Plantilla:GAM
El Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) es tal vez el centro cultural más icónico que existe en Santiago actualmente. Está focalizado en entregar acceso a la cultura, en la formación de audiencias y el encuentro entre personas. Cuenta con 22 mil metros cuadrados de superficie en los que contiene 10 salas para presentación y ensayos de artes escénicas y musicales, además de dos salas de artes visuales, un estudio de grabación y biblioteca con salas abiertas para estudiar. El primer piso está abierto a la ciudadanía, generando plazas de uso libre que permiten el tránsito fluido y la instalación de ferias.
Este edificio es tremendamente simbólico al contener parte importante de la historia reciente de Chile, lo que es fundamental para entenderlo:
El centro cultural se emplaza en lo que fuera anteriormente la UNCTAD III, inaugurado por la Unidad Popular en 1972 para la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas y construido en un tiempo record de 275 días. Fue proyectado por los arquitectos José Covacevic, Hugo Gaggiero, José Medina, Juan Echenique y Sergio González Espinoza. Una vez que el encuentro terminó, el edificio pasó a manos del Ministerio de Educación bajo el nombre de Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral, funcionando como un lugar activo de encuentro ciudadano.
Pasados tres meses del Golpe Militar -en un acto bastante simbólico-, y debido a las condiciones en las que quedó La Moneda tras el bombardeo, el edificio se transformó en la nueva sede de gobierno, y cambió el nombre a Edificio Diego Portales. El edificio fue a su vez clausurado al público. Se enrejó el perímetro y las obras de arte fueron retiradas (y en algunos casos destruidas). Fue en este mismo inmueble donde se anunció la decisión de la ciudadanía de volver a la democracia tras el plebiscito de 1988, y tras ello el edificio cambió su uso, a ser centro de eventos y convenciones. Luego de que un incendio destruyera gran parte del edificio en 2006 (puedes ver un video sobre el incendio [aquí]) se impulsó la idea de retrotraer el inmueble a su sentido original, devolviéndolo a la ciudadanía como centro cultural.
Este es entonces un lugar cargado de historia, donde se congrega muchísima gente en torno a la cultura y la ciudad.
Es común que en el gran patio central haya exposiciones y actividades. Es también muy interesante observar a los energéticos grupos de coreografías. Tanto en el extremo oriente como en el flanco norte y en la plazoleta ubicada a menor altura, en la tardes se congrega un gran número de jóvenes a practicar sus pasos de baile. Es un fenómeno de data muy reciente, pero muy bien asentado. También es posible observar en ocasiones a grupos que imitan caballeros Jedi, con sables láser ficticios.
Actualmente está en curso la construcción de la segunda etapa del proyecto, que cuenta con un teatro con capacidad para 2 mil personas.
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