La construcción de este edificio data de 1913 encargado por el comerciante Humberto Quennette al arquitecto español José Forteza Ubach, reconocido por haber diseñado el ya no existente Palacio Undurraga, mansión neogótica demolida en 1975. El origen de este edificio recae en el furor comercial y hotelero naciente de la revolución ferroviaria de finales desde la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, gracias a las obras de la Circunvalación de Santiago, impulsadas por el programa para "La transformación de Santiago" del antiguo intendente Vicuña Mackenna, consolidadas por la construcción y posterior inauguración de la Estación Mapocho en 1914.
El edificio proyectado se caracteriza por su emplazamiento y forma de su volumetría, actuando como un edificio rótula, articulando la trama geométrica del damero en su encuentro con el Río Mapocho y el Parque Forestal. Su estilo es representativo de la arquitectura chilena Neoclásica de comienzos del siglo XX, a través del cual se logra integrar a la Estación Mapocho a través de su escala, el tratamiento de su fachada y el ritmo de sus vanos, estableciendo en conjunto un umbral para los inicios de la Av. Presidente Balmaceda.
En 1934, el edificio cambia de propietario y queda en manos del empresario León Durandin, quien lo volvió a inaugurar bajo el nombre de Hotel Bristol, un elegante edificio donde culminaron los viajes de los pasajeros y turistas del tren que provenía desde Valparaíso, invitándolos a hospedarse a través de sus reconocidos bar y restaurante chileno-italiano, además de sus influyentes locales comerciales del primer piso, los cuales atendían a los transeúntes a través de los vanos de su fachada.
La proximidad del edificio a Estación Mapocho, fueron clave para su éxito, convirtiéndolo como uno de los hoteles más reconocidos de la capital, recibiendo una gran cantidad de clientes nacionales e internacionales. Sin embargo, con el cese de funciones de la Estación Mapocho en 1987, el hotel comienza a perder su clientela, el comercio en su primer piso se ausentó y sus vanos se convirtieron en ventanas exteriores, finalizando sus actividades hoteleras cuatro años más tarde en 1991, cuando el edificio fue adquirido por la Ilustre Municipalidad de Santiago y destinado sus dependencias a uso administrativo de divisiones municipales.
¿Sabías que? : En el 2002, en una iniciativa promovida por el entonces alcalde de Santiago Joaquín Lavín, se concibió un concurso con miras a la inminente celebración del Bicentenario, con el fin de establecer una segunda plaza de armas junto a una esbelta torre que sobrepasaría a la Torre Entel en altura, este concurso estableció solamente tres requerimientos básicos:
Los arquitectos que participaron aprovecharon la instancia para diseñar la torre más alta que podían. Destacó la participación del arquitecto chileno Alejandro Aravena quien ganó el Pritzker en 2016 junto a Fernando Pérez O., quienes diseñaron una torre muy liviana, al punto que la maqueta presentada estaba realizada en base a tela e hilo. Sin embargo, el ganador del concurso fue el arquitecto Nicolás Loi, quien diseñó una torre de 257 metros que proporcionaba una vetaba urbana en su cúspide como punto central de observación, su carácter era el de un edificio sobrio, elegante, liviano y semi-transparente cuya morfología inicia en una planta rectangular en su base, la cual por medio de una sutil torsión finalizaba de forma perpendicular en su cúspide. Para saber más de la obra ganadora visitar el sitio web de la oficina. Afortunadamente la construcción de esta torre nunca se concretó, ya que, la idea fue descartada por el alcalde Raúl Alcaíno quien prosiguió a Lavín en 2003, debido la falta de recursos e intereses de la comuna. |
Tras los numerosos intentos de intervención, incluyendo concursos e iniciativas de restauración, sobre la cual destaca una colaboración de la Municipalidad con la Universidad Católica, de Chile y Diego Portales, en la que se buscó recuperar el Ex Hotel Bristol reorientando sus funciones entregando una nueva dimensión de actualidad y de vigencia, a través de la adición de elementos modernos y sin establecer demasiadas alteraciones en el edificio original. Finalmente ninguna intervención sobre el edificio se concretó y el Ex Hotel Bristol fue declarado Monumento Nacional el 20 de marzo del 2007, por el Consejo de Monumentos Nacionales.