Galerías de Cine de Concepción

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Teatro Concepción



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Ubicación Concepción
Belleza Atractiva
Atractivos Hito(s) histórico(s)
Duración 2 horas
Desniveles +24, -29
Distancia (metros) 4474
Primer autor Proyecto Vermut
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Descripción general

Cartelera de espectáculos en cines. Proyecto Vermut
Fachada Cine Ducal. Proyecto Vermut
Aviso de cartelera del día Teatro Rialto. Proyecto Vermut

Concepción tiene una historia estrecha con las salas de espectáculos. Se remonta al menos al Teatro Galán, incendiado en 1882. La pérdida de este espacio gatilló la construcción del magno Teatro Concepción, coliseo de las artes escénicas abierto al público en 1890. Desde las primeras décadas del siglo XX comenzó a proyectar películas en medio del furor de este nuevo arte que llamaban cine.

Dato.png ¿Sabías que? : En 1895, Georges Méliès asistió a la primera presentación de los hermanos Lumière. En el acto ofreció diez mil francos por la tecnología. Los Lumière los rechazaron. Subió la oferta a veinte mil, y luego cincuenta mil. “Joven, me lo agradecerá”, le dijo el padre de los inventores, “La Invención de mis hijos no está a la venta. Lo arruinaría. Puede ser explotada por un breve lapso como una curiosidad científica. Más allá de eso, no tiene futuro comercial”. Méliès perseveró y se convirtió en uno de lo principales cineastas de la primera década del siglo XX

El Teatro Concepción fue adquirido más tarde por la Universidad de Concepción, una movida que apuntaló la cartelera fílmica de la ciudad. En ese contexto surgieron algunas salas, austeras y discretas, cuya única finalidad era exhibir esta maravilla de la modernidad. Cines de barrio y proyecciones en clubes y sociedades mutualistas fueron la dinámica. Se construyeron además las primeras salas como el Edén o el Splendid. Salas de colegios también dijeron presente, tales como el Aula Magna del Liceo de Hombres, hoy en estado de ruina frente al Parque Ecuador. En varios colegios se proyectaron películas.

Tras la transición al cine sonoro Concepción sumó llamativas salas. Ahí estaban el Rialto, el Prat y el Central, que se engalanaron la pencósfera con los films de Chaplin, Carlos Gardel y Marlene Dietrich. En la década de 1930 emergieron enormes construcciones alhajadas con finos detalles y mobiliarios, y equipadas con tecnología de punta para la época. Deslumbraban el nuevo Teatro Central frente a la Plaza Independencia con su magnífica sala de hormigón armado, el Roxy con sus vanguardistas líneas y el Ideal con su marquesina curva y líneas navieras que auguraban un cambio en la arquitectura y en la forma de concebir el mismo acto de ir a disfrutar de una secuencia de 24 fotogramas por segundo.

Los cines comenzaron a articular una dinámica en torno a ellos. Brotaron comercio, pastelerías y confiterías que lubricaban el intercambio social. En una época sin televisión, el cine se integró como una actividad urbana casi cotidiana. No era un mero acto de ocio: era vivir la ciudad, deambular por sus calles y generar panoramas complementarios antes o después de la misma película.

El terremoto de 1939 dañó la infraestructura de Concepción pero no su espíritu (mal que mal, la ciudad era veterana de varios siglos de destructiva Guerra de Arauco). De inmediato se dio la orden de reabrir las salas. En primer lugar, porque sus modernas estructuras no cayeron. Además porque traían un respiro y un descanso en medio de tanto quebranto. Aguantaron los modernos Central, Roxy e Ideal, (que posteriormente se llamó Rex) además del ya viejo Teatro Prat, vestigio de los inicios. No solo hubo sobrevivientes, sino que se abrieron salas adicionales, que en un lapso de dos décadas formarían un nuevo circuito de salas de espectáculos, asociado al pujante comercio céntrico. Entre 1940 y 1960 aparecieron el Explanade, (posterior Astor), el Cervantes, el Lux, el Windsor y el Alcázar. Este último es un ejemplo típico de un cine anclado a una galería comercial, tipología arquitectónica arraigada en Concepción que conjugada una multiplicidad de actos y funciones en pleno centro.

1960 trajo consigo un nuevo terremoto, y la destrucción despertó un ideario moderno de rearmarse. Quedó plasmado en estilizadas torres insertas en placas comerciales de uno o dos pisos que incluían galerías comerciales. Algunas de ellas, faltaba más, equipadas con cines. Emulando el patrón del cine subterráneo como el Alcázar/Plaza, entre 1960 y 1970 abrieron el Regina (en Galería Carlos Akel), Lido (en Galería ICONSA) y Romano (en Galería Romano).

Dato.png ¿Sabías que? : El terremoto de 1960 es el más potente jamás registrado instrumentalmente. Tan potente, que liberó el 22% de la energía sísmica de todo un siglo, y generó un tsunami que provocó la muerte de 61 personas en un lugar tan lejano como Japón. Claro que, aunque este ensañamiento de la corteza es conocido coloquialmente como "el terremoto de Valdivia", su epicentro fue en Capitán Pastene, más cerca de Concepción que de Valdivia

La década de 1960 fue el punto máximo de la cinefilia. Las nuevas tres salas se codeaban con los anteriores: el ya viejo Roxy redenominado Ducal, el Ideal ya conocido como Rex, el Central (Teatro Universidad de Concepción tras la inhabilitación del antiguo). Todo esto además del Astor, Cervantes, Lux, Windsor y Alcázar. Once salas deleitaban con estrenos, clásicos del ayer, rotativos para niños y, porque no todo en la vida puede ser celuloide, actos asociados: conciertos, recitales de poesía, shows de revistas y vedettes y orquestas en vivo.

La actividad declinó desde las décadas de 1970 por la televisión abierta, luego los videoclubs y ya más tarde el cable e Internet.

A inicios de la década de 1990 varios cines habían cerrado. Solo aguantaban al pie del cañón el Teatro UdeC, el Ducal, el Lido, el Romano y el Regina con cartelera todo espectador, y el Windsor y el Plaza (ex Alcázar) con películas para adultos (if you know what I mean). En los albores del siglo XXI, el Ducal ya había sido demolido, el Lido había cerrado al igual que el Regina y el Romano. Similar situación con el Windsor y el Plaza. Solo el Teatro UdeC pervive en el centro, además de las multisalas de los tres malls.

Ruta

Teatro Explanade

Barros Arana 1356. Arquitectos: Santiago Aguirre e Inés Frey, 1940

Fachada Original
Fachada Actual

Como vimos en la intro, tras el tremebundo terremoto de 1939, las salas de espectáculos se consolidaron como importantes centros de ocio y distensión. Los dueños de los cines, como la familia Brieva, expandieron sus recursos construyendo nuevas salas con un perfil y vanguardista, esta vez asociado a al contexto de renovación urbana que siguió al sismo. Es en este escenario en que apareció el Teatro Explanade, en calle Barros Arana entre Paicaví y Janequeo.

Con una distribución simple y una imagen sencilla, fue la primera sala de espectáculos proyectada por el matrimonio de arquitectos Santiago Aguirre e Inés Frey, dupla que se destacó en la ciudad con pocos pero importantes proyectos en medio de la reconstrucción tras ramalazo de 1939. Tras el cierre como cine, el inmueble se destinó a discoteca, hoy el ya clásico Havana Club.

Teatro Concepción

Barros Arana esquina Orompello. Arquitecto: Juan Eduardo Fehrmann, 1890

Fachada Teatro Concepción
Teatro Concepción desde la esquina de Barros Arana/ Orompello
Noticia de Incendio

Inaugurado en 1890 y proyectado por Juan Eduardo Fehrmann, el Teatro Concepción fue el coliseo de las artes locales, una joya arquitectónica construida con una marcada influencia europea. Tenía capacidad para dos mil personas. Similar a otros teatros como el Municipal de Santiago o el Victoria de Valparaíso, el Teatro Concepción gozó de prestigio por su impecable acústica y elegancia. Era la primera parada de compañías artísticas que, antes que existiera el Canal de Panamá, pasaban primero por el hemisferio sur. Recalaban en Talcahuano y deslumbraban a los penquistas, como ocurrió Anna Pavlova, una prima ballerina rusa que hacía babear a todo hombre que la contemplara.

En 1928 el majestuoso teatro comenzó a ser administrado por la Universidad de Concepción y se incluyó el cine dentro de la parrilla de espectáculos como un mecanismo de sustento económico. Dañado por el terremoto de 1939 y reinaugurado en 1946, el teatro mantuvo una oferta de eventos considerable, acrecentada con la formación en la década de 1950 del TUC, la compañía de teatro de la Universidad de Concepción. Quedó en desuso tras el calamitoso terremoto de 1960 y fue hasta fue usado como bodega. En 1973 sufrió un incendio que condujo a su demolición en 1976.

Cine Lux

Barros Arana 1055. Atribuido a los arquitectos: Santiago Aguirre e Inés Frey, 1945

Fachada Original Cine Lux

Barros Arana se perfiló como un importante eje de salas de espectáculos. Hacia mediados de la década de 1940 se proyectó una nueva que cumplió la función de cine y sala de eventos que siguió la distribución del edificio de renta y oficinas hacia la calle y la sala de cine en el fondo, tal como ocurrió con el Roxy y el Cervantes. El cine se inauguró en 1950, exhibió lo mejor que el celuloide tenía para ofrecer y fue utilizada como salón de espectáculos.

La arquitectura lucía sus plumas. Poseía detalles enmarcados en su composición modernista, como escaleras de caracol y curvas que contrastaban con la rectitud de las líneas racionales que marcaban su estética. Un proyecto atribuido a los arquitectos Santiago Aguirre e Inés Frey por sus cualidades similares al Cervantes y al Explanade, exhibía un espacio central de doble altura con cubierta vidriada y circulaciones curvas que daban un sencillo dinamismo.

Durante la década de 1960 se celebraron espectáculos radiales en los que se invitaban estrellas musicales empapadas por el boom por la “Nueva Ola”. Tras el cierre como cine, el edificio fue ocupado como bodega de algunas casas comerciales y pasó sus últimos días como sucursal de una tienda por departamentos, la misma que determinó su demolición el año 2012. Se destruyó todo el inmueble y se perdió para siempre una de las salas con la mejor acústica y arquitectura del sur de Chile.

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Plaza René Schneider

Entre el Cine Lux y Cine Romano se encuentra la Plaza René Schneider, también conocida como Plaza Tribunales porque ahí se ubica ya imagina qué. Ambos fueron construidos en 1941 bajo un plan de restauración de la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, creada post terremoto de 1939. El nombre de la plaza es en honor a René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército penquista asesinado en el marco de la elección de Salvador Allende. Hay cuatro monumentos importantes: Bernardo O'Higgins, José de San Martín, una placa de Schneider y un monolito para el asta de banderas. Tanto la Plaza como el Palacio fueron designados por la muni Patrimonio Arquitectónico de la ciudad.

Cine Romano

Barros Arana esquina Colo Colo, Galería Romano. Arquitectos: Gabriela González, Pedro Tagle y Ernesto Vilches

Sala del cine
Aviso cartelera semanal

Tras el terremoto de 1960 y la puesta en marcha de un nuevo Plan Regulador, Concepción se vio invadida de una serie de edificaciones en altura que seguían el formato de una plataforma comercial de uno o dos pisos, en su mayoría conformados por una galería comercial. En la esquina de Barros Arana con Colo Colo se proyectó uno de los edificios que siguió esa línea, proyecto de los arquitectos Gabriela González, Pedro Tagle y Ernesto Vilches.

La galería comercial proyectada en la placa se concibió con un cine que siguió el formato subterráneo: el Cine Romano. Tal como ocurrió con el Cine Regina, su capacidad era modesta pero su ubicación privilegiada. Se volvió uno de los más populares entre las décadas de 1960 y 1990, a pesar de ser vecino inmediato del Cine Ducal. Mientras muchas salas cayeron entre 1970 y 1990, el Romano se mantuvo con funciones y con proyecciones de estrenos hasta los albores del siglo XXI. Cerró por un tiempo y volvió brevemente con algunas proyecciones. De nuevo cerró y la sala fue utilizada por una secta con fines de culto. Al cabo de unos años una iniciativa denominada Teatro Romano le devolvió el carácter de sala de espectáculos pero tampoco aprobó con distinción el paso del tiempo. Hoy es una sala de eventos.

Teatro Roxy (Ducal)

Barros Arana 770. Arquitecto: Guillermo Schneider, 1938

Fachada del teatro
Aviso de inauguración

Ubicado en calle Barros Arana, casi en la esquina con Colo Colo, en pleno centro comercial de Conce, el Teatro Roxy se alzó en 1938 como un moderno salón de espectáculos que reemplazó al antiguo Teatro Splendid. De los mismos dueños del Central, el Roxy se proyectó de avanzada arquitectura y aspectos técnicos y acústicos. En medio de un ambiente de alta competencia, estas delicias lo posicionaron como el más importante cine de la ciudad.

Como proyecto del arquitecto Guillermo Schneider el Roxy era, llamativamente, un inmueble de renta hacia la calle Barros Arana con la sala de espectáculos al fondo.

Desde su apertura, el Roxy exhibió una nutrida cartelera, marcada por alta presencia de estrenos de Hollywood, junto con la presentación de artistas nacionales, desde orquestas a músicos de la talla de Claudio Arrau. Los terremotos poco o nada afectaron a la estructura. Desde 1960 se conoció como Cine Ducal, nombre emblemático bajo el cual continuaron los estrenos hasta inicios de la década de 1990. Fue uno de los últimos grandes en permanecer con esa función y en 1997 el edificio fue demolido para dar paso a locales comerciales. Los nombres Roxy y Ducal perduran en la memoria colectiva de Tropiconce.

Teatro Rialto

Aníbal Pinto 556. Ingeniero: Cayo Pandolfi, 1924

Fachada del teatro

A principios de la década de 1920, la cartelera local más bien pobretona, y las salas de espectáculos eran austeras y discretas (a excepción del Teatro Concepción). En 1924 se inauguró en calle Aníbal Pinto el Teatro Rialto, una gran edificación de líneas neoclásicas y recargadas a cargo del ingeniero Cayo Pandolfi. El mandante era la Compañía Cinematográfica Ítalo – Chilena. De inmediato el Rialto se destacó por sobre las otras salas y comenzó a exhibir las películas del momento con estrellas como Imperio Argentina (alias de la actriz Magdalena Nile del Río), Greta Garbo o Marlene Dietrich. Fue además sede de encuentros políticos y espectáculos de variedades. Mantuvo un uso flexible hasta 1939, cuando el terremoto la condenó a su demolición y pérdida. Posteriormente se construyó la Galería Rialto, edificio que hasta hoy alimenta el circuito de galerías comerciales de la ciudad.

En ruta.png En ruta :
Plaza de la Independencia

Para llegar al Cine Lido desde el Teatro Rialto se recomienda sapear la Plaza de la Independencia de Concepción, Plaza de Armas de la ciudad. Su nombre se debe a que en ese lugar Bernardo O'Higgins habría realizado la declaración solemne de la independencia, el 1 de enero de 1818. Claro que esto descansa en tradición oral y no existe sustento documental por lo que a los talquinos les gusta defender que el verdadero honor recae en el texto escrito allí y firmado el 2 de febrero.

La plaza se encuentra rodeada de edificios de relevancia histórica y cultural: en el norponiente se encuentra el Centro Español, al sur poniente la Catedral Metropolitana de la Santísima Concepción y al sur oriente el Teatro de la Universidad de Concepción.

Cine Lido

Aníbal Pinto 341, Galería ICONSA. Arquitectos: Osvaldo Cáceres y Gabriela González

Interior Galería ICONSA

Con la construcción del edificio de la Galería ICONSA, en calle Aníbal Pinto, se proyectó en su interior una sala de cine, obra de los arquitectos Osvaldo Cáceres y Gabriela González. La dupla había trabajado en la refacción del Teatro Central tras el traspaso a la Universidad de Concepción y realizaron a su vez reparaciones en el Roxy tras el terremoto de 1960, alistándolo para convertirse en el Cine Ducal.

El Lido, se conformó como una sala anexa a la galería al mismo nivel de la misma, de sencillo lenguaje y ejecución. Se configura mediante planos plegados e intercalados con un amplio escenario y cómodas ubicaciones. Fue inaugurado en 1962 con Hiroshima, mi amor y mantuvo una cartelera de estrenos y de éxitos internacionales.

Tras el declive de la industria de salas locales pasó brevemente una época como la Sala 2 de la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción. Luego se arrendó para eventos varios, incluyendo la serie de tocatas Tras Bambalinas, sesiones musicales que revitalizaron tanto el espacio como la galería que la incluye. Actualmente está en desuso.

  • Proyecto Vermut recopiló testimonios de personas que han trabajado y o visitado el Cine Lido:

Teatro Central (Teatro Universidad de Concepción)

O’Higgins 650. Atribuido al arquitecto Guillermo Schneider, 1936

Vista aérea del Teatro Central
Vista hacia butacas

Similar en su génesis al Teatro Rialto, el Teatro Central fue una sala ubicada en el centro comercial más importante de Conce, el Portal Cruz, ubicado en calle O’Higgins frente a la Plaza Independencia. Propiedad de Juan José y Benito Brieva, el Central complementó el ramillete de comercios ubicados en el portal (hotel, banco, farmacia, peluquería y cafés).

En sus inicios se conformó como una sala de características sencillas pero de relevancia en la exhibición de estrenos y películas sonoras. El Teatro Central original dejó de funcionar por un breve período para dar paso a una nueva sala, de modernas y audaces líneas. Era la primera sala de espectáculos con semejantes avances técnicos y arquitectónicos en la zona. El nuevo Central se inauguró en 1935 en contraste con las líneas clásicas del edificio del Portal Cruz, malherido tras el terremoto de 1939.

El Teatro Central permaneció incólume a los embates tectónicos, rodeado por el herido portal. Como si los bamboleos de la plaza de Nazca no fueran suficiente, en 1950 un incendio terminó por liquidar lo poco que quedaba de aquel histórico edificio. Posteriormente se construyó el edificio Olivieri y el conjunto de edificios de oficinas más el Banco Concepción, de modo que la sala quedó integrada a ellos. En 1962, la Universidad de Concepción adquirió el Central para destinarlo a usos propios, función que preserva hasta nuestros días. Por eso es conocido por todos como, mire usté que originalidad más grande, el Teatro Universidad de Concepción.

Cine Windsor (L 09)

San Martín esquina Caupolicán. Arquitecto: Jorge Velasco Urzúa, 1946

Fachada Cine Windsor

En la esquina de las calles San Martín con Caupolicán, se construyó a mediados de la década de 1940 un cine bastante sencillo, acompañado de un edificio de renta como era lo usual en la época. El cine se conoció como Windsor y pasó a nutrir la ya por entonces abultada cartelera local.

El edificio estaba inserto en una línea arquitectónica extendida en las décadas de 1940 y 1950, de revival de elementos clásicos y academicistas en la arquitectura. Su fachada por San Martín, por ejemplo, expone columnas con aires jónicos y compuestos así como motivos florales y orgánicos. Estos detalles rompieron con la propagación de los preceptos modernos observada desde 1940. El Windsor se caracterizó en sus inicios por exhibir estrenos de cartelera y con el tiempo se perfiló como un cine en que se proyectaron films europeos y alternativos que no solían ser exhibidos en las salas de la competencia. Terminó sus fílmicos días en la década de 1990, tras varios años de exhibición de películas porno, como tantos otros espacios similares acosados por la competencia que suponían la TV, el cable y los videclub.

Cine Alcázar (Plaza)

Caupolicán 556, Galería Ramos. Arquitecto Fernando Moscoso, 1958

Interior de galería
Aviso en el diario de la cartelera

En 1958 se construyó la Galería Ramos, proyecto del arquitecto Fernando Moscoso concebido como un pasillo con locales comerciales laterales dispuestos en dos niveles incluyendo una doble altura. Los locales del segundo nivel quedaron abalconados con circulación perimetral que transformó a esta galería en un espacio único en Conce. Se conectaba con la Galería Universitaria y en la década siguiente con las galerías Montserrat y Banco Español, (actual Santander).

La galería se planteó con una sala de cine integrada como un recinto subterráneo con una capacidad modesta pero que, a diferencia de otros, era extra cómoda, con recintos de permanencia como un hall y servicios sanitarios de fácil acceso.

El Cine Alcázar se distinguía por la exhibición de películas mexicanas y españolas, en tiempos en que Sarita Montiel y Carmen Sevilla eran las ídolas de la pantalla grande. Tras el decaimiento de la industria en la década de 1970 cambió de nombre a Cine Plaza y pasó sus últimos días hasta la década de 1990 como cine porno, emulando los carnales pasos del Windsor.

Si bien hoy está abandonado, es una de las pocas salas que se mantienen en su estado original. Conserva el espacio de la sala y parte del mobiliario original.

  • Documental del Proyecto Vermut con testimonios de personas que han trabajado y visitaron el Cine Alcázar:
En ruta.png En ruta :
Mercado Central de Concepción. Imagen de Monumentos Históricos

En camino desde el Cine Alcázar hacia el Teatro Ideal y utilizando casi la totalidad de la manzana se encuentra el Mercado Central de Concepción. Tras los Terremotos de Talca y Chillan en 1928 y 1939 respectivamente, se realizó una serie de construcciones que introducían nuevas ideas de la Arquitectura Moderna. El edificio erigido en 1940 fue diseñado por los arquitectos Tibor Weiner y Ricardo Müller. En 2013 sufrió un incendio que destruyo 60% de su estructura. Tres meses después el Consejo de Monumentos Nacionales declaró los restos del incidente como Monumento Histórico. Actualmente se encuentra a la vista la estructura que sostenía el techo curvo característico y por el cual fue una de las obras más representativas de la arquitectura moderna en la zona.

Teatro Ideal (Rex/Ópera)

Rengo 850. Arquitecto: Edmundo Enríquez del Pozo, 1938

Fachada del teatro

A sólo meses de la apertura del Teatro Roxy, en noviembre de 1938, se inauguró otra sala de espectáculos, la tercera sala moderna de Concepción. Esta estuvo a cargo de unos caballeros de apellidos Ruiz y Conde, quienes decidieron invertir en un nuevo teatro para Conce. Ubicado en Rengo esta sala destacó por su avanzada tecnología con equipos Phillips de última generación y una acústica para lamerse los bigotes.

El arquitecto Edmundo Enríquez del Pozo desarrolló el proyecto, claro antecedente de la arquitectura moderna de la ciudad. Lucía una sólida estructura y una presencia dominante en medio de un sector barrial que se consolidó desde la década de 1930 con hitos próximos como el Cerro Amarillo. La sala ayudó a impulsar el comercio asociado a la presencia de público, como pastelerías y confiterías. Desde la década de 1950 se denominó Rex y ya en la década de 1970, en el contexto del decaimiento de las salas de cine, terminó sus días ricos en celuloide para acoger brevemente la ópera. A continuación, porque en la variedad está el gusto, fue transformado en pista de patinaje, la Rollerskate Concepción. Desde la década de 1980 se conoce como Vega El Esfuerzo, tras ser adquirido por un grupo de comerciantes.

Cine Cervantes

Barros Arana 541, Galería Irazábal. Arquitectos: Santiago Aguirre e Inés Frey, 1943

Galería Irazábal
Fachada del edificio

Desde la década de 1940, la idea de galerías comerciales se masificó en la ciudad con interesantes y renovadas propuestas. Tal es el caso de la Galería Irazábal, ubicada en Barros Arana. Una galería proyectada dentro de un edificio de renta que, si bien no tuvo gran cantidad de locales comerciales, sí exhibió rica espacialidad, expresada en un espacio central de triple altura con escaleras cuyas rampas cruzan el vacío.

Proyecto de los mismos arquitectos del Explanade, Santiago Aguirre e Inés Frey, la Galería Irazábal contó con una sala de cine ubicada en el fondo, el Cine Cervantes. Discreto y sencillo, sin mayores pretensiones espaciales y arquitectónicas. Su particularidad era el acceso lateral, pesadilla para quienquiera llegara tarde y bloqueara con su impuntual humanidad las delicias que en ese instante se proyectaban (aunque nadie murió por eso... hasta donde sabemos). Es una de las salas más recordadas y enriqueció el circuito de cines de Barros Arana. Posteriormente dio pasó a la discoteque Gatsby y una serie de tiendas que pasaron por el recinto.

Hoy es un ciber y tienda de artículos electrónicos.

  • Documental del Proyecto Vermut con testimonios de personas que han trabajado y visitaron el Cine Cervantes:

Cine Regina

Barros Arana 340, Galería Akel. Arquitecto: Julio Ramos Lira, 1960

Interior de galería

La familia Akel, asociada a la industria de las salas de espectáculo, decidió construir un edificio residencial y comercial que incluyó un cine en calle Barros Arana casi en la esquina con Angol. El edificio se planteó con una galería comercial en el primer nivel que siguió el patrón de la planta en “L”, con una salida hacia calle Angol.

La Galería Akel, como se denominó, se remató en la esquina con el Cine Regina, que siguió la idea de los cines subterráneos. Una sala austera y acorde a una nueva fase de cines en la década de 1960, asociada a una modernidad arquitectónica que alcanzó su punto álgido tras el terremoto de 1960.

El Cine Regina tenía una capacidad chiquita, pero no por ello fue menos importante. De hecho, porque lo bueno viene en frasco chico, fue uno de los más populares y uno de los que se sobrepasó el perímetro del centro penquista. Fue de los últimos cines en exhibir estrenos de cartelera hasta mediados de la década de 1990. Tras varios años de desuso, se convirtió en el Salón de Eventos del Hotel El Dorado, que adquirió parte del edificio.

  • Documental del Proyecto Vermut con testimonios de personas que han trabajado y visitaron el Cine Regina:
En ruta.png En ruta :
Plaza España Isabel La Católica

La Plaza España Isabel la Católica marca tanto el punto de inicio como de remate de la calle Barros Arana, lugar donde se encontraba previo al terremoto de Chillan de 1939 la Estación Central de Concepción. La plaza fue construida en 1942 e incorporada al Plan Regulador en 1949. Se emplaza en el centro del Barrio Estación, uno de los barrios bohemios de Tropiconce.

Teatro Prat

Prat esquina O’Higgins, (Interior ex recinto ferroviario). Arquitecto indeterminado, circa 1920

Vista aérea del teatro
Aviso de la cartelera del día

Ubicado en pleno recinto ferroviario en calle Prat, casi en la esquina con calle O’Higgins, el Teatro Prat fue un edificio de líneas neoclásicas no ostentosas. No está claro quién fue su arquitecto o cuándo fue su apertura. Probablemente debuto en los albores de la década de 1920. Si bien estaba asociado a los trabajadores de ferrocarriles, este teatro exhibió espectáculos para el público en general, desde últimos estrenos en cartelera de la época a conciertos y recitales de artistas de renombre e incluso shows de revistas con vedettes internacionales.

A principios de la década de 1960 el edificio se reacondicionó para dar paso al gimnasio del equipo Arturo Fernández Vial, función que mantendría hasta finales de los años ’90 cuando es demolido junto a todo el conjunto de edificios pertenecientes a ferrocarriles en medio de la renovación del sector y la planificación del Barrio Cívico.

Dato.png ¿Sabías que? : Arturo Fernández Vial fue un marino de la Esmeralda que le hizo un Pato Yáñez a los peruanos en Iquique. Luego gestionó maravillosamente una protesta ciudadana en la que el presidente Germán Riesco lo mandó a matar. En su homenaje el Club Deportivo Ferroviario Internacional de Concepción cambió su nombre a Club Deportivo Almirante Arturo Fernández Vial.

Recomendaciones

Teatro Regional de Biobío. Imagen de Legado Bicentenario
Memorial 27F

A 15 minutos caminando de la última parada en la ruta (Teatro Prat), hacia la ribera del Rio Biobío, se encuentra el Parque Costanera, parte de un plan de recuperación urbana de la ribera norte. En el sector hay dos lindas joyitas:

  • El Teatro Regional de Biobío, inaugurado en 2018. El edificio fue diseñado por el arquitecto Smiljan Radic, uno de los arquitectos más osados del medio. El inmueble materializa los más de cincuenta años de espera de la ciudadanía por un teatro de esta escala, con expectativas de ser un polo cultural y de las artes no solo a nivel regional si no también a nivel país. Cuenta con una sala principal de 1.200 butacas, una sala menor de 250, salas de ensayo, cafetería, espacios para acoger actividades teatrales y musicales, además de espacios anexos.
  • Al costado norte del Teatro Regional se encuentra el Memorial Conmemorativo de las Víctimas del Terremoto y Posterior Tsunami del 27 de febrero de 2010, inaugurado en 2013. Es resultado de un concurso público organizado por el Colegio de Arquitectos con ayuda de la Comisión Bicentenario, adjudicado a los arquitectos Agustín Soza y Ricardo Atanacio, con colaboración del artista Fernando Feureisen. El memorial se compone de ocho monolitos de entre 20 y 25 metros de altura construidos de hormigón armado y recubiertos de piedra de Cobquecura, la localidad más cercana al epicentro del terremoto. Las torres buscan propiciar una experiencia entre el espacio vertical y el contraste entre la luz y la sombra. En su interior se configura un espacio habitable que permite reflexionar. En el interior de las torres se encuentran los nombres de las victimas fatales y desaparecidos producto de la catástrofe, así como los nombres de las localidades y testimonios de sobrevivientes. Existe además un poema de la cantautora Violeta Parra respecto a un hecho similar: el tantas veces comentado tremebundísimo Terremoto de Valdivia-aunque-fue-más-cerca-de-Conce de 1960.

Proyecto Vermut

Proyecto Vermut Versión 2018

Proyecto Vermut es una iniciativa que nace en el año 2011 como una manera de ampliar el circuito de actividades culturales y como una respuesta a la escasa oferta de espacios para la exhibición de propuestas audiovisuales en la ciudad. Así es como a modo de rescate/ejercicio de memoria, en octubre de 2012 se realizó una primera versión bajo la forma de un ciclo de cine chileno en galerías del centro de Concepción donde antes hubo cines, re-activando un circuito de salas hasta ese entonces casi olvidado y ofreciendo además un espacio de exhibición alternativo a los cines ya relegados a un lugar dentro de un mall. También Proyecto Vermut ha documentado en formato audiovisual la historia de los cines más emblemáticos que existieron en Concepción, extendiendo esta investigación a parte de estos espacios que existieron en la Región del Biobío, como Tomé, Lebu y Coronel.

Conoce más información de Proyecto Vermut en su página web