A mediados del siglo XVII los Franciscanos levantaron la Iglesia de San Diego en la calle que iba hacia se transformaba en el camino que comunicaba la ciudad de Santiago con el sur. Fue Era, por tanto, una vía de gran ruidoso movimiento , por la que continuamente transitaban sin descanso arreos de mulas cargadas con mercaderías y viajeros a pie o a caballo. A unas pocas cuadras de la Cañada hacia el sur, existía un lugar deshabitado y abierto que invitaba a ser usado por los viajeros como un lugar de paradero y descanso antes de entrar a la ciudad: . Es lo que hoy conocemos como Parque Almagro.