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El Municipal de Santiago - Ópera Nacional de Chile es uno de los centros culturales más importantes del país, y el más antiguo. Ha jugado un rol clave en el desarrollo cultural de Chile. Brillan sus funciones de ópera, ballet, conciertos sinfónicos, y de cámara y teatro.
La construcción del teatro se inició con un decreto del presidente Manuel Montt en 1853. Diseñado sobre el predio que originalmente ocupó la Real Universidad de San Felipe, el edificio es obra del arquitecto Francisco Brunet des Baines en conjunto al ingeniero civil Philippe-Auguste Charme de L’Isle, en estilo neoclásico francés. Tras el deceso de Brunet en 1855, la obra fue continuada por los arquitectos Lucien Hénault y Manuel Aldunate, con contribuciones de Charles Garnier, autor del Teatro de la Ópera de París.
Fue inaugurado en 1857 con la ópera Ernani de Giuseppe Verdi, a cargo de una compañía italiana especialmente contratada. Rápidamente se convirtió en el centro cultural y social de Santiago. La aristocracia sentía predilección por la ópera, bailes y tertulias.
En diciembre de 1870 el edificio sufrió un incendio; una vez terminada la función de la cantante lírica Carlota Patti, el telón al caer rompió con sus extremos una cañería del alumbrado, en ese entonces de gas, cuya fuga entró en contacto con un farol. Los elementos inflamables del escenario ocasionaron que el incendio se propagara con rapidez.
Don Germán Tenderini, conocido artista, comerciante fue el primero en ingresar ante la emergencia, seguido de Arturo Villaroel, ambos miembros de la Compañía de Bomberos Salvadores. El humo provocó la asfixia de ambos. Una vez sofocado el fuego, durante la inspección del teatro fue encontrado el cuerpo calcinado de Tenderini entre los escombros. De esta forma, se convirtió en mártir. Su nombre fue inmortalizado en la calle del costado oriente del teatro, hoy paseo peatonal y sede de un busto de Mozart, conocido como la “calle de los repuestos”.
El teatro fue reconstruido por un grupo de arquitecto liderado por Hénault y reabierto en 1873. Gracias al apoyo del intendente don Benjamín Vicuña Mackenna, la obra fue levantada con aún mayor magnificencia, aumentando la capacidad de espectadores y nuevas dependencias.
El terremoto de 1906 causó severos daños: destruyó el foyer y la sala principal. Las reparaciones quedaron a cargo de Emilio Doyere, quien además reemplazó las secciones de adobe por ladrillos cimentados en piedra. Además, en el frontis se instalaron pilares y una escala imperial en mármol blanco.
La letanía de calamidades no ha acabado. En 1924, otro incendio provocó daños en el escenario, lo que exigió repararlo y modificarlo. Junto con ello se intervino el foyer, de manera de ampliar la entrada principal. Entre 1947 y 1952 el teatro fue modernizado, con motivo de su centenario. En 1974 fue declarado Monumento Nacional.
En noviembre de 2013 sufrió ¡otro incendio más! Este maltrató la bodega de vestuario del segundo piso y el salón de ensayos del ballet en el tercero. Dieciséis compañías de bomberos trabajaron por tres horas para apaciguar las llamas. La magnitud de los daños bordeó los $2650 millones, y el proceso de reconstrucción tomó cerca de 18 meses.
A lo largo de los siglos XX y XXI, esta catedral de las artes escénicas albergó a importantes artistas de talla mundial, como los bailarines Rudolf Nureyev, Alicia Alonso, Mijail Baryshnikov, Margot Fonteyn o Anna Pavlova; los cantantes Ramón Vinay, Plácido Domingo o Luciano Pavaroti; los pianistas Arthur Rubinstein, Claudio Arrau y Yevgueni Kissin, los violinistas Yehudi Menuhin e Isaac Stern; y las actrices Sarah Bernhardt y Adelaida Ristori. Acogió también grandes exponentes del folclor latinoamericano, como la chilena Margot Loyola y la peruana Eva Ayllón.
Desde los años ‘50 alberga instituciones como la Orquesta Filarmónica de Santiago, el Ballet de Santiago y el Coro del Municipal de Santiago, además de un cuerpo técnico que integra los talleres de realización escénica (construcción, vestuario, escultura entre otros). Una verdadera fábrica de arte. Algunos creen que recintos más modernos como el Teatro Municipal de Las Condes le hacen collera, pero lo cierto es que el Municipal es el único que presenta espectáculos tales como óperas con producción propia. Todos los demás solo ofrecen espacio para producciones externas.
Junto a su programación anual, el Municipal organiza actividades permanentes para acercar la cultura a la población. Hay presentaciones de pequeño formato destinadas al público infantil y juvenil, y Ciclos de Mediodía.
En qué fijarse :
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Horarios:
- Según programación.
- También se realizan visitas guiadas, previa inscripción en la página web.
Entrada:
- Según programación.
En el cine : |
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