicos". En general, patriotas, miembros de la clase alta que estaba dedicada a la fundación de la república. Este es uno de los lugares donde se encuentran las sepulturas más antiguas del cementerio. La mayoría de las tumbas de este patio datan entre los años 1830 y 1850, siendo la más antigua de 1826, y la más nueva de 1870. Dentro de los sepultados más importantes en el Patio Histórico destacan: Fernando Márquez de la Plata, vocal de la 1° Junta de Gobierno; José Santiago Portales, primer Intendente de Hacienda, y José Miguel Infante, presidente de la Junta de Gobierno de 1813.
Frente al patio se encuentra la Capilla Católica o Capilla Octogonal, sin duda la más imponente del camposanto. Fue una de las primeras construcciones del lugar para acentuar su carácter religioso y darle presencia a la Iglesia Católica en el cementerio. Su edificación data de 1822 y estuvo a cargo del Director de Obras Públicas de Santiago, don Vicente Caballero. Luego fue remodelada, pero conservando su forma original. El edificio está ordenado mediante una planta de basílica rectangular estilo griego. Su interior, por otro lado, es paleocristiano con una cúpula de madera. Está hecha en una mezcla de albañilería y adobe. Las pinturas del cielo fueron hechas en 1897 por Emilio Soza Donoso, y las esculturas al interior provienen de Val Osme de Paris (Val D'Osme Foundry), lugar de fundición de esculturas religiosas. Las figuras que están alrededor de la capilla representan a los apóstoles y son de esa misma autoría. La cúpula, por otro lado, fue construida con maderas nativas de Chiloé.
Inmediatamente detrás de la capilla (hacia el norte) se pueden encontrar las tumbas de cuatro personajes importantes de la historia de Chile: Eduardo Frei Montalva, Jaime Guzmán, Patricio Aylwin y Orlando Letelier. Delante de la capilla (hacia el sur), en el flanco izquierdo mirando hacia el sur, está la tumba de Pedro Aguirre Cerda, ornada por una vistosa escultura.
En ruta : Calle Valdivieso: Esta es una calle colorida y bien interesante arquitectónicamente, hay mausoleos de mucha inversión de la clase alta aristocrática |
En ruta : Se pasará por la Plaza la Paz, la entrada principal del Cementerio General, ubicada fuera del recinto. Posee arcos que fueron caballerizas del séptimo de línea de la Guerra del Pacifico y además un monumento a los quemados en el apocalíptico incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús. Se dice que debajo de los adoquines del suelo de la plaza estarían los cuerpos de los quemados en el incendio. |
Estación 7: Capilla Verde y Mausoleo La Alhambra
- Capilla Verde: Es un hito del cementerio y del país. Puede considerarse como el primer -y también el más famoso- panteón público de Chile. Fue diseñada por el arquitecto Carlos Corsi y construida alrededor del 1900. Arquitectónicamente hablando, es considerado un partenón Greco-romano. Este lugar permitió a las personas ser sepultadas libremente, sin un mausoleo institucional o familiar, de ahí su carácter público. El nombre se debe al color que toma la piedra que decora las fachadas. Está ubicado en el patio 42, en el casco histórico del cementerio.
- Mausoleo Alhambra o Mausoleo Ecléctico: Fue el lugar de sepultura de uno de los hombres más ricos e importantes políticamente del país: Claudio Vicuña. Es uno de los mausoleos más icónicos de todo el cementerio, por su carácter imponente lujoso, y por su particular arquitectura. Fue una de las tantas obras del arquitecto Tebaldo Brugnoli en este cementerio, considerado como uno de los impulsores de los mausoleos exóticos (construyó más de 30 solamente en el Cementerio General). Sigue el estilo morisco, nombre que identifica la forma de construir de los musulmanes en España durante la Edad Media.
¿Sabías que? :
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Estación 8: El Quitapenas
El Bar-Restaurant Quitapenas es una de las picadas más antiguas de Santiago, con más de un siglo de historia. Es un clásico lugar que ofrece "consuelo" para ahogar las penas con una amplia carta de tragos y comida típica chilena. Está llamativamente decorado con imágenes y símbolos que recuerdan la historia de Chile.
Se cuenta que en el 1900 el poeta maldito Pedro Antonio González habría convertido este bar en su "dormitorio, biblioteca, cuarto de tarea y bar". González deambulaba por en los oscuros bares y las barriadas bebiendo vino al amanecer, vagando con sus manuscritos escondidos y arrugados en los bolsillos.
Luego, el 4 de abril de 1925, 16 futbolistas del club Magallanes fueron despedidos y hasta tratados de abusadores. Liderados por David Arellano, habían manifestado una serie de reclamos. En lugar de tomar el tranvía, se fueron conversando la rabia a pie caminando por Avenida Independencia desde la sede del club, en Plaza Chacabuco. Se debatía si intentar ser admitidos al club Santiago (que aún no tenía el apellido de Morning) o el Bádminton. Hasta que primó la idea de formar un club nuevo. Total, entre los 16 formaban el cuadro completo. El ánimo levantó, pero no podían conversarlo así en la calle. Entraron al Quitapenas, el local más cercano. Sus rostros entusiasmados con la idea contrastaban con los dolientes parroquianos que venían de enterrar seres queridos. Así nació Colo-Colo
Este recinto ha sido nombrado también en obras literarias, ha funcionado como ambiente en obras de teatro, etcétera. Un verdadero tesoro viviente del barrio con fragancia a arrollado huaso.
Hoy este Bar-Restaurant es un símbolo clásico de cultura y sello nacional. Aunque no es barato, bien vale desembolsar por sus platos típicos: cazuela, chorrillana, empanadas, perniles, terremoto o vino tinto. La pasada para dar el brindis final al fallecido al Quitapenas sigue siendo una tradición que ha calado en la sociedad santiaguina, y en parte de la cultura nacional. Perfecto punto para rematar la ruta. Más información en Urbatorium
Recomendaciones
- Se recomienda discreción si hay familiares visitando tumbas, recordar que es un lugar de culto.
- Es posible encontrar baños tanto en el cementerio (con una pequeña paga para la mantención) como en el Quitapenas.
- A lo largo del recorrido hay puntos de información con mapas, útiles para ampliar la ruta.
- Dada su calidad de monumento histórico nacional y sitio de memoria histórica, es importante acatar las recomendaciones y mantener el aseo y ornato.
El misterioso túnel de Avenida La Paz
En julio de 2019 fue descubierto un túnel bajo Avenida La Paz, casi esquina Olivos ubicación exacta, que conecta la Faculta de Odontología de la Universidad de Chile con el Hospital Psiquiátrico. No está claro el propósito ni la antigüedad. No está abierto al público.