Plantilla:Portal Fernandez Concha
Este portal comercial ubicado al costado sur de la plaza, entre las calles Estado y Paseo Ahumada, fue construido en 1870 y 1871 sobre el antiguo portal colonial Sierra Bella, el cual fue destruido en un incendio en 1869. Este primer portal, propiedad de don Pedro de Torres y Saá, destacó por varias arcadas que recorrían de lado a lado la cuadra. Este fue el primer portal colonial abierto hacia la Plaza de Armas, y dio inicio a una tradición de edificios que aún se mantiene, con la presencia de dos portales que rodean la plaza.
El edificio fue conocido desde sus inicios como Portal de Sierra Bella, en alusión a la Hacienda San José de la Sierra en La Dehesa, de la cual don Pedro era dueño, y la cual a su vez se refería a su titulo nobiliario de Conde de Sierra Bella. Muy elegante, el edificio contaba con 19 locales comerciales en sus bajos, además de ser la lujosa residencia familiar de Torres y Saá, por lo cual se convirtió en un centro social.
¿Sabías que? : Como en esta época el Mercado de Abastos funcionaba en la Plaza Mayor, era costumbre que en los días de lluvia los vendedores se refugiaran tras las arcadas del Sierra Bella. |
Con el paso del tiempo, y debido a terremotos e incendios, el Portal fue perdiendo su belleza, y entrando en una fuerte decadencia. Es el 1 de Junio de 1869 cuando este portal llegó a su fin, tras un incendio iniciado minutos antes de la medianoche, en el cual casi todas las tiendas desaparecieron entre llamaradas.
Sus ruinas "todavía humeantes" fueron adquiridas por los hermanos Pedro y Domingo Fernández Concha, dueños de la Viña Santa Rita y empresarios bancarios, quienes encargaron al arquitecto inglés W. Hovender Dendry construir un nuevo portal (sin embargo algunas fuentes señalan que fue el francés Lucien Henault quien inició los trabajos, probablemente por su relación con la construcción del Pasaje Matte al interior del portal), el cual tomaría el nombre de Fernández Concha.
El diseño de este nuevo portal poseía una imponente fachada de estilo neoclásico francés, con columnas y estatuas, además de balaustras y terrazas, que lo convertían en uno de los edificios no-residenciales más elegantes de la época. Tras esta fachada se elevaban cuatro pisos, el primero una galería de locales comerciales. Eran las tiendas más lujosas de la capital. Se podían encontrar géneros traídos de China, brocatos, lanas de oro, lozas y cristales, juguetes para niños, azúcar y chocolates, perfumerías, sastrerías y bancos. Alojaba al salón de billar Sala Puga, a la Casa Británica y a la sofisticada Peluquería Parisina. Por las noches se alumbraba con velones de sebo colocados en candelabros de cobre.
En el segundo piso funcionó por largo tiempo una serie de afamados centros hoteleros. El primero de ellos fue el Hotel Santiago, que destacaba por sus lujosos muebles importados desde Europa, y su carácter distinguido. Recaredo Santos Tornero en su Chile Ilustrado lo comparaba con el Hotel Louvre de París. Fue reemplazado en 1884 por el Gran Hotel Inglés, cuyo propietario era en realidad francés. Nos cuenta Oreste Plath en El Santiago que Se Fue que fue el primero de la ciudad con luz eléctrica en todas sus habitaciones.
El servicio hotelero cambió dos veces más de nombre; pasando a ser el Hotel de Francia en 1900, y el Hotel Plaza en 1919.
La decadencia y el deterioro llevaron al cierre del Portal alrededor de 1928. Fue entonces remodelado completamente por los arquitectos Josué Smith del Solar y su hijo José Smith Miller, responsables de la apariencia actual. La estructura resultante se eleva a los siete pisos, ocho sumando los altillos. Su nueva fachada tiene elementos neoclásicos y detalles art decó, que se unen a balaustras, columnas y balcones. En los nuevos pisos se distribuyen 320 pequeños departamentos residenciales.
Con el tiempo adquirió un carácter más popular, convirtiéndose en lugar de bohemia, escenario de importantes encuentros sociales y fiestas para las clases medias y altas de Santiago durante las décadas de 1940 y 1950. Desde ese entonces que existen históricos locales de comida. Algunos de los más famosos fueron el Quick Lunch Bahamondes, al cual se le atribuye la creación del completo en la década de 1920, como una versión nacional del hot dog estadounidense. Luego, se le atribuye idear el Completo Italiano, cuando la familia italiana Devillaine compró el negocio y lo renombró "El Portal. Ex-Bahamondes" (lo de italiano es porque la palta, la mayonesa y el tomate evocan el verde, blanco y rojo de la bandera de Italia). Otros locales conocidos son el Chez Henry ("Donde Henry" en francés), restaurante que instauró la cocina francesa en nuestro país. Fue fundado en 1925 por el chef Herny Boutegourd, llegado a Chile para hacerse cargo de la cocina del Palacio Cousiño. Cerró en 2003. De la vieja guardia sobreviven aún los restaurantes Ravera y Nuria.
En los ochenta la siniestra CNI se asentó en el edificio. También vivía la soprano Gabriela Lehman y se la oía entonar a Schubert cada tarde junto a una ventana que da a un patio interior.
Hoy el portal es conocido por los contundentes platos de gastronomía típica chilena e internacional, fuentes de soda y puestos de comida rápida. Suele rebosar de comensales al horario de almuerzo, tentados con las vitrinas que exhiben hidalgos sus sanguches con mayonesa vitrificada. Estos oficinistas zampan con avidez y sin temor al colesterol completos, ases, empanadas, bifes a lo pobre, pollo con papas fritas y chorrillanas.
Hacia los niveles superiores el Portal Fernández Concha se encuentra en un estado de triste deterioro. Varios departamentos se emplean para negocios ilícitos y prostitución. Un pozo de ochenta metros abastece de agua a los departamentos.
¿Sabías que? : Rumorean las almas crédulas que en sus habitaciones, pasillos y escaleras ocurren hechos paranormales, como duendes, apariciones de fantasmas, visiones, pasos y ruidos extraños. De acuerdo a una tétrica creencia quien muere aquí dejará su alma atrapada vagando en el portal (en Wikiexplora no hemos identificado ninguna). Se dice que un caballero con vestimentas antiguas y sombrero de copa se para frente a las puertas de los departamentos. Cuando los habitantes abren la puerta se queda en silencio y desaparece al cerrarla (en realidad, la experiencia de "están penando" se explica casi siempre por alucinaciones provocadas por monóxido de carbono, potencialmente letal) |
Fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica. Posee también la categoría de Inmueble de Conservación Histórica.