1961
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
{{calle|[[File:alameda de las delicias.jpg|thumb|Alameda de las Delicias. Los buenos viejos tiempos...]]Hacia 1820 En 1817, Bernardo O'Higgins mandó a plantar varias hileras de álamos en la antigua '''Cañada''', el brazo sur del río Mapocho. El colorín se había enamorado en Cádiz de las alamedas españolas. El nuevo paseo peatonal, amplio y sombreado, fue transformado llamado Alameda de las Delicias. A mediados de la década de 1920 alguien propuso redenominarla como Arturo Alessandri. El homenajeado se negó y propuso en un amplio paseo peatonal con varias hileras su lugar Avenida del Libertador General Bernardo O'Higgins, lo que suscitó a su vez oposición de otros flancos. Ricardo Puelma declaró: "Con perdón de nuestro padre de la patria, don Bernardo, yo jamás la llamaré Avenida O'Higgins. Ese rudo nombre agringado no dice nada al sentimentalismo de álamosmis recuerdos ciudadanos". Por esta razón fue llamada Joaquín Edwards Bello anotó que "si don Bernardo le puso Alameda de las Deliciasa la calle más ancha y vistosa de Santiago, entonces la mejor manera de honrar su memoria consiste en respetar su gusto". Aunque Es lo que en la práctica hacen los santiaguinos: aunque más un siglo ha transcurrido desde que se talaron los álamos, Alameda sigue siendo el término más habitual para referirse a la que en rigor es la Avenida del Libertador General Bernardo O'Higginsreferencia coloquial.
En 1877, míster Rumbold, Embajador británico, comentó al llegar que Santiago era “una agradable sorpresa para un europeo inteligente […]. Uno no espera encontrar a diez leguas en el interior, al pie de los Andes, una ciudad de 160 mil almas con edificios públicos tan magníficos, mansiones particulares tan imponentes y paseos tan extraordinariamente bellos”. De seguro pensaba en parte en la Alameda de las Delicias}}